Hospitales
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Página SIETE J u eve s 31 de agosto de 2017 /1<br />
DossierSiete<br />
sociedad@paginasiete.bo / EDITORA: LILIANA CARRILLO<br />
Diseño: Loren Carri H.
2 Página SIETE J u eve s 31 de agosto de 2017<br />
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especial@ p a g i n a s i e te . b o Especial<br />
w w w. f a c e b o o k . c o m / p a g i n a s i e te @ p a g i n a _ s i e te<br />
Los anunciados 47 nuevos nosocomios podrían paliar la situación<br />
<strong>Hospitales</strong> públicos del país<br />
agonizan en la precariedad<br />
l E VA LUAC I Ó N<br />
Gobiernos regionales<br />
piden recursos<br />
para modernizar<br />
nosocomios ya<br />
centenarios.<br />
Liliana Carrillo V. / La Paz<br />
Un plan de 47 nosocomios para la crisis<br />
Fuente: Elaboración propia / Gráfico: Rubén A. / Página Siete<br />
4<br />
1<br />
6<br />
1<br />
1<br />
La Paz<br />
Pando<br />
2<br />
Oruro<br />
6<br />
Si usted, como la mayoría<br />
de los ciudadanos, ha recurrido<br />
a un hospital público<br />
en busca de atención, sabe<br />
de la situación de precariedad<br />
y carencia. Los problemas<br />
son comunes en los nosocomios<br />
de todo el país: falta de<br />
personal médico, falta de equipos,<br />
falta de infraestructura,<br />
falta -en suma- de recursos.<br />
Los centros de atención de<br />
salud se dividen en cuatro niveles<br />
de acuerdo con la complejidad<br />
de las prestaciones sanitarias<br />
que brindan. La ley establece<br />
que los centros de primer<br />
y segundo nivel son responsabilidad<br />
de los municipios;<br />
mientras que los hospitales de<br />
tercer y cuarto nivel -que deben<br />
tener todas las especialidadesson<br />
administrados por los gobiernos<br />
departamentales.<br />
Los gobiernos locales reciben<br />
recursos del IDH para atender<br />
las necesidades de la población;<br />
sin embargo, estos montos no<br />
alcanzan siquiera para cubrir las<br />
prioridades de salud y educación.<br />
“La distribución no es justa”,<br />
coinciden las autoridades<br />
regionales. Más de una vez el<br />
gobernador paceño Félix Patzi<br />
denunció que el dinero que recibe<br />
“no alcanza para salud”.<br />
La precariedad de los hospitales<br />
públicos es resultado de la<br />
histórica falta de inversión. Los<br />
principales nosocomios del eje<br />
central -Hospital de Clínicas de<br />
La Paz, Viedma de Cochabamba<br />
y San Juan de Dios de Santa<br />
Cruz- nacieron poco después<br />
de la República.<br />
Cuando se abrieron respondían<br />
a las necesidades de pequeñas<br />
poblaciones que con los<br />
años se han multiplicado por<br />
miles. No con ellas, sin embargo,<br />
las infraestructuras, el personal<br />
y los equipos hospitalarios.<br />
El colapso es la consecuencia<br />
diaria. Y todos perdemos.<br />
Los ítems para hospitales públicos,<br />
que son responsabilidad<br />
del Ministerio de Salud,<br />
son bajos por lo que los pocos<br />
especialistas y subespecialistas<br />
que trabajan en el sistema público<br />
lo hacen sólo por horas.<br />
En 2015 el presidente Evo Morales anunció la construcción de 46 hospitales de segundo, tercer<br />
y cuarto nivel; a la fecha 29 aún no están adjudicados. En 2016 se anunció la construcción de<br />
otro nosocomio de tercer nivel que estará a cargo de la Universidad Mayor de San Andrés.<br />
1<br />
1<br />
2<br />
Beni<br />
1<br />
Potosí<br />
Cochabamba<br />
6<br />
Pando:<br />
Beni:<br />
Chuquisaca:<br />
Cochabamba:<br />
Potosí:<br />
Tarija:<br />
La Paz:<br />
Santa Cruz:<br />
Oruro:<br />
2<br />
1<br />
Chuquisaca<br />
1<br />
1<br />
1 Tercer nivel<br />
2 Segundo nivel, 1 Tercer nivel<br />
1 Segundo nivel<br />
6 Segundo nivel, 1 Tercer nivel, 1 Cuarto nivel (Oncología)<br />
6 Segundo nivel, 1 Tercer nivel<br />
1 Segundo nivel, 2 Tercer nivel, 1 Cuarto Nivel (Cardiología)<br />
6 Segundo nivel, 4 Tercer nivel, 1 Cuarto nivel (Gastroenterología)<br />
7 Segundo nivel, 1 Tercer nivel, 1 Cuarto nivel (Neurología)<br />
2 Segundo nivel, 1 Tercer nivel<br />
Tarija<br />
Ayudaría a evitar el colapso<br />
de los hospitales el que los centros<br />
de primer y segundo nivel<br />
cumplieran su función de atender<br />
partos o curaciones, pero<br />
las carencias lo impiden.<br />
En 2015, el Presidente anunció<br />
la construcción de 46 hospitales<br />
de segundo, tercero y<br />
cuarto nivel con una inversión<br />
1<br />
7<br />
1<br />
1<br />
Santa Cruz<br />
Total<br />
31 hospitales de segundo nivel<br />
12 hospitales de tercer nivel<br />
4 hospitales de cuarto nivel<br />
Inversión total:<br />
1.624.566 millones de<br />
dólares, sin contar el Hospital<br />
Universitario de tercer nivel.<br />
de 1.624 millones de dólares. La<br />
esperanza es que estas infraestructuras,<br />
que se prevé se entreguen<br />
en 2020, palien la situación<br />
de los servicios públicos.<br />
Entretanto urge la inversión<br />
de todos en recursos humanos,<br />
equipos y, ante todo, prevención.<br />
Está en juego la salud de<br />
los bolivianos. Nada menos.<br />
Historias de<br />
carencia pero<br />
también de<br />
solidaridad<br />
En el Hospital de Clínicas de<br />
La Paz usan taladros y herramientas<br />
para cirugías, a falta de<br />
insumos, y crían gatos para ahuyentar<br />
roedores. Estas constataciones<br />
no son sino la punta del<br />
iceberg de necesidades comunes<br />
de los hospitales públicos.<br />
Durante tres meses, con el patrocinio<br />
del Fondo Spotlight de<br />
Apoyo a la Investigación, tres<br />
periodistas de Página Siete nos<br />
adentramos en la cotidianidad<br />
de los nosocomios de tercer nivel<br />
de las ciudades del eje central<br />
del país : Hospital de Clínicas<br />
de La Paz, Viedma de Cochabamba<br />
y San Juan de Dios de<br />
Santa Cruz; además del hospital<br />
Bracamonte de Potosí.<br />
También visitamos los centros<br />
de salud de primer nivel,<br />
donde se origina una cadena de<br />
problemas que se arrastran<br />
hasta los grandes nosocomios.<br />
Para los médicos trabajar sin<br />
insumos y sin equipos es un<br />
riesgo. “Cada día rezo porque<br />
pueda ayudar a los pacientes”,<br />
comenta una doctora cruceña.<br />
Y su colega cochabambino decía:<br />
“Es tanta la carga de trabajo<br />
que no puedo dar la atención<br />
que merecen los pacientes: apenas<br />
una revisión y la receta. Yo<br />
no he estudiado para eso”.<br />
En medio de tantas dificultades,<br />
rescatamos historias de<br />
pacientes que diariamente sufren<br />
las consecuencias de un<br />
sistema precario, pero no se<br />
rinden. Historias de carencias<br />
pero también de compromiso y<br />
solidaridad. Para que la precariedad<br />
no apague otras voces.<br />
DIRECTOR A: ISABEL MERCADO HEREDIA<br />
S u b d i re to ra : Mery Vaca Villa<br />
Jefe de Redacción: Alcides Flores Moncada<br />
Jefe de Informaciones: Juan Carlos Véliz Morejón<br />
E d i to ra : Liliana Carrillo Valenzuela.<br />
Periodistas: Leny Chuquimia Ch. y<br />
Verónica Zapana S. Fo to s : Sara Aliaga,<br />
Freddy Barragán Leny Chuquimia, Álvaro<br />
Valero. Diseño de portada: Loren Carri.<br />
Este reportaje se elaboró con<br />
el patrocinio del “Fo n d o<br />
Spotlight de Apoyo a la<br />
Investigación Periodística en los<br />
Medios de Comunicación” de la<br />
Fundación Para el Periodismo.
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Especial<br />
Página SIETE J u eve s 31 de agosto de 2017<br />
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3<br />
Director de Servicios de Salud del Ministerio, Rodolfo Rocabado<br />
“Los 46 nuevos hospitales<br />
deben concluirse en 2020”<br />
l E N T R E V I STA La autoridad nacional dice que los gobiernos locales deben priorizar<br />
la salud y equipar los nosocomios. El inicio de las nuevas obras se retrasa.<br />
Verónica Zapana S. / La Paz<br />
“<br />
Como Gobierno central<br />
impulsamos la construcción<br />
de los 46 hospitales<br />
comprometidos; pero lamentablemente<br />
no hay el mismo dinamismo<br />
en las autoridades municipales<br />
y departamentales”,<br />
asegura el director de Servicios<br />
de Salud del Ministerio del<br />
área, Rodolfo Rocabado.<br />
La autoridad admite que hay<br />
falencias en los nosocomios públicos<br />
pero que éstas deberían<br />
ser resueltas por los gobiernos<br />
locales. Cree que cuando entren<br />
en funcionamiento, los nuevos<br />
nosocomios públicos mejorarán<br />
la situación de la salud; no obstante,<br />
las obras se retrasan: se<br />
prevé su entrega en 2020.<br />
Las carencias son factor común<br />
en los hospitales de Bolivia. ¿Qué<br />
hace al respecto el Gobierno?<br />
Lo primero que debemos tomar<br />
en cuenta es que dentro de la<br />
normativa vigente (Ley de Autonomías)<br />
las autoridades municipales<br />
deben hacerse cargo de los<br />
hospitales de primer y segundo<br />
nivel y las autoridades departamentales,<br />
de los de tercer nivel.<br />
Son ellos los que deberían ver infraestructura,<br />
equipamiento y<br />
recurso humanos.<br />
¿También de dotar de ítems?<br />
Sí, recursos humanos también,<br />
porque a través de los fondos del<br />
IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos)<br />
que reciben, los gobiernos<br />
locales pueden contratar<br />
gente para los servicios de salud.<br />
Las autoridades departamentales<br />
se quejan porque no reciben<br />
el dinero suficiente para infraestructura<br />
y menos para equipamiento<br />
de hospitales.<br />
Las autoridades municipales y<br />
departamentales deben priorizar,<br />
tal como dice la Constitución,<br />
salud y educación; no pueden<br />
argumentar falta de presupuesto<br />
porque reciben recursos.<br />
Más allá de eso, como Gobierno<br />
central venimos trabajando el<br />
plan de hospitales; el cual establece<br />
la edificación de 46 hospitales<br />
de segundo, tercer y cuarto<br />
nivel, más uno con la UMSA,<br />
porque son una necesidad.<br />
El plan consigna para La Paz 11<br />
hospitales; entre ellos podemos<br />
destacar un gastroenterológico de<br />
cuarto nivel: cuatro de tercer nivel,<br />
la construcción y el equipamiento<br />
del Instituto del Tórax;<br />
también el de La Paz (que es un<br />
emprendimiento con la UMSA) y<br />
de El Alto Sur. También se edificarán<br />
nosocomios de segundo nivel<br />
en San Buenaventura, Caranavi,<br />
Palos Blancos, Ixiamas y Achacachi,<br />
entre otros.<br />
El Colegio Médico también se<br />
queja de la desatención a salud.<br />
Pide que el Go-<br />
“En el país lamentablemente<br />
no hay<br />
experiencia, ni siquiera<br />
arquitectónica,<br />
en construcción<br />
de hospitales de cuarto<br />
o tercer nivel”.<br />
bierno intervenga<br />
para mejorar<br />
infraestructura<br />
y equipamiento<br />
de<br />
los nosocomios<br />
públicos.<br />
Al Colegio<br />
Médico hay que<br />
decirle que esa<br />
responsabili -<br />
dad no es nuestra<br />
y ellos saben claramente hacia<br />
dónde debería ir el reclamo.<br />
Ya pasaron dos años desde el<br />
anuncio oficial de la construcción<br />
de los nuevos 46 hospitales<br />
en el país y aún no se ven resultados.<br />
¿En qué etapa están?<br />
Del total, cinco están en proceso.<br />
Las obras pasan por diferentes<br />
etapas: la de pre inversión, la<br />
de inversión y puesta en marcha.<br />
No puedo decir en detalle, porque<br />
hay instancias específicas en<br />
el tema, casi 20 ya fueron licitados<br />
pues para ello debe haber<br />
condiciones previas.<br />
¿Cuáles son esas condiciones,<br />
quién debe garantizarlas?<br />
No nos olvidemos<br />
que hay<br />
corresponsabi -<br />
lidad. Por ejemplo,<br />
para construir<br />
hospital el<br />
que debería dar<br />
los terrenos es el<br />
municipio y el<br />
que debería dar<br />
el estudio aval<br />
de que es apto<br />
para una construcción<br />
hospitalaria es el Servicio<br />
Departamental de Salud (SE-<br />
DES) dependiente de la Gobernación.<br />
Esos dos requisitos hacen<br />
que se vaya retrasando la construcción<br />
de los nosocomios. Nosotros<br />
la impulsamos, pero lamentablemente<br />
no hay el mismo<br />
dinamismo en las autoridades<br />
Archivo / Página Siete<br />
HOJA<br />
DE V I DA<br />
uCargo •<br />
Desde esta<br />
gestión, Rodolfo<br />
Rocabado<br />
está a cargo<br />
de la Dirección<br />
General de<br />
Servicios de<br />
Salud, del Ministerio<br />
de Salud.<br />
uExperiencia<br />
• De<br />
2014 a 2016 se<br />
desempeñó<br />
como jefe de la<br />
Unidad de Epidemiología.<br />
uPro c e -<br />
dencia • El<br />
médico es de<br />
Chuquisaca.<br />
municipales y departamentales.<br />
¿Para cuándo se prevé que estén<br />
en funcionamiento los hospitales<br />
?<br />
Deben estar concluidos en<br />
2020 para su funcionamiento,<br />
por eso estamos apurando el trabajo.<br />
No es sencillo, ya que es la<br />
construcción de un hospital que<br />
tiene características diferentes<br />
con modalidades especiales.<br />
¿Hay en Bolivia empresas constructoras<br />
capaces de garantizar<br />
la edificación de hospitales?<br />
Lamentablemente, en el país<br />
no hay experiencia ni siquiera<br />
arquitectónica en construcción<br />
de hospitales de cuarto o tercer<br />
nivel, adecuada a la realidad actual.<br />
Esa es otra de las dificultades<br />
con la que tropezamos.<br />
¿Entonces la licitación es inte<br />
r n a c i o n a l ?<br />
Sí. Se licitan las obras a nivel internacional,<br />
pero si se presenta<br />
una empresa nacional, la cual garantice<br />
lo óptimo para que sirva a<br />
nuestra población, bienvenida. Lo<br />
importante es que nos entreguen<br />
un producto que resuelva las necesidades<br />
de la población.<br />
Impulsará nosocomios<br />
Gobierno crea<br />
la Agencia de<br />
I n f ra e st r u c t u ra<br />
de Salud<br />
Pagina Siete / La Paz<br />
Mediante Decreto Supremo<br />
3293, del 24 de agosto pasado,<br />
el Gobierno creó la Agencia<br />
de Infraestructura en Salud y<br />
Equipamiento Médico (AI-<br />
SEM). La nueva dependencia<br />
estatal asumirá, entre otras misiones,<br />
la responsabilidades de<br />
los contratos para la ejecución<br />
de proyectos de establecimientos<br />
de salud hospitalarios y de<br />
institutos de cuarto nivel.<br />
En septiembre de 2015, el presidente<br />
Evo Morales anunció la<br />
construcción de 46 hospitales de<br />
segundo, tercero y cuarto nivel<br />
en el país con una inversión de<br />
1.624 millones de dólares. Meses<br />
después se sumo otro nosocomio<br />
de tercer nivel para La Paz<br />
con apoyo de la UMSA. Dos años<br />
después, 29 aún no han comenzado<br />
a edificarse.<br />
Con la creación de la AISEM,<br />
promulgada por decreto hace<br />
una semana, será esta agencia la<br />
que asuma la responsabilidad de<br />
los contratos para los nuevos nosocomios.<br />
El artículo III de la<br />
norma establece: “La finalidad<br />
de la AISEM es ejecutar programas<br />
y/o proyectos en establecimientos<br />
de salud hospitalarios y<br />
en institutos de cuarto nivel de<br />
salud, en el marco de las competencias<br />
otorgadas por el Ministerio<br />
de Salud”.<br />
De acuerdo con el decreto, la<br />
nueva entidad también tendrá<br />
entre sus atribuciones “re a l i z a r<br />
transferencias de equipamiento<br />
médico a organizaciones sin fines<br />
de lucro y originarias campesinas<br />
que presenten servicios de<br />
salud”.<br />
La AISEM, que recibirá saldos<br />
presupuestarios del Ministerio<br />
de Salud, podrá acceder a las siguientes<br />
fuentes de financiamiento:<br />
Recursos del TGN de<br />
acuerdo con disponibilidad; créditos<br />
externos e internos y donaciones<br />
internas o externas.<br />
Sara Aliaga / Página Siete<br />
AISEM también se encargará<br />
de equipamiento hospitalario.
