278

Panorama
Jaime Bonilla Valdez
JB deuda pública
La deuda pública es un recurso extremo
que utilizan los gobiernos
responsables para financiar el desarrollo
y los irresponsables, como
el caso de México, para destinarlo al gasto
corriente porque los ingresos son insuficientes.
Debido a la falta de planeación, se ha hecho
habitual recurrir al endeudamiento, lo
mismo en la administración pública federal
que en los estados y ayuntamientos.
Muchas son las consecuencias negativas
de esta mala práctica financiera. La peor
es que llega a paralizar. Se da el caso de algunos
ayuntamientos en los que el peso de
la deuda les impide proporcionar adecuadamente
los servicios públicos, porque el
presupuesto apenas les alcanza para pagar
la nómina y los intereses bancarios.
En México el problema ha llegado a niveles
amenazantes. Cada día, la deuda pública
de la federación crece a un ritmo de mil
600 millones de pesos, hasta llegar a un nivel
cercano a los 7 billones de pesos, es decir,
7 millones de millones, lo que equivale
al 40% del valor de la economía nacional.
Solamente en los 2 primeros años de Enrique
Peña Nieto la deuda se incrementó
en un 24%. El presupuesto de Egresos
2015 contempla un endeudamiento interno
hasta por 595 mil millones de pesos y
un endeudamiento externo neto del sector
público de hasta 6 mil millones de dólares.
Por lo que respecta a las entidades federativas
el panorama es desolador. Los pasivos
estatales y municipales equivalen al
14.7% de la deuda externa; son 3.5 veces
mayores al monto asignado a Educación
en el 2012 y 4.7 veces lo destinado a Desarrollo
Social.
*El autor es diputado federal de
Tijuana por Morena
En BC, las arcas de la tesorería estatal están
vacías. Al asumir su cargo el actual secretario
de Finanzas, Antonio Valladolid,
informó que la deuda rebasaba los 14 mil
millones de pesos.
Datos del Colef indican que la deuda pública
de BC y sus municipios se disparó en
más de 124% durante la pasada administración
estatal de Osuna Millán.
Lamentablemente la tendencia no parece
cambiar. Apenas en su segundo año de su
gestión, el gobierno de Francisco Vega ya
ha tenido que recurrir a la banca para obtener
fondos por 6 mil millones de pesos.
En el caso de los municipios mexicanos
el tema de la deuda también alcanza proporciones
alarmantes. Existen 96 Ayuntamientos
que presentan niveles de endeudamiento
que rebasan su presupuesto
anual, de los cuales 25 concentran más del
50% de la deuda. A Tijuana le cabe el deshonor
de ser la ciudad más endeudada del
país.
De acuerdo al Índice de Información Presupuestal
Municipal 2014, nuestra ciudad
arrastra una deuda de 2 mil 496 millones
de pesos. Ni siquiera Guadalajara o Monterrey
deben tanto como Tijuana.
Como se ve, los 3 órdenes de gobierno
acusan graves problemas financieros derivados
del abuso del endeudamiento. Me
parece que ya es tiempo de que la administración
pública esté en manos de personas
competentes y más responsables.
Urge reestructurar administrativa y financiera
los aparatos gubernamentales y
poner candados al presidente de la república,
a los gobernadores y a los alcaldes
para que no sigan hipotecando el futuro
de México.
En Boca Cerrada
Por Nancy Sánchez Arredondo
nancysanchez0204@gmail.com
Negligencia, BC
“El que es negligente en las cosas pequeñas,
No se puede confiar en los asuntos
importantes”:
Albert einstein
Iván Alexander vivía en Tijuana y soñaba
con ser futbolista. El pequeño,
de apenas 2 años, vio interrumpidos
sus sueños al caer por el orificio de
una alcantarilla sin tapa, siendo encontrado
3 días después de su desaparición.
El meollo de este asunto es que la tapadera
de la alcantarilla fue removida por adictos,
que vieron la oportunidad de hacerse
de un dinero rápido para mantener sus
vicios, gracias a chatarreros sin escrúpulos.
Esta criminal simbiosis pone al descubierto
también, la negligencia y la apatía de
una autoridad estatal cada vez más ausente
y alejada de los problemas.
Nuestro estado cuenta con el deshonroso
primer lugar nacional en adicciones, pero
esto no parece preocupar mucho al titular
del Ejecutivo, que sigue siendo negligente
en este tema, al no impulsar un programa
de prevención.
Susana Sáinz vive en Mexicali. Es líder
tribal de la comunidad Cucapa y presidenta
de una cooperativa pesquera, en El
Mayor, en la carretera Mexicali-San Felipe.
Ella y sus compañeros esperan desde
2013, que el gobierno estatal rehabilite los
caminos de acceso al Golfo de California,
destruidos a raíz del terremoto de 2010, y
que les complica embarcarse a la pesca de
curvina, principal fuente de sustento de
los cucapas.
