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LA CORDILLERA DEL OLVIDO<br />
La falta de identidad histórica y cultural del país<br />
Hay cuestiones de Colombia que son difíciles<br />
de entender, sin contar con los típicos<br />
problemas de hoy en día; violencia,<br />
desigualdad, desempleo, inseguridad. Hay<br />
unos que se ignoran y se consideran parte<br />
inevitable en el proceso de la globalización,<br />
como la falta de identidad cultural, la extinción<br />
de comunidades y costumbres indígenas.<br />
No le basto al pueblo con perder casi por<br />
completo culturas y civilizaciones como la<br />
Muisca, Wayuu, Ticuna (por mencionar algunas)<br />
sino que lo poco que queda de ellas se<br />
marginan, ignoran y solo se recuerdan para<br />
comprar accesorios y recuerdos de viajes,<br />
pero ¿qué tanto se sabe de ellos a pesar de<br />
ser pieza fundamental en la construcción<br />
de la memoria histórica del país?, ¿que tanto<br />
sabe la gente del pasado precolombino de<br />
tantos años? Y cuya comprensión nos<br />
transportaría a tiempos fantásticos y<br />
maravillosos.<br />
Pero claro, el surgimiento de nuevas tecnologías<br />
y el que las personas pasen más tiempo en<br />
redes sociales que haciendo otra cosa<br />
hacen que el ciudadano tenga menos<br />
capacidad de hacer un uso responsable de<br />
los avances tecnológicos que hacen que el<br />
mundo se conecte, las raíces que conectaban<br />
a la gente con su país son cambiadas por<br />
cables, mensajes y redes de internet.<br />
Los rastros del pasado del país son borrados,<br />
no solo por nosotros, ya que las personas<br />
que manejan el país hoy no son muy diferentes<br />
a los colonizadores que a punta de espada y<br />
cañón profetizaron la paz y acabaron no solo<br />
con el entorno natural de ese entonces sino<br />
con comunidades y familias, solo porque<br />
pensaban diferente, porque su dios tenia<br />
nombres diferentes al dios de ellos, hoy en<br />
día se sigue acabando con el medio ambiente y<br />
sus recursos, también se generan conflictos<br />
porque hay pensamientos adversos, ¿Cuál<br />
es el progreso que ha hecho el hombre?<br />
¿Cómo se hace llamar civilizado un grupo<br />
que hace este tipo de cosas? En este caso…<br />
hay poco que hacer, las comunidades indígenas<br />
restantes no solo en Colombia sino en el<br />
mundo están condenadas al olvido y a ser<br />
parte de libros empolvados sin abrir.<br />
El proceso de sensibilizar a la sociedad con<br />
esta problemática es complejo, y aun no ha<br />
comenzado, las futuras generaciones están<br />
siendo formadas bajo parámetros que<br />
facilitan la formación de políticos, economistas,<br />
matemáticos, pero no individuos éticos y<br />
tampoco personas que sepan preservar la<br />
identidad cultural, no solo indígena sino histó<br />
rica del país, cada vez son menos los niños<br />
que conocen de nombres y obras de personas<br />
como, Antonio Nariño, Policarpa Salavarrieta,<br />
Gabriel García Márquez, Jaime Garzón,<br />
personas que se ganaron un espacio en la<br />
historia no solo por sus conocimientos o<br />
títulos, sino por ser defensores de la libertad<br />
y la ética. Los jóvenes en Colombia quieren<br />
ser doctores, pilotos, astronautas, chefs,<br />
pero pocos quieren ser profesores, filósofos,<br />
historiadores, antropólogos, teólogos. Y en<br />
un entorno en el que se potencie y se<br />
incremente el número de personas que su<br />
vocación consista en la innovación, progreso<br />
y expansión del país, la conservación<br />
ambiental e histórica quedará en segundo<br />
plano.<br />
La pérdida física y espiritual de las comunidades<br />
indígenas es una realidad y se puede atribuir<br />
a los “revolucionarios” que han destruido al<br />
país en casi setenta años, al vivir en la parte<br />
rural del país sufren directamente las<br />
consecuencias del conflicto armado en<br />
Colombia, las zonas selváticas no son<br />
habitadas por las comunidades que solían<br />
hacerlo, animales o fauna silvestre , sino por<br />
guerrilleros, campesinos con pocas<br />
garantías para vivir, cultivos ilícitos y<br />
multinacionales que explotan y degradan el<br />
entorno solo para hacer más pesados sus<br />
bolsillos.<br />
Según la ONIC, (Organización Nacional<br />
Indígena de Colombia), en el año 2014, los<br />
derechos humanos de 3.193 indígenas<br />
fueron vulnerados, de los cuales 2.819 casos<br />
fueron por desplazamiento, por esto es<br />
común ver en las grandes ciudades y sobre<br />
todo en la capital a indígenas en las calles y<br />
lo único que tienen para subsistir son<br />
pequeñas artesanías, collares y pulseras,<br />
pero… ¿Quién los apoya? Los ciudadanos<br />
caminan al lado de ellos tirando monedas,<br />
creyendo que pagan años de conocimientos<br />
ancestrales y otros mas de sufrimientos no<br />
solo por las personas que gobiernan, sino<br />
quienes los ven necesitados y usan un arma<br />
más poderosa y destructiva que cualquier<br />
bomba jamás inventada, la indiferencia.<br />
Finalmente, el país está en necesidad urgente<br />
de personas que se hagan responsables, no<br />
solo de la innovación y de velar por un futuro<br />
lleno de prosperidad, sino de personas con<br />
sentido de pertenencia que protejan el<br />
pasado histórico y lo poco que queda de ello,<br />
preservarlo y darle las oportunidades<br />
necesarias para seguir las tradiciones de sus<br />
ancestros. ¿Por qué quitarle la oportunidad a<br />
las futuras generaciones de que conozcan y<br />
se enorgullezcan del largo camino que han<br />
pasado y las adversidades que han superado<br />
las comunidades indígenas?, son pocas las<br />
que quedan, y necesitan de nosotros para<br />
prevalecer, no abandonemos lo que fuimos,<br />
nuestro legado, ni dejemos que sea una<br />
historia olvidada y distante, es nuestra<br />
responsabilidad tener pertenencia e identidad<br />
con la cultura de lo que fuimos y dar memoria<br />
a las huellas nativas de nuestro pasado.<br />
Néstor Leandro<br />
Rico Useche<br />
11-1 JM / Colegio<br />
Aurelio Martínez Mutis<br />
14<br />
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