Valores+_22

La formación en TIC’s
Dr. Miguel Ángel
Escamilla Santana
(Profesor-Investigador de la
Facultad de Contaduría y
Administración)
Giulia Marelli
(Estudiante del 6°. Semestre de la
Licenciatura en Economía-FCA)
Al comienzo del desarrollo de las
tecnologías de la información (TI)
las computadoras estaban enfocadas
principalmente al procesamiento
de la información. Hoy en
día se habla más de las tecnologías
de la información y comunicaciones
(TICs); esto refleja cómo a lo
largo del tiempo, se han combinado
la computación con las telecomunicaciones.
Las TICs tienen
ambas funciones, ya sea el procesamiento,
como la comunicación
de la información (Heeks, 2002).
Las TICs están presentes en todos
los ámbitos de nuestra vida y han
sido una herramienta importante
para el desarrollo de las empresas.
La inserción de estas tecnologías
en el ámbito empresarial ha establecido
la idea de que su uso nivela
o disminuye la brecha entre
corporaciones grandes y pequeñas
(Heeks, 2002). Las TICs son
fundamentales para integrar las
actividades básicas de operación,
ya que la economía actual requiere
de sistemas que les permitan a
las empresas tener presencia en el
mercado y estén a la vanguardia
(Maldonado, et al. 2010).
La implementación de las TICs
en las organizaciones es de gran
importancia para su crecimiento
y supervivencia: permite mayor
agilidad en la generación, acceso
y distribución de la información,
haciendo la asistencia a clientes y
proveedores más eficiente y fácil.
Por otro lado, el comercio electrónico
permite la existencia de
un mercado globalizado donde se
pueden ofertar productos y servicios
a, potencialmente, millones
de personas (Maldonado et al,
2010).
Por la importancia que han tomado
las TICs se han hecho múltiples
estudios de campo para determinar
el uso y percepción de
estas tecnologías. El modelo más
utilizado es el de Aceptación Tecnológica
(TAM), ya que ha sido
efectivo para predecir su uso. Fue
desarrollado por Davis (1989)
especialmente para predecir la
aceptación de los sistemas de información
de los usuarios en las
organizaciones. Este modelo propone
que la utilidad y la facilidad
de uso de la tecnología son lo que
determina la intención que tiene
Fotografía por Diego Rodríguez Arcega
para usar cierto sistema (Yong, Rivas
y Chaparro, 2010).
En la última década han surgido
disciplinas que estudian a los individuos
para adaptar las nuevas
TICs a su idiosincrasia o cultura,
para desarrollar herramientas más
eficientes en base a las necesidades
o capacidades de las personas. De
igual manera, hay modelos para
evaluar la aceptación que tienen
los usuarios de la tecnología.
En este ámbito se toman en cuenta
muchos factores incluyendo la
edad de los usuarios, ya que hay
una brecha generacional, donde
los jóvenes son los más adaptados
y las personas de mayor edad pueden
presentar cierta resistencia
(Figuer, Malo y Bertran, 2010).
Finalmente, en el contexto de evolución
tecnológica en el que se
mueven la mayoría de las organizaciones
en la actualidad, el uso
de las nuevas tecnologías facilita
la formación, reduce los costos,
ahorra tiempo y es fuente de ventaja
diferencial, permitiendo a la
organización generar beneficios
adicionales. Es importante evaluar
el grado de aceptación de las TICs
para ver cómo influye en la mejora
del rendimiento de los trabajadores
de MiPyMEs en Querétaro.
Inmersos en una sociedad cada
vez más globalizada y tecnológica
las empresas locales deben implementar
nuevas tecnologías que les
permitan permanecer en el mercado
y beneficiarse de estas herramientas.
Las tecnologías de la información
y la comunicación son
fundamentales para las MiPyMEs
ya que mejoran el rendimiento de
los trabajadores y de la organización
en general.
En el estado de Querétaro recientemente
se ha captado mucha inversión
extranjera directa (IED),
según la teoría económica este es
un importante canal de distribución
de tecnología. Aprender de
empresas extranjeras siempre es
una ventaja, especialmente para
países emergentes como México.
Las TICs juegan un papel importante
en la difusión de la información
y eventualmente hacen que se
impulse el crecimiento económico
y la productividad (Gudarzi y Sadro,
2012).
El escenario nacional es parecido;
en el presente sexenio se han propuesto
e implementado una serie
de reformas estructurales al país.
Entre ellas se encuentran varias
propuestas para llevar a México a
ser un país más tecnológico y digital,
esto con el fin de aprovechar
mejor las tecnologías disponibles e
incrementar la competitividad de
las empresas del país.
La Estrategia Digital Nacional es
el documento que suma todas las
acciones del Gobierno de la República
para lograr que el acceso
y utilización de las tecnologías
de información y comunicación
maximice su impacto económico,
social y político en beneficio de la
calidad de vida de los mexicanos
(Staff Presidencial, 2013).
Por otro lado, en 2011 se presentó
la Agenda Digital Nacional
(ADN); este es un vehículo para
generar consensos para lograr el
incremento en la competitividad
de nuestro país con base en las
TICs. Su propósito es alinear las
acciones y objetivos de todos los
actores de la sociedad (gobierno,
organizaciones, individuos, etc.)
para llevar a México a ser una
Sociedad de la Información y el
Conocimiento (SIC). Esto como
parte de un plan de desarrollo en
continuidad en el corto, mediano
y largo plazo.
El reciente interés que han tomado
diversas aéreas de la sociedad en
las TICs es porque están directamente
relacionadas con la competitividad.
A mayor capacidad TIC,
mayor competitividad y viceversa.
En consecuencia la ADN se requiere
para:
1.Lograr una economía y sociedad
más competitivas.
2.Lograr un mayor bienestar en
los individuos a través de una sociedad
mejor educada e informada,
más innovadora y amigable
con el medio ambiente, con mejores
servicios, más abierta, transparente
y participativa y con mayor
calidad de vida.
3.Lograr una adecuada transición
hacia una SIC.
Las TICs están constituidas por las
inversiones en equipos de computación,
software y medios de
comunicación. Se puede dividir
en tres eslabones: el primero es
el hardware, el segundo (middleware)
está constituido por los
sistemas de gestión de las TICs, y
el tercero y último, es el desarrollo
de software que proporciona los
servicios de valor agregado mejorando
las condiciones de conectividad
y contenidos (Pineda, 2008).
Actualmente es claro el impacto
positivo que tienen las TICs en las
empresas. El incremento de la inversión
en TICs crea un ambiente
favorable para la innovación y la
adopción de nuevas tecnologías
(Maldonado et al, 2010). Esto aumenta
la productividad en el largo
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