AguaTinta Nº19
La Música - Noviembre de 2016
La Música - Noviembre de 2016
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matar, sino hacer daño al prójimo. A pesar de toda su<br />
majestad y su habilidad oratoria, el arzobispo tuvo que<br />
cerrar la boca y la joven triunfó.<br />
¡Sí, nosotros podemos divagar en nuestros<br />
periódicos acerca del progreso de la aviación, las<br />
complicaciones de la diplomacia, los clubs, los<br />
descubrimientos, las llamadas obras de arte, y silenciar<br />
lo que ha dicho esta joven! Pero no podemos ahogar el<br />
pensamiento, puesto que todo hombre cristiano siente<br />
como ella, más o menos oscuramente. El socialismo, la<br />
anarquía, el ejército de salvación, la criminalidad reciente,<br />
el paro, el lujo monstruoso de los ricos que no cesa de<br />
aumentar, y la negra miseria de los pobres, la terrible<br />
progresión de los suicidios; todo este estado de cosas<br />
testimonia la contradicción interior que debe ser y que<br />
será resuelta. Resuelta verdaderamente en el sentido del<br />
reconocimiento de la ley del amor y de la condena de<br />
todo empleo de la violencia. A esto responde su actitud<br />
en el Transvaal, que nos parece a nosotros en el fin del<br />
mundo y que se encuentra, sin embargo, en el centro de<br />
nuestros intereses; y es la más importante de todas las<br />
de la tierra de hoy; no solamente los pueblos cristianos,<br />
sino todos los pueblos del mundo tomarán parte en ella.<br />
Le será tal vez agradable saber que en nuestro<br />
país, en Rusia, una agitación parecida se desarrolla<br />
rápidamente con las negaciones al servicio militar, que<br />
aumentan de año e año. Aunque débil todavía entre<br />
ustedes el número de los no resistentes y entre nosotros<br />
el de los refractarios, los unos y los otros pueden decirse:<br />
“Dios está con nosotros. Y Dios es más poderoso que<br />
los hombres. En la profesión de fe cristiana, aun bajo la<br />
forma del cristianismo y en la creencia simultánea de la<br />
necesidad de ejército y armamentos para las enormes<br />
carnicerías de la guerra, existe una contradicción tan<br />
manifiesta que debe, tarde o temprano –probablemente<br />
demasiado temprano- manifestarse en toda su desnudez.<br />
Entonces será preciso, o bien aniquilar la religión<br />
cristiana, sin la cual, sin embargo, el poder de los Estados<br />
no se podría mantener, o suprimir el ejército y renunciar<br />
a todo empleo de la fuerza, que no es menos necesario<br />
a los Estados. Esta contradicción es observada por todos<br />
los gobiernos, tanto por el de ustedes, británico, como<br />
por el nuestro, ruso; y por instinto de conservación, ellos<br />
persiguen a los que la descubren, con más energía que<br />
a toda actividad enemiga del Estado. Nosotros lo hemos<br />
visto en Rusia y lo vemos por lo que publica su periódico.<br />
Los gobiernos saben muy bien dónde está el más grave<br />
de los peligros que amenaza, y no son solamente sus<br />
intereses los que ellos protegen tan vigilantes. Ellos<br />
saben que combaten por el ser o no ser.<br />
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