4 Página SIETE J u eve s 31 de agosto de 2017<br />
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Leny Chuquimia/ C o ch a b a m b a<br />
“<br />
El Viedma colapsa”; ese es<br />
una o dos veces al mes el titular<br />
de la prensa cochabambina.<br />
En puertas del nosocomio<br />
público, cada día, centenares<br />
de personas se aglomeran durante<br />
horas en espera de la atención<br />
que no siempre reciben. Pacientes<br />
y médicos coinciden: urge<br />
un nuevo hospital de tercer nivel<br />
para la Llajta.<br />
“Durante años la solución a este<br />
colapso ha sido enfocada a aumentar<br />
el número de camas, pero<br />
aunque hagamos una ampliación,<br />
el hospital de un momento<br />
a otro volverá a colapsar. Hay<br />
que construir otro hospital con<br />
la misma o mayor capacidad; en<br />
otras palabras: necesitamos un<br />
nuevo Viedma”, señala el director<br />
interino del nosocomio, José<br />
Ramírez .<br />
La Organización Mundial de la<br />
Salud (OMS) establece que debe<br />
haber un hospital por cada 200<br />
mil habitantes. La ciudad de Cochabamba<br />
tiene más de 900 mil y<br />
el departamento, 1,7 millones de<br />
pobladores pero sólo un centro<br />
de tercer nivel.<br />
La madrugada del 19 de agosto<br />
de 2014, un joven de 23 años falleció<br />
en la puerta de Emergencias<br />
del Viedma. Dentro de una ambulancia<br />
había esperado durante<br />
horas un espacio en Terapia Intensiva,<br />
unidad que estaba llena<br />
en ese momento. Han pasado<br />
tres años y la situación no ha<br />
cambiado. El colapso en esos dos<br />
servicios, además en consulta<br />
externa y quirófanos, es diario.<br />
“A las dos o tres de la madrugada<br />
hay que venir para sacar ficha.<br />
Otros desde la noche anterior<br />
duermen fuera para asegurar su<br />
turno. Si no se encuentra ficha<br />
hay que venir vez tras vez o irte a<br />
un privado... pero plata no siempre<br />
hay”, dice Ana Lipa.<br />
Ha conseguido uno de los primeros<br />
turnos para medicina interna.<br />
En las manos carga una<br />
frazada, un cojín y una silla plegable,<br />
elementos indispensables<br />
para la larga espera.<br />
La consulta no es para ella, sino<br />
para don Porfirio, su tío que hace<br />
poco fue hospitalizado por otra<br />
dolencia. “Internarse es lo más difícil”,<br />
asegura. Y es que en este establecimiento<br />
nunca hay lugar.<br />
El Viedma cuenta con 260 camas<br />
de internación. Éstas no dan<br />
abasto para los 5.000 pacientes<br />
que, en promedio, son atendidos<br />
al mes, según el sindicato de trabajadores<br />
del nosocomio.<br />
Desde 2001, el crecimiento de<br />
la población de Cochabamba es<br />
de 33%; un crecimiento desproporcionado<br />
en relación con el del<br />
hospital que en una década no<br />
mejoró infraestructura ni aumentó<br />
personal. Ramírez calcula<br />
que para cubrir el déficit de especialistas,<br />
personal médico y<br />
administrativo son necesarios<br />
más de 200 ítems.<br />
“Por mucho tiempo se ha hablado<br />
de ampliaciones en cantidad<br />
de camas y personal, pero lo<br />
que es necesario es otro hospital”,<br />
reitera con pena.<br />
Tiene 260 camas y atiende a 5.000 pacientes al mes<br />
En la Llajta sólo un nuevo Viedma<br />
aliviará el colapso hospitalario<br />
l H O S P I TA L Con resfríos o heridas de bala, los pacientes se disputan un espacio en el<br />
único nosocomio de tercer nivel. Hay quienes deben esperar semanas por una cirugía.<br />
“Son dos días que<br />
me atienden sólo<br />
en la puerta. Dicen<br />
que no hay espacio.<br />
Si Emergencias<br />
está así, imagínese<br />
el resto”.<br />
Marlene Calustro, paciente<br />
La sobredemanda actual hace<br />
que los pacientes pasen un viacrucis<br />
para ser atendidos. “Po r<br />
ejemplo si un enfermo decide<br />
operarse en el Viedma, debe peregrinar<br />
diariamente por al rededor<br />
de dos a tres semanas para<br />
ver si hay cama libre y también<br />
esperar que haya quirófano”.<br />
Los pacientes que requieren<br />
cirugía o internación e ingresan<br />
por Emergencias pueden permanecer<br />
en esa unidad por más de<br />
cinco días a la espera de un cupo.<br />
En una reacción en cadena se genera<br />
la saturación de esta área, lo<br />
que perjudica la atención de<br />
Co c h a b a m b a l<br />
Decenas de pacientes de todas las edades esperan su turno para una consulta médica.<br />
“Tanta gente viene,<br />
grave es enfermarse.<br />
Hay que intentar<br />
varias veces<br />
para conseguir fichas<br />
para las especialidades”.<br />
Margarita Ochoa, familiar<br />
otros casos urgentes.<br />
“Tenemos pacientes que deben<br />
quedarse en Emergencias hasta<br />
cuatro o cinco días. Ahí se les da<br />
su alimentación y atención hasta<br />
que otro enfermo reciba el alta<br />
médica y les deje un lugar. Ellos<br />
tienen preferencia de ingreso en<br />
relación con los casos externos<br />
que también están esperando<br />
una cama”, explica Ramírez.<br />
“No hay espacio, no me quieren<br />
atender. De la puerta nomás<br />
me hablan”, señala Marlene Calustro<br />
al borde del llanto. Una<br />
herida en su pierna -causada por<br />
una esquirla de bala- no deja de<br />
“Mi esposo tres<br />
meses ha caminado<br />
para conseguir<br />
una cama y de ahí<br />
otros cinco días ha<br />
estado internado<br />
hasta la cirugía”.<br />
Francisca García, familiar<br />
sangrar desde hace dos días.<br />
La lesión está expuesta, no tiene<br />
vendaje y aún hay una especie<br />
de arena gris en la piel que la rodea.<br />
“Me han disparado pero la<br />
bala ha dado al suelo”, cuenta<br />
pálida y notoriamente fatigada.<br />
La puerta de la sala de Emergencias<br />
está cerrada. Afuera hay<br />
tres ambulancias en espera de un<br />
espacio para los enfermos que<br />
trasladan. Sólo en media jornada<br />
llegan al menos ocho.<br />
“A veces tenemos que retener<br />
las ambulancias en las puertas.<br />
Si llegan con paciente y no hay<br />
espacio hay que hacerles esperar<br />
Fotos: Leny Chuquimia / Página Siete<br />
“No veremos la<br />
verdadera demanda<br />
y respuesta del<br />
Viedma hasta que<br />
los demás niveles<br />
funcionen de forma<br />
ideal”.<br />
Juan C. Aizama, SEDES<br />
hasta conseguir un cupo. El otro<br />
día (7 de julio) algunas se han<br />
quedado hasta 13 horas en el hospital”,<br />
relata Ramírez.<br />
“Está prohibido el ingreso, no<br />
puede tomar imágenes”, advierte<br />
molesto un enfermero. Adentro,<br />
el caos es evidente.<br />
En un espacio reducido hay 14<br />
cubículos para igual número de<br />
pacientes, pero de ser necesario<br />
allí se pueden acomodar hasta 40.<br />
Dos personas comparten una camilla.<br />
Otras -sentadas en sillas de<br />
ruedas, en bancos o en las gradi -<br />
llas de las camillas- son atendidas<br />
por los médicos residentes.
