Revista Guácara Edición Diciembre 2015

Presentación
1
Amigos lectores: Nuestros parabienes en este nuevo año que
comienza. Paz, salud y sana convivencia es nuestro mejor deseo para todos
en estos momentos históricos que hoy atraviesa el pueblo puertorriqueño.
Con esta sexta edición Revista Guácara culmina exitosamente su tercer año
de publicación haciendo perceptible nuestro compromiso como órgano de
difusión cultural de Casa Pepiniana de la Cultura.
La negra Ángela, una pintura del artista pepiniano Ramón Soto
Ríos, engalana esta vez nuestra portada. De esta forma nuestra revista se
une a la Proclama de la Organización de las Naciones Unidas que designa el
Decenio Internacional de los Afrodescendientes que comprende el periodo
de 2015 a 2024. A tono con esta histórica designación incluimos en este
número varios artículos sobre el tema de la afrodescendencia en Puerto
Rico. Entre estos: Detrás del campechano personaje de Pepe Pérez, de
la Profa. Helen Santiago Méndez, artículo alusivo a los orígenes de uno
de los personajes del Desfile de la Novilla en San Sebastián; Un regalo
para Celestina Cordero, la maestra negra olvidada, fundadora de una de
las primeras escuelas en Puerto Rico, y hermana del muy conocido Rafael
Cordero, escrito por la Lcda. Zulmarie Alverio, y por último, la colaboración
del Prof. Wilson Torres-Rosario, Juana Colón: de la marginalidad a la
resistencia en el tabacal, que trata sobre una incansable luchadora negra
del pueblo de Comerío.
Otro tema, no menos relevante explorado en este número, es el
de la emigración y diáspora puertorriqueña, asunto atado estrechamente a
nuestra realidad histórica de pueblo. La profesora Gladys J. Cruz inquiere
sobre el vocablo “diáspora” y Laura M. Quintero analiza en su artículo Los
puertorriqueños se han convertido en un pueblo nómada el comportamiento
migratorio resultante de una reciente investigación sobre este tema. Una
tirilla en caricaturas detalla la presencia de la diáspora boricua (1947 a
1981) en la ciudad de Perth Amboy, estado de New Jersey, cuya población
está compuesta mayormente por pepinianos, es una aportación muy
bien documentada por nuestro artista y escritor Rubén Arcelay Medina.
Incluimos, además, una muestra gráfica sobre el éxodo puertorriqueño a
EEUU a partir de la segunda mitad del siglo XX.
Oscar López Rivera continúa presente en nuestras páginas a través
de una de sus cartas a su nieta Karina y mediante un artículo reflexivo de
Gustavo Santiago sobre la obra plástica de este hijo del Pepino. El histórico
Colegio Janer, fundado a finales del siglo XIX en el pueblo de Maricao, es
objeto de un interesante estudio bibliográfico por el Prof. Miguel Hernández,
el cual da a conocer la contribución de esa institución criolla, a través de
sus egresados, al desarrollo político, social y cultural de nuestro país.
Conozca, en palabras de don Manuel Méndez Liciaga, sobre un
charco ya desaparecido en el Río Culebrinas llamado El Peñón; y sobre
Alicia Maury, pintora nuestra, quien ha sabido representar con orgullo a su
pueblo exhibiendo sus obras en Estados Unidos de Norteamérica, Francia,
España e Italia. Incluimos además otros temas de interés histórico y artístico
que esperamos sean de su agrado. Deseándoles nuevamente un Feliz Año
2016, nos despedimos hasta la próxima.
Majestad Negra, óleo, Rafael Tufiño, 1958
Junta Editora , Revista Guácara

2
EXPOARTE 2015:
Año 3 Núm. 2 Enero - Junio 2016
“De entre esas manos
indias, negras, blancas,
de entre esas manos
nos salió la patria.”
JACM
CONTENIDO
José Enrique Rosado Pérez
Detrás del campechano personaje de Pepe Pérez ............................................. 3
El Colegio Janer de Maricao .......................................................................... 5
Advertencia ...................................................................................................... 7
Las gozosas y edénicas aguas pepinianas ..................................................... 8
La historia de “Jíbara Soy” ............................................................................. 9
El arte como sitio de encuentros, resistencia, lucha e identidad: Oscar López.... 10
Un regalo para Celestina ................................................................................12
Expoarte: Casa abierta al arte .......................................................................13
Autógrafo Pepiniano: Alicia Maury ............................................................ 15
Juana Colón: de la marginidad a la resistencia en el tabacal ................... 17
“Los puertorriqueños se han convertido en un pueblo nómada” .......... 23
La migración aérea a finales de 1940 ......................................................... 24
¡Entre diásporas nos veremos! .................................................................... 25
Perth Amboy Hispano ................................................................................. 26
En Memoria: A todos los héroes de la gesta histórica del 24 de Septiembre
en el Pepino ........................................................................................... 31
Mr. Alberty en mi memoria .......................................................................... 33
Libros:
El Pentecostalismo de Puerto Rico. Autora: Dra. Helen Santiago Méndez
Taíno (Novela) Autor: Jaime Martínez Tolentino .......................................... 35
Centro de Cultura Afropuertorriqueña: Recursos sobre Afrodescendientes
en Puerto Rico .................................................................................. 37
Microhistoria: Don Lano el zapatero ......................................................... 39
Política de publicación: Los artículos fi rmados representan las opiniones de sus autores. No
nos comprometemos a publicar todas las colaboraciones recibidas ni devolver los originales.
No aceptaremos colaboraciones poéticas a menos que sea requerida por la Junta, acorde al
contexto temático de la edición. Toda colaboración requiere la aprobación unánime de la Junta.
Nos resevamos el derecho de acortar o editar.
JUNTA EDITORA
Ramón M. Estrada-Vega
Editor
Miguel A. Hernández Méndez
Coeditor
Gladys Josefa Cruz Ramos
Coeditora
Yolanda Mercado Nieves
Vendedora
Heriberto Soto
Tesorero
Jorge L. Barreto Bosques
Diseño y composición
COLABORADORES
Dra. Helen Santiago Méndez
Prof. Miguel Hernández Méndez
Prof. Víctor Rivera Pastrana
Profa. Gladys Josefa Cruz Ramos
Ramón M. Estrada-Vega
Prof. Wilson Torres-Rosario
Zulmarie Alverio
Oscar López Rivera
Gustavo Santiago Jiménez
José “Che” Paralitici
Laura M. Quintero
Rubén Arcelay Medina
Dr. Eduardo Méndez Bernal
Ana Rita Oronoz Arbona
Rubén Emilio Jiménez Salas
Impreso en:
Imprenta Hernández
Tel: 787-896-1753
CASA PEPINIANA DE LA CULTURA
Apartado 5137
San Sebastián, Puerto Rico 00685
revistaguacara@gmail.com
NUESTRA PORTADA
Nuestra Portada: La Negra Angela,
pintura en acrílico del fenecido artista
pepiniano Ramón Soto Ríos.

3
Detrás del campechano
personaje de Pepe Pérez
Por: Dra. Helen Santiago Méndez
Pepe Pérez pasó a la historia popular del Pepino
como un personaje bonachón y querido en el pueblo. En
la primera o segunda década del siglo 20, Narciso Rabell
Cabrero llevó a San Sebastián “un mozo de cuadra de la raza
negra de nombre Pepe”, o sea, un muchacho o adolescente a
cargo de su caballeriza. Todo tiende a indicar que el mozo de
cuadra y Pepe Pérez son una misma persona. Aparentemente
Pepe se convirtió en novedad por ser de la raza negra y por
su carácter desinhibido y desenfadado.
Siguiendo la costumbre del pueblo, durante las
fiestas navideñas, que se prolongaban con las fiestas
patronales, Pepe iba de casa en casa cantando y pidiendo
aguinaldo. No cantaba al son de la música típica campesina
de Pepino, de décimas y coplas, sino la que había aprendido
en la costa, posiblemente, Aguadilla.
Los domingos a las 2:00 de la tarde, en Aguadilla se
comenzaban a sentir los tambores calentando. ...escuchándose
a un cantador entonar una canción y a un coro acompañarlo
con el estribillo carente de sentido en español:
Nagoté, roqué y ñé
nagoté, nagoté
roqué y ñé, roqué y ñé. 1
Los tambores se podían escuchar por horas. Desde el
siglo 19 y hasta los años de 1930, se bailó y cantó la bomba y
la plena en diferentes lugares de la Villa del Ojo. La ancestral
música pudo sobrevivir en un poblado con suficiente
concentración de descendientes de esclavos africanos.
Por haber sido la economía de Pepino más caficultora
que azucarera, hubo menos concentración de esclavos en su
territorio. Libertos quizás se movieron a pueblos de la costa.
Es sabido que muchos se quisieron adiestrar en ocupaciones
libres, en las que no tendrían patronos a quien someterse.
Unirse a una comunidad que conservaba su cultura, tiene
que haber sido un incentivo.
San Sebastián fue inhóspito a todo cuanto no fuera
El personaje “Don Pepe” perdura en la tradición del Festival
de la Novilla. (Foto por: Jorge L. Barreto, 2015)
“selecto”. Con una clase dominante compuesta por un
número inusual de inmigrantes españoles, una clase criolla
presta a imitarlos, y una clase trabajadora urbana que se
apreciaba de igualmente sofisticada, no había cabida para
tal cosa como tambores calentando. Eso era una costumbre
ajena a la realidad del pueblo. En Pepino las diferentes capas
sociales estaban asimiladas a las concepciones dominantes.
Los ritmos contagiosos de Pepe Pérez se grabaron
en la historia de San Sebastián. Hasta hoy circulan las voces
que el pueblo aprendió con él. Puesto que en Pepino no
hubo un núcleo de pura raza africana, niños con manos y
caras embadurnadas de betún (es de asumir que con alguna
vestimenta se cubrían el resto del cuerpo) acompañaban a
Pepe con un estribillo que, a diferencia del primero que citó
Reichard, ya tenía algo de español:
Los negritos tuturumaco,
pan y tabaco, pan y tabaco;
tuturumaco.
Los negritos están pintaos
de amarillo y colorao;
currucutaco, masca tabaco. 2

4
Comparsa de Los Negritos en el Festival de la Novilla: Los
negritos tuturumaco, pan y tabaco, pan y tabaco; tuturumaco.
(Foto: Jorge L. Barreto, 2015)
Para la década del `30 ya se había empezado a aflojar
el sofocante dominio de las clases dominantes (que tuvo
mucho que ver con la pérdida de su hegemonía económica,
social y política). Ya se había perdido la tradición de fiestas
patronales de antaño, con su imponente acto de apertura por
el alcalde, junto a las figuras de mayor estatus social, en el
que se leía un bando (o mandato oficial), y se recorrían las
principales calles del pueblo. En la década del 1930 lo que
había era una parodia del acto. El programa de 1930 dice: “A
las doce del día la banda recorrerá las calles de la población
y se dará lectura a un bando jocoso”. El programa de 1935
especificó que Pepe era el centro de interés del evento:
“Bando Jocoso, cuyo texto es un admirable disparatorio
escrito expresa e ingeniosamente por el autor localmente
conocido [Agustín Fernández], será leído en alta voz por el
célebre ciudadano “DON PEPE”.3 El título “don” no hacía
alusión a edad (como comúnmente se usa hoy), sino a un
irónico status social elevado.
El personaje de Pepe surge de algunos relatos de
las fiestas de su tiempo. Patria Latorre recordaba que “...las
figuras claunescas de Pepe Pérez, y más tarde, Pepe “Srot”
(debe decir “short”)... leían al pueblo el bando del alcalde que
anunciaba el comienzo de las fiestas patronales e invitaban
al pueblo al regocijo general y a cumplir con los deberes
religiosos.” 4 José Padró Quiles relató: “Al comenzar las
fiestas patronales, el maestro Pepe se vestía de payaso y a
los acordes de la banda de música y una gran concurrencia
del público, recorría las calles de la población con alegría
y cantos.” 5 Montado a caballo, Pepe iba vestido de levita y
sombrero alto, haciendo las veces de un elegante caballero.
La imagen que transmitieron los contemporáneos
de Pepe fue el de un personaje alegre y sin reservas. El
sobrenombre de Pepe “Short” se debió a que usaba calzones,
siempre por encima de los tobillos. Pero la realidad de Pepe
fue que vivió en extrema pobreza, dependiendo del trabajo
ocasional o de la caridad, y privado de dignidad. Por puro
instinto de sobrevivencia, pasaba por alto bromas de mal
gusto que rayaban en crueldad y deshumanización. En
unas fiestas patronales Pepe fue convencido por Agustín
Fernández a tratar de romper el récord de mantenerse
bailando. Por esos actos se solía pagar algo. En medio del
acto, Fernández le dio a beber a Pepe un café con una gota
de aceite de crotón, un violento purgante. Pepe no tuvo
tiempo de excusarse. 6
Asuntos como el trato a los que eran diferentes o
minusválidos desacreditan el dicho de que “todo pasado
fue mejor”. No era raro que al que no se ajustaba a la
“normalidad”, se le negara respeto. Era objeto de burla,
menosprecio y crueldad. ¿Cómo se aprendió? En las
memorias que escribió el maestro de inglés americano, quien
enseñó y vivió en Pepino dos años, contó que Esteban llegaba
de vez en cuando al pueblo para comprar arroz y habichuelas.
Era un poco desequilibrado. Era bajito, siempre estaba sucio,
su ropa era harapienta, y se enrollaba el pantalón a la rodilla.
Sus pies y piernas eran llagosas. Un pequeño grupo de niños
lo seguía tirándole cáscaras, tierra y ocasionalmente, piedras.
Cuando Brown vio esto, lo acompañó. Luego, cada vez que
Esteban tenía que ir al pueblo, le enviaba un aviso a Brown
con un niño. 7
Laura Castro contó que en 1923 nacieron en el
pueblo dos hermanas, Din (1923) y Ofelia (1926) con
microcefalia, hijas de Juan Toribio Pérez, chofer de carro
público. Siempre las mantuvieron bien vestiditas, nunca
escondidas. Laura le atribuyó a su hermana-madre, Georgina
haber enseñado al pueblo a respetar y querer a esos seres
que son diferentes pues como una leona las defendía de
cualquiera que osara burlarse o menospreciarlas. 8 Aprender
a aceptar diferencias es un proceso generacional. Ha sido
lento, pero progresivo.
Notas:
1 Reichard de Cancio, Haydeé. Memorias de mi pueblo...Aguadilla
(Aguadilla: 1989), p. 47.
2 Idem; SanSebastianpr.net.
3 Archivo de doña Bisa, Programa. Fiestas patronales, 1930; archivo de
Ramón M. Estrada-Vega, Programa. Fiestas patronales, 1935, p. 9.
4 Patria Latorre, “El de hoy y el de ayer”, Programa. Fiestas patronales,
1963, Págs. sin enumerar.
5 José Padró Quiles, Historia de mi pueblo. (Barcelona: Ediciones
Rumbo: 1963) p. 128.
6 Entrevista telefónica a Pablo (Pabi) Méndez Cabrero, 2/marzo/2010.
7 Wenzell Brown. Dynamite on Our Doorsteps, Puerto Rican Paradox.,
(New York: Greenberg Publisher, 1945), pp160-161.
8 Laura Castro, “Georgina y sus nenas”, Maguey (Dic./2011), p. 21.

