Programas económicos de Donald Trump y Hillary Clinton (Diario Expansión, 19 agosto 2016)

Viernes 19 agosto 2016 Expansión 19
ECONOMÍA / POLÍTICA
Dos modelos económicos opuestos para EEUU
ELECCIONES EEUU 2016/ El republicano Donald Trump propone bajar impuestos y potenciar las empresas, mientras que la
demócrata Hillary Clinton es partidaria de que los ricos paguen más y de ayudar a las familias para impulsar el consumo.
Pau Fluriach. Madrid
Los dos candidatos a ocupar
la Casa Blanca, el republicano
Donald Trump y la demócrata
Hillary Clinton, presentaron
la semana pasada sus programas
económicos de cara a
las elecciones presidenciales
del próximo 8 de noviembre.
Trump pone el enfoque sobre
todo en las grandes empresas.
Según el magnate, éstas deben
convertirse en el motor
de la economía para poder así
crear empleo y mejorar el bienestar
de los ciudadanos. En
cambio, Clinton centra su
programa en la clase media e
intentará impulsar el consumo
interno a través del desahogo
de las familias.
Impuestos
Donde hay más diferencias
entre ambos candidatos es en
materia de impuestos. Donald
Trump anunció la semana
pasada en Detroit “la mayor
revolución fiscal en el país
desde el expresidente Ronald
Reagan”. Para ello, el magnate
promete una rebaja generalizada
del impuesto de la renta,
pasando de los siete tramos
actuales a tan solo tres, con tipos
del 12%, 25% y 33%. El
candidato republicano también
propone una reducción
al 15% del Impuesto de Sociedades,
que actualmente es del
35%. Por último se compromete
a implantar un impuesto
del 10% a los millones “que
las empresas estadounidenses
tienen estacionados en el
exterior” y que no repatrían a
Estados Unidos.
La candidata demócrata
Hillary Clinton propone una
reforma del sistema tributario
que implique una mayor redistribución,
que “asegure
que los más adinerados paguen
la parte justa de los impuestos”,
en vez de llevar a cabo
una reducción masiva de
los impuestos, que es lo que
piden la mayoría de los republicanos.
Para ello, propone
implantar una recarga adicional
para millonarios y multimillonarios,
que ya planteó
Obama con anterioridad.
Comercio internacional
Respecto al comercio internacional,
Trump tiende al
proteccionismo y Clinton al
globalismo. El magnate es
partidario de renegociar todos
los acuerdos de comercio
en los que participan los Estados
Unidos, y más concretamente,
el Tratado de Libre
Comercio de América del
Norte (Naeta) que mantiene
Efe
El candidato republicano, Donald Trump.
Del populismo de Trump...
Bajar impuestos. Donald Trump propone una rebaja
generalizada del Impuesto de la Renta, pasando de los
siete tramos actuales a tan sólo tres, con tipos del 12%,
25% y 33%. También reducirá al 15% el Impuesto de
Sociedades, que actualmente es del 35%, y eliminará el
Impuesto de Sucesiones.
Proteccionismo. Renegociará todos los acuerdos
comerciales en los que participan Estados Unidos,
rechazará el Acuerdo Transpacífico de Cooperación
Económica (TPP) e impondrá aranceles a los productos
extranjeros para reactivar el consumo nacional.
Energías tradicionales. Cancelará el Acuerdo del Clima
de París de 2015 y levantará las restricciones para
aumentar la producción de energías como el carbón
o el petróleo. Para Trump, el calentamiento global es un
“invento de China para que EEUU deje de ser competitiva”.
Fin al ‘Obamacare’. Derogará la ley sanitaria de Obama,
quitará la obligatoriedad de poseer seguro médico
y permitirá la venta de seguros fuera del país.
con Canadá y México desde
1994. Si ambos países se oponen,
Trump retirará a EEUU
del tratado. Además si el magnate
gana las elecciones, declarará
a China “manipuladora
de la moneda” dadas sus
continuas “prácticas desleales”
que afecta de manera directa
a la competitividad de
las empresas americanas.
También les acusa de tener
una divisa devaluada a propósito
para favorecer sus propias
exportaciones. Su política
exterior también pasa por
reactivar el consumo de productos
estadounidenses me-
Efe
La candidata demócrata, Hillary Clinton.
... al posibilismo de Clinton
Que los ricos paguen más. La candidata prefiere
redistribuir los impuestos, en vez de bajarlos, y por esa razón,
promete implantar una recarga adicional para millonarios,
para que así los más adinerados paguen “lo justo”.