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5<br />
En la puerta de Emergencias<br />
los médicos atienden algunas<br />
consultas.<br />
Los corredores del nosocomio<br />
está llenos las 24 horas,<br />
los 365 días del año.<br />
El SEDES presenta un informe anual sobre la situación del Viedma<br />
“Hay una falla en el sistema de atención”<br />
Un diagnóstico del Hospital<br />
Viedma y su constante colapso<br />
evidencian un problema<br />
en la pirámide de atención de salud,<br />
explicó el jefe de la Unidad<br />
de Calidad de Servicios del Servicio<br />
Departamental de Salud<br />
(SEDES) Cochabamba, Juan<br />
Carlos Aizama. Los centros de<br />
salud de primer y segundo nivel<br />
no se usan correctamente.<br />
“Actualmente el colapso de<br />
los hospitales de tercer nivel<br />
deriva de una falla en la estructura<br />
administrativa del sistema<br />
desde nivel central. También<br />
hay fallas estructurales en<br />
los centros de primer y segundo<br />
nivel”, indicó Aizama.<br />
La Organización Panamericana<br />
de Salud (OPS) establece<br />
que del 70% al 75% de la población<br />
debería atenderse en centros<br />
primer nivel, cuya principal<br />
misión es la promoción y<br />
prevención de salud, además<br />
de servicios básicos como<br />
atención, vacunas, controles<br />
prenatales y evaluaciones.<br />
En el segundo nivel debería<br />
absorberse hasta el 15% de las<br />
patologías provenientes de<br />
Los casos son diversos: hay pacientes<br />
con heridas punzocortantes,<br />
un señor con hernia que<br />
requiere una cirugía, un joven<br />
con resfrío agudo y una señora<br />
víctima de un accidente de tránsito.<br />
Unos reciben suero; otros<br />
simplemente esperan.<br />
“A mi esposo lo han traído en<br />
ambulancia y ahí le están atendiendo<br />
porque no hay lugar en<br />
emergencias. Tanta gente viene<br />
al Viedma... enfermarse es grav<br />
e”, lamenta doña Margarita.<br />
Su esposo, diagnosticado con<br />
diabetes hace algunos años, sufre<br />
insuficiencia renal. Junto a la<br />
Fa m i l i a re s y pacientes se acomodan donde pueden.<br />
una atención directa o de la referencia<br />
del primer nivel. El<br />
tercer nivel debería atender<br />
con todas las especialidades y<br />
subespecialidades del 3% al<br />
5% de las patologías.<br />
“Esa es la estructura ideal,<br />
pero a nivel local de Cochabamba<br />
tenemos una falla. Vemos<br />
que las redes no tienen la<br />
cantidad de establecimientos<br />
ambulancia en la que el señor reposa,<br />
una adolescente con un<br />
cuadro de alergias también pide<br />
ser atendida. Los médicos le explican<br />
que debe ir al centro de salud<br />
de su barrio.<br />
En la puerta de la sala de quirófano<br />
está Francisca García.<br />
Cuenta que su esposo fue referido<br />
para una cirugía de hernia<br />
desde el municipio de Sacaba.<br />
Al Viedma llegan pacientes<br />
transferidos de centros de primer<br />
y segundo nivel con patologías<br />
que debieron ser atendidas<br />
allí. “Estamos recibiendo cirugías<br />
de hernias que son para ser<br />
suficientes con las características<br />
requeridas que permitan<br />
una atención estratégica de 24<br />
h o ra s ”, explicó la autoridad<br />
departamental de salud.<br />
Sin esa atención en las redes<br />
los pacientes no tienen más que<br />
recurrir al tercer nivel. Sólo en<br />
el municipio de Cercado lo<br />
ideal sería contar con cuatro<br />
centros de segundo nivel pero<br />
tratadas en un centro de segundo<br />
nivel. El sistema de referencia<br />
debería funcionar pero no lo hac<br />
e”, sostiene el interino.<br />
El esposo de Francisca consiguió<br />
que lo operen después de<br />
tres meses de peregrinar para<br />
conseguir una cama y cinco días<br />
de internación mientras llegaba<br />
su turno en el quirófano.<br />
Su caso, asegura el galeno, no<br />
correspondía al hospital de tercer<br />
nivel pero llegó porque su<br />
centro de salud no contaba con<br />
insumos. “Por eso nos han mandado<br />
acá desde Sacaba. Había sido<br />
bien difícil entrar”.<br />
sólo hay uno -el Cochabambaque<br />
no funciona al 100%. “Hay<br />
un déficit en este nosocomio de<br />
70 camas que repercute directamente<br />
en el Viedma”.<br />
Lo mismo ocurre en los municipios<br />
aledaños, donde por<br />
fallas en el sistema de referencia<br />
y contrarreferencia, además<br />
de falta de insumos básicos,<br />
los pacientes son remitidos<br />
al hospital de tercer nivel.<br />
“Tenemos referencias que se<br />
deben a que en el segundo nivel<br />
falta ropa de quirófano o algunos<br />
medicamentos. Eso no debería<br />
pasar en ningún establec<br />
i m i e n t o”, indicó.<br />
Además , autoridades departamentales<br />
evidenciaron un<br />
déficit de personal y especialistas<br />
incluso en el tercer nivel.<br />
A todo ello se suma -según la<br />
autoridad departamental- que<br />
los municipios no invierten lo<br />
suficiente en salud.<br />
Señaló que este diagnóstico<br />
será parte del Plan de Salud Departamental<br />
2017-2020 y que<br />
con los datos recogidos se procederá<br />
a un diseño estratégico<br />
para disminuir el colapso.<br />
En Cochabamba, los problemas<br />
de infraestructura, equipamiento<br />
y personal se replican en<br />
centros de salud públicos, sean<br />
de la Gobernación o de los municipios,<br />
se quejan los pacientes.<br />
Según Ramírez, el 70% de los<br />
casos debería resolverse en un<br />
centro barrial de primer nivel y el<br />
30% restante, en uno de segundo<br />
nivel con especialidades como<br />
cirugía, ginecología o pediatría.<br />
Pero ese es sólo uno de los problemas.<br />
Mientras el director los<br />
enumera llega hasta Emergencias<br />
otra ambulancia que agita a todo<br />
el personal y vuelve el caos.<br />
Hay quirófanos<br />
pero no personal<br />
El Hospital Viedma cuenta<br />
con cuatro quirófanos,<br />
pero sólo uno funciona a toda<br />
su capacidad. Los otros<br />
tres precisan personal.<br />
“Tenemos cuatro quirófanos,<br />
pero la demanda es<br />
mayor que los servicios que<br />
podemos prestar. Tenemos<br />
un déficit importante en el<br />
personal”, señala el director<br />
interino del Hospital<br />
Viedma, José Ramírez.<br />
De los cuatro, sólo uno<br />
funciona en dos turnos. El<br />
resto sólo en la mañana debido<br />
a que en la tarde sólo<br />
hay un anestesiólogo.<br />
“En el turno de la tarde<br />
hay un especialista para<br />
muchas especialidades<br />
quirúrgicas que se requieren.<br />
Estamos haciendo las<br />
gestiones para más ítems”<br />
indicó Ramírez.<br />
Pero no es la única área en<br />
déficit: cirugía cardiovascular<br />
tiene un solo ítem y<br />
son necesarios dos más. Cirugía<br />
maxilofacial está en<br />
la misma situación al igual<br />
que Emergencias.<br />
“En oncología, una de las<br />
especialidades más demandadas<br />
por pacientes de<br />
Cochabamba, tenemos un<br />
solo cirujano oncólogo y<br />
tres oncólogos clínicos.<br />
Ellos no sólo atienden a<br />
nuestro hospital sino también<br />
a los pacientes de maternidad<br />
y de pediatría”,<br />
manifestó Ramírez.<br />
Actualmente cerca del<br />
60% del personal del Viedma<br />
trabaja bajo contratos<br />
que son pagados con los recursos<br />
propios del hospital.<br />
Gran parte de los ítems<br />
son a invitación. “Los recursos<br />
no son suficientes y<br />
siempre hay áreas que quedan<br />
desprotegidas”.
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Las camas de internación siempre están calientes.<br />
El quirófano es compartido<br />
por dos nosocomios.<br />
La ampliación paralizada del Hospital del Niño.<br />
Leny Chuquimia/ C o ch a b a m b a<br />
El Hospital del Niño Manuel<br />
Ascencio Villarroel, a<br />
falta de espacio, funciona<br />
incluso debajo de las escaleras<br />
del maternológico de Cochabamba.<br />
Hay 424 niños en la lista<br />
de espera para cirugías acumuladas<br />
desde hace tres años. Las salas<br />
de emergencias e internación<br />
están en permanente colapso.<br />
“Desde que nació, el pediátrico<br />
-hace 102 años- ha compartido<br />
la edificación con el maternológico.<br />
Lamentablemente esta situación<br />
no nos deja crecer. Somos<br />
como inquilinos que no podemos<br />
mover ni un clavo. Hay<br />
preocupación porque con todo<br />
el dolor, tenemos que rechazar<br />
pacientes porque no hay más esp<br />
a c i o”, señala el director del pediátrico<br />
de referencia nacional,<br />
Uriel Ferrufino.<br />
Entre pasillos y escaleras<br />
Flora Villaca ha llegado desde<br />
Potosí enseña la copia de decenas<br />
de exámenes de laboratorio.<br />
No sabe qué mal padece su pequeño<br />
y precisa respuestas.<br />
“No había lugar, apenas hemos<br />
conseguido”, dice. Como<br />
todo nuevo paciente del hospital<br />
cochabambino su hijo entró “a<br />
sábanas calientes”.<br />
En el departamento de Cochabamba<br />
hay 527.442 menores de 15<br />
años. El pediátrico de referencia<br />
cuenta con 96 camas. Todas están<br />
siempre ocupadas.<br />
“Cuando se hizo la construcción<br />
de este nuevo maternológico<br />
Germán Urquidi se olvidaron<br />
que había un área de pediatría.<br />
No quedó más que hacer algunas<br />
adaptaciones para la atención de<br />
los niños”, afirma el galeno.<br />
Los baños, las barandas, los<br />
mesones y otros espacios que deben<br />
usar los niños fueron construidos<br />
para adultos. Sin embargo,<br />
es el problema menor.<br />
Diariamente el hospital atiende<br />
a más de 400 niños y niñas.<br />
Los pacientes proceden de todo<br />
el país, incluyendo La Paz y Santa<br />
Cruz, departamentos que<br />
cuentan con hospitales pediátricos<br />
de tercer nivel.<br />
Con excepción de hematología<br />
y urología, el hospital Villarroel<br />
brinda todas las especialidades<br />
pediátricas. Ese es motivo<br />
El Hospital del Niño de Cochabamba no tiene infraestructura<br />
Más de 400 niños esperan una<br />
cirugía en pediátrico Villarroel<br />
l COL APSO A falta de espacio, han habilitado consultorios y salas de especialidades<br />
en pasillos y bajo gradas. La nueva construcción está paralizada hace años.<br />
Niños y madres esperan en el ingreso al Maternológico de Cochabamba.<br />
de orgullo pero también del colapso.<br />
“Para poder hacer más<br />
atenciones hemos tenido que habilitar<br />
lugares que no son los más<br />
adecuados”, señala la jefe supervisora,<br />
Lizbeth Blanco.<br />
En los pasillos y lugares de espera<br />
se han improvisado consultorios<br />
y salas quirúrgicas menores.<br />
Bajo las gradas, con mamparas,<br />
han habilitado dos espacios;<br />
para Psicología y Fisioterapia, a<br />
los que se entra con dificultad.<br />
Cerca a la enfermería, un mesón,<br />
antes utilizado para cambiar<br />
pañales ahora es otro con-<br />
sultorio. En emergencias apenas<br />
hay seis cubículos para un promedio<br />
de 80 pacientes en cada<br />
turno. Se improvisan camillas en<br />
todas las superficies.<br />
Sin un tomógrafo propio, el<br />
personal del pediátrico debe<br />
usar el equipo del complejo<br />
Viedma. “¿Una resonancia magnética?<br />
Eso solo hay en los privados”,<br />
asegura Ferrufino.<br />
Una espera de tres años<br />
“El hospital ha quedado chico,<br />
pero es el único lugar con especialidades<br />
para nuestros niños”,<br />
Fotos: Leny Chuquimia / Página Siete<br />
señala Dora Quispe desde el pie<br />
de una cama. No se levanta de allí<br />
desde hace siete días.<br />
Su pequeña Luciana, de apenas<br />
un año de vida, tiene Síndrome<br />
de Down y un soplo en el corazón<br />
que debe ser operado. El<br />
costo de la cirugía asciende a<br />
más de 12.000 dólares.<br />
Dora y Luciana no tienen ese<br />
dinero y tampoco un espacio en<br />
la lista de espera para el quirófano.<br />
En ese rol hay acumulados<br />
cientos de nombres.<br />
Y es que las cirugías pediátricas,<br />
a pesar de su importancia, se<br />
posponen por el problema de falta<br />
de espacio. Sólo uno de los<br />
cuatro quirófanos del materno<br />
ha sido habilitado para las operaciones<br />
del Hospital del Niño.<br />
En ese único quirófano, el trabajo<br />
se acumula. Con la sirena de<br />
la ambulancia una emergencia<br />
llega y en menos de un minuto las<br />
tres cirugías programadas para<br />
el día son suspendidas y pasan a<br />
engrosar la lista de espera.<br />
Un recuento hasta mayo pasado<br />
evidenció que 424 niños esperaban<br />
una cirugía, algunos incluso<br />
desde hace tres años. Tras varias<br />
gestiones, el SEDES Cochabamba<br />
logró el préstamo de un<br />
segundo quirófano que trabaja<br />
con siete enfermeras, cinco auxiliares<br />
y dos anestesiólogos.<br />
En tres semanas, con mucho<br />
esfuerzo, han realizado 60 de las<br />
cirugías pendientes. “Hemos<br />
empezado a operar a estos niños<br />
como parte de nuestro plan de<br />
respuesta ante la contingencia<br />
por la que atravesamos”, indica<br />
el director del nosocomio.<br />
A pocos metros del edificio del<br />
pediátrico se encuentra el esqueleto<br />
de una construcción de cuatro<br />
plantas. En la parte alta se ve la<br />
estructura para un helipuerto.<br />
La edificación que debió ser<br />
una ampliación para el ala quirúrgica,<br />
terapia intensiva y quemados<br />
está paralizada desde hace<br />
años por una “supuesta mala<br />
c o n s t r u c c i ó n” y es parte de un<br />
proceso legal sin solución.<br />
A pesar de ello, los niños no dejan<br />
de llegar al Manuel Ascencio.<br />
Desde medianoche, se forman largas<br />
filas de madres que rezan para<br />
conseguir una ficha de atención.