5
EL COLEGIO JANER DE MARICAO
Por: Miguel A. Hernández Méndez
Si algún tema ha ocupado la atención
de nuestra gente en estos días es el de la
educación o la reforma educativa que se
plantea desde los foros legislativos. Hoy que
hablamos de los resultados de los procesos
educativos y el aprovechamiento de nuestros
estudiantes es buen momento para traer a la
atención de nuestros lectores un interesante
proyecto educativo que se desarrolló en el
ayuntamiento de Maricao allá para finales
del siglo XIX.
Así que, hoy nuestro tema, año
de las guácaras, se remonta a los tiempos
postreros de la dominación española en
Puerto Rico. Para aquella época no gozaba
el país de buenas vías de transportación
que facilitaran la comunicación entre los
pueblos, y mucho menos con los pueblos
de la montaña. En el plano sociopolítico, ya
habían ocurrido los hechos del Grito de Lares
y el gobierno colonial había recrudecido la
persecución contra toda aquella actividad
que le pareciera antiespañola. La educación impartida por
maestros puertorriqueños era una de esas actividades. Nos
gobernaban militares que actuaban como verdaderos déspotas.
Un buen ejemplo de aquellos gobernantes lo fue el General
José Laureano Sanz, quien en 1874 dejó sin empleo a maestros
e inspectores puertorriqueños y hasta les prohibió ofrecer
tutorías privadas en los hogares. Aquellos maestros fueron
sustituidos por españoles que “pudieran transmitir a sus
alumnos las bondades del sistema español”.
Para aquellos años no existían universidades en Puerto
Rico. Nuestros estudiantes sólo podían aspirar a completar
educación de bachillerato (hoy, cuarto año de escuela superior)
en su país. Para obtener educación universitaria había que
salir de Puerto Rico a otros países y esto sólo era posible
para los hijos de familias económicamente acomodadas.
En lugar de universidades, en Puerto Rico se desarrollan
institutos y colegios de segunda enseñanza para ofrecer
educación secundaria. Como es de suponer, la mayoría de
estas instituciones se ubicaban en los principales centros
poblacionales de la Isla.
Nuestra historia se enfoca en uno de esos institutos que
rompió con la norma en términos de su ubicación geográfica,
Rafael Janer Soler,
farmacéutico humacaeño (1852-1910)
su calidad educativa, el tipo de egresados
y la fama que tuvo en todo el país.
Estamos hablando del Colegio
San Juan Bautista o Colegio de Segunda
Enseñanza Janer. Este fue un instituto
privado de segunda enseñanza que se
estableció en Maricao en el año 1883.
Esta escuela fue fundada por el
farmacéutico humacaeño Rafael Janer
Soler. Janer se había mudado de su pueblo
natal, Aguadilla, para trabajar como director
de la Escuela Superior de Niños. Mientras
ocupaba esa posición (1874) fue víctima
de las medidas represivas del gobernador
español en Puerto Rico, General Sanz, al
ser removido de su posición por el delito de
leer a sus estudiantes el periódico satírico
Canta Claro (HaydeéReichard de Cancio.
saludospr.com).
Ante esta situación don Rafael Janer
se muda a Maricao junto a su hermano que
era agrimensor. Allí Rafael se convertirá en
el farmacéutico del pueblo. Don Manuel se dedica a la práctica
y enseñanza de la agrimensura. En el año 1881 solicita y
obtiene autorización de la Junta Local de Instrucción municipal
un permiso para establecer una escuela elemental para niños.
Así nació el Colegio San Juan Bautista.
En el año 1883 Rafael Janer solicita permiso para
ampliar la escuela elemental fundada por su hermano para
crear un colegio de segunda enseñanza. El permiso le fue
concedido y en el 1884 el colegio fue adscrito a Instituto Civil
de Segunda Enseñanza. La empresa educativa tomó un giro
familiar al incorporarse a la misma otros dos hermanos de la
familia Janer: Fernando y Arturo.
El Colegio Janer logró rápido reconocimiento
tanto por la calidad de su facultad y enseñanza como por el
currículo aque era sometido su estudiantado. Los estudiantes
de segunda enseñanza tomaban cursos de geografía, historia
universal, historia de España, aritmética, álgebra, geometría,
trigonometría, psicología, lógica, ética, química, agricultura,
fisiología, higiene, historia natural, latín, francés, inglés
y obviamente, español. El colegio era, pues, una escuela
residencial. El flujo de estudiantes al Colegio Janer fue tal que
en el 1890 el ayuntamiento maricaeño reconocía el beneficio

6
económico que dicho plantel de enseñanza representaba
para Maricao, “pues de todos los puntos de la isla acudían
numerosos contingentes de alumnos a convivir en esta
comunidad” (Ramos, Luis Felipe y Fernando Bayrón Toro
(1980). Historia Cronológica de Maricao. P.29).
Algún atractivo académico particular debió tener esta
institución educativa, pues a pesar de su ubicación y entorno
geográfico atraía tantos discípulos. Así lo describe el Dr. José
A. Franco Soto, egresado de este colegio, en su libro Juan
recuerda su pasado (1949): “frío intensísimo, mucha humedad
en la atmósfera y la niebla cubre el panorama de montañas
que circundan el pueblito”. Sobre el camino de Sábana Grande
a Maricao nos dice que era “muy quebrado, sobresaliendo
grandes pendientes, profundos desfiladeros, con sol abrazador
en la mañana y copiosas lluvias en las tardes”.
Esta institución académica representó la posibilidad
de obtener una educación secundaria de excelencia en el
centro de la isla de Puerto Rico a finales del siglo XIX,
aunque sólo fuera para quienes pudieran pagarla. Para muchos
estudiantes puertorriqueños que eventualmente se convirtieron
en reconocidas figuras del país, el Colegio Janer fue el
fundamento académico para ingresar y triunfar en distintas
universidades extranjeras.
El Dr. Franco Soto (Ibid), describe al Maestro Rafael
Janer, fundador y director del colegio como un hombre “culto,
instruidísimo, muy serio, de voluntad inquebrantable, sabio,
recto, trabajador infatigable, maestro en todo y de un carácter
de hierro. Esas mismas cualidades, según Franco Soto,
caracterizaban el proceso de enseñanza de la institución.
De acuerdo a Cayetano Coll y Toste (Historia de
la instrucción pública en Puerto Rico hasta el año 1898.
(1910), la facultad del Colegio Janer estaba compuesta por los
hermanos Rafael y Manuel Janer, Arturo Salgado, Domingo
Sulsona, José Mora, Enrique Piña, Francisco Sepúlveda,
Bartolomé Llabres, Adolfo Pérez, Luis Oms y Antonio Soto.
También participaban del proceso educativo Arturo y Fernando
Janer.
Entre los egresados del Colegio Janer hemos
logrado identificar a los siguientes puertorriqueños que
posteriormente se destacaron e hicieron grandes aportaciones
a la vida pública de Puerto Rico. Son ellos: Narciso Rabell
Cabrero: farmacéutico y paleontólogo pepiniano; Luis Lloréns
Torres: abogado y poeta de Juana Díaz; Rafael Matínez
Nadal: abogado y político de Mayagüez; Martín Travieso:
político, Juez Tribunal Supremo y Presidente (1944-48);
Isaac F. González Martínez: médico-científico pepiniano;
Monserrate Camacho: educador dominicano; Ángel Cordero:
músico, Víctor Gutiérrez Ortiz: médico, Salvador Amil
Negroni: abogado notable, José A. Franco Soto: médico y
Augusto Franco Soto: médicos sabaneños, Carlos Franco
Soto: abogado sabaneño; José J. Aponte: abogado/fiscal,
Miguel Guerra Mondragón: abogado y político, Emilio del
Toro Cuevas: abogado caborrojeño, fiscal y juez Tribunal
Supremo (Presidente 1922-43);Francisco Vincenty: educador
y periodista maricaeño, Jorge
Font Ruiz: padre de Jorge Font
Saldaña, y Alejandro Font
Ruiz.
De particular interés
para los pepinianos deben
ser dos egresados del colegio
maricaeño: Don Narciso
Rabell Cabrero y el Dr. José
A. Franco Soto. En primera
instancia llama la atención
la relación que se trabó entre
nuestro ilustre Rabell Cabrero
y el poeta Luis Llorens Torres.
Llorens, no sólo reconoce
la valía de su condiscípulo
pepiniano en el Colegio Janer
Don Narciso Rabell Cabrero,
pepiniano egresado del
Colegio Janer
como científico, sino que mantiene los lazos de amistad
más allá de sus días de estudiante. De hecho, el semanario
pepiniano El Regional da cuentas de la visita de Luis Lloréns
Torrres a su amigo Rabell Cabrero en San Sebastián el 31
de mayo de 1913. Por otro lado, otro condiscípulo de Rabell
Cabrero en Maricao, el legendario abogado Rafael Martínez
Nadal reconoció los valores del pepiniano diciendo que
fue “hombre de vigoroso talento y vastísima cultura, que
modestamente ocultó los altos quilates de su personalidad,
en las montañas de San Sebastián” (Ángel M. Nieves Rivera
(2014). Narciso Rabell Cabrero (1873-1928). Naturalista y
Servidor Público Pepiniano, biografía y notas genealógicas).
La educación en el Colegio Janer era tan formal y estricta que
don Narciso Rabell Cabrero aparece redactando una tesis sobre
botánica para poder obtener su bachillerato (4to. año) en Artes y
Ciencias. (Nieves Rivera. Ibid).
Por su parte, el Dr. José A. Franco Soto, luego de
su paso por el Colegio Janer se convirtió en médico y a
finales del siglo XIX se radicó en San Sebastián. Este médico
sabaneño, acompañado de su colega Miguel Cancio Vendrel
y en representación de la Cruz Roja, fue testigo ocular de
ciertos eventos de la Batalla del Guacio que, con motivo de
la invasión norteamericana a Puerto Rico, el 13 de agosto de
1898 se libró entre los municipios de San Sebastián y Las
Marías. Además, Franco Soto sirvió de intérprete entre el
alcalde Manuel Rodríguez Cabrero y el Capitán Brackford,
comandante de las fuerzas militares estadounidenses que
ocuparon a San Sebastián el 19 de septiembre de 1898. Es
bueno destacar que al momento de seleccionar un idioma de
especialización en el Colegio Janer, aquel joven sabaneño se
había decidido por el inglés (Franco Soto, Op Cit.). De ahí su
disponibilidad como intérprete del idioma de los invasores.
El Colegio Janer cerró operaciones en el año 1898. El
maestro Rafael Janer se trasladó a Baltimore, Estados Unidos,
donde falleció en el 15 de mayo de 1910, no sin antes haber
fundado la “Porto Rican School”, institución dedicada a la
enseñanza de niños y niñas.(www.findagrave.com)

7
DESDE LA DIÁSPORA: CUENTO
ADVERTENCIA
Por: Dr. Eduardo Méndez Bernal
Una vez penetres en las calles de la ciudad fantasma,
no importa cuál de ellas, será imposible salir de allí tal como
llegaste. No podrás liberarte del suspiro del viento porque
éste será sólo eso, un suspiro… de viento. No podrás borrar
las imágenes de árboles y lianas devorando casas y edificios
porque éstas se convertirán en verdes tatuajes clorofílicos
de hambrientas plantas gigantescas.
No saldrás de ahí intacto, sereno, sonriendo, mucho
menos silbando. En la ciudad fantasma el silbido pertenece
a las lechuzas y a los búhos, a los hongos y a los lagartos, al
oscuro eco de las tuberías vacías donde habitan las serpientes
babosas que vigilan las benditas soledades del plutonio,
agazapadas entre las hojas de los árboles de goma. Si de
todas maneras la oscuridad alimenta un insomnio enfermizo,
ignoras mi advertencia y entras, no debes permitir que te
moje la lluvia. Ésta arrastra al suelo el misterio de la vida y
la muerte, te acorrala los sentidos y comienzas a notar que
todo se retuerce bajo el agua. Se precipita a chorros desde
las inmensas hojas porque allí el llanto de las nubes cae de
un nivel aéreo de ramajes colgantes que recogen el líquido
sagrado y lo convierten en savia mágica de fantasmas
nucleares.
Si por casualidad logras salir sintiéndote mejor que
nunca, no le creas a tu mente semejante fantasía porque
jamás ha salido aventurero ileso de esas latitudes de verde
embriagador, de fuertes olores orgánicos que convierten las
células en flores y los pensamientos en gusanos subterráneos.
En la huida - porque todos salen huyendo – tu razón se
quedará sentada en alguna terraza entre begonias gigantes,
o dormida en la miel que guardan las abejas en un tronco
hueco o enamorada de la sinrazón imperante en cada pulgada
de aire que rellena los pocos espacios libres que dejan las
plantas y los caracoles de tierra. Se te esfumará como el humo
mesiánico que exhalan los pulmones del mortal común que
se aventura a lo desconocido.
Tu mente se disolverá en un simple viaje a la ciudad
fantasma y tú nunca lo advertirás y creerás que podrás
seguir como si nada, pero con el tiempo te sorprenderán
las consecuencias de tu atrevimiento, se te oirá gritar de
rabia en las noches sin luna y tu grito se perderá lejos. En
un eco sordo que retumbará por los siglos de los tiempos…
irremediablemente.