No al TPP. Clinton está más abierta que Trump en cuanto a
tratados comerciales internacionales, pero por motivos
electorales estará en contra del TPP.
Energías renovables. Tiene el objetivo de instalar
500 millones de paneles solares antes de cumplir el primer
mandato, reducir en un tercio el consumo de petróleo y
mantener el compromiso de la Conferencia de París.
Expansión del ‘Obamacare’. Reducirá la elevada carga
que pagan los pacientes y ampliará la cobertura médica para
las familias sin importar de qué nacionalidad sean.
Más inversión en infraestructuras. Ha prometido
un plan de 275.000 millones de dólares para invertir en
un plazo de cinco años en carreteras, puentes y aeropuertos.
Según ella, esto crearía 10 millones de nuevos trabajos.
diante la aplicación de aranceles
a los extranjeros, especialmente
chinos y mexicanos.
Hillary, en cambio, se encuentra
más abierta a los
acuerdos comerciales internacionales
ya que cree que la
globalización no es algo perjudicial,
sino que beneficia a
todos. Algo que une a ambos
candidatos es su rechazo al
Acuerdo Transpacífico de
Cooperación Económica
(TPP), en el que se hubiese facilitado
el comercio de EEUU
con otros once países del Pacífico,
como Japón y Canadá.
En el caso de la candidata demócrata,
el motivo para oponerse
al TPP es ganarse el
electorado del que fue su rival
en las primarias demócratas,
Bernie Sanders.
Energía
Donald Trump ha asegurado
más de una vez que cancelará
el Acuerdo del Clima de París
alcanzado a finales de 2015,
que tiene como objetivo frenar
el calentamiento global
mediante reducciones de
emisiones de gases contaminantes.
El argumento del
magnate para retirar a Estados
Unidos del acuerdo es
que, a su juicio, desalienta la
inversión y la creación de empleo,
además, de que siempre
ha puesto en duda las investigaciones
científicas sobre el
calentamiento global. “El
cambio climático es un invento
de China para que EEUU
deje de ser competitivo”, llegó
a decir Trump en un acto
electoral el pasado mes de
mayo. La hoja de ruta del candidato
republicano pasa por
levantar las restricciones
energéticas para aumentar así
la producción y potenciar
fuentes de energía tradicionales,
como el carbón o el petró-
leo. Por su parte, la candidata
demócrata apuesta por las
energías renovables. En su
programa tiene el objetivo de
instalar 500 millones de paneles
solares antes de cumplir
el primer mandato. Clinton
tiene como meta reducir en
un tercio el consumo de petróleo
en favor del uso de
combustibles más limpios,
además de mantener el compromiso
de Obama en la Conferencia
de París de reducir
las emisiones un 30% para
2025.
Sanidad
En materia de sanidad, el
magnate piensa derogar la ley
sanitaria de Obama, más conocida
como Obamacare, que
ampliaba el número de coberturas
sanitarias financiadas
por la Administración. Trump
está a favor de eliminar las barreras
que impiden la venta de
seguros médicos fuera del país
y de quitar la obligatoriedad
de poseer un seguro médico
que tienen todos los estadounidenses.
Clinton, en cambio,
tiene pensado expandir la reforma
sanitaria de Obama,
mediante una reducción de la
elevada carga que pagan los
pacientes, y en especial los
precios de los medicamentos
recetados, ampliando el acceso
a la cobertura médica para
las familias sin importar la nacionalidad.
Uno de los temas que no
pueden faltar en cualquier
campaña electoral es el del
empleo. El plan de Trump es
generar empleo mediante
una reducción de la burocracia,
que unida a la reducción
de los impuestos y a una reforma
migratoria de gran calado
aumentaría el número de
empresas, y por tanto, el de
trabajadores.
Por su parte, Clinton propone
subir el salario mínimo
desde los 7,25 dólares por hora
actuales hasta los 12 dólares.
Otra promesa de gran volumen
es llevar a cabo un
plan de 275.000 millones de
dólares para invertir en un
plazo de cinco años en infraestructuras,
principalmente
carreteras, aeropuertos,
puentes y líneas de tren.
Esto crearía, según la exsecretaria
de Estado, unos 10
millones de nuevos puestos
de trabajo. “Será la mayor inversión
en trabajos mejor pagados
desde la Segunda Guerra
Mundial”, sentenció Hillary
en un acto electoral la
semana pasada en Warren,
Michigan.