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Especial<br />
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7<br />
Potosí l<br />
Fi l a s de pacientes esperan su<br />
turno para fichas médicas.<br />
Tra u m a to l o g í a es la más requerida<br />
en emergencias.<br />
El hospital Daniel Bracamonte carece de especialistas y equipos<br />
Pacientes migran de Potosí<br />
en busca de atención médica<br />
l AT E N C I Ó N El nosocomio potosino es de tercer nivel, pero no trata todas las especialidades.<br />
Los enfermos de cáncer se van a Sucre, Cochabamba o Argentina.<br />
Leny Chuquimia / Po to s í<br />
“<br />
Cuando uno ya está mal es<br />
mejor irse a Argentina. Ahí sí<br />
va a encontrar atención”, dice<br />
Guido Condori, apoyado en<br />
sus muletas, en una sala del hospital<br />
de tercer nivel de Potosí, Daniel<br />
Bracamonte. Hace tres días<br />
espera ser atendido por su traumatólogo.<br />
Ante la falta de especialistas y<br />
hospitales, son muchos los potosinos<br />
que salen de su tierra en busca<br />
de atención médica. Cochabamba,<br />
Sucre o Argentina son los<br />
destinos más frecuentes, según<br />
sus padecimientos.<br />
“Es que aquí no hay especialistas.<br />
Si tienes dinero, te vas a otra<br />
ciudad o cruzas la frontera; si no,<br />
debes resignarte a morir. Sobre<br />
todo los pacientes con cáncer”,<br />
señala Marco Pumari, que es atendido<br />
en el nosocomio público.<br />
Potosí es una de las cinco ciudades<br />
capitales que hasta la fecha<br />
no cuenta con un oncológico.<br />
El alcance médico en el hospital<br />
público llega al diagnóstico de la<br />
patología. Después, el paciente<br />
es derivado a algún otro nosocomio<br />
de tercer nivel, por lo general<br />
de Cochabamba o Sucre.<br />
Pese a los anuncios del Servicio<br />
Departamental de Salud (SE-<br />
DES ) Potosí, sobre el inicio de cirugías<br />
oncológicas, éstas aún no<br />
se practican en la Villa Imperial.<br />
H o s p i ta l Bracamonte presta servicio a Potosí y provincias.<br />
El materno-ginecológico San<br />
Roque se especializa en la detección<br />
. “Dentro de poco funcionará<br />
un colposcopio, pero aún no<br />
estamos haciendo tratamiento<br />
quirúrgico. Después, derivamos<br />
los casos al Bracamonte para que<br />
de ahí los pasen a hospitales del<br />
interior”, explica la trabajadora<br />
social Zaida Andrade.<br />
No es la única especialidad cuyo<br />
tratamiento es complicado en<br />
Fotos: Leny Chuquimia /Página Siete<br />
el complejo hospitalario público<br />
de Potosí. “Tenemos varias falencias,<br />
en espacio e ítems”, señala<br />
Miriam Molina, trabajadora<br />
social y representante del Sindicato<br />
del Bracamonte.<br />
Su oficina es la muestra de la<br />
precariedad del hospital. En un<br />
consultorio de cuatro por cuatro<br />
están encajados tres escritorios<br />
para igual numero de profesionales.<br />
Ellos atienden a más de 30<br />
pacientes al día, haciendo imposible<br />
la confidencialidad.<br />
El mismo problema afecta a<br />
otras áreas. Traumatología recibe<br />
pacientes de la unidad de<br />
quemados, aunque no tenga las<br />
condiciones para atenderlos.<br />
“Quirófanos atiende en condiciones<br />
lamentables por la falta<br />
de anestesiólogos. Laboratorios<br />
está a cargo de una profesional a<br />
contrato y los pocos especialistas<br />
que tenemos están yéndose a<br />
hospitales privados. Estamos<br />
c o l a p s a n d o”, asegura Molina.<br />
Con paciencia, los enfermos hallan<br />
fichas, pero no siempre reciben<br />
atención debido a la falta de<br />
profesionales. “Yo compré ficha<br />
para cardiología, pero el doctor no<br />
vino”, lamenta Gloria López.<br />
El especialista debe atender a<br />
sus pacientes internos y también<br />
las consultas externas. El tiempo<br />
no siempre alcanza. “Pero tampoco<br />
nos devuelven la ficha. Hay<br />
que comprar para otro día”.<br />
Página Siete visitó el hospital<br />
Bracamonte durante una protesta<br />
de los trabajadores que exigen<br />
institucionalización. El director<br />
del SEDES, Elio Martínez, explicó<br />
que había profesionales que no<br />
trabajaban como debían y que el<br />
hospital estaba en evaluación.<br />
No respondió a las consultas<br />
sobre las falencias del nosocomio<br />
potosino. “Ahí quedaremos,<br />
me tengo que ir”, dijo.<br />
Pacientes rurales,<br />
los más vulnerables<br />
En la oficina de Trabajo<br />
Social del hospital Bracamonte<br />
está Pedro García.<br />
Llegó hace dos días acompañando<br />
a su hija desde la provincia<br />
José María Linares y<br />
no ha comido desde entonces.<br />
No tiene dinero ni para<br />
su pasaje de retorno.<br />
“No entiendo qué tiene<br />
mi hija, sólo gritaba de dolor.<br />
El doctor me habla, pero<br />
no le entiendo. Me ha<br />
mandado con la trabajadora<br />
social”, dice apenado<br />
don Pedro, en un castellano<br />
salpicado de quechua.<br />
No es el único que no entiende<br />
de enfermedades.<br />
Gran parte de los pacientes<br />
del hospital llegan de provincia.<br />
Son de escasos recursos<br />
económicos, muchos<br />
apenas saben leer y escribir<br />
y llevan el quechua<br />
como su lengua materna.<br />
“He entrado a mi casa y<br />
mi esposo había estado botado.<br />
Parece que es enfermedad<br />
de la sangre, no sé.<br />
Los médicos papelitos para<br />
la farmacia nomás me dan”,<br />
señala Bernardina en puerta<br />
de infectología.<br />
En una bolsa acumula las<br />
más de 10 recetas que le<br />
dieron en los siete días que<br />
se ha quedado a dormir en<br />
los alrededores del nosocomio.<br />
Sus pocos ahorros se<br />
van en medicinas.<br />
Al maternológico San<br />
Roque llega en ambulancia<br />
una gestante que presenta<br />
sangrado. Habla apenas<br />
con un hilo de voz y lo hace<br />
en quechua. Casi nadie entienden<br />
lo que dice.<br />
“Pensando en estos casos<br />
tratamos de tener algún<br />
personal que hable quechua”,<br />
asegura Zaida Andrade,<br />
del materno.
8 Página SIETE J u eve s 31 de agosto de 2017<br />
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Verónica Zapana S. / La Paz<br />
El reloj marca las 5:00 del<br />
miércoles 19 de julio y -pese<br />
a los dos grados que apunta<br />
el termómetro- la fila para fichas<br />
en el Hospital Clínicas sobrepasa<br />
las 30 personas y cada vez son<br />
más. “Te dije que estemos más<br />
temprano. Ojalá pues que ahora<br />
encontremos turno”, recrimina<br />
una mujer a su esposo mientras<br />
se acomodan en la cola.<br />
Para la gente que no tiene suficientes<br />
recursos, madrugar y hacer<br />
fila “es la única opción” p a ra<br />
acceder a un médico especialista.<br />
“Las consultas privadas salen 200<br />
bolivianos o más y con el tratamiento<br />
el costo es un ojo de la cara<br />
”, lamenta José Lima, quien busca<br />
la atención de un urólogo.<br />
No será fácil. Debido a la carencia<br />
de especialistas, en el complejo<br />
hospitalario paceño sólo se distribuyen<br />
entre dos y cinco fichas<br />
por especialidad cada día.<br />
Con un siglo de vida, el Hospital<br />
de Clínicas es considerado el nosocomio<br />
de tercer nivel de referencia<br />
nacional. “Aquí viene gente<br />
del departamento y del país”, dice<br />
su director, Gonzalo Sillerico.<br />
El nosocomio cuenta con todas<br />
las especialidades, aunque los<br />
profesionales son contratados<br />
por pocas horas. Diariamente,<br />
presta 450 servicios de salud, fuera<br />
de la sala de emergencias donde<br />
atiende a 50 pacientes por jornada.<br />
Las 400 camas de internación<br />
están siempre llenas.<br />
Para tratar de cubrir esta alta<br />
demanda cuenta con 400 profesionales<br />
en salud; de ellos el 50%<br />
son médicos, enfermeras y auxiliares.<br />
“La mayoría son trabajadores<br />
a contrato que paga el nosocom<br />
i o”, afirma Sillerico.<br />
Aún así son pocos. En el Hospital<br />
de Clínicas no sólo hay carencia<br />
de médicos, sino también de<br />
equipos e insumos y -lo más evidente-<br />
de infraestructura.<br />
El centenario nosocomio paceño no da abasto a la alta demanda de pac<br />
Sierras y taladros son equipos d<br />
l V I S I TA Los pacientes hacen cola desde la madrugada para recabar una ficha para especi<br />
mógrafo no funciona como tampoco el equipo de rayos X ni dos salas de quirófano. Por fa<br />
Los instrumentos con los<br />
que se realizan cirugías en<br />
el Hospital de Clínicas.<br />
La P<br />
Álvaro Valero / Página Siete<br />
Centenario y precario miraflorino<br />
A medida que se recorre los pasillos<br />
gastados, las barandas viejas<br />
y el piso de madera que rechina,<br />
las puertas amplias, desgastadas<br />
y carcomidas transportan a<br />
1917, año de la fundación del mayor<br />
nosocomio paceño.<br />
“En ese entonces se hizo un hospital<br />
para los 300 mil habitantes<br />
que tenía la ciudad de La Paz. Hoy<br />
es insuficiente para la población<br />
que sobrepasa los dos millones de<br />
habitantes de la sede de Gobierno<br />
y El Alto”, lamentó el presidente<br />
del Colegio Médico de La Paz,<br />
Luis Larrea. Eso, sin contar a los<br />
enfermos de provincias y del interior<br />
que acuden al General.<br />
Según el Instituto Nacional de<br />
Estadísticas (INE), el departamento<br />
de La Paz tiene 2.863.000<br />
habitantes. La tasa de natalidad<br />
es de 20,1 nacimientos por cada<br />
1.000 habitantes y la esperanza de<br />
vida al nacer alcanza a los 75,9<br />
años en mujeres y 69,1 años en<br />
hombres. Un nosocomio con 400<br />
camas lleva al seguro colapso.<br />
Cien años después, la infraestructura<br />
y el equipamiento del<br />
hospital no cambió demasiado,<br />
“Cuando llego a<br />
una consulta sólo<br />
elevo mis oraciones<br />
para que Dios guíe<br />
al médico, porque<br />
sé que este hospital<br />
está muy mal”.<br />
Virginia Huallpa, paciente<br />
por lo que los galenos lo califican<br />
de precario y obsoleto. Prima el<br />
hacinamiento en los pabellones<br />
de internación, pues la distancia<br />
entre cama y cama es de menos de<br />
un metro. En algunos casos los catres<br />
son de fierro y los veladores<br />
hace años perdieron el color.<br />
Taladros y polvo<br />
El quirófano tiene seis salas de<br />
cirugía, cuatro de ellas para operaciones<br />
programadas, de las que<br />
sólo funcionan dos. Hay otras dos<br />
que son para emergencias.<br />
“Quisiera que el<br />
Presidente venga a<br />
hacerse atender<br />
aquí en el General y<br />
así vea las carencias<br />
que tiene este hosp<br />
i ta l ”.<br />
Rafael Butrón, paciente<br />
En una de ellas, donde aún se<br />
realizan las intervenciones, el personal<br />
coloca un papelito en una de<br />
las patas del catre para evitar que<br />
éste se mueva. “Sirve como cuña,<br />
para dar firmeza; de lo contrario, la<br />
incisión del cirujano puede fallar”,<br />
explica una enfermera.<br />
En contraste, un área aledaña<br />
tiene un moderno equipo incluso<br />
para telemedicina. “Es nuestra sala<br />
nueva”, comenta otra enfermera<br />
que trata de ocultar la silla del cirujano<br />
que está vieja y ensarrada.<br />
En la sala donde se almacenan<br />
“Nos damos modos<br />
para atender a los<br />
pacientes con el<br />
poco material que<br />
tenemos. Hasta<br />
reutilizamos equipos<br />
inservibles”.<br />
Jorge Quisbeth, fisioterapeuta<br />
“Las mascarillas de<br />
oxígeno deben ser<br />
usadas por una sola<br />
persona y desechadas<br />
después, pero<br />
nosotros las debemos<br />
reutilizar”.<br />
Javier Mancilla, médico<br />
los instrumentos de quirófano,<br />
hay un taladro y otras herramientas<br />
de carpintería. ¿Y esto?<br />
“Tenemos estos dos motores o<br />
taladros de carpintería que se<br />
usan para cirugía de traumatología”,<br />
responde una enfermera que<br />
cuidadosamente guarda esos<br />
equipos en un tambor de metal”.<br />
Hay otros materiales oxidados y<br />
hasta una sierra doméstica.<br />
Los instrumentos de cirugía son<br />
otro “dolor de cabeza”para el personal.<br />
El único equipo de intervenciones<br />
laparoscópicas ya presenta<br />
problemas, por su constante<br />
uso. La pinza “se aflojó”, por lo<br />
que la instrumentista -extremando<br />
ingenio ante la necesidad- la<br />
amarró con hilo de suturación.<br />
Son constantes las solicitudes<br />
de nuevos equipos, pues algunos<br />
de ellos tienen más de 50 años. “Le<br />
hemos pedido al director, pero dice<br />
que hay otras prioridades. No<br />
nos escuchan”, lamenta el jefe de<br />
cirugía general, Dieter Chávez.<br />
En imagenología hay dos equipos<br />
de rayos X; el más antiguo funciona<br />
“cuando puede”y el nuevo se
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Especial<br />
Página SIETE J u eve s 31 de agosto de 2017<br />
especial@ p a g i n a s i e te . b o<br />
9<br />
az l<br />
Freddy Barragán / Página Siete<br />
ientes; le falta personal, equipos e infraestructura<br />
del Hospital de Clínicas<br />
