Magos y Brujas

MAGIA. Para muchos es un
concepto tan amplio y ambiguo;
y en realidad la magia
es —y seguirá siendo— una
de las incógnitas más grandes de todos los
tiempos. Muchos hemos leído historias,
escuchado relatos, o visto alguna película
de estos mundos donde la magia es común,
donde todo era posible, y que gracias
a ella, una lucha sin fin entre el bien
y el mal se libraba sin tregua.
Pero algo que causa mayor controversia
es que estas historias “fantásticas”
se basan en historias reales, en ejemplos
que hemos visto en cada cultura
y dejan precedentes; claro: no son tan
lindas como lo que vemos en cine. Muchas
de éstas cuentan sobre rituales donde
la oscuridad es parte fundamental,
y seres malignos se hacen presentes.
Actualmente se siguen escuchando de
estos casos de magia, los cuales parecen
nunca acabar, y que, con su paso, obtiene
a fieles seguidores —o practicantes— para
que puedan seguir esparciendo la creencia
y conocimiento de la magia a través de
múltiples “disciplinas”.
La magia es algo que, irónicamente, se
vuelve muy noble porque no conoce de
genero, edad, país, etnia o lengua, por lo
que —manteniendo reservas— puede ser
dominada por cualquiera y se abre paso
por cada rincón del mundo. Cada país,
pueblo o tribu, cuenta con su propia “magia”
haciéndola diversa; su forma de ser
interpretada y dominada a través del tiempo
la vuelve mutable.
Nos han hecho creer que la magia solamente
puede traer problemas, y es que,
como lo dijo el “tío Ben”: ‘un gran poder
conlleva una gran responsabilidad’. Los
practicantes de magia que se han encargado
de obtener el conocimiento, o han
nacido con ese “don”, se vuelven responsables
de cómo utilizar esos poderes.
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