8
Las gozosas y edénicas
aguas pepinianas
Por: Redacción de Guácara
El agua es esencialmente necesaria para la subsistencia
de toda forma de vida y es además, elemento mágico que nos
incita a la diversión. Nuestro país no es sólo una isla rodeada
de hermosas playas, aquí los ríos y quebradas son también
abundantes fuentes naturales que desde tiempos inmemoriales
son recursos para la sana recreación.
Una promoción cibernética ha publicado lo siguiente
sobre un remoto paraje del barrio Robles de San Sebastián,
al que no sólo acuden a disfrutar los pepinianos de todas las
edades, también atrae visitantes internacionales y de todos
los pueblos de la Isla. Dicho mensaje dice como sigue:
“La Cascada Gozalandia en
San Sebastián se ha convertido
en uno de los tesoros naturales
más visitados en Puerto Rico.
Estas hermosas cascadas en el
corazón del Río Guatemala 1 son
sin duda las más impresionantes
del karso de Puerto Rico, cuyas
cristalinas aguas y la hermosa
fl ora que le rodea te hará sentir
en un edén”
Esta cascada y sus charcos, tal vez por lo distante
del casco urbano de San Sebastián, no fue opción recreativa
para nuestra gente de principios del siglo pasado. Otro lugar,
pero en el Río Culebrinas, conocido como el charco El
Peñón, fue en el pasado lugar por excelencia al que acudía
la niñez y juventud pepiniana de hace más de un siglo,
“deleitándose en el pleno y delicioso dominio de las aguas”.
Lamentablemente ese lugar “edénico” del antiguo Pepino
ya no existe. La deforestación, la canalización del río más
arriba de este legendario charco y los efectos del crecimiento
de nuestro entorno urbano lo ha hecho desaparecer.
Un ilustre pepiniano, distinguido en el campo de la
educación pública de nuestro pueblo, don Manuel Méndez
Liciaga, se encargó de dejar para la historia una corta y sencilla
descripción de ese lugar.Retrocedamos, pues, al año 1906 y
veamos lo que sobre el charco El Peñón, y las travesuras de
los “muchachos de su época, nos relata don Manuel Méndez
Liciaga. Este trozo literario lo tomamos de: Jerónimo Ramírez
de Arellano, Estampas del Pepino, 1953.
1906: A comer jobillos en el “Charco El Peñón”
Por Manuel Méndez Liciaga
En el histórico Culebrinas y formado por una gran
peña, negra y rugosa, que se adelanta hacia el remanso
Cascada “El Guamá”, foto por Jorge Barreto
de las aguas, con viejos y gallardos árboles que prodigan
su sombra a los traviesos bañistas, corrientes suaves y
rumorosas cantando siempre la vieja canción de los ríos con
orillas de guijarros y yerbas, así es “El Peñón” 1
Cuando los muchachos de mi pueblo quieren
refrescar sus cuerpos y hundirlos en las profundidades de
las aguas, y cuando desean demostrar su agilidad en el
arte de la natación, vienen hacia este sitio y aquí pasan las
horas, las dulces y ¡gratas horas de la niñez! deleitándose
en el pleno y delicioso dominio de las aguas.
Un panqueazo aquí y otro allá, uno que se zambulle
profundamente en el cristalino líquido, para después salir
medio azorado, con ojos bien abiertos y boca más abierta
aún, a respirar el aire a pulmón lleno; allá uno que se
acuesta en la corriente para lamer melao y acá otro que se
esconde para calar piedras y con el ¡tin, tin! que producen
herir el oído del buzo que ha bajado al lecho del río a sacar
fondo y también del que ¡inocente!, se ha sumergido para
dar a los chuscos de la orilla la contestación del soldado o
del francés; todo eso forma el alma y la vida de “El Peñón.”
Cuando desde la orilla, y sentado, entre las piedras
en muda contemplación, recuerdo toda esa vida y todos esos
detalles, vienen a mi memoria los recuerdos de mi primera
edad, cuando Cristino, Juancho, Manuel María, Juan
Antonio, Mon y Chalo y otros compañeros más que veníamos
por las tardes a comer jobillos, 3 a este mismo sitio para
emprender después la batalla de pomarrosa, mientras Don
Manuel nos ponía la X por falta de asistencia a la escuela.
¡Oh tempores! ¡Oh mores!
Notas:
1. Debe aclararse que la llamada cascada “Gozalandia” no se
encuentra en el Río Guatemala, sino en la quebrada El Guamá,
uno de los afluentes que nutre a este río.
2. El testimonio de varias personas entrevistadas ubican“El Peñón”
en el tramo del Río Culebrinas, entre el sector Paralelo 38 y Villa
Sofía (Urb. El Culebrinas), justo en el punto más cercano a la
carretera 125 (Ave. Emérito Estrada Rivera).
3. “comer jobillos” es frase utilizada antiguamente en Puerto
Rico para “cortar clases” o escaparse de la escuela después de
haber asistido.

CARTAS A KARINA
Por: Oscar López Rivera
La historia de “Jíbara Soy”
9
Querida Karina:
He oído hace poco la noticia de
un perro labrador que murió a balazos
en una casa de Santurce y no he podido
evitar acordarme de los perros que me
acompañaron en la vida, y que estuvieron a
mi lado, en las buenas y en las malas, hasta
el mismo día en que me arrestaron, cuando
me despidieron con sus miradas sabias.
Siempre tuve perros a mi lado.
De niño, en San Sebastián, y luego en
mi juventud, cuando emigré a los Estados Unidos. Y hasta
en Vietnam, donde también ellos sufrieron los horrores de la
guerra. Eso se echa de menos en la cárcel: la cercanía de un
animal tan noble, que es capaz de entenderte, de compartir
nostalgias y asimilar tristezas que brotan de nosotros.
En 1973, cuando vivía en Chicago, tuve una perra
singular: una dobermanpincher que se llamaba Jíbara Soy. Era
la mascota más popular del barrio. Protectora e inteligente,
queriendo siempre llamar la atención. Para entonces, yo había
rentado un pequeño apartamento en la misma propiedad donde
mi hermano mayor tenía su casa. Una de las condiciones para
el alquiler era que no podía tener la perra, pero ocurrió que
una noche entraron unos ladrones a la casa y convencí a mi
hermano para que la aceptara.
Pocas semanas después me ausenté por unas horas y
al llegar encontré que Jíbara Soy había convertido el hermoso
jardín que mi hermano cuidaba con esmero en una especie
de campo de batalla. Había hecho enormes agujeros de los
que sacó ratas del tamaño de un gato. La bañé, la llevé al
veterinario para asegurarme de que no tenía heridas y no corría
peligro de contraer alguna enfermedad.
De vuelta a casa, hice lo que pude en el jardín, tratando
de arreglar los destrozos. Cuando regresó mi hermano del
trabajo, le dije que le tenía dos noticias, una buena y otra mala.
La buena era que Jíbara Soy había matado nueve ratas. La mala
la pudo ver con sus propios ojos: el jardín estaba estropeado y
habría que trabajar el doble para devolverle su lozanía.
Mi hermano y su esposa se encariñaron con la perra,
que nos acompañó varios años. Tenía su propia butaca,
escuchaba con atención la música clásica
y, siempre que yo me ponía a leer en la
sala, mantenía sus ojos clavados en mí,
como si me leyera el pensamiento y se
enterara del significado de la lectura.
Un día se puso de parto y murió.
Hasta entonces, creía simplemente que
estaba muy gorda, pues el veterinario le
daba pastillas anticonceptivas. Algo falló
y murió dando a luz a 16 cachorros.
Tu mamá, Clarisa, es gran amante de los animales. Tú
también te desvives por ellos. Entonces comprenderán cuando
les diga lo difícil que fue dejar atrás a mis dos perros el día que
me arrestaron. Yo vivía en la clandestinidad y ellos me hacían
compañía, sobre todo cuando la situación era desesperante.
Un día, descubrieron mi paradero y me arrestaron. De mis
sentimientos en ese instante, y de mis temores cuando me
alejaba, te hablaré en otra ocasión. Solo quiero contarte que
aquel día de mayo de 1981, estando bajo arresto, se me acercó
un agente del FBI que se identificó como puertorriqueño. Lo
primero que le pregunté fue que qué habían hecho con mis
perros. Me respondió que los habían llevado a ASPCA, que
era el “animal shelter”. Algo en su expresión me hizo pensar
que no era cierto. Le insistí para que me dijera la verdad. Hubo
un silencio largo que yo sabía lo que significaba. Pensé en
la fidelidad de esos dos perros, y la memoria me trajo, uno
tras otro, el recuerdo de todos los que había tenido, desde que
me criaba en San Sebastián. Pensé en los animales malheridos
que había visto en Vietnam. Y al final, me pareció escuchar
los ladridos valientes de mi Jíbara Soy. Entonces oí lo que ya
sospechaba: “Los tuvimos que matar”.
Treinta y dos años han pasado desde entonces.
Amo a los animales que perdí. A los que fueron míos
y no pudieron morirse con mis palabras de consuelo y mi
mano rascándoles el lomo. Y amo a los que tendré en Puerto
Rico algún día.
En resistencia y lucha, tu abuelo,
Oscar López Rivera
“Oscar López Rivera está sometido a condiciones de encarcelamiento que
son inhumanas y que tienden a la degradación del ser humano” Nieves
Falcón (2011). Hay que acabar con esa injusticia… ¡Es hora de traerlo
a casa!

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El arte como sitio de encuentros, resistencia, lucha e identidad:
Oscar López.
Por: Gustavo Santiago Jiménez.
Inicio este trabajo a la memoria de Wanda Ivelisse Pérez Pérez e Ivania Zayas respectivamente. Desde frentes
diferentes de una ecuación con denominador común: mujer-educación/mujer-arte. Un 24 de septiembre pero no de 1868;
sino del 2015.
Cuando decidí comenzar a pintar, no estaba pensando tanto en el arte,
sino mas bien en los efectos que la privación sensorial tendría en mi
persona luego de un prolongado encierro en la prisión de Marion.
Comprendí la necesidad de integrar y utilizar colores en mi rutina para
contrarrestar los efectos del encierro en una celda 6’ x 9’, durante 23
horas al día, sin acceso al aire fresco, a la luz del día y a los colores
de la naturaleza.”(1) Oscar López Rivera
Caminante no hay camino, se hace camino al
andar… La misma metáfora se aplica al arte: se hace pintura,
pintando. Tomar el arte como un asunto a la ligera es nefasto
y provoca miopía intelectual. Precisamente, porque el arte
es uno de esos frentes donde se registra la historia y la
identidad de los pueblos. Estoy de acuerdo también que el
acto de pintar es una experiencia lúdica, o sea placentera
y de pasatiempo. Quítele las crayolas a un niño y espere
su reacción. No permita que los niños jueguen con pintura
o modelen con plastilina. ¡Eso sería un crimen contra el
desarrollo de la imaginación y las capacidades motoras del
niño! No hay justificación para que el sistema de educación
pública de nuestro país elimine la clase de arte dentro del
currículo de enseñanza. Se piensa el arte en carteles para
la semana de la lengua o la puertorriqueñidad; pero eso es
harina de otro costal y parte de una miopía institucional.
Aunque el asunto va más profundo, tiene origen en la práctica
de la política neoliberal de desacreditar y desmantelar el
sistema público, los servicios y el patrimonio nacional para
luego venderlo como chatarra al sector privado con nefastas
consecuencias. Tema aparte, vuelvo al arte como lugar de
encuentro y mi cita hoy es con Oscar López Rivera.
El arte es un proceso liberador que estimula el
intelecto y los sentidos. Ejemplo de este proceso es la figura
del pepiniano Oscar López Rivera. Por medio de la pintura
se apela a la memoria, al paisaje y lo que nos identifica.
Es una forma de comunicación de ideas, de recuerdos,
nostalgia y resistencia. Su obra pictórica incluye desde el
retrato hasta el paisaje. Lugares de encuentro y motivos
para Oscar, desde la prisión, con su Puerto Rico amado
y su gente. La pintura es el medio para el diálogo, no de