ialidad. En el único hospital público de tercer nivel de La Paz el toalta<br />
de insumos, el personal debe reutilizar materiales viejos.<br />
Freddy Barragán / Página Siete<br />
La sala de emergencias colapsa constantemente.<br />
Las mascarillas de oxígeno desechables se reutilizan en Emergencias.<br />
Álvaro Valero / Página Siete<br />
El taladro casero para las cirugías<br />
en traumatología.<br />
El tomógrafo del nosocomio está en desuso.<br />
Necesita 1.400 cargos de salud cada año<br />
La Paz sólo recibe el 1%<br />
de los ítems que requiere<br />
El déficit de ítems de salud en<br />
el departamento de La Paz es<br />
evidente. Según el director del<br />
Servicio Departamental de Salud<br />
(SEDES) La Paz, Freddy Valle,<br />
de los 1.400 puestos que se<br />
requiere cada año por el crecimiento<br />
vegetativo, la región sólo<br />
recibe el 1% (140).<br />
“Cada año requerimos por lo<br />
menos 1.400 ítems para todo el<br />
departamento, pero como los recursos<br />
humanos vienen del Tesoro<br />
General de la Nación (TGN)<br />
el Gobierno nos da sólo 140 cargos.<br />
El año pasado fue la única<br />
gestión que recibimos 200, pero<br />
ese número no cubre la demanda”,<br />
asegura Valle.<br />
Precisó que no todos los cargos<br />
son para el Hospital de Clínicas,<br />
pues también deben distribuirse<br />
en el área rural. Así explicó que<br />
trabajen a contrato de horas la mayoría<br />
de los profesionales de los<br />
siete centros que integran el complejo<br />
hospitalario de Miraflores.<br />
“El 80% de los médicos están a<br />
c o n t ra t o”, detalla la autoridad<br />
departamental. Por esa causa,<br />
muchos profesionales dejan sus<br />
puestos en centros públicos para<br />
trabajar en el área privada o en<br />
centros de seguro a corto plazo.<br />
Para Valle, esa es una de las tres<br />
principales falencias del hospital<br />
público paceño. La segunda<br />
tiene que ver con el equipamiento<br />
que ya es “o b s o l e t o”y, el tercero,<br />
con la infraestructura. “Es<br />
cierto, el edificio ya cumplió su<br />
c i c l o”, reconoce.<br />
Sin embargo, resalta que la Gobernación<br />
no cuenta con los recursos<br />
necesarios para resolver<br />
esos problemas. “Se necesita de<br />
presupuesto y eso es lo que menos<br />
tenemos”, puntualiza.<br />
La Gobernación de La Paz<br />
cuenta con un presupuesto<br />
anual de más de 1.000 millones<br />
de bolivianos, según datos oficiales.<br />
El 44% es administrado<br />
por las unidades institucionales<br />
departamentales y el resto por el<br />
ejecutivo. Del total de dinero de<br />
la institución, cerca de tres millones<br />
de bolivianos están destinado<br />
a salud.<br />
“Este año estamos comprando<br />
equipamiento con 2,5 millones<br />
de bolivianos, todo para el complejo<br />
hospitalario. Hacemos lo<br />
que podemos, pero no alcanza.<br />
Debemos comenzar a mejorar”,<br />
remarca Valle.<br />
Para solucionar la falta de<br />
equipamiento, infraestructura y<br />
recursos humanos, la Gobernación<br />
acudió al Gobierno, pero no<br />
obtuvo respuesta. Según el director<br />
de comunicación de la Gobernación,<br />
Édgar Ramos, ya son<br />
dos años que el presidente Evo<br />
Morales no recibe al gobernador<br />
paceño Félix Patzi.<br />
arruinó. “En vano se invirtió tanta<br />
plata en esa máquina”, protesta el<br />
radiólogo Hugo Ledezma.<br />
En otra sala, un tomógrafo acumula<br />
polvo por desuso . “Esto no<br />
funciona desde hace cinco años.<br />
Cuando llegan pacientes para hacerse<br />
un examen con ese equipo,<br />
debemos derivarlos al Hospital del<br />
Niño u otros centros”, se queja la<br />
jefa de la unidad, Martha Aguirre.<br />
Anticuario de rehabilitación<br />
Frío y humedad llenan los pasillos<br />
y someten a los pacientes del<br />
Hospital de Clínicas. En los jardines<br />
hay basura mezclada con hojas<br />
secas. Si uno se detiene, observa<br />
heces de ratones.<br />
En la unidad de medicina física<br />
y rehabilitación el tiempo parece<br />
haberse detenido hace un siglo.<br />
Allí sigue la bicicleta de acero, que<br />
fue donada al nosocomio después<br />
de la segunda Guerra Mundial.<br />
“Aún la usamos para rehabilitar<br />
a los pacientes “, dice el jefe de esa<br />
unidad, Guido Arostegui. A ratos,<br />
el viejo aparato deja de funcionar,<br />
es hora de que pase a un museo.<br />
Al centro de esa sala está el paralelo<br />
(dos barandas ensarradas que<br />
sirven de apoyo para las personas<br />
que están en proceso de recuperar<br />
el movimiento de los pies) sujetado<br />
por una soga. No es estable.<br />
A un costado hay dos máquinas<br />
de coser muy viejas, que ahora tienen<br />
la función de rehabilitar a los<br />
pacientes. “Con las máquinas se<br />
hace ejercicios de pie, sirven en<br />
caso de luxaciones”, afirma el fisioterapeuta<br />
Jorge Quisberth.<br />
La sala de emergencias es el corazón<br />
del hospital. Debería estar<br />
equipada con laboratorio, terapia<br />
intensiva, rayos X y contar con<br />
instrumentos básicos, como glucómetro,<br />
oxímetro de pulso y<br />
electrocardiómetro. Debería.<br />
La falta de insumos obliga a reutilizar<br />
materiales que son desechables,<br />
como las cinco mascarillas<br />
de oxígeno y la manguera del<br />
aspirador. “Eso es un foco de inf<br />
e c c i ó n”, advierte el médico de<br />
guardia Jaime Mancilla.<br />
Según la Ley de Autonomías, los<br />
hospitales de tercer nivel son de<br />
tuición de los gobiernos departamentales.<br />
Ante las últimas denuncias<br />
de la situación del Hospital<br />
de Clínicas, el gobernador de La<br />
Paz, Félix Patzi, instruyó que se<br />
elabore un diagnóstico del equipamiento<br />
del nosocomio.<br />
El director del Servicio Departamental<br />
de Salud (SEDES) La Paz,<br />
Freddy Valle, admitió que el nosocomio<br />
está en malas condiciones.<br />
“Es una herencia de gestiones pasadas”,<br />
dijo.<br />
Patzi anunció nuevos edificios<br />
para emergencias y quirófano, que<br />
prevé estarán listos en tres años.
10 Página SIETE J u eve s 31 de agosto de 2017<br />
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Pre c a r i e d a d<br />
Instalaciones en malas condiciones,<br />
falta de espacio, infraestructura<br />
en mal estado y<br />
equipos viejos y deficientes<br />
son comunes en los siete nosocomios<br />
del complejo hospitalario<br />
de Miraflores.<br />
1En el quirófano del Instituto Nacional del Tórax<br />
las camillas corroidas tiene fundas rotas o<br />
remendadas, lo que da cuenta de su antigüedad.<br />
2A falta de recipientes especiales para insumos<br />
de cirugías, se reciclan botellas de café y se<br />
usan botellones de plástico de uso común.<br />
3El antiguo ascensor del Tórax, en el que apenas<br />
caben una camilla y una persona, no funciona<br />
el 80% del tiempo.<br />
Verónica Zapana S. / La Paz<br />
Un cubículo frío y viejo en<br />
el que apenas cabe una<br />
camilla. Así es el único<br />
ascensor del Instituto Nacional<br />
del Tórax que no funciona gran<br />
parte del año, obligando a médicos<br />
y enfermeras a subir decenas<br />
de gradas cargando a los pacientes.<br />
Es la punta del iceberg<br />
de problemas del nosocomio.<br />
“Este ascensor nos hace sufrir<br />
d e m a s i a d o”, afirma Alfredo<br />
Cuentas. Desde hace 50 años el<br />
caballero es el encargado del elevador<br />
del nosocomio que es parte<br />
del complejo de Miraflores.<br />
“Debido a que casi todo el<br />
tiempo está arruinado, el personal<br />
-desde las enfermeras, hasta<br />
los médicos- debe cargar a los<br />
pacientes por las gradas. En algunos<br />
casos los subimos hasta el<br />
tercer piso”, dice preocupado.<br />
Trasladar a pacientes por las<br />
gradas es un vía crucis; más<br />
cuando está en camilla, porque<br />
el espacio es angosto. “Unas veces<br />
los subimos en sillas de ruedas;<br />
otras, en camillas, y muy raras<br />
ocasiones, a pie; pero nunca<br />
es fácil”, relata una enfermera.<br />
Ese es apenas uno de los problemas<br />
del Instituto Nacional<br />
del Tórax. Paredes y pisos en mal<br />
estado, materiales obsoletos,<br />
equipos que no funcionan y falta<br />
de personal son las principales<br />
falencias del nosocomio paceño<br />
de tercer nivel y de referencia nacional<br />
desde hace 54 años, que<br />
actualmente funciona como de<br />
segundo nivel.<br />
“Durante cinco años no pudimos<br />
hacer operaciones de corazón<br />
porque no teníamos un cirujano<br />
¿Cómo? si somos un nosocomio<br />
especializado en el área del tórax.<br />
¿Dónde está alojado el corazón?”,<br />
cuestiona el director de la institución,<br />
Édgar Pozo.<br />
La situación ha cambiado con<br />
la llegada de la cirujana cardióloga<br />
Érika Pérez, quien aceptó la<br />
invitación para reiniciar esas<br />
operaciones “e s t re l l a ”. El Tórax<br />
invirtió cerca de 700 mil dólares<br />
para adquirir un equipo de punta<br />
y reforzar su personal especializado.<br />
En septiembre se retomarán<br />
estas cirugías.<br />
Pero el hospital también requiere<br />
otros 150 ítems de equipos,<br />
insumos y medicamentos<br />
que no tiene. “Ya los solicitamos”,<br />
asegura Pérez.<br />
“El hospital se cae a pedazos”<br />
Por los pasillos del Instituto<br />
del Tórax pasea humedad, pero<br />
El hospital, parte del complejo de Miraflores, “se cae a pedazos”<br />
A falta de elevador, personal del<br />
Tórax carga a enfermos 3 pisos<br />
l FA L E N C I A S Durante cinco años no se hicieron cirugías de corazón en el nosocomio por<br />
falta de personal e insumos. La infraestructura está completamente húmeda y deteriorada.<br />
Freddy Barragán / Página Siete<br />
En el quirófano un equipo Arco en C, para implante de marcapasos, está en desuso.<br />
ese olor frío es ya normal para los<br />
trabajadores del nosocomio.<br />
Tienen problemas mayores.<br />
En la sala de quirófano un Arco<br />
en C -aparato para el implante de<br />
marcapasos- está en desuso.<br />
“Este equipo tiene 40 años y sólo<br />
a veces funciona”, explica el exdirector<br />
del nosocomio y médico<br />
especialista José Urizacari.<br />
En esa área se advierten camillas<br />
corroidas con fundas rotas o<br />
remendadas; las telas con las que<br />
tapan a los pacientes se rompen<br />
tan sólo al estirarlas y los tambores<br />
donde se guardan las gasas<br />
desinfectadas para una intervención<br />
están ensarrados. “Eso<br />
puede provocar infección”, alerta<br />
Urizacari.<br />
Hay trípodes para sujetar sueros<br />
a los que les faltan patas, gradas<br />
sin pisaderas y la única silla<br />
de ruedas que tiene el hospital<br />
está rota y a punto de desmantelarse<br />
por el constante uso.<br />
La sala de hemodinamia, donde<br />
otrora se resucitaba a los pacientes<br />
que sufrían infartos cardiacos,<br />
hoy es un espacio deteriorado<br />
y húmedo. Allí se amontonan<br />
equipos inservibles o desmantelados.<br />
En emergencias se precisa un<br />
desfibrilador, equipo resucitador<br />
de un paro cardiaco, que es<br />
esencial para el nosocomio.<br />
“El hospital se nos cae a pedazos”,<br />
lamenta el doctor Pozo. La<br />
situación es insostenible para el<br />
personal médico del Tórax. “Có -<br />
mo podemos hacer nuestro trabajo,<br />
que es salvar vidas, sin insumos,<br />
sin infraestructura, sin<br />
re c u r s o s ”, cuestiona y dice que<br />
quizá le cueste el cargo denunciar<br />
esa problemática.<br />
En espera de respuestas<br />
Según la Ley de Autonomías,<br />
todo nosocomio de tercer nivel<br />
debe ser administrado por la Gobernación<br />
de la región donde<br />
funciona. En La Paz, el gobernador<br />
Félix Patzi dijo en reiteradas<br />
oportunidades que no tiene recursos<br />
para resolver las falencias<br />
“Ya me duele la espalda<br />
tanto cargar a<br />
pacientes. Es complicada<br />
esta situación.<br />
Necesitamos<br />
un nuevo hospital”.<br />
Alfredo Cuentas, ascensorista<br />
“No podemos hacer<br />
mucho con<br />
nuestra única silla<br />
de ruedas vieja que<br />
poco a poco se desm<br />
a n te l a ”.<br />
Una enfermera del Tórax<br />
“El hospital se nos<br />
cae por las condiciones<br />
precarias en<br />
las que trabajamos.<br />
El edificio está a<br />
punto de colapsar”.<br />
Édgar Pozo, director del INT<br />
de Instituto del Tórax, que se suman<br />
a las de los nosocomios del<br />
complejo de Miraflores.<br />
El director del Servicio Departamental<br />
de Salud dependiente<br />
de la Gobernación, Freddy Valle,<br />
lamentó la situación “crítica”del<br />
Tórax, pero apenado dijo que no<br />
puede hacer mucho para resolverla.<br />
“Las falencias son muchas y los<br />
recursos pocos”.<br />
Recordó que hace un par de<br />
años el Gobierno se comprometió<br />
a construir un nosocomio para<br />
esa especialidad, pero aún no<br />
hay nada concreto. El director de<br />
Servicios de Salud del ministerio,<br />
Rodolfo Rocabado, informó<br />
que se trabaja el proyecto.
