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Caina Fanzine N°2

Segundo número de Caína Fanzine, revista independiente de libre expresión sobre literatura y artes plásticas, publicado en la ciudad de San Luis Potosí, México

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continuar la noche en su departamento y<br />

no le sorprendió cuando la pareja aceptó<br />

su invitación.<br />

El alcohol hizo su trabajo rápidamente<br />

en la mujer por lo que pidió ir al baño<br />

con urgencia. Dan se disculpó para ir a<br />

ayudarla y Marcus se quedó tambaleante<br />

en el recibidor. El lugar era bastante<br />

pequeño, monocromático, con una sala<br />

diminuta y una cocineta, pero contaba con<br />

un espacio libre bastante cómodo para el<br />

objetivo de la noche. Tomó varios cojines<br />

y los acomodó sobre la alfombra para recostarse.<br />

Minutos después, Dan volvió<br />

para asegurarle que “su chica” se estaba<br />

arreglando y no tardaría.<br />

Ya que el hombre estaba tendido sobre<br />

las almohadillas, Dan se sentó sobre<br />

su pecho. Pasados unos minutos, entre<br />

contorciones, besos etílicos y aliento a cerveza,<br />

la ropa fue desapareciendo. Marcus,<br />

aprovechando su posición, le masajeaba<br />

los pechos para invitarla a continuar. Por<br />

alguna razón, ella no encontraba gran<br />

deleite en el sexo, pero esa noche algo estaba<br />

siendo distinto, deseaba más e iría<br />

por ello. Sus terminaciones nerviosas estaban<br />

a flor de piel, con un roce Marcus<br />

le provocó vibraciones en las piernas, y<br />

cuando estuvo dentro, su vientre tembló<br />

como si quisiera expulsar al intruso y al<br />

mismo tiempo, absorberlo. Sintió crecer<br />

el placer de su compañero en su interior,<br />

y con descaro, movió sus caderas dibujando<br />

círculos hasta sentir los espasmos<br />

de Marcus. Con las primeras caricias de<br />

un líquido tibio en sus entrañas aceleró el<br />

ritmo y cuando los gemidos anunciaron la<br />

llegada del clímax, sacó un cuchillo que<br />

atravesó el costado del hombre. Los ojos<br />

masculinos se abrieron con desconcierto y<br />

los labios mudaron un suspiro de placer<br />

para convertirlo en un grito ahogado. Dan<br />

apuñaló el pecho y el abdomen de Marcus<br />

sin dejar de moverse. Vio sus senos bañados<br />

en sangre y<br />

3/3<br />

su excitación creció. Cerró los ojos un<br />

momento para imaginarse al borde de un<br />

precipicio y al sentirse preparada, cortó<br />

una discreta cuerda a su lado que mantenía<br />

el seguro de la puerta que conducía<br />

al baño. Poco después, la pareja de Marcus<br />

apareció quejándose de que no podía<br />

abrir. Su mente alcoholizada tardó un<br />

poco para procesar la escena y mientras<br />

caía al suelo gritando horrorizada, Dan<br />

saltó al precipicio.<br />

Le pareció que su objetivo se había<br />

cumplido, pues cuando el vértigo de su<br />

orgasmo amainó, pudo recordar lo que<br />

escuchó: la fina voz que atravesó una<br />

garganta femenina, y fue subiendo de<br />

volumen hasta tensar las cuerdas vocales<br />

que prorrumpieron en un atronador tono<br />

agudo, sin embargo, vio a la mujer ovillada<br />

berreando y entendió que el sonido<br />

no era de ella, sino suyo, y estalló en carcajadas.<br />

Su gran plan se había desarrollado en<br />

veinte minutos, por lo que tenía al menos<br />

una hora para tomar un baño y dejar la<br />

casa, que por cierto, no era suya como<br />

tampoco Dan era su nombre.<br />

Miró el cuerpo inerte que yacía entre<br />

sus piernas, lleno de heridas que dejaban<br />

ver algunos órganos desgarrados, y se levantó<br />

sin más ceremonias. Se bañó para<br />

quitarse los rastros de sangre y al salir, la<br />

nena de Marcus seguía en el mismo lugar,<br />

balbuceando cosas ininteligibles, por un<br />

momento sintió una punzada de pena<br />

pero al final decidió que no le importaba.<br />

Afuera la noche estaba terminando, disfrutando<br />

de los primeros rayos del sol<br />

sonrió satisfecha de haber obtenido la respuesta<br />

que buscaba: el grito perfecto no<br />

era de horror, sino de placer.<br />

Arte y Literatura<br />

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