11
palabras sino de imágenes poderosas de
la identidad y la vida. Ante la privación
del espacio y el tiempo; el proceso
pictórico se convierte en atemporal
trascendiendo las coordenadas dela
prisión y el encierro. Uno está donde
el corazón dicta y Oscar se encuentra
entre nosotros, entre las calles de San
Sebastián y la diáspora en Chicago.
Pintar es soñar despierto y
estimula la imaginación. Basta con
mirar la obra de Marc Chagall y su
mundo de ensueño. Pero, pintar es
también el contacto directo con la
realidad del mundo pasado y presente.
Observe el velorio de Oller o la obra actual de Miguel
Luciano. Por medio del arte también denunciamos y se hace
crítica social, mire el trabajo de Banksy. La obra de Oscar
corre las tres vertientes del arte que acabo de mencionar.
Oscar retrata familiares, su cotidianidad y hasta el café
prieto. También denuncia a través de su pintura el encierro
y la privación. Por último, hace un referente a la patria, la
ideología nacional y a sus grandes gestores: Albizu, Corretjer
y Betances, entre otros.
El referente a la naturaleza se desborda de la mano
de Oscar. En sus cuadros-memoria es donde se articula su
discurso silencioso. La identidad propia en las fronteras de
la resistencia, la lucha y los encuentros. El sistema punitivo
aparta el individuo de la sociedad. El olvido viene de la mano
del encierro. La pérdida en todos los sentidos de pertenencia,
identidad, memoria y conciencia; nos bestializa, dejándonos
en la invisibilidad social. Ante este proceso enajenador
Oscar nos dice: La vida es toda lucha. “…Me metieron
a una unidad, estuve ahí seis semanas. Eventualmente
eran seis meses. Entonces ya yo estoy diciendo, “algo no
está bien aquí’. Le meten en otra unidad, donde tiene que
hacer un año, “yo estoy bien preocupado, porque uno se
da cuenta… Había algo sospechoso.”(2) Otro factor es la
desmoralización del individuo: “es muy difícil hacer arte
en una prisión porque las limitaciones son enormes. Por
ejemplo, hay veces que estoy tres o cuatro días sin pintar
porque el sitio no lo abren. Los carceleros, en los últimos dos
o tres años, se han portado un poquito mejor. Pero siempre
había la cosa ésa de venir a la celda y confi scar alguna
pintura, materiales, para hacerle la vida a uno un poquito
difícil”. (3)
El arte es creación, gestión y vida. La obra de Oscar
es necesaria con urgencia, tanto para el propio artista como
para todos los puertorriqueños. Cuando observamos sus
cuadros inmediatamente entramos en diálogo con Oscar. Su
trabajo trasciende la celda, el encierro y los carceleros. La
Mural en la Carr. 111 en el barrio Eneas de San Sebastián
obra de Oscar tiene una vigencia y relevancia de carácter
nacional e internacional. Con cada cuadro Oscar nos dice
presente burlando la muerte y el olvido. “Oscar López ya
se ha convertido en un icono de resistencia anticolonial,
tanto en el aspecto descrito de combatiente contra la
subordinación política, como de combatiente contra la
manipulación psicológica, para crear y sostener un pueblo
dependiente y timorato, que no luche por sus derechos. Oscar
ha demostrado lo que tantas veces ha logrado el pueblo de
Puerto Rico cuando se une por un reclamo de derechos
humanos pero, también político. Ese logro es vencer al
imperio más poderoso del mundo y mantener viva la idea,
el principio, de que quien persevera en la lucha por una
causa justa triunfa, inexorablemente vence al opresor.”(4)
Finalmente, el arte es una de las manifestaciones
del hombre desde su propia existencia-conciencia. Al igual
que la palabra escrita y la agricultura; el arte es registro
permanente de la humanidad en su caminar por esta Tierra.
Oscar López camina junto a nosotros con su existencia, su
conciencia y con su obra. Una conciencia que debe penetrar
en el corazón de cada puertorriqueño. En la obra de Oscar, el
encierro no es sinónimo de muerte; sino de vida. Una obra
de un gran observador crítico de la naturaleza y de nuestra
memoria colectiva. Quizás más libre que la gran mayoría
de nosotros. ¡Caminante no hay camino, se hace pintura al
pintar!
(1) López Rivera, Oscar. Ed. Luis Nieves-Falcón. Oscar López
Rivera: Entre la tortura y la resistencia. Comité Pro-Derechos
Humanos de Puerto Rico 2011
(2) (3)Cotto, Cándida. Oscar y la pintura.http://www.
claridadpuertorico.com
(4) Villanueva Muñoz, Eduardo. La campaña para excarcelar
a Oscar López es también la lucha contra la bifrontalidad
del coloniaje. Sábado, 12 de septiembre de 2015. http://
minhpuertorico.org/index.php/noticias/55-noticias/4106-eduardovillanueva-muñoz

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UN REGALO PARA CELESTINA
Por: Zulmarie Alverio Ramos
Ilustración de Yemuel Moreno Mercado, artista gráfi co de
la Escuela de Artes Plásticas de San Juan. Cortesía de la
organización magisterial EDUCAMOS.
Durante los días festivos, las personas, en la mayoría
de las ocasiones hacen un recuento de su año vivido. Por lo que
la memoria corta y a largo plazo toma gran importancia en este
proceso. Es por eso que analizamos, procesamos momentos
y comenzamos diálogos de perdón y olvido para dar paso a ese
nuevo año con más ilusión y nuevas esperanzas. En este nuevo
año me gustaría invitarle a que tenga en mente una deuda social
que tenemos con una gran figura de nuestra historia educativa,
Celestina Cordero Molina. Expreso deuda social porque
como pueblo olvidamos a las mujeres y hombres que lucharon
arduamente para que hoy disfrutemos de derechos en nuestra
sociedad. Y hablo de esos hombres y mujeres que la historia ha
condenado al mutismo histórico y a la violencia del silencio y
olvido. En su mayoría personas negras, mulatas, criollas y blancas,
pobres, sin apellido de renombre ni educación formal. Por esa
razón, me gustaría invitarle a que piense en la mujer negra, libre
y educadora, Celestina Cordero Molina y así podamos comenzar
un nuevo año ofreciendo a esta mujer pionera un gran regalo: el
reconocimiento del valor de su gesta educativa.
Nuestro marco de referencia para esta reflexión lo es
el libro La Gran Ausente: la maestra Celestina Cordero Molina.
Aquí tenemos una lectura de corte histórico reflexivo, que abunda
en temas relacionados a la historia del desarrollo de una de las
primeras escuelas en Puerto Rico, dirigida por una mujer negra,
libre y célibe quien luchó contra el sistema del Cabildo de San
Juan y la Arquidiócesis de la Iglesia Católica para poder abrir una
escuela que sirviera en especial a las niñas de la Capital, sin importar
su color o condición económica o social.
El escrito explora temas tales como la teoría de la
“tradición de exclusión selectiva” en la cual se ubica a la Maestra
Celestina Cordero Molina y su gesta educativa la cual fue a favor
de las niñas a principio del siglo 19 en la sociedad puertorriqueña.
Con relación a la teoría de la “tradición de exclusión selectiva,”
lo que se busca es reflexionar y pensar en los pilares básicos
estructurales de la historia oficializada y formal, referente a la vida
de una de las primeras mujeres negras libres que formaron parte del
desarrollo socio cultural y educativo, pero que ha quedado en los
límites del olvido y el silencio.
En esta reflexión, capturada de la escritura de nuestro libro,
nos cuestionamos cómo, con fundamentos de vida constituidos
socialmente, tales como libertad, justicia y equidad, ¿es posible
que siga existiendo un mundo de silencio histórico al servicio de
multitudes en el proceso educativo actual?
La Gran Ausente: la Maestra Celestina Cordero Molina
nos lleva por un viaje de lectura que va desde los breves sobre
el estudio de género dentro del campo de la historia; la sociedad
puertorriqueña durante los Siglos 18 y 19 y la población negra
libre. Además de los estudios de género, la herencia negra
femenina y el Sistema Educativo de Puerto Rico y cómo esto
ha afectado la memoria social de Puerto Rico y la imagen de
Celestina Cordero Molina. Pasando por lo que se percibe de la
figura de la mujer negra y su representación en los textos escolares
y una reflexión sobre la memoria de los excluidos: El caso de La
Maestra Celestina Cordero Molina.
La historia de Celestina Cordero Molina es la otra historia,
es esa historia sujeta a los procesos de discrimen por género. Es la
historia de quien está sujeta al otro que tiene voz, atado a la sombra
de otra figura, la masculina, la del poder, la del reconocimiento.
La historia de Celestina es esa historia atada a su hermano, el
maestro Rafael Cordero Molina. Se debe reconocer que con este
intento de hacer visible a Celestina no se quiere menospreciar el
trabajo de Rafael. De hecho, ambos fueron seres humanos de gran
importancia en el mundo de la educación informal y formal. Los
hermanos Cordero Molina tienen una importancia en el desarrollo
del sistema educativo formal e informal de Puerto Rico y su
participación en el desarrollo de escenarios educativos para los
niños y niñas, en su mayoría pobres, tanto de San Juan como del
pueblo de San Germán, debe ser reconocida. Pero, la historia
le dio voz a Rafael y desterró al mutismo histórico a Celestina,
quien está completamente documentada en las actas oficiales del
gobierno de su época. Su gesta oficial opaca por completo a su
hermano Rafael, quien nunca dejó nada escrito ni se presentó ante
las autoridades locales.
Celestina, en su desarrollo como maestra y en su gesta
como educadora, tuvo en su cargo hasta 116 niñas en su escuela.
Fue Celestina quien promovió acciones a favor de oficializar su
escuela (en la que trabajaba su hermano Rafael), de igual forma hay
evidencia de su labor como maestra de experiencia y su función
activa de la sociedad. Función que quería dejar documentada y
hacerla presente en la historia social y educativa de la Isla.
Por lo ya expresado anteriormente, les invito a hacer
presente a Celestina en nuestras historias orales e historias de
pueblo. Ya es tiempo de hacer justicia a esta mujer negra libre que
impactó el comienzo de la educación a los niños y niñas pobres
de San Juan, en especial a las niñas de esta ciudad. Hagamos un
regalo esta navidad y comencemos por dar reconocimiento a esta
gran mujer.
1 Basado en la lectura del libro de L G A: M
C C M D Z A R. 2015.
EDP U, P R.
2 De estas 116 niñas que Celestina educó no existe evidencia de sus
nombres en los registros y archivos consultados. Contrario a Rafael que
en las biografías oficiales se hace alusión sus diferentes discípulos como
por ejemplo Alejandro Tapia Rivera.

13
CASA ABIERTA AL ARTE
Por: Víctor Rivera Pastrana
Quiero estar bien con mis hermanos,
de norte a sur al fi n del mundo,
saber oír y dar mis manos,
sudar jugando algo bien sano.
Salvador Cardenal (Casa Abierta)
La Casa Pepiniana de la Cultura, sin duda alguna,
es un recurso imprescindible para facilitar espacios de
encuentros que provocan intercambio cultural. Esta
organización aspira a desarrollar conocimiento cultural
entre sectores sociales que en esencia requieren de su
gestoría como medio de acceso a su enriquecimiento
cultural. Es por tal razón que la CPC promueve una gama
de actividades encaminadas a generar cambios en las
comunidades. Esa mirada cultural se fortalece día a día, tal
como lo indican nuestros fundamentos institucionales, que
emergen del compromiso con nuestro pueblo.
Mediante su trabajo voluntario CPC construye una
estructura cultural que aboga por reducir las desigualdades
culturales. Su compromiso, sin duda, promueve la inclusión
mediante la participación activa de nuestras comunidades.
Esa es la mejor carta de presentación de la CPC, institución
que es ampliamente reconocida por su consecuente trabajo
cultural.
Es importantísimo destacar estas cualidades para
reseñar nuestra edición de Expoarte 2015. Lo hacemos
porque, más que una colectiva de artistas pepinianos,
Expoarte es un esfuerzo colectivo que data del año 1974.
Gestores culturales del compromiso de Don Pedro Tomás
Labayen y Ramón Soto Ríos, esbozaron sus principios y al
día de hoy CPC los mantienen inalterables.
Homenajeada: Alicia Maury
Esta edición se le dedicó a la pintora profesional y
profesora de bellas artes, Alicia Maury. Ella nació en San
Sebastián y por muchos años ha trabajado como artista
libre. Alicia ha participado en Expoarte desde su primera
edición allá para la década de los 70. En la apertura, el Prof.
Ramón Estrada Vega presentó su semblanza de vida. Con
un trabajo investigativo sobre nuestra homenajeada nos
dio la oportunidad de conocer las huellas de esta hija del
Nuestra homenajeada Alicia Maury junto a su esposo, el Sr.
Víctor Rivera, Presidente de la CPC y la Prof. Wanda López
Pepino. Además de ser reconocida por la CPC, el Gobierno
Municipal de San Sebastián, representado por su Alcalde
Javier Jiménez y la Cámara de Representantes de Puerto
Rico, representada por el Representante Lcdo. José “Tony”
Rodríguez, presentaron resoluciones de felicitación para
nuestra compueblana, quien viajó a su Pepino natal desde
la Florida a recibir nuestro homenaje.
Colectiva de Artistas
La colectiva Expoarte 2015, al igual que en las
pasadas ediciones, reúne extraordinarios trabajos de
artistas de talla internacional y artistas emergentes de
San Sebastián. Las obras recorren diversos lenguajes:
fotografías, pinturas, dibujos, escultura, entre otras. Sin
duda, nos invitan a que marchemos e indaguemos sus
propuestas artísticas. Además, participa una colectiva de
estudiantes de la Escuela Especializada de Bellas Artes
de Aguadilla (CABA). Una oferta integrada por estilos
diversos que, sin duda a equivocarnos, es uno de los aciertos
de Expoarte 2015.