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Especial<br />
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especial@ p a g i n a s i e te . b o<br />
11<br />
4El tiempo y la humedad causan daños a las<br />
paredes de la sala de emergencias del Hospital<br />
del Niño, en el complejo hospitalario.<br />
5En la lavandería del pediátrico hay fugas<br />
en cañerías y deterioro en la cerámica. Allí<br />
dos personas lavan las prendas a mano.<br />
6Un baño vecino al almacén de medicamentos<br />
del Hospital del Niño presenta<br />
huecos en el techo de donde emana mal olor.<br />
7Evidencias del deterioro, cerámicas rotas<br />
en las que trabajadores y pacientes<br />
tropiezan constantemente.<br />
En el nosocomio se crían gatos para ahuyentar a los ratones<br />
Hacinamiento y roedores, los<br />
problemas del Hospital del Niño<br />
l P E D I Á T R I CO El cúmulo de materiales en desuso propicia la proliferación de plagas.<br />
La infraestructura deteriorada “está maquillada con la pintura”. Faltan consultorios.<br />
Verónica Zapana S. / La Paz<br />
Sara Aliaga / Página Siete<br />
Materiales en desuso se apilan en el patio del hospital.<br />
En almacenes no hay distancia entre medicamentos.<br />
Dos personas lavan 30 bolsones de ropa<br />
En el área de lavandería del<br />
pediátrico paceño dos personas<br />
lavan cada día más de 30<br />
bolsones de ropa de uso hospitalario<br />
de forma manual.<br />
“Nosotros trabajamos de<br />
forma manual, no hay máquinas<br />
y sólo tenemos dos personas<br />
que lavan las prendas del<br />
hospital. Sólo una lava 15 paquetes”,<br />
afirma la encargada<br />
de esa sala, Marlene Oruño.<br />
La mujer mostró unos carritos<br />
de traslado de ropa<br />
completamente viejos. El<br />
tumbado de esa sala está húmedo<br />
porque filtra agua de<br />
inodoros. Hay cerámicas rotas<br />
donde los trabajadores<br />
tropiezan constantemente.<br />
En el edificio de más de 50<br />
años del Hospital del Niño<br />
crían gatos para controlar<br />
a los roedores que corren<br />
entre materiales en desuso acumulados<br />
en patios y jardines. A<br />
falta de espacio, se improvisan<br />
consultorios. El nosocomio<br />
precisa arreglos y equipos.<br />
¿Puedo guardar medicamentos<br />
en tu refrigerador?, pregunta<br />
la responsable de laboratorio a la<br />
encargada interina de la unidad<br />
de almacenamiento de fármacos,<br />
Dina Magne, quien lamenta<br />
no poder ayudarla.<br />
“Todo está lleno de reactivos”,<br />
explica mientras juntas revisan<br />
los tres refrigeradores de la unidad<br />
y comprueban que están<br />
completamente llenos. Cabizbaja,<br />
sale la laboratorista.<br />
Magne afirma que ese es un<br />
ejemplo de la “terrible situac<br />
i ó n” del Hospital del Niño.<br />
“Mire cómo estamos, completamente<br />
hacinados”, dice mientras<br />
recorre los minúsculos pasillos<br />
que están llenos de cajas de<br />
medicamentos, algunas de las<br />
cuales incluso están en el suelo.<br />
“La norma establece que entre<br />
medicamento y medicamento<br />
debe haber un espacio de 10 centímetros,<br />
pero lamentablemente<br />
no se cumple”, lamenta. El stock<br />
de medicamentos llega hasta el<br />
techo y hay menos de dos centímetros<br />
entre ellos.<br />
Pero, esa no es la única falencia<br />
del Hospital del Niño, que funciona<br />
en el complejo hospitalario<br />
de Miraflores hace medio siglo.<br />
Hay problemas de infraestructura<br />
y espacio, dice el director del<br />
nosocomio Alfredo Mendoza.<br />
Al lado del almacén de medicamentos<br />
hay un baño con huecos<br />
en el techo. “Eso debido a<br />
que la filtración de aguas servidas<br />
de un piso superior que afecta<br />
este espacio. En vano arreglan,<br />
igual se arruina cada vez”, explica<br />
Magne. Dice que el mal olor<br />
Sara Aliaga / Página Siete<br />
que emana es peor por la tarde.<br />
Otro de los problemas son los<br />
roedores. “Algunos trabajadores<br />
ya se acostumbraron a su presencia,<br />
pero los padres de los pacientes<br />
a veces gritan al ver algun<br />
o”, comenta una doctora del<br />
nosocomio infantil.<br />
Para ahuyentar a los ratones,<br />
en el hospital se crían gatos, dijo<br />
el director, aunque destacó que<br />
el nosocomio cuenta con presupuesto<br />
para eliminar plagas.<br />
Son paliativos porque los roedores<br />
arman sus nidos entre los<br />
cúmulos de equipos inservibles.<br />
En el patio hay gran cantidad de<br />
catres, escritorios, cajones y<br />
otros enseres viejos cubiertos<br />
con una lona. A unos pasos, una<br />
pila de colchones en desuso.<br />
Es consecuencia del hacinamiento<br />
que afecta los ambientes<br />
hospitalarios. La sala de fonoaudiología<br />
mide 2 x 2 metros y sólo<br />
tiene espacio para un escritorio.<br />
Hay rajaduras y deterioro en la<br />
infraestructura. “Pero ahora todo<br />
está maquillado con la pintura<br />
”, afirma una de las doctoras.<br />
Líos impiden<br />
que chatarra<br />
h o s p i ta l a r i a<br />
sea desechada<br />
Problemas legales y administrativos<br />
son las principales<br />
causas para que no se deseche la<br />
chatarra que se acumula en el<br />
Hospital del Niño y otros nosocomios<br />
de Miraflores.<br />
Según el director del Servicio<br />
Departamental de Salud (SE-<br />
DES) La Paz, Freddy Valle, “sería<br />
ideal que la chatarra de los hospitales<br />
del complejo sea derivada<br />
a un basurero, pero el proceso<br />
no es tan sencillo”.<br />
Para eliminar esos materiales<br />
se debe dar de baja a los ítems a<br />
los que corresponden. “A cada<br />
hospital ingresa un bien con un<br />
número de ítem y si falta ese<br />
ítem, se realiza un proceso”, explicó.<br />
Hay malas experiencias: hace<br />
unos años, el director de uno de<br />
los hospitales desechó esos inservibles<br />
y fue objeto de un proceso<br />
administrativo por esa causa.<br />
“Por eso no es tan sencillo”.<br />
En el Hospital del Niño hay<br />
gran cantidad de chatarra que se<br />
amontona en el patio y ese cúmulo<br />
de material de desecho propicia<br />
la reproducción de roedores.<br />
“No es sólo en ese nosocomio,<br />
hay chatarra en todo el complejo;<br />
incluso hay vehículos viejos”,<br />
dijo el director del SEDES.<br />
Después de ser dados de baja,<br />
los insumos en desuso de un hospital<br />
deben ser depositados en<br />
un botadero especial. “Hay uno<br />
que está en Pucarani”.<br />
La cocina del nosocomio, en<br />
condiciones precarias.
12 Página SIETE J u eve s 31 de agosto de 2017<br />
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especial@ p a g i n a s i e te . b o Especial<br />
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Los centros de salud dependientes de los municipios son la primera referencia<br />
Primer nivel, en la cadena de carencias<br />
l AT E N C I Ó N Los nosocomios de primer y segundo nivel deben brindar los servicios básicos a comunidades<br />
y municipios. Pese a esfuerzos médicos, falta de personal y de equipamiento dificultan su misión.<br />
Conflictos limitan el acceso<br />
Isla del Sol: médicos<br />
hacen las visitas con<br />
recursos propios<br />
l INSUMOS Una enfermera y un doctor ingresan<br />
a la Isla con permiso una vez al mes.<br />
P rov i n c i a s l<br />
Freddy Barragán / Página Siete<br />
Leny Chuquimia /Isla del Sol<br />
Médicos y enfermeras<br />
que brindan atención<br />
médica a las comunidades<br />
de la Isla del Sol utilizan<br />
sus propios recursos para, una<br />
vez al mes, contratar lanchas<br />
que los lleven a estas localidades<br />
surcando el Titicaca.<br />
En los últimos meses, cargados<br />
de medicamentos, los profesionales<br />
de salud logran pasar<br />
los bloqueos en las comunidades<br />
lacustres que están en conflicto.<br />
Usan para ello permisos<br />
que fungen como pasaportes.<br />
“Los pobladores están en<br />
conflicto. Nosotros pasamos<br />
con un permiso exclusivo del<br />
Alcalde de Copacabana. El problema<br />
no debería afectar a la salud,<br />
pero lo hace y es un riesgo”,<br />
señala el doctor Yesid Illanes.<br />
Con bolsas pesadas, él y una<br />
enfermera han arribado al<br />
puesto de Challapampa. En botiquines<br />
y mochilas llevan jarabes<br />
para la tos, antibióticos de<br />
amplio espectro, fungicidas en<br />
pomada, calmantes y ungüentos<br />
para dolencias articulares.<br />
“Las IRAS y las EDAS son las<br />
más comunes, al igual que las<br />
En Challapampa, doctor y enfermera entregan medicamentos.<br />
lumbalgias, la artritis o el reum<br />
a t i s m o”, dice la enfermera<br />
Maribel Carrillo.<br />
Ambos recorren las casas de la<br />
Isla puerta a puerta. Revisan a<br />
los adultos mayores, pesan a los<br />
niños y hallan casos como el de<br />
Lizeth, de siete años. El dolor de<br />
muela no la deja dormir, pero su<br />
madre no puede llevarla a la<br />
consulta del dentista de Wacani<br />
o de Copacabana porque el conflicto<br />
ha cortado el paso. La única<br />
salida es en lancha por el lado<br />
sur y llegar allí demanda cuatro<br />
horas de caminata.<br />
“Contratar la lancha cuesta<br />
hasta 200 bolivianos y los comunarios<br />
no pueden pagar ese<br />
monto. Para llegar acá nosotros<br />
pagamos de nuestro propio din<br />
e ro”, asegura Maribel.<br />
Salud en la Isla<br />
uV i s i ta s • Las visitas médicas<br />
llegan una vez al mes.<br />
uS u p l e m e n to s • Dejan<br />
medicamentos; también suplementos<br />
alimenticios como<br />
el Carmelo y vitaminas para niños<br />
y adultos mayores.<br />
Hospital de Reyes, sin agua potable<br />
Pacientes viajan 12<br />
horas para acceder<br />
a especialidades<br />
l ENFERMOS El centro de salud de primer<br />
nivel atiende a la población de 55 comunidades.<br />
Leny Chuquimia / Página Siete<br />
Leny Chuquimia / Beni<br />
Pacientes del municipio<br />
de Reyes en Beni viajan<br />
por más 12 horas para acceder<br />
a atención en un hospital<br />
de primer nivel. En condiciones<br />
precarias, el centro municipal<br />
trata de cubrir falencias;<br />
sin embargo, su personal<br />
e insumos son insuficientes.<br />
“Si la enfermedad se complica,<br />
no hay más que ir a Trinidad”,<br />
señala Milena Chamo en<br />
un pasillo del hospital municipal<br />
San Juan de Dios en Reyes.<br />
El viaje hasta la capital beniana<br />
dura más de 12 horas, eso<br />
cuando el tiempo es bueno. “Si<br />
llueve hay que ver la forma de<br />
salir por avioneta”, dice.<br />
El personal del centro está integrado<br />
por médicos generales<br />
pero por experiencia tratan<br />
también casos de pediatría, cirugía,<br />
ginecología o traumatología.<br />
“Así solucionamos muchas<br />
cosas. Cuando ya no podemos,<br />
acudimos a otros hospitales”,<br />
explica el director del nosocomio,<br />
Heine Driu.<br />
La falta de agua potable en el<br />
En Reyes sólo hay seis camas de internación para todo el municipio.<br />
municipio afecta también al<br />
hospital que se abastece del líquido<br />
por medio de pozos. Para<br />
ser usada en las comidas, la limpieza<br />
de las salas, sabanas o de<br />
las batas de médicos y pacientes,<br />
el agua es hervida todas las<br />
mañanas en ollas enormes.<br />
El centro de salud está distribuido<br />
en tres bloques de una<br />
sola planta que reciben a los<br />
cerca de 6.000 habitantes del<br />
área urbana del municipio beniano.<br />
Las salas de mujeres y<br />
hombres tienen seis camas, hay<br />
tres en cada una.<br />
El espacio de Telesalud fue<br />
abandonado. “Un día el personal<br />
renunció, se fue y ya no volv<br />
ieron”, asegura Driu.<br />
Las comunidades<br />
uPo b l a c i ó n • Reyes tiene<br />
55 comunidades indígenas<br />
en las riberas del río Beni.<br />
uAtención •Para llegar a<br />
ellas cada tres meses el personal<br />
médico recorre el caudal.
