11.06.2017 Views

Pideme lo que quieras 1-85 Megan Maxwell

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

intentando desviar el tema de conversación digo—: ¿Adónde vas a ver hoy el<br />

partido?<br />

—En casa. ¿Y tú?<br />

—He <strong>que</strong>dado con Azu y unos amigos en un bar. —Sonrío al pensar<strong>lo</strong>.<br />

—¿Algún amigo especial, morenita?<br />

—No, papá. Ninguno.<br />

—Ojú, hija, me alegra saber<strong>lo</strong>. Por<strong>que</strong> otro novio como ese <strong>que</strong> tuviste con<br />

un pendiente en la nariz y otro en la ceja me repugnaría.<br />

—Papáaaaaaaaaaaa… —digo, mientras me río a carcajadas.<br />

Recordar cómo miraba a Lo<strong>lo</strong>, un ex, cuando <strong>lo</strong> conoció todavía me resulta<br />

divertido. Mi padre es muy tradicional para muchas cosas y más para <strong>lo</strong>s novios.<br />

Consigo cambiar de tema y finalmente regresamos al fútbol.<br />

—Pues y o, hija, he organizado una barbacoa en el patio trasero. Como<br />

imaginarás, vendrán <strong>lo</strong>s amigos de siempre y nos hincharemos a gritar. Por<br />

cierto, hace un par de días el Bicharrón me dijo <strong>que</strong> Fernando llegará dentro de<br />

poco a Jerez. ¡Ah!, y creo <strong>que</strong> hoy está por <strong>lo</strong>s Madriles y te visitará.<br />

¡Ya empezamos con Fernando!<br />

Mi padre y el Bicharrón llevan toda la vida intentando <strong>que</strong> Fernando y y o<br />

seamos novios formales. Fernando me desvirgó cuando y o tenía dieciocho años.<br />

Fue mi primera relación con un hombre y, siempre <strong>que</strong> <strong>lo</strong> recuerdo, me hace<br />

sonreír. Qué nerviosa estaba y qué atento fue él. Es dulce y pausado en la cama<br />

y, aun<strong>que</strong> con él <strong>lo</strong> paso bien, he estado con otros hombres <strong>que</strong> me han hecho<br />

vibrar más.<br />

Tras hablar un rato sobre Fernando, su maravil<strong>lo</strong>so trabajo de policía en<br />

Valencia y <strong>lo</strong> excelente chico <strong>que</strong> es, cambio de tema y regreso al fútbol. Mi<br />

padre se emociona con ese tema y y o disfruto. Imaginar a mi padre y a <strong>lo</strong>s<br />

amigos de toda la vida cantando divertidos eso de « Yo soy… español…<br />

español… español» me encanta.<br />

Cinco minutos después, me despido de él y cuelgo el teléfono. Miro a Curro,<br />

<strong>que</strong> está tumbado en el sue<strong>lo</strong>, y <strong>lo</strong> subo al sofá. Respira con dificultad y eso me<br />

encoge el corazón. Hace dos meses, el veterinario me dijo <strong>que</strong> su vida se estaba<br />

apagando y <strong>que</strong>, cada día <strong>que</strong> pasa, va a más. Está viejito y, a pesar de la<br />

medicación, poco más se puede hacer por él salvo mimar<strong>lo</strong> y <strong>que</strong>rer<strong>lo</strong> mucho.<br />

Suena mi móvil. Un mensaje. ¡Fernando!<br />

« Estoy en Madrid. ¿Paso a buscarte y vemos el partido juntos?» .<br />

Le mando un « ¡De acuerdo!» y me tiro en el sillón.<br />

Sobre las dos y media de la tarde decido calentarme en el microondas un<br />

vasito de arroz blanco y unas salchichas. No me apetece cocinar. No estoy de<br />

humor. Después de comer, me tumbo en el sillón y en seguida viene a visitarme<br />

Morfeo, hasta <strong>que</strong> el sonido de mi móvil me despierta. Mi hermana.<br />

—Hola, cuchufleta, ¿qué haces?

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!