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Colectiva de Artistas
La colectiva Expoarte 2015, al igual que en las
pasadas ediciones, reúne extraordinarios trabajos de
artistas de talla internacional y artistas emergentes de
San Sebastián. Las obras recorren diversos lenguajes:
fotografías, pinturas, dibujos, escultura, entre otras. Sin
duda, nos invitan a que marchemos e indaguemos sus
propuestas artísticas. Además, participa una colectiva de
estudiantes de la Escuela Especializada de Bellas Artes
de Aguadilla (CABA). Una oferta integrada por estilos
diversos que, sin duda a equivocarnos, es uno de los aciertos
de Expoarte 2015.
Certamen de dibujo y pintura para las Escuelas de San
Sebastián
“Promover la participación de los estudiantes de
las escuelas del pueblo de San Sebastián en las actividades
culturales organizadas por la Casa Pepiniana de la
Cultura” es uno de los ocho objetivos de CPC. Al igual
que en pasadas ediciones, las escuelas públicas y privadas
de San Sebastián accedieron a nuestra convocatoria
enviando trabajos de nivel elemental, intermedio y
superior, presentados magistralmente por los estudiantes.
En la noche de apertura se expusieron otras ramas del arte
estudiantil. El Proyecto de Cuerdas de la Escuela Elemental
Artistas participantes de Expoarte 2015.
Pablo Cardona, del barrio Altozano y el Coro de la Escuela
Superior Patria Latorre, dijeron presentes en la apertura y
ante una asistencia de cientos de invitados deleitaron con
un cancionero distinguido. Una ovación a ese magisterio
que dijo presente y la acción es su mejor discurso.
Actividades Itinerantes
Esta edición presentó una gama de actividades
itinerantes. Algo innovador, gracias a que, a diferencia de
las pasadas ediciones, estuvimos desde noviembre hasta este
mes de enero. Nos entusiasmamos con recitales (La poesía
de Ramón Soto Ríos), talleres, (El Arte del Afiche del Festival
Nacional de la Hamaca, de Ramón Soto Ríos), Pintando en la
Plaza Ángel Mislán Huertas, presentaciones de documentales
(Festival Nacional de la Hamaca) y producciones musicales
(Héroes, de Eladio Scharrón). Cada actividad contó con
la participación del público pepiniano y de otros pueblos
de Puerto Rico. Cada momento fue debidamente reseñado
por diversas fuentes y provocó en el público aplausos,
manifestados por sus positivos y motivadores comentarios.
Hemos hecho historia con la diversidad de actividades,
aprovechando el espacio que nos provee La Sala de
Exposiciones Pedro Tomás Labayen. La colaboración del
Municipio Autónomo de San Sebastián y todo su personal ha
sido muy significativa para nuestro éxito.
Foto: Estudiantes participantes del Certamen de Dibujo y Pintura en Expoarte 2015

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AUTOGRAFO PEPINIANO
Alicia Maury
Por: Ramón M. Estrada-Vega
Encontramos, entre los viejos papeles que nos
dejara don Pedro Tomás Labayen, una lista con los nombres
de los artistas que participaron en la histórica Exposición
de Pinturas de Artistas Pepinianos celebrada en la plaza
de San Sebastián en 1974. Entre ellos se destaca el de una
joven estudiante pepiniana, quien para entonces comenzaba
a emerger dando sus primeros pasos como artista plástica.
Su nombre: Alicia Maury.
Hija de don Adrián Maury y doña Justina Cruz,
nació en ese hermoso rinconcito de suelo pepiniano
llamado barrio Robles, rodeada de montañas y parajes
coloridos, lugar donde las serenas y libres aguas del Río
Guatemala serpentean en rumor de alabanzas como canción
de bienvenida a todos los que allí abren sus ojos a la luz por
vez primera.
El ambiente bucólico donde nació Alicia, desde
muy niña marcó en ella su sensible temperamento y su
entrañable amor por su pueblo. Fue Robles punto de partida
que también marcó el camino que recorrería por la vida,
camino que la ha llevado muy lejos… siempre cargando en
la mochila de sus más preciados sueños las gratas vivencias
de su niñez y juventud.
Tan temprano como a sus cinco años, el color y
las formas comenzaron a cobrar vida en sus manos. De su
madre, su primera maestra, aprendió a diseñar estampados
de pequeñas florecitas para luego bordarlas en ropones y
fundas de almohadas.
Alicia hizo sus estudios primarios y secundarios en
las escuelas públicas de San Sebastián, donde sus maestros,
reconociendo desde muy temprano sus múltiples talentos,
la motivaron a decidirse por la carrera en artes plásticas.
Luego cursa estudios en el departamento de bellas artes
de la Universidad Interamericana en San Germán, donde
expone por primera vez sus trabajos basados en paisajes,
leyendas y tradiciones de Puerto Rico. Sus primeras dos
pinturas expuestas en 1974 fueron El barandillo de Robles
y El túnel y playa de Guajataca.
Como otros tantos compatriotas, Alicia, emigra
a los Estados Unidos, al estado de Nueva Jersey (1975),
donde obtiene un Bachillerato en Artes de la Montclair
State University y una Maestría en Bellas Artes de Kean
University, estudios que la cualificaron para ejercer como
maestra en ese estado. Allí continúa desarrollando su
talento como artista plástica y a su vez transmitiendo a
otros sus conocimientos; sirviendo además, a instituciones
comunitarias hispanas y a bibliotecas públicas, en las cuales
dirige y desarrolla programas de servicio comunal. Ofrece
talleres de bellas artes y cerámica y además, coordina
festivales culturales. Expone sus obras en galerías, museos
y en universidades de Nueva York y New Jersey y otros
estados.
Muy intensa y productiva ha sido su admirable
trayectoria, pero llena de grandes satisfacciones como artista
y educadora de varias generaciones de niños puertorriqueños
de nuestra diáspora. Su labor profesional y su gestión social
comunitaria le han merecido muchos reconocimientos y
premios, de los cuales sólo mencionaremos algunos:
En la Galería Salomón del Salón Metro Arts de
Los Angeles, California, tuvo la oportunidad de exponer
su obra “Querube”. Luego, en 1986, exhibe en el Centro
de Convenciones Jacob Javits de Manhattan, donde varios
críticos europeos muestran interés en su pintura y la invitan
a exponer en París, Francia, donde posteriormente, en
octubre de 1987, se exhibe su obra Rosarios cantados,
la cual luego obsequia al pueblo del Pepino. Esta obra
se encuentra permanentemente expuesta en el Archivo
Histórico de este pueblo.
El talento de nuestra compueblana también
trasciende a Italia. En la exposición “El Renacimiento en
América Latina”, efectuada en 1989 en la prestigiosa Mond’
Art Gallery en Livorno, se exhibe su obra Porta Coeli,
junto a otros artistas de Argentina, Bolivia, Guatemala,
Italia, Francia, Perú, EEUU y Venezuela. En el 1990
funda y preside la Fundación de Mujeres Artistas Hispanas
de New Jersey, coordinando exposiciones para Estados
Unidos y Europa. Luego en 1996 se le reconoce como la
Artista Hispana Destacada de Nueva Jersey. Ese mismo

16
año el Instituto de Puerto Rico en Nueva York le otorga el
Premio a la Excelencia de la Artesanía Puertorriqueña.
En 1999 es reconocida con el premio Women's
History Month Awards, por su trayectoria en el mundo
de las artes y en esa misma ocasión, se le reconoce
mediante resolución por la Asamblea General del Estado
de Nueva Jersey. En el 2000 recibe, del Departamento de
Asuntos de la Comunidad del estado de Nueva Jersey, un
reconocimiento honorable por su contribución a las artes, y
en 2003, otro reconocimiento del Gobernador y Secretario
de ese mismo estado por su contribución artística. En 2004
es galardonada como maestra del año al recibir el “New
Jersey Governor’s Teacher Recognition Award”.
En 1992 y 2005 recibió el premio “Puertorriqueños
Ilustres” como artista destacada en las bellas artes. Sus
pinturas han sido publicadas en libros, periódicos y revistas
internacionales, participando además, en numerosas
entrevistas de radio y televisión.
La lista de exposiciones, individuales y colectivas,
en que Alicia ha participado a lo largo de su carrera artística
es larguísima. Sus más recientes han sido en Puerto Rico:
En la Galería de Bellas Artes en Guaynabo, el Art Studio
Gallery en San Juan, ambas en el 2012; en Botello Art
Gallery en Viejo San Juan en el 2013, donde además, sus
obras están disponibles para la venta. Y ese mismo año en
Una muestra de las pinturas de Alicia Maury en Expoarte 2015
la Puerto Rico Art and Craft, del Viejo San Juan.
Alicia actualmente vive en la Florida, donde
continúa pintando a tiempo completo en su Maury Fine Art
Studio.
Concluimos citando a la propia artista al
hablarnos sobre su obra:“En mis pinturas podrás encontrar
diferentes formas, colores y también momentos de tiempos
tormentosos. Quiero expresar algo más que un simple
paisaje. En ellos se pueden reconocer los sitios sin haber
estado allí. Quiero expresar paz, libertad y serenidad en
sublimes y románticos paisajes tradicionales. Mi deseo es
que todo el que los mire se transporte y pueda viajar con su
imaginación.” La obra de Alicia, además de proponernos
esa paz, esa libertad y serenidad, contiene la fuerza emotiva
y expresiva de sus sentimientos, fuerza que se desprende y
fluye hacia nosotros como un acto sublime de entrega y de
amor a la humanidad.
El pasado mes de noviembre, Alicia, fue
homenajeada por Casa Pepiniana de la Cultura al dedicarle
Expoarte 2015, una exposición colectiva de artistas
pepinianos que esta organización celebra anualmente. A
este homenaje se unió el Municipio de San Sebastián y la
Cámara de Representantes de Puerto Rico.
Nuestras felicitaciones y un aplauso fuerte para
esta prestigiosa hija del Pepino.
“Puedo acostarme todas las noches con mi conciencia limpia porque en mis manos
no hay sangre, también mi corazón sigue lleno de amor y de compasión. Nací boricua,
sigo siendo boricua y moriré boricua”- Oscar López Rivera (2011). ¡Es tiempo de
traerlo a Borinquén!

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JUANA COLÓN:
DE LA MARGINALIDAD
A LA RESISTENCIA EN EL TABACAL
Prof. Wilson Torres Rosario
INTRODUCCIÓN
A punto de finalizar el siglo XIX, la montaña
puertorriqueña se constituía en una especie de bastión
enmarcado en la modernidad estricta y, en algunos aspectos
de la vida social, en santuario medieval. Curas y hombres
de alcurnia de la España rancia, junto a alcaldes y criollos
de renombre localistas, influían casi determinantemente
con su poder en la vida de miles de seres humanos.
En ese mundo el hombre y la mujer negros no tenían
espacio de movilidad social en tanto estaban atrapados en
rígidos paradigmas construidos por casi quinientos años de
poder y control colonial español. La religión, la justicia,
la educación, el estado en sí mismo y la gendarmería de
éste, hacían de esa sociedad una poco fluida hacia espacios
de orden liberal. La dimensión de la vida campesina o
de incipiente urbanidad en esta región montañosa estaba
acompañada de un analfabetismo alarmante, pues la opción
de una educación básica resultaba prohibitiva. Hombres,
mujeres, jóvenes y niños era una masa pobre vulnerable
al poder de caciques conectados con las autoridades que
resultaban intocables. Era una masa de agregados, libertos
viviendo en la semi-esclavitud y labradores, carentes de
servicios médicos, una alimentación inadecuada y falta
de vivienda digna. Esta historia nunca le fue contada
abiertamente en los libros escolares a muchas generaciones
de puertorriqueños(as) que alguna vez, en décadas previas
a los años ‘70 y ‘80, fueron a nuestras escuelas públicas.
Gracias a los métodos provistos por la microhistoria
en las últimas décadas en Puerto Rico, hemos podido rescatar
del olvido histórico cientos de historias pertenecientes a
personajes y comunidades, algunas afrodescendientes, que
por los historiadores de los primeros cincuenta año del siglo
XX haberse embarcado en construir historias de bronce,
muchas veces atadas a un procerato agigantado o inflado,
quedaron fuera de la consideración de la academia y muy
pocas llegaron a los espacios educativos de nuestro país. A
pesar del intento por desatar una Memoria Rota, como nos
advirtiera Arcadio Díaz Quiñones, para que no miráramos
atrás de la llamada industrialización y desarrollo muñocista
por invitación, la memoria popular y la tradición oral siguió
viva retando la historia oficial.
Hoy sabemos que dentro de esos y esas marginadas,
estaba la voz contestataria de una Juana Colón. Hoy se sabe
de su voz porque muchos(as) comerieños(as) se negaron a
olvidar.
Esta mujer negra nació en el año 1886 en una
hacienda cafetalera propiedad del hacendado Julián Colón,
quien había sido dueño de varios esclavos y esclavas
antes de quedar abolida la esclavitud en 1873. Tanto su
madre, Cecilia, como su abuela, Juana, y otros familiares,
estuvieron entre ese grupo de esclavos(as) sujetos al control
esclavista de Julián Colón. No habían conocido lo que era
la libertad humana. Ninguno de los familiares de Juana
Colón estuvo coartado de acuerdo al censo de 1868. Esto
es, sin ningún contrato con su dueño conducente al pago
y compra de su libertad. Su abuela vivió más de 40 años
como esclava, habiendo nacido a principios del siglo XIX.
Aunque Juana Colón no vivió directamente bajo el yugo de
la esclavitud, sí vivió toda su niñez y adolescencia sujeta
a una relación de servidumbre (jornalera) con el propio
Julián Colón, en tanto su familia no poseía tierra ni vivienda
propia. Este Julián Colón -a quien Juana debe su apellidollegó
a ser juez municipal, lo que sin duda le permitía tener
una marcada influencia y poder sobre sus trabajadores(as),
muchos de los cuales habían estado sometidos al régimen
esclavista. De tal manera que, como miles de otras mujeres
puertorriqueñas, Juana se inserta muy temprano en su vida
al trabajo agrícola y doméstico. Posteriormente ejercerá los
oficios de lavandera y planchadora, lo que haría el resto de
su vida.
En ese mundo de estamentos y marginalidad, esta
mujer afrodescendiente se abría paso como pocas. Atrapada
en redes de poder desde el estado, desde la religión, desde
la propia cultura dominante, desde el poder ejercido por los
amos de lo económico, pudo también levantar sus propias
redes de poder.