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13<br />
Precisa personal y equipos<br />
Pucarani: Telesalud<br />
atiende en diferido<br />
por falta de red<br />
Sara Aliaga / Página Siete<br />
l CO N F L I C TO En el centro del municipio paceño<br />
hay tres médicos para 30.000 habitantes.<br />
Verónica Zapana / Pucarani<br />
Con un suspiro, doña<br />
Marina rememora el<br />
tiempo en el que el centro<br />
de salud del municipio paceño<br />
de Pucarani brindaba<br />
atenciones con un especialista<br />
desde La Paz a través del programa<br />
de Telesalud.<br />
“Ya no podemos tener ese<br />
servicio, dicen que está mal y<br />
que no hay internet”, afirma la<br />
mujer. Está sentada frente al<br />
consultorio de Telemedicina<br />
de la localidad, ubicada a una<br />
hora de la sede de Gobierno.<br />
Esa sala se implementó hace<br />
tres años con el objetivo de ayudar<br />
a los pacientes a acceder a<br />
una atención especializada<br />
desde Pucarani, explica la directora<br />
del centro, Nelly Alarcón.<br />
Mediante ese servicio, a<br />
través de la red, un experto desde<br />
La Paz podía conectarse con<br />
el enfermo y la médica general a<br />
cargo, para realizar una consulta<br />
y dar un diagnóstico.<br />
La sala está cerrada hace dos<br />
meses. “Sólo funcionó bien un<br />
s e m e s t re”, dijo Alarcón. Inicialmente<br />
era el Gobierno el<br />
que pagaba por el servicio de<br />
internet: luego la responsabilidad<br />
pasó al municipio y comenzaron<br />
las deficiencias.<br />
Actualmente la responsable<br />
de la sala, Marisol Yanapa, trabaja<br />
con un módem, por lo que<br />
“las atenciones se hacen en dif<br />
e r i d o”. La encargada saca fotos<br />
del paciente, las envía al especialista<br />
y luego recibe el<br />
La doctora de Telesalud muestra su computadora sin red.<br />
pre hay cupos.<br />
También faltan equipos para<br />
el nosocomio. “Nuestras ambulancias<br />
no tienen oxígeno<br />
desde hace cuatro meses. Tienen<br />
sólo lo esencial, es decir camilla,<br />
equipo para primeros auxilios<br />
y un botellón de oxígeno<br />
pero sin oxígeno”, afirma.<br />
El centro de Pucarani atiende<br />
cada mes a 400 pacientes adultos<br />
y 200 niños. “Necesitamos<br />
un hospital de segundo nivel”.<br />
Centro de salud<br />
diagnóstico y el tratamiento<br />
sugerido. “Es un poco más moro<br />
s o”, reconoce Yanapa.<br />
Alarcón advierte que otra de<br />
las debilidades del centro es la<br />
falta de personal: hay sólo tres<br />
médicos generales para atender<br />
a los 30.000 habitantes del<br />
municipio. Por ello, los casos<br />
más serios son derivados al<br />
Hospital del Norte de la ciudad<br />
de El Alto -el nosocomio de referencia-;<br />
aunque allí no siemuEquipos<br />
• La fundación<br />
canadiense Tierra Sin<br />
Fronteras donó equipos dentales<br />
y de optometría, pero no<br />
hay personal para que maneje<br />
esos aparatos.<br />
u Camillas • La sala de<br />
odontología requiere de camillas<br />
para pacientes.<br />
Los médicos compran los insumos<br />
Achacachi: nuevo<br />
nosocomio sin<br />
médicos ni equipos<br />
Sara Aliaga / Página Siete<br />
l INFR AESTRUCTUR A El hospital atiende a<br />
45.000 habitantes con tres médicos generales.<br />
Verónica Zapana / Achacachi<br />
Con tres pisos y flamante<br />
infraestructura, el hospital<br />
del municipio paceño<br />
de Achacachi aún funciona<br />
como de primer nivel debido<br />
a la falta de equipamiento. El<br />
nosocomio atiende a 45.000 habitantes<br />
con tres médicos generales,<br />
de los cuales uno realiza<br />
visitas a las comunidades.<br />
“Mami, quiero irme, tengo<br />
hambre”, dice entre lágrimas,<br />
en el hospital de Achacachi, una<br />
niña de tres años que aguarda<br />
una consulta médica por una<br />
herida. Su madre, Rosalía Quisberth,<br />
y sus dos hermanos la<br />
acompañan en la espera que ya<br />
dura más de dos horas.<br />
En el nosocomio nadie sabe<br />
Un quirófano que no está equipado en Achacachi.<br />
dónde está el galeno encargado<br />
de emergencias. “Quizá está en<br />
el segundo piso”, dice otra doctora<br />
pero no ayuda a la mujer.<br />
El jefe de internación del hospital,<br />
Hernán Condori, explica<br />
que pese a que el nosocomio de<br />
Achacachi está catalogado como<br />
de segundo nivel no cumple<br />
esas funciones. Tiene las especialidades<br />
de pediatría, ginecoobstetricia,<br />
traumatología,<br />
cirugía general y oftalmología<br />
pero no cuenta con médicos de<br />
planta para estas áreas.<br />
“Los profesionales que atienden<br />
esas especialidades no son<br />
contratados por el Gobierno<br />
con ítem. Son parte de los médicos<br />
que realizan su Año Obligatorio<br />
de Salud (ASO). Es importante<br />
que realicen esas cont<br />
ra t a c i o n e s ”, dice Condori.<br />
El nosocomio tiene un gran<br />
edificio de tres niveles, pero el<br />
60%, de sus ambientes está vacío.<br />
“No tenemos equipamient<br />
o”, afirma el galeno. A su alrededor<br />
hay salas con esqueletos<br />
de catres viejos. “Nos faltan camillas<br />
nuevas, colchones y frazadas”,<br />
lamenta.<br />
El hospital tampoco cuenta<br />
con equipos de rayos X, ecógrafos<br />
y laboratoristas. En el área<br />
de Emergencias no hay tensiómetros,<br />
laringoscopio, otoscopio<br />
y termómetros. “Estos instrumentos<br />
tenemos que traerlos<br />
cada uno de los médicos para<br />
poder atender a los pacientes”,<br />
lamenta Condori.<br />
En el área de quirófano, hay<br />
dos salas de cirugía y sólo una<br />
de ellas funciona. La otra no tiene<br />
electricidad ni equipos. “El<br />
hospital es nuevo pero necesitamos<br />
equipos”, asegura.<br />
El nosocomio<br />
uConstrucción • Del<br />
nuevo edificio se inició en<br />
2010 y se concluyó en 2015.<br />
Tiene tres niveles y es muy amplio.<br />
Esperan que en un mes el<br />
Gobierno entregue equipos.<br />
uCamas • Está creado<br />
para 50 camas, pero sólo hay<br />
20, las cuales son viejas.
14 Página SIETE J u eve s 31 de agosto de 2017<br />
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Liliana Carrillo V. / Santa Cruz<br />
En permanente “código negro”-alerta<br />
de colapso- trabaja<br />
el personal del hospital<br />
público cruceño de tercer nivel<br />
San Juan de Dios. El nosocomio<br />
más antiguo y de referencia regional<br />
afronta un aumento descontrolado<br />
de pacientes y sobrevive<br />
gracias a la solidaridad de la sociedad<br />
civil.<br />
“Después de este hospital, ¿a<br />
dónde puede acudir un paciente?<br />
Es la última estación, no hay dónde<br />
más se pueda ir. Por eso tratamos<br />
de ayudar a todos”, dice el cirujano<br />
Marcelo Cuéllar Crespo,<br />
director del hospital.<br />
La misión no es fácil. “Santa<br />
Cruz es el departamento con mayor<br />
crecimiento de población pero,<br />
por la distribución injusta de<br />
recursos, no recibe los fondos que<br />
necesita. No podemos satisfacer la<br />
alta demanda de salud”, añade el<br />
médico que llegó a este nosocomio<br />
hace 35 años como residente y no<br />
se fue.<br />
El hospital San Juan de Dios es<br />
un laberinto de recovecos que llevan<br />
a otros tiempos. Detrás de su<br />
fachada republicana se levanta<br />
una construcción moderna. En el<br />
primer piso hay plataformas de<br />
atención, oficinas pequeñitas y<br />
una amplia hilera de butacas de<br />
plástico, azules e incómodas, frente<br />
a una pantalla.<br />
Hay cientos de pacientes; los<br />
menos, sentados en las butacas<br />
azules y la mayoría, de pie. Todos<br />
observan el monitor atentos como<br />
fieles que miran al cura en el altar<br />
esperando que los convoque.<br />
La fila avanza rápidamente pero<br />
nunca disminuye. A cierta hora, la<br />
gente empieza a agolpase en los<br />
pasillos, en las puertas y a disputar<br />
esas butacas incómodas. Pronto<br />
son más y llenan el ala norte, ésa<br />
con plaza conmemorativa de los<br />
héroes de la Guerra del Chaco.<br />
“Este hospital atendió a los heridos”.<br />
Los pacientes colman también<br />
el ala este. Allí está el primer edificio<br />
del nosocomio, que data de<br />
1834, convertido en ruinas. En otra<br />
estructura de principios del siglo<br />
pasado con arcos y altos techos, las<br />
oficinas de dirección.<br />
“En este hospital vivimos en código<br />
negro permanentemente”,<br />
dice Cuéllar. En jerga médica esa<br />
es la alerta de enfermos esperando<br />
atención, de médicos trabajando<br />
sin pausa, de falta de camillas... de<br />
colapso.<br />
“El momento en que se instaura<br />
el seguro integral de salud, hemos<br />
pasado a soportar una sobredemanda<br />
de atención especialmente<br />
de la población anciana. Los adultos<br />
mayores tienen alto consumo<br />
de prestaciones, varias enfermedades<br />
y estancias hospitalarias<br />
largas”, explica el director.<br />
El San Juan de Dios es uno de los<br />
dos hospitales de tercer nivel de<br />
Santa Cruz (el otro es el Boliviano<br />
Japonés). Atiende en todas las especialidades<br />
a personas adultas; a<br />
los menores los deriva al Hospital<br />
del Niño y a las gestantes y recién<br />
nacidos, a la Maternidad Percy<br />
Boland.<br />
El nosocomio público cruceño atiende a 1.000 personas al día<br />
Hospital San Juan de Dios, en<br />
“código negro”p e r m a n e n te<br />
La sala de emergencias es la que más casos recibe.<br />
Santa Cruz l<br />
Las 254 camas del San Juan están<br />
siempre llenas. El 66% de ellas son<br />
ocupadas por adultos mayores y<br />
hay lista de espera.<br />
“Los centros de segundo nivel,<br />
que son municipales, no funcionan<br />
a plenitud. Muchos pacientes<br />
derivados o autorreferidos vienen<br />
y aquí nos vemos atosigados. Todo<br />
el día estamos buscando camas”.<br />
Dan fe de ello las llamadas constantes<br />
del director a sus colegas de<br />
otros nosocomios.<br />
Desde la comunidad de El Torno<br />
viene don Jacinto Lema. Del hospital<br />
de aquel municipio lo remitieron<br />
hace una semana hasta el<br />
nosocomio cruceño después de<br />
que le diagnosticaran una enfermedad<br />
renal. “Dice que están mal<br />
los riñones… debe ser porque no<br />
tengo fuerzas, me duele la espalda”,<br />
cuenta.<br />
Setentón, moreno, arrugado y<br />
con pícaros ojos claros, ya ha iniciado<br />
sus diálisis; pero le preocupa<br />
el dinero. Podrá pagar 10 sesiones<br />
(el costo de cada una es de 600 bolivianos<br />
y precisa tres a la semana),<br />
sin contar el alquiler de un cuartito<br />
y la comida… “¿Y después?”.<br />
Dolly Vidaurre ve casos como<br />
éste todos los días. Alegre y vital, la<br />
licenciada Dolly -como le llaman<br />
sus colegas- es la jefa del departamento<br />
de Trabajo Social del hospital.<br />
Tiene a su cargo a cuatro profesionales<br />
que deben atender a los<br />
El 66% de los pacientes del nosocomio son adultos mayores.<br />
más de 1.000 pacientes cada día.<br />
“Cuatro trabajadoras sociales<br />
somos, cuatro. Es muy difícil hacer<br />
un trabajo como el que queremos,<br />
una labor que coordine la asistencia<br />
social con un estudio familiar,<br />
económico y social de los pacientes”,<br />
dice Vidaurre.<br />
Se conmueve al hablar de sus pacientes,<br />
de aquellos que no tienen<br />
medios para pagar el tratamiento,<br />
de la gente sola. “Cuando detectamos<br />
a una persona en estas situaciones<br />
iniciamos un estudio que<br />
aspiramos a que sea integral. Hay<br />
categorías que implican descuentos;<br />
en el caso de la categoría D, de<br />
indigencia, el paciente no paga nada”.<br />
Fotos: Sara Aliaga / Página Siete<br />
Pa c i e n te s e s p e ra n<br />
su turno en el hospital<br />
público cruceño<br />
San Juan de Dios.<br />
l SERVICIO El nosocomio de referencia regional de Santa Cruz afronta un aumento<br />
descontrolado de pacientes. Sobrevive gracias a la solidaridad de la sociedad civil.<br />
A 900 mil dólares anuales llega<br />
el presupuesto que destina a casos<br />
de indigencia el hospital y no es<br />
suficiente; sin embargo, la ayuda<br />
llega gracias a instituciones de la<br />
sociedad cruceña. Davosan, la Liga<br />
de la Misericordia, el Country<br />
Club -que recientemente donó<br />
una máquina de hemodiálisis con<br />
valor de 34.000 dólares- y muchas<br />
otras hacen donaciones permanentes<br />
y solidarias.<br />
“Ayudamos en lo que podemos.<br />
Tratamos de dar compañía y<br />
transmitir la paz de Dios a la gente<br />
sola, especialmente a los ancianitos”,<br />
dice bajito la hermana María.<br />