Ellos, al igual que muchos bajacalifornianos,
se enteran a través de los medios, de
los viajes del Gobernador hacia la capital
Diputada local, presidenta estatal del PRI en BC
f: NancySanchezArredondo, t: @nancysanchez_bc
del País y a otros destinos del extranjero.
También escuchan que todos estos viajes,
le reditúan millones de pesos en beneficios
a los bajacalifornianos. Quién sabe cuántos
viajes más sean necesarios, para que
les puedan cumplir el compromiso hecho
en 2012 y reiterado en 2014 de reparar dichas
vías. Saben que en 3 semanas inicia la
temporada de pesca y que hay un tope de
captura establecido por la autoridad federal.
Están preocupados porque anticipan
que este año, a los 2 problemas anteriores
habrá que sumar la negligencia de un gobierno
estatal indiferente.
Hugo Zepeda, vive en Ensenada. Ha sido
diputado federal y director de la CESPE,
dos tribunas desde donde pudo haber hecho
mucho para ayudar a superar el problema
de escasez de agua, que cada vez
con mayor fuerza se reciente en la costa.
No hizo ni una cosa ni otra. Fue negligente,
al igual que los gobiernos estatales emanados
de su partido.
Fue tan mal calificada su actuación al
frente de la Comisión Estatal, que cuando
se postuló como candidato a la alcaldía ensenadense,
sufrió una apabullante derrota.
Siendo diputado y funcionario, Zepeda
jamás alzó la voz para externar una queja
contra Presidentes, Gobernadores o Presidentes
Municipales emanados de su partido.
Jamás vio la negligencia conjunta que
tiene a BC en la deplorable situación que
ahora ocupa.
Problemas que tienen un innegable origen
común: La negligencia de la autoridad
estatal. Y en este esquema de indiferencia,
cualquier problema inatendido, de la naturaleza
que fuere, generalmente desembocará
en crisis.
Desde Rosarito
Laura Torres Ramírez
Ciudadanos en el Desarrollo Metropolitano
12 Opinión jueves 12 de febrero 2015 INFOBAJA.INFO
La autora es diputada local, ex Presidenta CCE Baja California
laura.torres@congresobc.gob.mx
¿Y los ciudadanos qué dicen? Con
esta pregunta iniciamos los trabajos
de consulta para conocer la situación
de las dos zonas metropolitanas
con las que cuenta Baja California; la
de Tijuana, que incluye además a los municipios
de Playas de Rosarito y Tecate,
y la zona de Mexicali. Notará usted que
Ensenada no participa.
Para darle un contexto adecuado al
tema, hay que recordar que el 86% de los
bajacalifornianos habitamos en una zona
metropolitana, 56% en la zona de Tijuana
(1.9 millones) y 30% en la de Mexicali
(1 millón); de acuerdo a la última actualización
del Sistema Estatal de Información
Sociodemográfica.
Esas son las cifras, en la práctica, todos
los que vivimos en alguno de los municipios
metropolitanos conocemos de
primera mano cuanto ha avanzado el
crecimiento e integración de nuestras
ciudades, pues a diario experimentamos
las consecuencias de la interdependencia
con nuestros vecinos; incluso en algo tan
básico como ir al trabajo, la escuela, el
hospital, o visitar a nuestra familia, pues
los trayectos nos obligan a cruzar por
una compleja “ciudad de ciudades”.
Pero las zonas metropolitanas son mucho
más que un simple proceso de conurbación,
además de la concentración
demográfica, la vocación productiva, la
infraestructura y la demanda conjunta
de servicios públicos, es necesario que
exista la convicción política de las autoridades
para asumir compromisos con
otras autoridades, y desde luego, ciudadanos
vigilantes de que así suceda.
Con estos antecedentes, convocamos
a los ciudadanos expertos en la agenda
metropolitana para conocer qué piensan
al respecto; y gracias a la participación
de los Consejos de Desarrollo Económico
de los cinco municipios, a través
de sus Presidentes, técnicos y asesores,
logramos ubicar los puntos clave en la
actual Ley de Zonas Metropolitanas del
Estado, la norma que regula este tema en
Baja California, que de ser reformados
permitirán que la sociedad, representada
a través de dichos Consejos, proponga,
discuta y elija los mejores proyectos
para nuestras comunidades, además de
incorporar la perspectiva de género y
sustentabilidad en el desarrollo, e incluso,
se propuso la participación con uso
de voz para el Consejo de Ensenada.
Actualmente las propuestas resultado de
la mesa de trabajo con los Consejos ciudadanos,
ya fueron presentadas como una
iniciativa de reforma, y será el Pleno del
Congreso del Estado quien decida en definitiva
próximamente; sin embargo, apenas
es un paso en el camino hacia el empoderamiento
de la ciudadanía como actor indispensable
en las decisiones de gobierno.
Estoy cierta que si legisladores y autoridades
fortalecemos la participación ciudadana,
lograremos eficientar la administración
pública, evitando que cuando
termine un gobierno se abandonen los planes
y proyectos en curso. La respuesta está
en la sociedad, por su capacidad para constituirse
en el puente que dé seguimiento y
continuidad en el largo plazo. Que así sea.