11.06.2017 Views

Pideme lo que quieras 1-85 Megan Maxwell

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

pintamos <strong>lo</strong>s labios y <strong>lo</strong>s plantamos en las lámparas. Nos limpiamos el carmín<br />

con un pañue<strong>lo</strong> de papel y Eric me entrega un bolígrafo. Bajo mis labios pongo:<br />

« Judith» , y él bajo <strong>lo</strong>s suy os: « Eric» .<br />

—Ahora es más bonita —indica, divertido—. Tus labios reva<strong>lo</strong>rizan la<br />

lámpara y siempre <strong>que</strong> <strong>lo</strong>s vea en Alemania me acordaré de ti.<br />

Eso me entristece. Regresa a Alemania en su jet privado y se aleja de mí. Ya<br />

<strong>lo</strong> añoro y todavía no se ha ido.<br />

Cuando acabo el bocata, me tumbo en el césped y él me imita.<br />

—Volverás, ¿verdad? —le pregunto, incapaz de mantenerme callada.<br />

Como siempre, <strong>lo</strong> piensa antes de contestar.<br />

—Claro <strong>que</strong> sí, pe<strong>que</strong>ña. Parte de mi empresa está en España.<br />

Respiro aliviada.<br />

—¿Qué es eso tan importante <strong>que</strong> te hace interrumpir tu viaje? —sigo<br />

preguntando.<br />

No responde. Só<strong>lo</strong> me mira.<br />

—Es una mujer —gruño—, ¿verdad?<br />

—No.<br />

—¿Entonces?<br />

—Tengo obligaciones <strong>que</strong> no puedo desatender y he de regresar.<br />

Su contestación es tan cortante <strong>que</strong> decido callar.<br />

¡Me estoy pasando!<br />

Miro la copa de <strong>lo</strong>s árboles. Hace aire y me encanta ver cómo se mueven.<br />

Eso me relaja. Eric pone su cabeza en mi campo de visión y me besa.<br />

—Jud… —comienza a decir, mientras se separa de mí.<br />

—Tranqui<strong>lo</strong>. Me he pasado. Soy una preguntona.<br />

—Jud…<br />

—Que sí… <strong>que</strong> me he enterado. Que no soy nadie para preguntar.<br />

—Jud, escúchame, por favor.<br />

Su tono de voz hace <strong>que</strong> <strong>lo</strong> mire.<br />

—Prométeme <strong>que</strong> vas a continuar con tu vida tal y como era antes de <strong>que</strong> y o<br />

irrumpiera en ella.<br />

Voy a contestar, pero él me pone la mano en la boca para continuar:<br />

—Necesito <strong>que</strong> me prometas <strong>que</strong> saldrás con tus amigos y <strong>lo</strong> pasarás bien.<br />

Incluso <strong>que</strong> volverás a <strong>que</strong>dar con el tipo ese con el <strong>que</strong> te metiste en <strong>lo</strong>s baños de<br />

a<strong>que</strong>l bar y con ese tal Fernando, de Jerez. Quiero <strong>que</strong> <strong>lo</strong> <strong>que</strong> ha pasado entre<br />

nosotros <strong>que</strong>de como algo <strong>que</strong> ocurrió y nada más. No quiero <strong>que</strong> le des<br />

importancia y …<br />

—Vamos a ver. —Quito con brus<strong>que</strong>dad su mano de mi boca—. ¿A qué viene<br />

ahora esto?<br />

—Viene a colación de <strong>lo</strong> <strong>que</strong> hablamos en tu casa.<br />

Al recordar la conversación, me enfurezco.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!