Revista Arte y Artistas Edicion febrero 2017

Shinki, segundo de la derecha
¿Qué le queda a un niño cuando no es aceptado
en su entorno? Refugiarse en su mundo,
en su soledad. No le quedó otra cosa que divertirse
cazando lagartijas entre cactus y piedras,
oír a los viejos árboles, que, mecidos por
el viento, parecían “hablarle”. La primera vez
sintió mucho miedo, pero luego entendió que
el sonido era producto de las ramas golpeadas
por el viento.
Descubrió las figuras que el viento de Yamachupán,
en Pativilca, habían esculpido en las
rocas de los cerros aledaños.
Esos años de infancia y el paisaje inhóspito
de Yamachupán calaron hondo en Venancio,
pero no para mal, no creció con un recuerdo
ingrato de su pueblo sino se convirtió en una
fuente inacabable de ideas y fantasías que
vemos en sus pinturas.
Desde allí saltan a sus lienzos las ágiles lagartijas,
los árboles rumorosos, los cactus, las
frutas pitajallas y las superficies sólidas de entrañables
roquedales.
Su padre, que de obrero había ascendido a
comerciante, fue una de las víctimas de la
persecución contra los inmigrantes de la colonia
de Japón a inicios de los años 1940.
A causa de la Segunda Guerra Mundial muchos
japoneses fueron deportados y perdieron
todo lo que tenían. El padre de Venancio
vendió todo y vivió refugiado por años, pero
esto quebrantó su salud y murió cuando Venancio
tenía apenas nueve años de edad.
El padre en una de las últimas conversaciones
que sostuvo con su esposa le pidió que
bajo ninguna circunstancia deje de lado la
educación de su hijo. El tono elevado de voz
“Mi mundo”. óleo sobre lienzo, 90 x 90 cm. 2009
“Dama de la noche” óleo sobre lienzo, 2008
utilizado por su esposa, señalando que “eso no pasaría
jamás”, dejó un recuerdo muy fuerte en el pequeño Venancio,
en la familia Shinki la figura de la madre siempre
estuvo bajo la sombra del padre.
A los 14 años de edad fallece la madre de Venancio,
otro golpe durísimo en la vida del artista siendo aún un
adolescente. Pasa a vivir con un pariente de su madre
durante un año, luego se traslada a Lima, donde aprende
fotografía y posteriormente pasa a estudiar pintura
en la Escuela de Bellas Artes.
El éxito que tuvo como artista todos lo conocemos, pero
para apreciar y entender sus obras de una manera distinta
es necesario conocer la vida del artista en la etapa
que marco su vida como ninguna otra: su infancia.
Arte y Artistas 17