La voz del Fray 2.0, 5 (06/2018)

Después del Fray
En el Fray tenemos el orgullo de contar con unos brillantes antiguos alumnos que han colaborado
con actividades del instituto y nuestra revista. En un número anterior La voz del Fray 2.0 pudimos
hacerle una extensa entrevista a Miguel Belló, director general de Elecnor Deimos. Queremos ahora
comenzar una sección de la revista que incluya pequeñas colaboraciones de antiguos alumnos que
nos hablen sobre sus experiencias en su carrera profesional . Nos ha hecho el favor de inaugurar
esta sección Cristina Núñez Jiménez, responsable de Comunicación y Relaciones Externas del
Complejo Industrial de Repsol en Puertollano.
En primer lugar, permitidme
que me presente. Soy
Cristina y soy periodista.
Pero además de periodista
soy otras muchas cosas.
Como vosotros. Soy hija y
madre, soy ama de casa a
tiempo parcial, soy licenciada
universitaria, soy puertollanera y lo más importante:
soy ex alumna del Instituto Fray Andrés.
Además de todo eso, soy soñadora, algo
cotilla (deformación profesional), alegre y nostálgica.
Escribo, leo y soy cinéfila. Soy tantas cosas
como se me ocurren. Igual que vosotros. Igual
que todos.
Y comienzo con esta reflexión porque hoy
que tenemos tantas oportunidades a nuestro
alcance no podemos conformarnos con ser una
sola cosa. Ni siquiera con ser lo que queremos. En
mi caso siempre fue ser periodista. Lo tenía muy
claro. De hecho en el instituto ya escribía en el
periódico del centro y participé, con cierto éxito,
en algún que otro concurso de cartas de amor.
Nada podía distraerme de mi objetivo:
escribir en un periódico. Debo reconocer que
durante años lo conseguí y me parece que la
escuela de la calle es la mejor para aprender el
periodismo y más, en una ciudad pequeña como
Puertollano en la que tan pronto escribes de
política como lo haces de folclore, de deporte o
incluso ¡de toros!
Así que eso de “periodismo especializado”
me quedaba muy lejos. Pero al mal tiempo siempre
hay que ponerle buena cara y aprendí un
poquito de cada historia que escribía. Con el
tiempo busqué nuevos trabajos y aunque siempre
dentro del mismo oficio, nunca pude pensar
que un periodista era capaz de hacer tantas cosas.
Organizar y presentar actos, hacer radio,
televisión, preparar una campaña de publicidad,
preparar proyectos, diseñar, hacer fotos, retocarlas,
maquetar, actualizar una web. Y no es que yo
sea muy lista, es que hoy todos somos multitarea,
multifunción.
Por eso, cuando nos dicen que tenemos que
reinventarnos no nos dicen nada nuevo. Reinventarse
es explorar tus posibilidades. No creer que
por ser periodista sólo puedes escribir. Para eso
Todo lo que somos, todo lo que hacemos
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Por Cristina Núñez Jiménez
ya está Pérez Reverte, que por cierto, no es lo
único que hace. Por ser profesor sólo puedes
enseñar o por ser abogado sólo puedes defender
las causas justas e injustas.
“No podemos conformarnos
con ser una sola cosa”
Igual que somos muchas clases de persona
en una sola. De la misma forma que vamos a
clase de ciencias, de mates o de inglés y hacemos
en cada una de ellas tareas diferentes, en la vida
también somos todo lo que queramos y aprendemos
en función de nuestros gustos, capacidades
y también, de lo que nos va demandando la vida.
Hoy tengo un nuevo puesto de trabajo. Y
esta nueva responsabilidad tiene muchas aristas.
Soy responsable de Comunicación pero no sólo
escribo notas de prensa. A mi “puesto” le añaden
una “coletilla”: y Relaciones Externas. Y eso significa
que tengo que estar con la gente, escucharla,
atenderla y si puedo, ayudarla. Nadie me había
dicho que ser periodista también era eso.
De manera que, aquí estoy. Exalumna del
Fray, periodista y de Puertollano. Casi nada.
Y aunque penséis que todo esto que os
cuento os queda lejos, si reflexionáis veréis que
os parecéis mucho a mí. Sois muchas cosas y
hacéis muchas cosas. Vuestras aficiones pueden
ser vuestra profesión del futuro, pueden ser lo
que os abra un camino y ante todo pensad que
nada es inmutable y desde luego, nada es para
siempre.
Lo efímero tiene su gracia y es que no te
deja aburrirte. Así que si no te gusta algo, a lo
mejor tienes más éxito con otras opciones.
Aunque queráis ser un ingeniero de la NA-
SA no siempre tendréis que llegar a la luna y si
queréis ser carpintero, no siempre tendréis que
hacer sillas. Y una cosa es tan buena como la otra
y una os hará tan felices como la otra.
Y en ese camino, hay muchas experiencias
que os sorprenderán y os harán pensar que ni en
sueños hubierais creído que seríais capaces de
hacerlo. Ánimo y a por ello.