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Al parecer todos estos dulces y bebida,
los camotes, el rompope, las tortitas se
inventaron y prepararon en el convento
de santa Clara. A este respecto, en 2013
realicé una investigación sobre los dulces
para saber por qué se le atribuía todo a
santa Clara. Después de una entrevista
conocí que ellas habían trabajado mucho
la dulcería, especialmente de almendra y
que tenían gran experiencia en el arte del
dulce y la repostería. 6
Hay una fruta que es necesario rescatar, el membrillo,
fruto de un árbol muy aromático. Esta fruta no es común comerla
del árbol por su sabor ácido. En cambio se prepara un
ate de membrillo que es muy apreciado como postre, desafortunadamente
está dejándose de cultivar, por lo que es necesario
crear conciencia a las personas para que lo sigan haciendo,
porque es patrimonio de una entidad rica en frutas y
dulcería.
La dulcería antigua es extraordinariamente variada
en la Angelópolis, donde también se preparan ates de tejocote,
de chabacanos; dulces de pitaya, de guayaba, de uvas,
6 Finalmente llegué a la conclusión después de visitar y entrevistar a la R.M.
Isabel Soledad Valencia, abadesa, quien entró el 15 diciembre de 1955, tomó
el hábito el 17 de junio de 1956, e hizo la primera profesión el 21 de junio de
1957 y seguramente profesó los votos perpetuos en 1960. Originaria de
Amozoc, Puebla. Con mucho conocimiento de su comunidad, la verdad es
que han usado el nombre de Santa Clara, los dulceros que se encuentran
en esa zona, aprovechando la cercanía de ese monasterio.
El rompope, un delicioso licor inventado por las monjas del convento de santa Clara. Foto: Sor María de Cristo Santos Morales
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Año 3 / Núm. 10 / VERANO 2017