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La Tribuna Hispana USA • Marzo 1 - 7, 2018
NASSAU • El Salvador 21
¿Qué pasará cuando las remesas bajen tras el fin del TPS?
Por Jesse Acevedo
El mes pasado, la administración de
Trump anunció que terminará con el
Estatus de Protección Temporal (TPS)
para los inmigrantes de El Salvador. Si el programa
finaliza en septiembre del 2019, tal como
está planificado actualmente, existe la preocupación
de que una caída en estas remesas podría
resultar en un aumento de la pobreza en El
Salvador. En el 2017, los salvadoreños enviaron
un estimado de $5.02 mil millones, el 18.3%
del PIB del país, la tercera porción más alta de
América Latina detrás de Haití y Honduras, que
también son países con TPS.
Los salvadoreños gastan en gran medida estos
fondos en necesidades básicas, junto con
gastos de salud y educación. Con las remesas
tan importantes para la vida social y económica
del país, ¿cuáles son las ramificaciones políticas?
¿Qué sucederá cuando las remesas caigan?
Lo que pasó en la Gran Recesión
La Gran Recesión de 2007-2009 dio lugar a
altos niveles de desempleo en EE.UU., especialmente
entre los inmigrantes. Y El Salvador
vio una disminución repentina del 8% en
las remesas entrantes. Muchos hogares en El
Salvador tenían menos ingresos debido a la
crisis económica en el norte, y esto modificó
las opiniones de la población sobre la medida
en que los gobiernos deberían proporcionar
servicios públicos a sus ciudadanos, lo que se
conoce como redistribución.
Los economistas y los científicos políticos
tienden a argumentar que los receptores de las
remesas en los países en desarrollo rechazarán
la redistribución y los servicios gubernamentales.
Aquí hay un ejemplo de por qué: las remesas
pueden permitir a los hogares acceder a servicios
médicos privados, en lugar de depender de
clínicas públicas. El argumento, entonces, es
que un mayor flujo de remesas a países como
El Salvador, ayuda a mantener a los políticos al
margen en términos de prestación de servicios
públicos.
Este argumento se basa en la suposición
subyacente de que los flujos de remesas son
estables y crecientes. Y es una suposición razonable
para los países TPS como El Salvador:
las remesas se incrementan anualmente,
acorde con el aumento de la migración.
Menos remesas más redistribución
Pero la Gran Recesión proporcionó una
instantánea de lo que sucede cuando las
remesas disminuyen repentinamente. Los
destinatarios favorecieron la redistribución:
esperando que sus gobiernos den un paso
adelante. Por lo tanto, una visión convencional
sobre las remesas podría causar que los
receptores vuelvan a optar por los servicios
públicos, a medida que las remesas se recuperen.
Sin embargo, mis hallazgos muestran que
los destinatarios continuaron favoreciendo la
redistribución incluso después de que las familias
comenzaron a ver más dinero de sus
familiares en EE.UU.
Creando una incertidumbre
Yo sostengo que la Gran Recesión en
EE.UU. significó que los receptores de
remesas en América Latina ya no vieron su
ingreso externo como una fuente estable de
efectivo. Las remesas proporcionan seguridad
económica, y la Gran Recesión socavó esa
promesa. La pérdida de este ingreso expuso a
los beneficiarios a riesgos económicos adicionales
y creó una incertidumbre sobre los ingresos
futuros. Esto, a su vez, llevó a los beneficiarios
a favorecer la redistribución como
una protección contra el riesgo económico
externo. El apoyo a la redistribución persistió
incluso cuando las remesas se recuperaron,
debido la experiencia de pérdida de ingresos
e incertidumbre.
Y es probable que la pérdida del estatus de
TPS y la pérdida de la capacidad de los asalariados
de estos países para trabajar legalmente
en EE.UU., provoque que los hogares receptores
en países como El Salvador exijan más
servicios gubernamentales, para compensar
las pérdidas en ingresos por remesas.
Cómo responderán los gobiernos ante la baja de remeses
La pregunta más amplia es cómo responderán
los gobiernos de El Salvador
y otras naciones TPS a las
demandas cambiantes, debido a circunstancias
fuera de su control, como una recesión
económica o un cambio de política.
Las elecciones legislativas y municipales en
El Salvador están programadas para el 4 de
marzo y deberían dar una idea de cómo los
votantes, y los partidos políticos responden a
la decisión de Trump sobre TPS. Los miembros
de los partidos opositores ARENA y
PCN han culpado a la incapacidad del partido
titular, el FMLN, de mantener fuertes
relaciones con Estados Unidos. En una encuesta
reciente, los salvadoreños dijeron que
desaprobaron el uso de los partidos políticos
del tema TPS en las actuales campañas electorales.
En la elección presidencial
Lo que está en juego, sin embargo, será mayor
en las elecciones presidenciales de febrero
de 2019 en El Salvador. La creciente inseguridad
de los migrantes, y las remesas que
envían, probablemente impongan nuevas presiones
a los partidos políticos para crear una
plataforma que reduzca la dependencia de las
remesas. Y lo más probable es que aumenten
las demandas al gobierno para que proporcione
mayores servicios a sus ciudadanos.
Si sus funcionarios electos no pueden proporcionar
estos servicios, los salvadoreños
pueden continuar migrando hacia el norte
para encontrar seguridad económica, a pesar
de las percibidas políticas hostiles contra los
inmigrantes en EE.UU.
Jesse Acevedo es profesor de ciencias políticas en la UCLA.
Traducción: A. Mondragón