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Perfumerías Unidas / Historia de una marca
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No existen muchas marcas que puedan
jactarse de haberse mantenido fieles, a lo
largo de toda su existencia, al empeño de
embellecer a la mujer. Es el caso de Guerlain.
Corría el año 1828 cuando Pierre-François
Pascal Guerlain abría su propia tienda en
el número 42 de la calle Rivoli, de París. Su
fama pronto traspasaría fronteras, al crear
fragancias para el emperador Napoleón
III, la reina Victoria de Inglaterra o la reina
Isabel II de España.
A punto de cumplir dos siglos de
historia, Guerlain lleva con orgullo el
sobrenombre de “parfumeur since 1828”
(perfumista desde 1828). Un detalle que
convierte a la firma en la más antigua del
mundo y en una de las más exquisitas,
con más de 1100 perfumes, productos a
los que luego se unieron el maquillaje y
sus líneas de tratamiento.
Crear un perfume es una historia de
pasión. Pero también una muestra de
rebeldía, de saltarse las normas, de
buscar nuevas materias primas e inventar
nuevos acordes. De ello se encarga el
perfumista de Guerlain Thierry Wasser,
quinto maestro de la casa, quien afirma
que “el hilo conductor de mi trabajo,
al igual que para mis predecesores, es
la pasión por lo bello, la admiración
por el saber hacer de los artesanos,
la autenticidad de un encuentro y la
Guerlain, “parfumeur since
1828” (perfumista desde 1828),
es una de las más exquisitas
firmas de perfumes del mundo,
con más de 1100 fraGancias en
su haber creativo.
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Guerlain
DOS SIGLOS CREANDO BELLEZA
Poco imaginaba Pierre-François Pascal Guerlain, al abrir su tienda en París hace
casi 200 años, que su apellido seguiría dando nombre a una de las casas de perfumes
más exquisitas de la historia. Ahora, el negocio acoge también líneas de maquillaje
y tratamiento de la piel. Siempre con fórmulas innovadoras y las materias
primas más selectas.