Boletín ALUMNI N° 8 - enero 2016

ACADÉMICO
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enfermo y tenía que ayudar a su mamá. Le
pregunté por qué no pidió una licencia y me
respondió que le habían ofrecido una, pero que
no la aceptó porque no quería perjudicar a su
empresa con su problema. Creo que debiste
analizar un poco más la situación, le dije, si
la empresa se solidariza contigo y te otorga
esa facilidad es porque tú eres un profesional
valioso para ellos y no querían perderte.
No será que Lorenzo realmente quería
salir de la empresa y encontró una justificación
para renunciar. Habría que meditar sobre la
mejor forma de enfrentar una entrevista de
trabajo con ese argumento. Le hice notar
que a un entrevistador podría preocuparle
su juicio para la toma de decisiones. Quizá
podría haber ayudado más a su mamá
teniendo empleo, muchas veces una
enfermedad requiere de un apoyo financiero
más que estar al lado del paciente todo el día.
Probablemente mi punto de vista podría ser
catalogado como frio, pero intento ser realista
recomendando tener cuidado con el manejo
de las emociones. Una investigación realizada
en Center for Creative Leadership determinó
que las carreras se descarrilan en un 75%
por razones relacionada con el Coeficiente
Emocional y 25% por otras razones.
Así como los casos de Leonardo y
Lorenzo hay muchos otros casos en que las
personas renuncian a sus empleos llevados por
las emociones y sin hacer un buen análisis. El
típico “ya llegué a mi techo” estando menos de
un año en una empresa, se presenta mucho en
jóvenes profesionales. Solo hicieron muy bien
su trabajo y centraron su actuar estrictamente
en el área de su responsabilidad. No se
tomaron el tiempo de conocer la empresa a
profundidad, no interactuaron con gente de
las otras áreas y no tuvieron en cuenta que lo
contrataron para que su trabajo trascienda en
toda la organización.
Hace algunos años Robert Cooper
realizó una presentación en Lima donde
mencionó que el éxito en la vida y el trabajo
está influenciado de 75% a 96% por la
Inteligencia Emocional, Inteligencia Creativa, y
otras cualidades que se pueden adquirir y solo
de 4% a 25% por el CI y Capacitación Técnica/
Académica.
Aquí algunas recomendaciones que vale
la pena tener en cuenta para no interrumpir el
éxito en tu carrera profesional:
se haya terminado, sea por propia decisión
o por decisión de la empresa.
2. En un empleo no limites tu trabajo
solo a tu área de acción, pueden haber
muchas posibilidades en otras áreas. Tu
relacionamiento con todos y el marketing
personal bien manejado son esenciales.
3. El tiempo de permanencia en una empresa
es relativo. En poco tiempo no es posible
visualizar todas las oportunidades de
crecimiento. Explora, investiga y analiza
cuidadosamente tus intereses antes de
pensar en cambiar de empresa.
4. Las empresas pequeñas o medianas son
una gran escuela, no te precipites por
salir a una empresa grande sin haber
aprovechado la oportunidad de ganar la
máxima experiencia posible.
5. Conversa con tu jefe si algo te incomoda,
no dejes que crezcan las diferencias y se
llegue a situaciones que altere la relación y
luego conduzca a una renuncia.
6. Explorar el mercado cuando tienes empleo,
incluso estando en el mejor de los momentos,
no es malo, al contrario, ayuda a estar bien
informado sobre lo que pasa en el mercado
y contribuye a tu éxito profesional. Esto no
es una invitación a renunciar.
Gestiona tus emociones, no permitas
que estas opaquen tu coeficiente intelectual,
maneja tu carrera profesionalmente y recuerda
que una renuncia no bien analizada puede
descarrilar tu carrera.
1. La cortesía y el respeto son fundamentales
en una relación de trabajo y estos valores
deben mantenerse aun cuando la relación
Boletín CENTRUM Alumni Año 2, N° 8 / Enero de 2016