18
EL MUNDO DEL TABACO Y JUANA COLÓN
Era un mundo montado sobre las bases crudas
del modelo capitalista mundial de entonces, ejercido a
escala micro en un Comerío culturalmente decimonónico,
pero forzado a transitar hacia el modelo asalariado. Y a la
distancia, la corporación ausentista que desde New Jersey
-con el magnate James Duke a la cabeza- lanzaba sus
redes de explotación hasta las montañas comerieñas. No
era un mundo romántico como la literatura de la época lo
describiera, era uno azotado por una alta conflictividad.
Reclamos por lo injusto del refaccionamiento que no
pagaba el producto entregado, el hurto de tabaco al trust-
ATC, reclamos violentos a capataces, horas de trabajo que
superaban las 10 a 12 horas, luchas por tener lectores de
fábricas, exigencias de mejores condiciones de trabajo, eran
solo algunos aspectos que describían ese mundo en el día a día.
Para entender la figura de Juana Colón no es posible
sustraerla de ese mundo del tabaco. Lo otro sería entender
a un pez sin su agua. Cualquier caracterización que se le dé
a Juana de feminista, por ejemplo, que en su época nadie
la llamó así, no puede quedar fuera del redil del mundo
opresivo tabacalero donde le tocó vivir y que el sistema–
mundos había impuesto en Comerío. Pero, curioso, nunca se
vinculó directamente a ese mundo como trabajadora; nunca
fue despalilladora ni trabajó en algún área asociada al tabaco.
Juana Colón, la negra de Río Hondo, Cuba Libre y
Cielito, vivió una vida multidimensional. Ya como lavandera
y planchadora, santiguadora o curandera, militante socialista
y tribuna, sufragista y defensora de la educación, lo hizo con
una conciencia que asombra ya que fue una mujer carente de
una educación formal. ¿Cómo explicar tanto compromiso y
acción en varias causas humanas estando simplemente sujeta
a una educación informal?
Se veía día a día cargando ropa hasta el Río la Plata
para lavarla, secarla y luego plancharla por unos céntimos;
entregarla a domicilio a personas que podían pagar cada
pieza trabajada. Y con este trabajo adquiría su único y
esquilmado ingreso, permitiéndole levantar una familia
extendida sin nunca -aun en los momentos más cruentos de
la lucha obrera- abandonar a sus vástagos.
Cuando a la montaña comerieña llegaron las cruzadas
del ideal convocando a abrazar el socialismo libertario, Juana lo
tradujo, después de 1915, en una militancia al Partido Socialista
y su ideal que no abandonará hasta su muerte en 1967. Como
alguna vez nos contara su compadre Ramón (El Foca) Febo,
“ella vivía para eso”. Dentro de esa militancia se levanta
como una líder de la huelga de abril de 1919. Huelga violenta
y sangrienta. Allí enfrentó a los capataces de la American
Tobacco Co., algunos de ellos antiguos hacendados que habían
terminado de alcahuetes del capital ausentista estadounidense
radicado en Comerío. En medio del conflicto huelgario, que
duró casi un mes y se extendió a Aibonito y Cayey, hubo,
por lo menos, dos intentos por asesinarla en la esquina de las
calles Comercio y Libertad. Le disparaban desde casas de gente
Lavanderas en el Río La Plata, 1910
adinerada del pueblo, muchos pagos por el Sr. Jule, representante
de la Compañía en Comerío. La huelga desatada exigía mejores
condiciones de trabajo para las despalilladoras(es), aumento
salarial, lector de fábrica.
En esos momentos Juana tenía varios meses de
embarazo del que sería su hijo Ismael. Contaba 33 años de
edad. Fue arrestada junto a otros(as) 13 huelguistas. La fianza
más alta se le impuso a ella, unos 800 dólares. Fueron liberados
gracias a las gestiones del liderato del Partido Socialista que
se había movilizado hasta Comerío. A partir de ese momento
se le dio el apelativo de la Juana de Arco Comerieña, en esta
ocasión no blanca y sí negra como el ébano, con unas raíces
sumergidas hasta el África ancestral. Es importante señalar
que en el interín de la huelga, los militantes socialistas y de
la Federación Libre de Trabajadores extendieron su mensaje a
otros centros de trabajo, tanto en Aibonito como Cayey. Hasta
allí caminaban en busca de solidaridad y a llevar sus reclamos
contra una Compañía que anualmente sacaba pingües ganancias
a expensas de una población sumergida en la miseria.
Mientras practicaba su militancia socialista, no
abandonaba sus funciones de curandera, seguramente aprendida
de sus ancestros africanos. Acudían a su humilde casa, en la
Barriada Obrera de Cuba Libre y Cielito, gente de todo tipo en
busca de ayuda a cualquier dolencia o enfermedad.
Cuando creímos que la aportación de esta mujer a la
vida social había terminado a finales de los años 30, quedamos
sorprendidos al descubrir que, a sus 63 años asumía otra lucha.
En esta ocasión para que los jóvenes comerieños pudieran tener
acceso a transportación para acudir desde los campos remotos
del pueblo hasta la única escuela Superior que existía en esos
momentos.
Posteriormente, honrando su memoria, un pueblo
entero la reconoció denominando esa escuela superior con
su nombre. Única escuela que lleva el nombre de una mujer
analfabeta, negra, socialista, sufragista y curandera. Ese día se
repelió, con dureza, los intentos de endilgarnos una memoria
rota.
*Fragmento de la ponencia leída el martes 10 de noviembre de
2015 en el Primer Congreso Afrodescendencia en Puerto Rico.
UPR, Recinto de Río Piedras.

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"Los puertorriqueños se han convertido en un pueblo nómada"
23
Escrito por Laura M. Quintero /NOTICEL
Medio siglo después del movimiento histórico
conocido como "La Gran Migración", la población
puertorriqueña protagoniza otro patrón migratorio que
constituye un cambio en la historia social de Puerto Rico, así
como en la demografía de la diáspora que reside en Estados
Unidos.
Los patrones migratorios del nuevo milenio superan
el fenómeno de la Gran Migración de 1950 a 1970, al extremo
de que desde hace dos años hay más puertorriqueños viviendo
en Estados Unidos (57%) que en la Isla (43%). En un solo
año, la comunidad puertorriqueña obtuvo un crecimiento de
9.4% a 10.5% del total de la comunidad hispana.
Estas conductas sociales son el objeto de estudio
de un grupo de investigadores del Centro de Estudios
Puertorriqueños de Hunter College (Nueva York), quienes
publicaron el libro "Puerto Ricans at the Dawn of the New
Millenium".
Entre sus hallazgos más importantes, se encuentra el
análisis de la migración interna de los puertorriqueños que
residen en Estados Unidos: más de un millón se movió de un
estado a otro entre 2000 a 2011.
"Los puertorriqueños se han convertido en un pueblo
nómada mientras buscan empleo y oportunidades económicas
para mejorar su calidad de vida y la de sus familias", destacó
el director del Centro y coautor del libro, doctor Edwin
Meléndez.
"La población puertorriqueña está creciendo en
formas que no había crecido antes", insistió durante una
ceremonia en la que firmó un acuerdo de colaboración con
el Centro de Investigación Social Jesús T. Piñero, de la
Universidad del Este.
Si a mediados del siglo pasado, la diáspora
puertorriqueña se caracterizó por el asentamiento en el
barrio Bronx de Nueva York, así como por la formación de
la subcultura 'Nuyorican', el inicio del nuevo milenio marcó
otro hito histórico en el cual la diáspora se caracterizó por la
dispersión contínua en todo Estados Unidos, principalmente
en la región sur.
Meléndez estimó que para el año 2020, la comunidad
puertorriqueña en Estados Unidos duplicará la cantidad de
residentes en P.R. y en pocos años, habrá más puertorriqueños
residiendo en Florida que en Nueva York.
El asentamiento en el sur muestra una mayor
dispersión y menor concentración que la observada en ciclos
migratorios anteriores. La selección de la región central de
Florida, a diferencia de ciudades tradicionales como Miami,
tiene su origen en la cercanía a bases militares, la venta de
tierras y la apertura del parque de diversión Disney World,
donde trabajan cientos de puertorriqueños.
Cambio de paradigma
El Director del Centro descartó, además, que
exista una fuga de cerebros. El perfil de quienes emigran no
cumple con esa característica de una sobrerepresentación
de profesionales o personas con altos niveles de educación
superior, sino que según explicó, "salimos en proporción a
nuestro grupo educacional u ocupacional".
El nivel de desempleo durante la recesión económica
que experimentaron los puertorriqueños en la fuerza
laboral estadounidense fue de hecho más alto que otras
poblaciones latinas y grupos étnicos. De 2007 a 2011, el
desempleo incrementó de 6.1% a 9.8%. Más recientemente,
en 2013, los puertorriqueños desempleados alcanzaron un
14.5%, comparado a un 9.6% en los latinos y 15.1% en los
afroamericanos.
El mayor motivo de emigración entre la población
puertorriqueña es la búsqueda de empleo, incluso para quienes
forman parte del flujo interestatal.
Sin embargo, los datos recopilados pueden arrojar
un leve optimismo, según Meléndez, puesto a que evidencia
empírica apunta que los puertorriqueños tienen una tendencia
a la resistencia o capacidad de recuperación ante la recesión
económica (resiliency, en inglés). Esto se debe a que
implantaron más estrategias para encontrar empleo que los
demás grupos étnicos. Entre quienes formaban parte de la
fuerza laboral estadounidense, un 26% indicó que se mudaron
para conseguir empleo, 25% tomaron algún adiestramiento, y
24% aceptaron un trabajo en un campo distinto.
"Esto descarta mitos de que los puertorriqueños
son vagos o que no quieren trabajar. Creo que eso es bien
importante porque es la imagen que tenemos de nosotros
mismos", puntualizó Meléndez.
El anterior artículo fue debidamente autorizado por NOTICEL

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La migración aérea a finales de 1940
Los puertorriqueños han sido catalogados como los primeros migrantes aéreos en la historia. El incremento de
vuelos entre San Juan y Nueva York causó que la migración puertorriqueña aumentara dramáticamente a finales de los
1940. Los vuelos de ese tiempo duraban alrededor de ocho horas y los pasajes de ida y vuelta costaban $120.00. Muchos
miles de trabajadores agrícolas contratados a través del Gobierno de Puerto Rico viajaron en vuelos fletados sin ningún
tipo de comodidades. (Pioneros, Puerto Ricans in New York City 1896-1948)
Pasajeros en el área de inspección, c. 1948. Este era el Aeropuerto
de Isla Grande en San Juan. Tanto la aduana de Estados
Unidos como el Departamento de Agricultura tenían agentes
trabajando en esta sección del aeropuerto.
Avión de la American Airlines en el Aeropuerto Municipal de
Nueva York, 1946. El avión estaba preparándose para el abordaje
en un vuelo de Nueva York a San Juan. Foto por Young.
Interior de un
vuelo fl etado para
trabajadores agrícolas
puertorriqueños, 1946.
Aviones militares
decomisados con sillas
de playa para llevar
a los trabajadores
agrícolas desde Puerto
Rico hacia Estados
Unidos.
Pasajeros de vuelo comercial llegando al Aeropuerto Municipal
de Nueva York, c. 1946. Estos pasajeros puertorriqueños
viajaban en un vuelo de la Pan American Airways.
Dormitorio de
Trabajadores Agrícolas
Puertorriqueños, 1946.
Este era un dormitorio
típico de los
trabajadores agrícolas.
Muchos se quejaban
de las condiciones
de las viviendas y
abandonaban los
campamentos en busca
de mejores trabajos y
facilidades. Foto por
Tony Rodríguez.
Barracas para los trabajadores migrantes puertorriqueños,
1946. El típico ranchón no tenía tuberías, agua potable ni
calefacción. Este era típico en las fi ncas en el noreste de Estados
Unidos. Foto por Tony Rodríguez.

