REMINICENCIAS

Entonces, y aún sin media palabra, yo solo asentí con la cabeza.
Aterrado el me preguntó: ¡¿Y quién eres tú?!.
Fue inevitable.
Solté una carcajada y encajé en el mi mirada.
Con un gesto serio y gris dije en un momento lo que nunca en
mi vida, pude contestarme.
Yo soy el silencio.
Yo soy el principio y el fin.
Yo soy el vacío que sueles sentir.
Yo soy soledad que habita en ti.
Soy la curiosidad.
Soy el infierno hecho persona,
el protagonista de las mil y una historias.
Son mis manos las que me arrastraron a la perdición.
Fui yo mismo quién te trajo aquí.
¡Pobre tú que engañado pensaste tomarme por sorpresa!
Soy el silencio.
Yo soy...
Soy el miedo.
(Soy los sollozos en medio del silencio de la nada,
soy el vacío que deja mi ausencia en mí,
soy la oscuridad en el lado oculto de la luz.
Soy una hoja de papel llena de escritos en blanco.)
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