Septiembre GDYM

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SEPTIEMBRE DE 2017
Deportes
•
¿El fútbol con un tinte más verde?
Por: Juan Sebastian Cardona Varela “Tatan”
“Cuando un futbolista
decide irse para
China es asumir que
su carrera terminó”
Dice: Arjen Robben.
Hace aproximadamente
unos diez años un jugador que
en su espalda lucía el número
que acabo de mencionar alegraba
al mundo con la magia
de sus goles con frases como
esta: “el fútbol no se juega por
dinero ni por fama, se juega por
diversión”, frase que el gran
Ronaldinho Gaucho inmortalizó,
acompañándola con la sonrisa
que siempre lo caracterizó,
tanto dentro como fuera de las
canchas.
Lamentablemente hoy en día
esa frase el futbolista moderno
solo la utiliza para recordar al
mítico astro brasilero por sus
distintas redes sociales, medio
que también muchos lo utilizan
para presumir con sus mansiones,
lujosos autos y fiestas
estruendosas. Tal parece que
alardear con distinciones, títulos
o con las fotografías de
momentos que conmemoran la
entrega en un partido contra un
grande del fútbol o en un clásico
contra el rival de patio, lamentablemente
ya pasó de moda.
Podemos ver el caso de Oscar,
Jackson Martínez y Alexandre
Pato, jugadores que eran
reconocidos mundialmente en
sus equipos y en sus selecciones
como grandes figuras, imagen
que se desvaneció con la llegada
de un empresario chino,
exhibiendo su carita de publicidad
de galletas de la fortuna,
con un fajo de billetes contando
la cuantía de sus ganancias por
año. Acto que no es solo criticado
por los aficionados de sus
equipos, sino por colegas como
Arjen Robben, que dice: “cuando
un futbolista decide irse para
China es asumir que su carrera
terminó”.
Un caso similar sucede cuando
el jugador se va a vivir el
“sueño americano”, lo que para
muchos periodistas, técnicos y
hombres de fútbol es la entrada
a una carrera llena de lujos donde,
aparte de quemar sus últimos
cartuchos, se llenan sus bolsillos
de dinero, lo cual en muchos
de los casos, dado a su edad, es
pertinente. Desgraciadamente el
futbolista que está con el equipo
de sus amores hasta la muerte ya
se extinguió y muy difícilmente
volverá a existir.
Casos como el de Mbappe
y Neymar, con sus traspasos al
PSG de Francia, hacen entender
a los amantes de este deporte
que hoy en día el dinero pasó a
ser más importante que el nivel
futbolístico de la liga o su equipo.
La pelota llora, señoras y señores,
llora porque se siente mal
que la vean más atractiva por el
dinero y no por su forma de tratarla,
porque los que practican
el fútbol profesional decidieron
Tomada de https://www.elfutbolesinjusto.com/wp-content/uploads/2016/05/negocio-futbol.jpg
patearla por la felicitación que
reciben y el pago de grandes sumas
de dinero de los empresarios
y presidentes de los clubes,
en lugar de gozar de la euforia
del público que se deleita por
sus pases, fintas y goles.
Pasaron de poner “la caprichosa”
en un pedestal al lado
de sus trofeos y medallas para
dejarla atrás de su closet compartiendo
espacio con su ropa,
relojes, joyas y fajos de billetes.
El consumismo y la guerra de
marcas es el cáncer que está carcomiendo
este deporte, circunstancia
reprochable que lo único
que genera es malestar entre los
aficionados y seguidores de los
distintos equipos o jugadores.
Cada día se desfigura la belleza
y admiración que se siente
por este deporte, cuando
se comparte con los amigos,
disfrutando de una cerveza
en un lugar público, pues con
Tal parece que
alardear con
distinciones, títulos
o con las fotografías
de momentos que
conmemoran la
entrega en un
partido contra un
grande del fútbol o
en un clásico contra
el rival de patio,
lamentablemente ya
pasó de moda.
la compra de los derechos de
trasmisión, los hinchas no pueden
gozar de un plato futbolero.
La esperanza de un niño de
conocer a su ídolo se esfuma,
pues sus pies no alcanzan a la
ventanilla de su convertible de
última generación, cuando el
deportista sale a una sesión de
fotos. También los presidentes
y empresarios asociados al club
lesionan la felicidad de asistir al
estadio cada fin de semana por
el alto precio de las entradas.
Finalmente, solo nos queda
esperar si en algún momento
de esta década, año o temporada
salga una que otra joven
promesa, que aparte de que
nos deleite con su magia dentro
del terreno de juego, también
lo haga con su personalidad y
amor frente a un club. Por ahí
dicen que el amor lo puede
todo. Bueno, ojalá que en el balompié
mundial se aplique esta
frase, así que señoras y señores
que Dios se apiade del fútbol y
de nosotros… oh Dios, oh DIOS
danos más Tottis y menos Mbappes.
Feliz mes del amor y la amistad.
Gente, deporte y más...
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