¡ ENTRE DIÁSPORAS NOS
VEREMOS!
25
Por: Gladys Josefa Cruz Ramos
A pesar de que últimamente la palabra diáspora
se usa a menudo, mucha gente desconoce su significado.
El vocablo no es nuevo, pero el uso sí. Para beneficio
de nuestros lectores vamos a empezar por el origen y
definición de este término. La palabra viene del prefijo
griego dia (a través de ) y spora(semilla, siembra ), o sea,
es la siembra de una semilla a voleo (al azar). Se refiere a la
dispersión de un pueblo o comunidad por diversos lugares
del mundo. Alude especialmente a la de los judíos, después
de la destrucción de Israel (siglo VI a C) y su posterior
diseminación por el mundo.
Actualmente se aplica a cualquier grupo que
abandona, forzado o voluntariamente, su lugar de origen,
por diversas razones. Alude también a la dispersión de
grupos étnicos o religiosos a otras partes del mundo.
En el Éxodo, segundo libro de la Biblia, tenemos el
relato de una diáspora por inspiración divina. Cuenta cómo
Moisés guía a los israelitas en su salida de Egipto, donde
eran esclavos. Dios hace una alianza con ellos: deben
guardar sus leyes y Él en cambio será su Dios y les dará la
tierra de Canaán. El Mar Rojo se abrió para dejar pasar a
Moisés y su gente y luego se cerró sobre sus perseguidores.
En Puerto Rico tenemos diversas diásporas. Una
que nos tocó grandemente fue la de los españoles, quienes
llegaron sin saber dónde pisaban tierra. Pero luego se
afincaron, se apoderaron y por poco nos exterminan.
Implantaron su idioma, sus costumbres, sus leyes, su
religión y poco a poco sus genes.
Luego nos trajeron la diáspora africana para
usarlos como esclavos. Los de África también nos legaron
vocabulario, costumbres, música y su raza.
De la fusión de indígenas, españoles y negros
emerge el hombre nuevo, el puertorriqueño, o sea, nosotros.
Esa mezcla, que nos afectó mucho en su origen, nos
enriqueció en varios aspectos a través de nuestra historia.
Aquí también tenemos diversas diásporas: judía,
china, haitiana, dominicana, cubana y otras. Las de
República Dominicana y Cuba son las más grandes por los
lazos que nos unen y por su cercanía.
Sabemos que esos grupos han llegado aquí por
diversas razones, especialmente económicas y políticas. A
muchos les ha ido bien y a otros no tanto. La dominicana ha
llegado aquí, arriesgando su vida y su libertad, buscando un
mejor porvenir. Muchos logran su propósito, pero otros son
víctimas del prejuicio racista y clasista. A pesar de todo, se
han establecido y sobreviven.
Los puertorriqueños han emigrado formando
diásporas en diversos sitios del mundo. Pero, la mayoría se
ha asentado en los Estados Unidos. Al inicio, mayormente
en Nueva York, a donde iban buscando progresar, con la
esperanza de volver con su familia, comprar un terrenito
y envejecer aquí. Muchos lograron su sueño. Otros
echaron raíces allá. Y las nuevas generaciones tenían
otras aspiraciones, otro idioma, otra alimentación y otro
ambiente. Como cantaba Myrta Silva: ´´esos no son de
aquí´´. Pero, sabemos que, ¡sí son de aquí! Y eso lo
podemos comprobar en el Desfile Puertorriqueño en
Nueva York en el que les aflora lo boricua y hacen un gran
despliegue de orgullo por su origen.
Actualmente la diáspora gigante se ha establecido
en Florida y últimamente hemos perdido una valiosa
población que emigra buscando una mejor calidad de vida,
Lo negativo de las emigraciones es que en muchas ocasiones
se rompe el lazo familiar. Padres, madres, abuelos, que
dejan de ver a sus descendientes por muchos años. Que
tampoco pueden comunicarse por la barrera del idioma.
La diáspora puertorriqueña en Estados Unidos
se ha hecho sentir positivamente y estamos sumamente
orgullosos de su desempeño en las artes, las ciencias, la
política y en las diversas funciones que ejercen.
Al final de nuestras vidas todos formaremos una
sola diáspora gigante: la celestial. Ahí no hay distinción de
raza, religión, idioma, social, ni económica. Todos seremos
iguales.
Este año 2015 ha sido uno bastante difícil para
los puertorriqueños, quienes a pesar de todo se preparan
para disfrutar la época navideña con sus acostumbradas
celebraciones. Quizás haya un poco de ajuste en sus
economías, pero no va a faltar el lechón asado, la morcilla,
el pitorro, el arroz con gandures, los aguinaldos y la
ornamentación tradicional.
Les deseamos que la llegada del 2016 sea de
grandes bendiciones, los llene de optimismo, deseos de
superación, de hermandad y sobre todo, mucho amor.
Les enviamos un caluroso abrazo de felicitación a
todos los puertorriqueños que han ido formando diásporas
por el mundo. Mucho éxito en todo lo que emprendan y que
no olviden sus raíces.

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En Memoria
A todos los héroes de la gesta
histórica del 24 de Septiembre en el
Pepino
Por: José “Che” Paralitici
Existen muchos mitos con relación a la participación
pepiniana en el Grito de Lares que, indiscutiblemente, hay
que comenzar a eliminar. En primera instancia se hace
imperativo establecer que los pepinianos fueron parte
valiosísima dentro de todo el plan de sublevación para que
se lograra la independencia de Puerto Rico bajo el régimen
colonial español en el Siglo XIX. Además, los pepinianos
demostraron gran gallardía revolucionaria durante y
después de la lucha desatada en el pueblo del Pepino ese
recordado 24 de septiembre de 1868.
Cuando los pepinianos recibieron la orden de
retirada, luego de aceptar que se les haría imposible por el
momento tomar el pueblo, el pepiniano Venancio Román
quedó atrapado en el fuego de las milicias españolas. En
vez de rendirse y dejarse apresar decidió batirse con el
enemigo y dejar la siguiente frase para la historia: “yo he
venido a pelear, no he venido a huir… !Viva la libertad de
Puerto Rico!
Otro pepiniano, Casto Santiago, también murió
en la batalla desarrollada en la plaza. Como resultado
de los hechos del Grito murieron en combate cuatro
revolucionarios, seis heridos y siete prisioneros.
La situación no fue tan sencilla. El gobierno español
desató una incansable persecución contra todo aquel que
participó en el Grito, arrojando un saldo de cuatro muertes
adicionales y 551 encarcelamientos.
No hubo compasión con los prisioneros. Algunos
fueron torturados y vejados, otros, a consecuencia de un
discriminado hacinamiento, murieron de fiebre amarilla.
El número sobrepasa los 80. Sin embargo, algunos datos
históricos arrojaron una cifra mayor a la centena. Este
hecho no puede pasar desapercibido ya que arroja que es
el Grito de Lares la razón política que más muertes ha
causado directamente en suelo patrio.
El régimen español en Puerto Rico estaba decidido
a eliminar todo vestigio revolucionario. Siguiendo esta
misión penetró cuanto rincón le creaba sospecha. Es así
que deciden invadir el hogar de los Méndez en el barrio
Hato Arriba. Se topan con la esposa de Francisco José
Méndez, quien junto a sus hijos estaba comprometido con
la lucha de la independencia puertorriqueña. Doña Ana
Martínez Pumarejo les respondió tácitamente: “Mi esposo
y mis hijos están en la revolución; búsquenlos allí ya que
no pueden hallarlos en las faldas de las mujeres”.
Este valor y compromiso pepiniano hacia
la revolución puertorriqueña no fue nada fortuito ni
extempóreo. Documentos oficiales del régimen español
ubican al Pepino como uno de los principales pueblos de
la zona oeste donde desde años antes del Grito ya se estaba
conflagrando para hacer la revolución. En Pepino, además
de arengarse para la liberta patria también se fabricaban
balas, labor que le correspondió a José Tirado Extremera, y
se fundó una de las más importantes juntas revolucionarias.
Evidencia de la participación pepiniana son las
estadísticas de los arrestados vinculados a la gesta. El
ocho porciento de estos residían en Pepino, cifra sólo
superada por el 31 de los lareños y el 29 por ciento de los
mayagüezanos. Sin embargo, el por ciento mayor de los
arrestados había nacido en Pepino, cantidad que superó a
Mayagüez y Lares.
Del opúsculo Actos Inaugurales Paseo 24 de septiembre, 1994,
publicado por la Administración Municipal de San Sebastián,
Justo Medina Esteves, Alcalde.
Ilutración de Ramón Soto Ríos

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DESDE LA DIÁSPORA
Mr. Alberty
en mi memoria
Por: Ana Rita Oronoz Arbona
Es curioso cómo la vida nos va enredando en una
trama insospechada. Al nacer mi bisnieta, el día que cumplí 80
años, pregunté a mi nieta qué regalo quería para ella… Rápido
me contestó: “cuentos en español”. Así que decidí comenzar
a escribir cuentos cortos, estampas de mi época, vivencias de
mi niñez en el Pepino y enviarlas por “Facebook”.
Ayer vino a mi mente, Mr. Alberty, mi maestro de
inglés de quinto grado. Vale decir que asistí al primer “kínder”
del Pepino en la Academia Santa Rita (edificio de la actual
Casa Alcaldía). Éramos ocho estudiantes y aprendimos tanto
que nos pasaron a segundo grado. Así que, al final de quinto
cumplí mis diez años.
Compartí con cuarenta compañeros un pequeño y
caluroso salón de madera, con poca ventilación. Mr. Alberty
era un excelente maestro, un visionario. En una pequeña
maleta negra traía al salón un tocadiscos y varios discos de
inglés conversacional, dramas de la vida cotidiana. Algunas
de las presentaciones se compartían con otros grupos… una
manera muy interesante de aprender.
Las nenas nos vestíamos con trajes de papel crepé
alusivos a la historia que representaríamos. Como no había
aire acondicionado, y se invitaban otros grupos, el calor era
sofocante. Recuerdo a Elsie Jiménez que sudó tanto que
su lindo traje color azul añil formó ríos de sudor azul por
sus brazos y piernas. El espectáculo quedó fabuloso, todos
sabíamos el libreto. Fue lindo compartir con otros grupos.
Aquella noche me acosté contenta con la experiencia
tan viva y tan bonita y extrañada de poder revivirla setenta
años después. A poco dormir, me desperté y sentí como la
figura de aquel gran maestro se agigantaba. El intuía el
La foto antigua muestra la biblioteca de la Academia Santa Rita,
fundada por la Iglesia Católica de San Sebastián en el año 1935.
En la actualidad el edifi cio es la sede del Gobierno Municipal de
este pueblo.
éxodo futuro de tantos puertorriqueños. A través del diálogo
sencillo y práctico les daba a sus alumnos las herramientas
para comunicarse y obtener trabajos mejor remunerados en el
futuro.
Gracias Mr. Alberty, usted fue el instrumento de Dios
para guiar una generación hacia una mejor calidad de vida.
¡Qué mucho habrá disfrutado contemplándonos desde su cielo!
“Lo que a otros haceís, a Mí me lo haceís.”

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35
LIBROS:
El Pentecostalismo de Puerto Rico: Al compás de una fe autóctona (1916-1956)
Autora: Dra. Helen Santiago Méndez
Resumen
Entre 1916 y 1917 llegaron a Puerto
Rico varios misioneros pentecostales
puertorriqueños. Habían salido de la
isla en los años 1900 siendo niños
o adolescentes. Su mensaje tuvo
fervorosa acogida entre los más
pobres de los pobres. En ningún
otro lugar del mundo el mensaje
pentecostal tuvo una acogida igual.
Los misioneros presenciaron con
asombro milagros y manifestaciones
antes no vistas. Los creyentes fueron conocidos como “los
aleluyas”, pues alababan a Dios a toda voz, sin inhibiciones.
Dios no solo se acercó a los más humildes de la sociedad; su
Espíritu hizo morada en ellos.
Rasgos culturales facilitaron la aceptación y
expansión del mensaje. La creencia en lo sobrenatural era
prevalente. La religiosidad popular incluía la participación
de la mujer. El predicador subsistía gracias a la inviolable ley
de hospitalidad del campesino. Muy temprano los creyentes
sostuvieron a sus pastores, a menudo, a costa de suprimir
comidas. El pastor era tan respetado como un sacerdote.
Ser autosuficientes le permitió a la incipiente iglesia trazar
su propio rumbo; prescindir de la dirección de su afiliada
norteamericana.
Durante la década del ʹ30, el pentecostalismo se
convirtió en la corriente protestante más numerosa. También
infiltró el protestantismo histórico. Muchos evangélicos
ignoraron las explicaciones racionalistas de los misioneros
norteamericanos y adoraron al estilo caribeño.
El impetuoso impulso evangelizador del
pentecostalismo se volcó en las misiones foráneas. La primera
misión permanente establecida en República Dominicana en
1930 fue seguida prontamente por otras en Cuba y Haití.
Hoy existen cerca de 10,000 congregaciones en el exterior
afiliadas a concilios puertorriqueños, principalmente en
América Latina.
El pentecostalismo se ramificó en la década del
ʹ30, pero el relato continúa con la iglesia original, la Iglesia
de Dios Pentecostal. Tensiones surgidas en relación al
establecimiento de iglesias puertorriqueñas en los Estados
Unidos y en relación a las misiones caribeñas, llevaron a la
desafiliación en 1956. La Iglesia reconoció ser nacional y
soberana.
Muy pronto de venta en San Sebastián.
LIBROS:
TAÍNO (Novela)
Autor: Jaime Martínez Tolentino
En la isla de Boriquén
(futura Puerto Rico) una niña
taína presagia la llegada de
forasteros con extraño semblante
a las playas cercanas, lo que sería
realidad en el año de gracia de
1508. Poco después, el hermano
menor del jefe indígena observa
la salida del comandante de la
expedición, Don Juan Ponce de
León, y descubre que aquellos
dioses venidos del bagua no
son tales, sino simples mortales
empeñados en sojuzgar a su
pueblo. A la vuelta de la avanzadilla española, los jefes
de las tribus de la zona están dispuestos a hacer frente
a aquellos advenedizos. Todo se complica cuando la
hermana menor de Agüeybaná, el nuevo cacique principal,
se enamora de un soldado invasor…
La historia de los escasos descendientes de los
taínos, siempre aferrados a su tierra, continúa a través de
los siglos en escenarios tan dispares como Nueva York o en
Vietnam.
En esta obra, el autor cubre 472 años de la historia
de una de las minorías bajo dominio norteamericano menos
conocidas, rastreando las vidas de tres personajes y sus
descendientes: el cacique Agüeybaná el Bravo, la hermana
de éste, y el médico brujo Coabey.
Datos sobre el autor:
El puertorriqueño Jaime Martínez Tolentino
ha ejercido como profesor de las Universidades de
Masachusetts, Nueva York, Puerto Rico y Pudue, siempre
en el área de idiomas. Tras su reciente jubilación, vive
dedicado íntegramente a la literatura. Este veterano
profesor tiene publicadas un total de dieciocho obras en
Alemania, Estados Unidos, Puerto Rico, Francia, Australia
y España, donde destaca Dos crónicas desconocidas de
Lope de Aguirre (Ed. Fundamentos, 2012). Conforman su
nutrido fl orilegio más de cuarenta ensayos y publicaciones
en los más diversos medios de todo el mundo. En su
palmarés literario cuenta con premios en Portugal, Puerto
Rico y Estados Unidos. Además su obra ha sido objeto de
numerosos estudios internacionales.
Disponible en:
http://www,amazon.com
http:// www.casadellibro.com

