Una Visión en General

Contexto histórico: origen, desarrollo del patrimonio cultural
El Cosmovitral, considerado el más grande del mundo, se encuentra en un hermoso edificio estilo art nouveau que se
construyó como parte de las acciones conmemorativas del Centenario de la Independencia, para ser utilizado como
mercado, Su construcción inició el 22 de febrero de 1909. Al estallar la Revolución Mexicana, y por otras eventualidades,
el Mercado “16 de Septiembre” fue inaugurado hasta 1933, sin embargo el mercado funcionó como tal hasta
el año de 1975, funcionó por aproximadamente 40 años y, cuando fue reubicado en un espacio más amplio, el destino
del edificio se resolvió a favor del vitral diseñado por el artista mexiquense Leopoldo Flores, quien plasmó en él la
confrontación eterna entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la dualidad de ángeles y demonios. Decidieron convertirlo
en jardín botánico y aprovecharon los ventanales para convertirlos en vitrales. El diseño arquitectónico del
museo corresponde al estilo art nouveau y estuvo a cargo del ingeniero Manuel Arratia, originario de Zumpango.
La sección del vitral más conocida es la que representa al Hombre Sol, que recibe al visitante con la belleza de su significación
plástica y filosófica. La obra se llevó a cabo entre julio de 1978 y julio de 1980.
La parte artística fue fruto de los sueños y realidades del artista mexiquense Leopoldo Flores, quien durante un año
trabajo con el proyecto y ejecutada por un grupo de 60 artesanos, quienes trabajaron en esta obra durante tres años en
los talleres instalados ex profeso en Lerma, Estado de México.
Para su creación se utilizaron 75 toneladas de vidrio soplado y 25 toneladas de cañuelas de plomo; se ocuparon 28
colores diferentes de vidrio, del cual, 80% fue importado de: Italia, Alemania, Francia, Bélgica, Japón, Canadá y Estados
Unidos.
Compuesto por 71 módulos vitrales, que en conjunto suman tres mil 500 metros cuadrados de vitral, este espacio alberga
alrededor de 400 especies de plantas diferentes, provenientes de las regiones de México, Centroamérica, Sudamérica,
África y Asia; se pueden encontrar azucenas, rosas, orquídeas mexicanas, aves del paraíso, cipreses y helechos.
También hay árboles y arbustos naturales como el araucaria, proveniente de Chile; el amaranto de Brasil; el
tulipero de China; el Santiaguito y el árbol de las manitas, originarios de México.
También alberga una escultura dedicada a Eizi Matuda, investigador y biólogo japonés, quien tuvo a su cargo la Comisión
Botánica del Estado de México y dedicó gran parte de su vida a la clasificación y al estudio de la flora local;
así como la Linterna de la Amistad, monumento conmemorativo de la hermandad con Saitama, Japón.