Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
POROROCA<br />
ESTRENO 18 DE MAYO<br />
Rumanía / 2<strong>01</strong>7 / 152 min. / Barton Films / Dir.: Constantin Popescu<br />
Rep.: Bogdan Dumitrache, Iulia Lumânare, Constantin Dogioiu<br />
El tsunami rumano que ha anegado los festivales de cine durante<br />
los últimos casi tres lustros sigue inundando gota a gota nuestras<br />
entretelas. Director de uno de los capítulos de la autoconsciente<br />
(“sabemos lo que os gusta de nuestro pasado”) Historias de<br />
la edad de oro, Constantin Popescu llevaba 7 años sin dirigir desde<br />
que su Principles of Life estuvo en San Sebastián. Habitual del<br />
certamen donostiarra, ha regresado, más seco, más contundente, al<br />
territorio sentimental de la familia con un título evocador al estilo<br />
de la extraordinaria Sieranevada de Cristi Puiu. El filme remite<br />
a un exotismo que contrasta bien con la dura (durísima, dolorosa<br />
hasta el pasmo) propuesta que acontece en este aparentemente<br />
plácido verano de Bucarest. Pororoca, voz en lengua guaraní, se refiere<br />
a la devastadora ola que viene del océano y sube por el Orinoco<br />
y otros ríos amazónicos inundando las orillas violentamente.<br />
Esa imagen larvada queda en la recámara de un cineasta dispuesto<br />
a reventar la tranquila mañana en la que un padre en bambas y camiseta<br />
acompaña a sus dos hijos al parque. La desconcertante desaparición<br />
de su niña pequeña abre una compleja trama de afectos<br />
magullados y un crescendo del resquebrajamiento interior cercano<br />
al desasosiego de la genial Sin amor, del ruso Zvyagintsev. Ahí comienza<br />
la historia de una obsesión cuya evolución en pantalla tiene<br />
mucho que ver con el fenómeno natural al que se refiere. Contundente,<br />
Popescu alarga los planos (y el filme) y no ahorra detalle<br />
del desconcierto paulatino en el que se sume el protagonista (Dumitrache,<br />
mejor actor en Donostia), rodeado de las miradas ajenas<br />
y de una luz tan amable que hace más angustioso todavía el contraste<br />
con la tortura por la que pasa el personaje y, de retruque, el<br />
espectador desprevenido ante el estacazo final. CARLOS MARAÑÓN<br />
VEREDICTO Otro tsunami cinéfilo rumano: la desaparición de una niña inunda<br />
de desasosiego el verano de Bucarest y pone a prueba a un padre (y al espectador).<br />
NIGHT IS<br />
SHORT,<br />
WALK ON GIRL<br />
HANNAH<br />
ESTRENO 10 DE MAYO<br />
[Yoru wa mijikashi aruke yo otome]<br />
Japón / 2<strong>01</strong>7 / 92 min. / Selecta Visión<br />
Dir.: Masaaki Yuasa Rep.: Animación<br />
“¡Algo extraño sucede aquí! ¡El<br />
guion parece estar escribiéndose<br />
sobre la marcha!”. De esta manera,<br />
a eso de la media hora de<br />
película, Night Is Short, Walk On<br />
Girl enuncia aquello que más de<br />
un espectador estará pensando: a<br />
partir de una novela de Tomihiko<br />
Mohimi (autor al que ya adaptó en<br />
la aclamada Tatami Galaxy), Masaaki<br />
Yuasa entrega un filme que,<br />
simplificando mucho, puede describirse<br />
como el híbrido imposible<br />
(y, sin embargo, existente) entre<br />
¡Jo, qué noche! y El viaje de Chihiro.<br />
Es decir, una cinta en la que puede<br />
ocurrir cualquier cosa y, de hecho,<br />
ocurre, lo cual puede ser una bendición<br />
o todo lo contrario.<br />
Animada por un arsenal de bebercios<br />
en el que destaca el denki<br />
bran, el mítico ‘brandy eléctrico’ de<br />
la noche tokiota, esta historia de<br />
una chica en busca de la cogorza<br />
de su vida y del chico que pretende<br />
seducirla haciéndose el encontradizo<br />
(hay que ver…) resulta<br />
extenuante dada su acumulación<br />
de elementos: formas, colores,<br />
peripecias, personajes, números<br />
musicales y referencias al folklore<br />
y la literatura de Japón se suceden<br />
con el ritmo de los cubatas en<br />
una noche de barra libre. Ante<br />
tamaño asalto, uno puede cubrirse<br />
pudorosamente los ojos o asumir<br />
que el desarrollo del filme es más<br />
sencillo de lo que parece y está,<br />
para colmo, agraciado con el privilegio<br />
único del cine de animación:<br />
mostrar sucesos, no ya increíbles o<br />
improbables, sino irrealizables en<br />
acción real. YAGO GARCÍA<br />
VEREDICTO Cóctel de imágenes fascinantes por cortesía del barman Yuasa.<br />
ESTRENO 18 DE MAYO<br />
Italia / 2<strong>01</strong>7 / 95 min. / Surtsey / Dir.:<br />
Andrea Pallaoro Rep.: Charlotte Rampling,<br />
André Wilms, S. Van Vyve<br />
Hannah empieza con un primerísimo<br />
primer plano del rostro<br />
de Charlotte Rampling y nunca<br />
se despega de él. De inmediato<br />
descubrimos que el marido<br />
de Hannah está en la cárcel y<br />
después, mientras tratamos de<br />
averiguar cuál fue el crimen y<br />
qué rol desempeñó ella, la vemos<br />
resquebrajarse cada vez más por<br />
la vergüenza y la culpa. Cuanto<br />
más intenta llevar una vida<br />
normal, más parece el entorno<br />
conspirar para excluirla.<br />
Andrea Pallaoro contempla<br />
este proceso con paciencia<br />
distante y parsimoniosa, privándonos<br />
de casi todo acceso a antecedentes<br />
y contexto. Pese a ello,<br />
las pistas que nos ofrece acaban<br />
revelando demasiado pronto la<br />
respuesta a nuestras preguntas,<br />
pero en realidad eso solo sería<br />
un problema si la película jugara<br />
al suspense. En cambio, prefiere<br />
centrarse en retratar a una mujer<br />
que cumple condena social; y su<br />
contundente eficacia se basa casi<br />
exclusivamente en la interpretación<br />
de Rampling, construida<br />
a partir de meros esbozos de<br />
acción y diálogo y aun así tan<br />
memorable que resulta del todo<br />
imposible apartar los ojos de<br />
ella. Para rompernos el corazón<br />
la actriz necesita poco más que<br />
recurrir a unas contracciones en<br />
la mirada y a leves convulsiones<br />
en la comisura de los labios y a<br />
un cuerpo que parece encogerse<br />
escena a escena, como tratando<br />
de esconder una herida supurante<br />
en el alma. NANDO SALVÁ<br />
VEREDICTO Su única baza es la interpretación de Rampling. Pero qué baza.<br />
44 • MAYO <strong>2<strong>01</strong>8</strong> •