REVISTA MARIELA EDICION 110

ajo, sí. Yo ya estaba a punto de tirar la
toalla, (risas).
Por ejemplo, ¿algo de Piero? ¿Qué
te cantaba?
R: Piero, Joan Manuel Serrat… Me
hizo una canción cuando cumplimos
años de casados.
L: Treinta y cinco años de casados.
¿Y cómo es la canción?
L: Bueno, sí. Casualmente, narra el
día que la conocí. El momento en que
la vi por primera vez, y yo dije: “Aunque
pienso que jamás será. Pienso solo
con llamar la atención. Quiero verla y
que ella mire otra vez hacia acá; ¡un
momento, por Dios!, ¡nada más! Y un
instante para no olvidar… su mirada
acertó mi mirar. ¿Me permite disfrutar
de este vals? Una duda, un quizás
y un sí. No sabes, mujer, cuánto pienso
amarte”.
Ahhh, ¡qué lindo!
R: Y que te canten eso a los treinta y
cinco años de casados, en verdad, te llega
muchísimo.
¿Cuánto tiempo pasó para que ustedes
se besaran? O sea, desde que
se conocieron.
L: Demoró un poco. Por lo menos, dos
semanas.
R: Es que, antes… recuerda que estamos
hablando de hace cuarenta y tres
años; vamos a cumplir, este año, ya
cuarenta y dos de casados, y un año antes
nos conocimos. Entonces, antes no
era tan fácil. Mejor dicho, no sé cómo es
ahora (risas).
Bueno, yo tampoco.
L: Yo digo porque me han contado, ¿no?
Me han contado que es más fácil (risas).
Y la propuesta de matrimonio,
¿cuándo fue?
R: Bueno, al poco tiempo de ser enamorados...
Pues, muy pronto fue, la verdad.
Nos tocó esperar un poco porque
éramos jóvenes, pero no mucho.
¿Pero fue un momento especial?
R: Yo pienso que ahora es diferente.
L: Fue una consecuencia del tiempo.
Nosotros siempre pensamos que nos
habíamos encontrado con el ser ideal y
siempre estábamos hablando del futuro.
¿Inmediatamente?
L: Parece que fue consolidándose conforme
pasaba el tiempo.
Todo perfecto, los planetas se alinearon.
¿Qué es lo que más te gusta
de Lenín?
R: Su forma de ser. Es alegre… cualquier
cosa que le diga, me sale con un
chiste; así que yo no me puedo poner
muy molesta. Él es muy cariñoso, muy
atento; no solo conmigo, sino con todos.
Entonces, eso ya te va consolidando
cada vez como pareja, enamorando, y
por eso es que hemos hecho tantas cosas
juntos.
En la misión Manuela Espejo, ¿participaste
mucho, Rocío?
R: Por supuesto que sí. Era una fiesta
salir con las personas con discapacidad,
con sus mamitas orgullosas, ya no escondiendo
a sus niños. Yo trabajé mucho
en las campañas de inclusión mediante
el programa Juguemos sin barreras,
que era con niños con o sin discapacidad,
para que aprendan a jugar juntos.
Yo me acuerdo que cuando estabas
en la vicepresidencia y yo estaba
en Simplemente Mariela, me enviaste
una carita como embajadora
de la alegría.
R: Te hicimos embajadora de la alegría.
Ahora te queremos hacer Manuela.
¡Ah, Manuela!, ¡por favor! Muchísimas
gracias, Rocío.
L: Las Manuelas y las Joaquinas, en
honor al otro programa, Joaquín Gallegos
Lara, han vuelto a recorrer el país
en busca de personas discapacitadas,
y que nos hablen de sus necesidades y
alegrías, de sus entusiasmos.
¿Y cuánto de Manuela Espejo tiene
Rocío?
L: Bueno, bastante parecida a la Manuela
que dibujamos en el programa
misión Manuela Espejo.
¿Su lugar preferido en el Ecuador,
Rocío?
R: Que no se resienta el resto, pero
Cuenca.
Ahhh… ¡lindo Cuenca! Santa Ana
de los Cuatro Ríos. Y ya para finalizar,
no es fácil encontrar el amor
de la vida.
R: Bueno, yo lo encontré.
L: Yo también lo encontré, y ¡qué suerte
que coincidió en el mismo momento!
En la foto de izquierda a derecha: Carina, Rocío, Lenín, Cristina e Irina.
Muy bien… ¡Muchísimas gracias,
chicos!
L: Gracias por lo de chicos (risas).
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