36
LCDA. CRISTINA DÍAZ RIVERA
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787-383-4235
787-896-3410
cristinadiazlaw@gmail.com
2 Calle Juan F. Cortés Suite 2
San Sebastián, PR 00685

37
INVITACIÓN
CENTRO DE CULTURA AFROPUERTORRIQUEÑA:
RECURSOS SOBRE AFRODESCENDIENTES EN PUERTO RICO
Invitamos a los estudiantes interesados en el estudio
de los afrodescendientes puertorriqueños a visitar este centro
cibernético, el cual cuenta con un gran caudal de información
sobre este interesante tema de estudio de nuestra cultura. Este
centro cibernético tiene entre sus objetivos promover y difundir
los valores de la cultura y herencia africana en Puerto Rico y
su diáspora; como además, recopilar información acerca de
los afropuertorriqueños y sus descendientes en los ámbitos
de artes plásticas, música, literatura, hombres y mujeres,
deportes, baile, así como libros y ensayos. Presenta de manera
positiva su aportación y contribución con el fin de construir una
herramienta interactiva y un mapa exhaustivo que nos permita
visibilidad en la Internet sobre todo el acontecer cultural
afropuertorriqueño. A continuación una muestra.
Víctor Pellot - (1927-2005)
Entre sus logros está el ser
seleccionado para 7 Juegos de Estrellas,
ganó consecutivamente siete Guantes de
Oro, jugando para los Atléticos de Kansas
City, los Indios de Cleveland y los Gemelos
del Minnesota. Posee la marca de Grandes
Ligas de haber hecho una o más asistencias
en 16 juegos consecutivos. El caso de
Pellot es sumamente interesante porque su
integración al béisbol organizado fue tumultuosa. Hombre libre
de pensamiento y expresión, combatió con todas sus fuerzas el
racismo, comportamiento que injustamente atrasó su llegada
a las Grandes Ligas. Los Yankees lo adquirieron en 1952 y lo
enviaron a Kansas City (clasificación AAA) bateando .331. Al
siguiente año, con el mismo equipo, se coronó campeón bate
con .343. Para ese tiempo los Yankees estaban faltos de una
buena primera base, pero el dueño del equipo, George Weiss,
indicó que, “podrá tener talento, pero no jugará con nosotros.
Es imprudente y le gustan las mujeres blancas”. El 16 de
diciembre de 1953, Pellot y cinco peloteros de los Yankees, fueron
canjeados por cinco jugadores de los Atléticos de Filadelphia. En
1954 debutó en las Grandes Ligas mostrando su versatilidad al
jugar los tres bosques, ‘siore’, tercera y primera base.
Ramón Emeterio Betances y Alacán (1827-1898)
Nacionalista y abolicionista puertorriqueño,
principal artífice de la insurrección armada
conocida como el Grito de Lares. Es
considerado el padre del movimiento de la
independencia puertorriqueña. Dado que el
Grito galvanizó un movimiento nacionalista
creciente entre los puertorriqueños, Betances
es también considerado el “Padre de la Patria Puertorriqueña”.
Por sus obras de caridad a favor de los necesitados, también
llegó a ser conocido como el “Médico de los Pobres”
Mientras Ramón estaba en Francia, su padre buscó
mover el registro de la familia de la clasificación de “mezcla
racial” a la de “blanca” (caucásica) en la clasificación de
familias en Cabo Rojo. El proceso, cuando era exitoso, concedía
al solicitante mayores derechos legales y de propiedad para él y
para su familia, y esto era necesario para permitir a su hija, Ana
María, casarse con José Tío, quien era caucásico. En el caso del
padre de Betances, el proceso duró dos años, y fue formalizado
en 1840, pero no sin antes tener que exponer el linaje de la
familia y sus afiliaciones religiosas al público en general, algo
que los avergonzó a todos. Betances estaba considerablemente
molesto por toda la ordalía, dado que él era el primero en
reconocer que él y toda su familia no eran “blancuzcos”
(término legal) sino más bien “prietuzcos” (como él mismo
se mofaba del asunto en sus cartas). Para él, el procedimiento
apestaba a hipocresía.
Betances creía en la abolición de la esclavitud y fundó
la sociedad secreta abolicionista, una organización clandestina
dedicada a liberar niños esclavos a través del sacramento
católico del bautismo. Este evento, también conocido como
“aguas de libertad”, se llevaba a cabo en la catedral de
Mayagüez. Cuando se bautizaba a un niño, Betances le daba
dinero a sus padres, el cual utilizaban para comprar la libertad.
Fortunato Vizcarrondo (1895-1977)
Poeta, autor de “Y tu agüela,
¿aónde está?”, instrumentista, compositor
y profesor de música. A Fortunato
Vizcarrondo sólo le bastó una obra,
“Dinga y mandinga” (1942), para que
la crítica literaria lo colocara al lado del
insigne Luis Palés Matos (1898-1959)
– autor de “Tuntún de pasa y grifería”
(1937) – como uno de los dos grandes cultores de la poesía
negra en Puerto Rico y entre los más importantes de las
Antillas. Sus poemas, cargados de picardía e ingenio, cobraron
trascendencia a partir de 1938 declamados por un recitador
excepcional: el doradeño Juan Boria (1905-1995), quien no
sólo los paseó internacionalmente, sino que perpetuó muchos
de ellos en varios álbumes editados por el sello Mar-Vela y por
la disquera del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP).
Otros notabilísimos declamadores, como los también
boricuas Mario Cox, Neftín García y, durante los últimos años,
Julio Axel Landrón, al igual que los cubanos Luis Carbonell y
Eusebia Cosme, incluyeron poemas suyos en sus respectivos

38
repertorios. Por otro lado, el titulado “Y tu agüela, ¿aónde
está?”, musicalizado por el ponceño Domingo «Mingo» Colón
Surís en ritmo de afro-son, constituyó uno de los primeros
éxitos de Ruth Fernández, cuando esta gran cantante recién
emprendía su carrera formando parte de la orquesta que aquél
dirigía: Mingo & His Whoopie Kids (RCA Victor, 1941).
Además de los recogidos en “Dinga y mandinga”, creó
gran cantidad de poemas en esta línea, muchos de los cuales
entregó a su fiel intérprete y amigo Juan Boria. Pero, hasta el
2005 no se habían recopilado en un libro ni incluidos en alguna
antología.
Carlos Delgado
En el 2008, en un partido contra
Phoenix, Delgado se convirtió en el
máximo jonronero boricua de la historia
en las Grandes Ligas marcando su
cuadrangular número 435 de su carrera
superando a su compatriota Juan Igor
González. Hizo su debut en Grandes
Ligas el 1 de octubre de 1993 con los
Toronto Blue Jays. Originalmente
era receptor y posteriormente se
convirtió en uno de los primera bases
más productivos en las Grandes Ligas. Delgado ha jugado
en 2 juegos de estrellas y también posee varios récords en la
organización de los Azulejos.
En el año 2000, Delgado ganó el Premio Hank Aaron y
el Jugador del Año de la revista Sporting News. En 1999, 2000
y 2003 ganó el Premio Lousiville Silver Slugger. Delgado es
también el cuarto jugador en Grandes Ligas que logra conectar
30 o más cuadrangulares en 10 temporadas consecutivas.
También ha acumulado 100 o más carreras producidas en siete
de sus 10 temporadas.
El 25 de septiembre de 2003, en un partido contra
Tampa Bay, Delgado se convirtió en el quinto jugador de la Liga
Americana y el décimo quinto de las Grandes Ligas en empatar
el récord de cuadrangulares en un partido de 9 entradas. Golpeó
un total de 4 cuadrangulares ese día, en la primera entrada, la
cuarta, la sexta y la octava.
Yolanda Arroyo Pizarro (Guaynabo, Puerto Rico, 1970)
Es una novelista, cuentista y ensayista
puertorriqueña. Comenzó a escribir desde
temprana edad en periódicos y boletines
escolares y ganó certámenes de dibujo y
ensayo en el Colegio San Vicente Ferrer
de Cataño.
En 1989 ganó el certamen
intrauniversitario de la Universidad
Central de Bayamón con el cuento Vimbi Botella. En 1990
dirigió una obra de teatro titulada ¿A dónde va el amor? (de
cuyo guion fue autora) que se exhibió en su pueblo de crianza,
el barrio de Amelia en Guaynabo. En 2004, publicó su primer
libro de cuentos Origami de letras y al año siguiente publicó su
primera novela, Los documentados, que retrata las condiciones
migratorias dentro del Caribe, específicamente desde La
Española hacia Puerto Rico. Esta novela ganó el Premio PEN
Club 2006. En 2007 publicó su libro de cuentos Ojos de Luna
en el que explora la marginalidad desde diversos puntos de vista
como, el desahucio, la solidaridad, las barreras espirituales,
entre otras. Este libro fue seleccionado por el periódico El
Nuevo Día como uno de los mejores del 2007. Ese mismo
año fue elegida como una de las escritoras latinoamericanas
más importantes menores de 39 años del Bogotá39 convocado
por la UNESCO, el Hay Festival y la Secretaría de Cultura de
Bogotá. Fue la única representante de Puerto Rico. Imparte
talleres de Escritura Creativa con Terranova Editores en San
Juan, PR
Ha sido merecedora de varias premiaciones literarias
a nivel nacional e internacional: Argentina, Colombia, Chile
y Puerto Rico. Su colección de cuentos Ojos de Luna fue
premiada con el Premio Nacional del Instituto de Literatura
de Puerto Rico 2008. Ha participado de cuatro antologías
latinoamericanas: El futuro no es nuestro, Narradores de
Latinoamérica (Colombia, Piedepagina.com, 2008), Antología
de cuento latinoamericano Bogotá 39 (Colombia, Ediciones
B, 2007), Antología en honor a Alfonsina Storni (Argentina,
Pegaso Ediciones, 2003), Antología en honor a Sor Juana Inés
de la Cruz (Argentina, Pegaso Ediciones, 2004).
La labor editorial de Arroyo Pizarro comienza en
el 2010 con la creación de la editorial Boreales. La editorial
es responsable de la publicación de la Revista Boreales, las
antologías Cachaperismos 2010, Antología de narrativa y
poesía lesboerótica de escritoras puertorriqueñas y Antología
Ejército de rosas.
Ha publicado artículos y reseñas en los periódicos El
Nuevo Día, El Vocero de Puerto Rico, Claridad y La Expresión.
También ha publicado cuentos en revistas como Identidad,
Revista Púrpura, Preámbulos y Tonguas. Pertenece al equipo
de trabajo del portal literario CiudadSeva.
Joan Smalls
Modelo afropuertorriqueña catalogada
número 4 de las “Top Models” del mundo.
Su nombre es Joan Rodríguez, pero
profesionalmente utiliza el apellido de
casada, Smalls. Criada en Hatillo, Puerto
Rico, de madre puertorriqueña y padre
santomeño, fueron ellos quienes le ayudaron
económicamente para visitar Nueva York
en busca de suerte, la que no tuvo en su país
natal.
Ha desfilado para primerísimas firmas como Prada,
Burberry, Valentino, Yves Saint Laurent y un largo etcétera
y por supuesto haciendo campañas importantes como las de
Gucci y Givenchy, Stella McCartney y Cavalli, Estée Lauder,
Chanel y Victoria’s Secret.

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MICROHISTORIA:
Don Lano
EL ZAPATERO
Por: Rubén Emilio Jiménez Salas
“Gloria a esas manos taínas
porque trabajaban,
Gloria a esas manos negras
porque trabajaban,
Gloria a esas manos blancas
porque trabajaban,
y entre esas manos nos salió la patria.”
Oubao Muin Juan Antonio Corretjer
Foto tomada por el autor en 1991
Pintura en acrílico del pintor Ramón Soto Ríos.
Su verdadero nombre era Victoriano Feliciano. Su taller de trabajo, por varias décadas, fue un estrecho y oscuro
zaguán ubicado en la Calle Andrés Méndez Liciaga del pueblo de San Sebastián. Quienes le conocimos siempre lo
recordaremos sentado en una banqueta de madera pegada a la puerta. Por carecer de ventanas y servicio eléctrico aprovechaba
la luz del día para darle vida útil a los zapatos. Con la experiencia y destrezas propias, Don Lano, echaba manos a los clavos,
al martillo, la bigornia y la chaveta para ganarse el sustento diario. Ya nuestro amigo pasó a mejor vida hace muchos años.
Hoy día permanece en el recuerdo de los que solicitaban sus servicios en una época pasada de nuestra historia de pueblo.
¡Honor y Gloria a sus manos!
Luchar por la excarcelación de Oscar López Rivera es un deber y una obligación moral
de todo puertorriqueño de principios”. ¡Hay que traerlo a su tierra pepiniana!

40
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