29.10.2018 Views

06. Antonio Millán Puelles, Universidad de Navarra, Para una fenomenología del dinero

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

PARA UNA FENOMENOLOGÍA DEL DINERO<br />

los ojos <strong>de</strong>l hombre, como el fin para el cual la respectiva<br />

sustancia sirve o actúa <strong>de</strong> medio. En este esencial<br />

sentido, no hay, ni pue<strong>de</strong> haber inci<strong>de</strong>ncias históricas,<br />

porque tampoco existe, ni es posibe que exista, ningún<br />

modo <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r el <strong>dinero</strong>, sin vivir, a la vez, lo que<br />

constituye su función o cometido propio. Cosa muy distinta,<br />

claro está, es que en sus manifestaciones primitivas<br />

esa esencial vivencia estuviese mezclada con <strong>una</strong> consi<strong>de</strong>ración<br />

sustancialista <strong>de</strong> la que luego se ha ido aligerando;<br />

sin que con ello se quiera dar a enten<strong>de</strong>r que el<br />

<strong>dinero</strong> pue<strong>de</strong> llegar a ser vivido, única y simplemente, como<br />

<strong>una</strong> pura función. No hace falta ser un partidario <strong>de</strong><br />

la teoría «metalística», ni <strong>de</strong> ning<strong>una</strong> otra equivalente,<br />

para enten<strong>de</strong>r que la función <strong>de</strong> que se trata necesita<br />

«encarnarse» o realizarse en alg<strong>una</strong> cosa material que le<br />

sirva, en concreto, <strong>de</strong> <strong>de</strong>positario o portador. Con esta<br />

base es menester contar. Lo cual no impi<strong>de</strong> que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el punto <strong>de</strong> vista más formal <strong>de</strong> la vida económica —a<br />

la que eleva, como antes se señaló, al máximo <strong>de</strong> sus<br />

posibilida<strong>de</strong>s efectivas—, el <strong>dinero</strong> sea precisamente lo<br />

que es, en tanto que es permutable con cualquier mercancía.<br />

sj- # #<br />

Hay, por tanto, junto a su coinci<strong>de</strong>ncia, <strong>una</strong> diferencia<br />

radical entre el <strong>dinero</strong> y las <strong>de</strong>más mercancías. Una<br />

cosa que no pudiera canjearse con cualquiera <strong>de</strong> éstas no<br />

sería, en realidad, ningún <strong>dinero</strong>. Y a la inversa; todo<br />

lo que así pue<strong>de</strong> ser cambiado es virtualmente <strong>dinero</strong>.<br />

<strong>Para</strong> llegar a serlo propiamente, necesita, y le basta,<br />

po<strong>de</strong>r servir como un medio adquisitivo universal. Ello exige,<br />

sin duda, <strong>una</strong> serie <strong>de</strong> condiciones que los economistas<br />

analizan con toda la pulcritud y el <strong>de</strong>tenimiento necesarios,<br />

pero que aquí no vamos a examinar, porque no<br />

hacen al caso. Lo único que en ellas nos importa es que<br />

son condiciones <strong>de</strong> que <strong>una</strong> mercancía pueda valer para<br />

adquirir cualquier otra, <strong>de</strong> suerte que sólo así son requisitos<br />

<strong>de</strong> esa especial, y al mismo tiempo universal, mer-<br />

255

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!