Es una de las religiosas de congregación<br />
de La Misericordia que
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Especial<br />
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15<br />
Fotos: Sara Aliaga/ Página Siete<br />
El Hospital del Ñiño c u e n ta<br />
con instalaciones modernas<br />
pero precisa más ítems de<br />
médicos y enfermeras.<br />
En el San Juan de Dios h ay<br />
equipos en desuso que se<br />
amontonan en los corredores<br />
del edificio.<br />
La Maternidad precisa más cunas para atender a los bebés prematuros<br />
Cunas e incubadoras para<br />
atender a recién nacidos urgen<br />
en la maternidad Percy Boland<br />
de Santa Cruz. A fin de año finalizará<br />
el convenio con clínicas<br />
privadas y el colapso en neonatología<br />
parece inminente.<br />
Este hospital público de tercer<br />
nivel no cuenta con suficientes<br />
equipos para atender a<br />
los bebés prematuros. También<br />
precisa incubadoras para<br />
terapia intermedia que la Gobernación<br />
no puede dotar.<br />
“La demanda es muy grande.<br />
Aquí vienen pacientes de todo<br />
el departamento y de otras regiones<br />
a veces derivadas o autorreferidas.<br />
Necesitamos incubadoras,<br />
especialistas, enfermeras<br />
”, resume la directora de<br />
la maternidad, Beatriz Durán.<br />
En rigor la Percy Boland es el<br />
Hospital de la Mujer; pero todos<br />
en Santa Cruz conocen al<br />
hospital como la Maternidad.<br />
Creado en 1954, con el nombre<br />
de Eva Perón, ha visto nacer a<br />
generaciones pero en 60 años<br />
no ha crecido a la par de las necesidades<br />
de la población.<br />
La infraestructura es antigua<br />
La Maternidad fue creada en 1954 como Eva Perón.<br />
ras se movilizan y ahoga un gemido<br />
de dolor. Su esposa cuenta que<br />
está mal desde hace tres días; que<br />
un médico amigo lo vio en su casa,<br />
le dijo que era el apéndice y lo<br />
y presenta constantes deterioros,<br />
además precisa más items.<br />
“Son necesarios médicos para<br />
emergencia y subespecialidades<br />
como ginecología o esterilidad.<br />
Lo que más necesitamos<br />
son enfermeras y no hay ítems<br />
de nueva creación. Ese es el<br />
principal problema”, resume<br />
la doctora Durán que ya cumplió<br />
dos gestiones y ahora es<br />
interina en la dirección.<br />
Estos problemas mellan en el<br />
personal que sólo en lo que va<br />
del año ha realizado tres paros<br />
en demanda de ítems, equipos<br />
y ascenso de categorías. También<br />
son constantes los colapsos<br />
que obligan a atender a bebés<br />
en sillones a que compartan<br />
cunas en hacinamiento.<br />
Diariamente, la maternidad<br />
atiende a un promedio de 500<br />
pacientes, Los casos más frecuentes<br />
y graves son las eclampsias<br />
y hemorragias en etapa<br />
de gestación. “En esos casos<br />
atendemos de urgencia y con<br />
orgullo podemos decir que la<br />
mortalidad materna en este<br />
hospital público este año es de<br />
c e ro”, comenta Durán, ginecóloga<br />
obstetra con más de 30<br />
años de experiencia.<br />
La mortalidad neonatal llega<br />
al 4% pero el riesgo es que ésta<br />
aumente. “A fin de año termina<br />
el convenio firmado por el Ministerio<br />
de Salud con las clínicas<br />
privadas, estamos en emerge<br />
n c i a ”, dice la directora y resalta<br />
el apoyo que recibe este<br />
hospital de organizaciones solidarias<br />
como Davosan y otras.<br />
“Su solidaridad salva vidas”.<br />
rondan discretas, con hábitos<br />
blancos, por los pasillos hospitalarios.<br />
Esta orden italiana llegó hace<br />
más de un siglo al San Juan<br />
de Dios y desde entonces las<br />
monjitas han sido ángeles<br />
guardianes para miles de enfermos.<br />
Ahora ninguna de las 20<br />
hermanas es extranjera y todas son<br />
enfermeras .<br />
Un hombre con herida de bala<br />
llega a la sala de Emergencias. La<br />
camilla pasa rauda entre la multitud<br />
de pacientes sentados en las<br />
sillas de plástico y en cartones o<br />
mantas en el suelo.<br />
Pálido en la sala de espera, Jorge<br />
Llano ve cómo médicos y enfermemandó<br />
al hospital público.<br />
“No estamos aquí sólo por<br />
la plata. En última se paga nomás.<br />
Es que aquí están los<br />
mejores médicos y hay equipos<br />
buenos”, justifica la esposa<br />
del hombre cada vez más<br />
pálido que espera.<br />
“Tenemos todas las especialidades<br />
y equipos de primera generación.<br />
Pero claro, no alcanzan para<br />
atender a todo el departamento.<br />
Los pacientes históricamente<br />
también llegan de Beni, Pando,<br />
Cochabamba y hasta Tarija”, asegura<br />
Cuéllar, que cumple su tercera<br />
gestión en la dirección del San<br />
Juan de Dios.<br />
“Pedir más fondos a la Gobernación<br />
no tiene sentido porque no<br />
hay. Con amargarnos no ganamos<br />
nada, así que optamos por generar<br />
recursos propios con la triple subvención<br />
cruzada”, añade. Ese sistema<br />
consiste en aprovechar el superávit<br />
que generan algunos servicios<br />
externos -hemodinamia, medicina<br />
nuclear, tomografía- para<br />
subvencionar a los deficitarios.<br />
El hospital precisa especialistas<br />
-geriatras, reumatólogos, infectólogos,<br />
hematólogos- aunque tiene<br />
el apoyo de residentes que hacen<br />
prácticas y ante todo necesita<br />
enfermeras. “Eso y tanta plata<br />
como nuestras ganas de ayudar a<br />
todos, a todingos”, finaliza la licenciada<br />
Dolly.<br />
“Tengo que esperar<br />
a que me<br />
atiendan y a veces<br />
no hay comodidad;<br />
pero la salud<br />
es muy cara y aquí<br />
siquiera me dan<br />
re c e ta ”.<br />
Paciente de tercera edad<br />
“Ayudamos en lo<br />
que podemos.<br />
Tratamos de dar<br />
compañía y transmitir<br />
la paz de<br />
Dios a la gente sola<br />
y a los ancianitos<br />
enfermos”.<br />
Hermana María<br />
“No estamos en<br />
este hospital sólo<br />
por la plata. En<br />
última se paga nomás<br />
. Es que aquí<br />
están los mejores<br />
médicos y hay<br />
equipos buenos”.<br />
Familiar de paciente<br />
“Pedir más a la Gobernación<br />
no tiene<br />
sentido porque no<br />
hay. Con amargarnos<br />
no ganamos<br />
nada; así, tratamos<br />
de generar recursos<br />
propios”.<br />
Marcelo Cuéllar, director
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Fotos: Sara Aliaga/ Página Siete<br />
El acelerador lineal más moderno del país está a cargo del doctor Guillermo Vargas.<br />
Pro fe s i o n a l e s en física controlan el equipo contra el cáncer.<br />
El instituto cruceño es de referencia nacional<br />
El Oncológico más moderno<br />
de Bolivia trabaja “a tope”<br />
l CÁNCER Por su tecnología de punta, atiende a pacientes de todo el<br />
país, lo que pone a prueba la capacidad de atención del nosocomio.<br />
Liliana Carrillo V. / Santa Cruz<br />
Con sede en Santa Cruz, el<br />
Instituto Oncológico del<br />
Oriente Boliviano es un<br />
hospital de cuarto nivel que se<br />
especializa en el tratamiento<br />
del cáncer. Por su tecnología de<br />
punta, atiende a pacientes de<br />
todo el país que cada vez son<br />
más, lo que pone a prueba la capacidad<br />
del nosocomio.<br />
El Oncológico de Santa Cruz es<br />
el primer hospital del sistema<br />
público nacional que cuenta con<br />
un acelerador lineal y otros modernos<br />
equipos para tratar el<br />
cáncer. El aparato se estrenó hace<br />
un año, junto a un búnker especialmente<br />
construido, con<br />
una inversión de 30 millones de<br />
bolivianos de la Gobernación.<br />
Desde entonces, el equipo trabaja<br />
en tres turnos para realizar<br />
60 tratamientos de radioterapia.<br />
“Son muchos los pacientes y cada<br />
vez son más, debido a los convenios<br />
de atención que se han firmado<br />
con otras ciudades”, explica<br />
Martha Alicia Arrien, directora<br />
del hospital Oncológico.<br />
El temor es que los pacientes<br />
sigan llegando y en algún momento<br />
sean tantos que provoquen<br />
el colapso de los equipos.<br />
“Hay aún la posibilidad de aumentar<br />
un turno pero para ello se<br />
necesita más personal especializ<br />
a d o”, asegura Guillermo Var-<br />
gas, jefe médico del Oncológico.<br />
Instalado en un búnker aislado,<br />
el acelerador líneal es sometido<br />
a estricto mantenimiento<br />
después de cada tratamiento.<br />
“Es importante que sea preciso<br />
para irradiar solamente la parte<br />
del tumor”, recalca el galeno.<br />
Para el funcionamiento del<br />
acelerador lineal se precisa un<br />
equipo de al menos 10 profesionales:<br />
unos preparan al paciente,<br />
otros hacen los cálculos y otros<br />
más -los técnicos y físicos- emiten<br />
los rayos mediante un complejo<br />
sistema que emite simultáneamente<br />
varias imágenes del<br />
cuerpo en pantallas.<br />
Hasta junio pasado funcionó<br />
aún la antigua bomba de cobalto<br />
que durante años fue la única<br />
manera de combatir los tumores.<br />
“Trabajó tres años más allá<br />
de lo recomendable, pero era necesaria”,<br />
dice Vargas.<br />
Aún así, ese equipo era “una joya”comparado<br />
con otros, como<br />
el del Hospital de Clínicas de La<br />
Paz, que se sigue utilizando -con<br />
parches y el consiguiente riesgodesde<br />
hace medio siglo.<br />
En los últimos meses, el Oncológico<br />
ha incrementado sus<br />
equipos gracias a la solidaridad<br />
de instituciones cruceñas y fondos<br />
del gobierno departamental.<br />
“La ayuda de organizaciones<br />
de la sociedad civil es invaluable<br />
para este hospital”, recalca el gerente<br />
del hospital Oncológico de<br />
la Gobernación, Arturo Rosas.<br />
La última adquisición es un<br />
equipo de Braquiterapia de alta<br />
dosis, que fue donado por el Comité<br />
de Damas del Rotary Club.<br />
La Braquiterapia tiene la función<br />
de emitir radiación interna;<br />
ello significa que implanta químicos<br />
radiactivos directamente<br />
al tumor. Es especialmente útil<br />
para el tratamiento de cáncer de<br />
cuello uterino, el de mayor incidencia<br />
en el país.<br />
El hospital atiende diariamente<br />
150 consultas externas y tiene<br />
un área específicamente dedicada<br />
a niños. Las salas de espera están<br />
cotidianamente llenas.<br />
“El cáncer es una enfermedad<br />
terrible y aquí tenemos las posibilidades<br />
de tratarla, pero ojalá que<br />
tuviéramos institutos especializados<br />
como éste en todo el país.<br />
Atendemos a mucha gente de todo<br />
el país y para ello necesitamos<br />
recursos ”, dice la directora.<br />
En julio, la Gobernación de<br />
Santa Cruz suscribió convenios<br />
interinstitucionales con las alcaldías<br />
de La Paz y Cochabamba<br />
para atender pacientes con cáncer<br />
en el Oncológico. Una paciente<br />
paceña ya recibió el tratamiento<br />
del moderno equipo.<br />
El gobernador cruceño, Rubén<br />
Costas, anunció en julio que iniciará<br />
gestiones para adquirir el<br />
segundo acelerador lineal.<br />
Convenios con La Paz y Cochabamba<br />
Rosario Salazar, de 48 años,<br />
inauguró hace un mes el convenio<br />
para que enfermos con<br />
cáncer de La Paz sean atendidos<br />
en el Instituto Oncológico<br />
de Santa Cruz. Un trato similar<br />
recibirán pacientes de la<br />
ciudad de Cochabamba.<br />
El 19 de mayo el gobernador<br />
de Santa Cruz, Rubén Costas,<br />
y el alcalde de La Paz, Luis Revilla,<br />
firmaron un convenio solidario<br />
que establece que la comuna<br />
paceña se encargará del<br />
traslado de los pacientes desde<br />
La Paz hasta Santa Cruz. “Se<br />
brinda también el now howen la<br />
atención de cáncer a los médicos<br />
que lleguen”, informó la<br />
directora del Oncológico cruceño,<br />
Martha Arrien.<br />
La Gobernación cruceña se<br />
hará cargo de pagar la estadía<br />
de los enfermos y les asegurará<br />
el tratamiento en el Oncológico.<br />
No obstante los enfermos<br />
deben pagar los costos.<br />
Un mes después, el Gobernador<br />
de Santa Cruz y el alcalde<br />
de Cochabamba, José María<br />
Leyes, firmaron un segundo<br />
convenio que también permitirá<br />
que los pacientes reciban<br />
tratamiento médico con el acelerador<br />
lineal del hospital Oncológico<br />
cruceño que ya realiza<br />
60 tratamientos al día.<br />
En Bolivia sólo hay tres aceleradores<br />
lineales: en Santa<br />
Cruz (sistema público), en<br />
Cochabamba (Caja Petrolera)<br />
y en El Alto (sector privado).<br />
La Organización Mundial de<br />
la Salud recomienda un acelerador<br />
lineal por cada millón<br />
de habitantes.<br />
El acelerador lineal reemplaza a la bomba de cobalto.