EmprEsas dE EU, Francia, alEmania, Holanda… rEcUrrE - Emeequis
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Sanción: Paradigm llegó a un acuerdo con el Departamento<br />
de Justicia de <strong>EU</strong> para evitar que se le fincaran cargos<br />
criminales: pagó una multa de un millón de dólares.<br />
7.-Empresa: Crawford Enterprises Inc.<br />
País: Estados Unidos<br />
Dependencia involucrada: Pemex<br />
Ganancias obtenidas: 230 millones de dólares<br />
Acusación: Entre diciembre de 1977 y mayo de 1980,<br />
Crawford y sus filiales pagaron un total de 9 millones 960<br />
mil dólares a funcionarios de Pemex para que se aprobara<br />
la compra de sus sistemas de compresión.<br />
Crawford inflaba los precios de los pedidos para incluir<br />
el monto de los sobornos destinados a los funcionarios. Para<br />
aparentar competitividad, Crawford y otras empresas cómplices<br />
ajustaban los precios de sus ofertas de modo que la<br />
empresa texana siempre aparentara ser la mejor opción.<br />
Grupo Delta, firma representante de Crawford en México,<br />
se dedicaba a elaborar facturas falsas para cobrar los<br />
sobornos. Delta destapó las operaciones que involucraban<br />
al presidente y dueño de la empresa, Donald Crawford,<br />
porque éste se negó a pagar las comisiones acordadas.<br />
Sanción: Donald Crawford fue acusado por conspiración<br />
y soborno y pagó una multa de 309 mil 999 dólares; su<br />
compañía fue multada por 3 millones 460 mil.<br />
$ $ $<br />
El 29 de septiembre de 2010, el Departamento de Justicia<br />
de <strong>EU</strong> anunció que había llegado a acuerdos con la empresa<br />
suiza ABB Ltd en torno a las acusaciones por fraude y<br />
soborno.<br />
ABB admitió que su filial ABB Network Managment,<br />
con sede en Sugar Land, Texas, pagó 1.9 millones de dólares<br />
en sobornos a funcionarios de la Comisión Federal de<br />
Electricidad durante ocho años.<br />
El convenio para declararse culpable tenía antecedentes<br />
desde 2005. El 27 de abril de ese año, Fernando Basurto,<br />
director de la firma Equipos y Sistemas de México (Esimex),<br />
recibiría un correo electrónico inusual de Joseph O’Shea,<br />
uno de sus clientes en Estados Unidos.<br />
“Mi abogado cree que estaría bien que usáramos una<br />
cuenta de correo privada, así será más difícil que alguien<br />
descubra nuestras conversaciones. Creo que deberíamos<br />
alterar nuestra rutina, es decir, dejar de vernos en el ‘lugar<br />
de los huevos benedictinos’ ”.<br />
O’Shea se escondía del FBI. Cinco meses antes había sido<br />
despedido de ABB Network Management, filial ABB Ltd.<br />
El corporativo en Suiza había detectado transacciones<br />
sospechosas autorizadas por O’Shea mientras éste fungía<br />
como gerente general de ABB NM.<br />
Después de que fue despedido, la policía hallaría el destino<br />
de esas transacciones: las cuentas bancarias de subdirectores<br />
de CFE, identificados en los documentos de la Corte<br />
Distrital del Sur de Texas, con las iniciales N, C, J y G.<br />
De 1997 a 2003, el entonces gerente de ABB NM envió<br />
1.9 millones de dólares en sobornos para asegurar el contrato<br />
para la operación y desarrollo del Sistema de Información<br />
en Tiempo Real para la Administración y Control de la<br />
Energía (Sitracen), y otro para su actualización y mantenimiento,<br />
con un valor total de 81 millones de dólares.<br />
Los sobornos no fueron iniciativa de O’Shea. Según los<br />
documentos de la Corte, los funcionarios de CFE informaron<br />
al gerente, a través de Fernando Basurto, intermediario<br />
entre la paraestatal y la compañía, que “sería necesario<br />
realizar pagos para la obtención de los contratos Sitracen<br />
y Evergreen”.<br />
O’Shea, Basurto y los funcionarios de la CFE acordaron<br />
en un encuentro que estos últimos recibirían 10 por ciento<br />
del monto de los contratos.<br />
A partir de entonces, O’Shea realizaría transacciones<br />
electrónicas de la cuenta de ABB NM a las cuentas de Basurto<br />
y sus familiares, incluidos sus padres. Basurto transfería<br />
el dinero a las cuentas de los funcionarios de CFE, a los que<br />
identificaba como “Los Buenos Muchachos”.<br />
Las sospechas de los sobornos también surgirían en<br />
México. En agosto de 2005, Enrique Santacana, presidente<br />
de la división ABB en Norteamérica, presentó una denuncia<br />
en la PGR por “los comportamientos impropios” de Gustavo<br />
Salvador Torres, subdirector del Centro Nacional de Control<br />
de Energía, en relación con el contrato Evergreen.<br />
Cuatro años más tarde, la Auditoría Superior de la Federación<br />
solicitaría una revisión a la CFE “en relación con<br />
los presuntos actos de corrupción que involucran a servidores<br />
públicos de la entidad”.<br />
Pero a principios de 2010, el director de la paraestatal,<br />
Alfredo Elías Ayub, respondió e informó que después de<br />
investigar las acusaciones, el departamento auditor de CFE<br />
no encontró elementos para sustentarlas, por lo que dieron<br />
de baja el expediente.<br />
Meses más tarde, cuando el Departamento de Justicia<br />
de <strong>EU</strong> reveló lo mismo que él había desechado, Elías Ayub<br />
tuvo que echar marcha atrás.<br />
$ $ $<br />
Ángela Gómez nunca perdió la elegancia. Ni siquiera cuando<br />
salió de la Corte federal de Houston el 13 de agosto de<br />
2010.<br />
Aún esposada y con uniforme naranja (el que usan los<br />
presos en Estados Unidos), la morelense tenía las uñas<br />
pintadas de rojo y su cabello rubio cenizo estaba peinado<br />
con ondas prolijas.<br />
Un mes después, mientras en México se celebraba el<br />
Bicentenario de la Independencia, Ángela Gómez y su esposo<br />
Enrique Aguilar fueron acusados por lavado de dinero,<br />
conspiración para realizar lavado de dinero y fraude en la<br />
Corte Central de California.<br />
La pareja dirigía las firmas Grupo Internacional de Asesores<br />
SA y Sorvill en México; ambas representaban a compañías<br />
extranjeras que buscaban hacer negocios con la CFE.<br />
Una de esas firmas foráneas era Lindsey Manufacturing<br />
(LM), proveedora de materiales y sistemas de restauración<br />
para la industria eléctrica con sede en Azusa, California.<br />
LM eligió buena representación. Enrique Aguilar era<br />
amigo cercano de Néstor Moreno, director de Operaciones<br />
de la CFE. Gracias a esta estrecha relación, Aguilar pedía<br />
una comisión de 30 por ciento por cada contrato obtenido<br />
con la CFE, el doble de lo que LM estaba acostumbrada a<br />
conceder.<br />
Pero la amistad de Aguilar y Moreno no era el elemento<br />
determinante para obtener los contratos. Parte de las<br />
comisiones eran, en realidad, sobornos para Néstor Moreno<br />
y Arturo Hernández, su antecesor en la dirección de<br />
Operaciones. Ambos son identificados en los documentos<br />
| EMEEQUIS | 18 de OCTURe de 2010<br />
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