A LA MEXICANA COMPLETA

H
Rebeca Morales Chávez-A01571098
Gabriel Lautaro Coteja-A01571214
U
Lengua española, arte y cultura
11/octubre/2018
La gente presente y el ambiente
Como yo, Rebeca Morales, ya mencioné anteriormente, había mucha gente
disfrazada. Pero lo que vi afuera era solo una pizca de lo que había adentro. Ya en
el H​orror fest​, no podías dar 20 pasos sin encontrarte con una persona disfrazada
de algo. Había gente disfrazada de zombies, monstruos de videojuegos y de
películas.
Lo que más me llamaba la atención, y me causaba gracia, es que estás
personas no solo andaban caminando como si, sino que estaban metidos en el
papel del personaje del que se disfrazaban y su propósito a lo largo de la
convención era incomodar y asustar a todo presente.
Los que más recuerdo que hacían esto eran tres: una persona disfrazada de
la monja, un grupo de zombies y uno que no estoy muy segura de que estaba
disfrazado, pero por lo que se de horror, creo que era el monstruo mítico del
“rastrillo”. El grupo de zombies estaba generalmente sentado en el suelo, pero
cuando alguien se acercaba, estos empezaban a gritar y a aproximarse rápidamente
a la persona arrastrándose. El de la monja no hacía mucho honestamente, durante
toda la convención se la paso con un rostros sin vida y cuando pasaba cerca de
alguien hacia ruidos raros y la seguía por un rato con un paso rápido. El que
supongo que era el rastrillo fue el que más me impresionó, se noto que el chavo en
serio se esforzó por un buen disfraz y una buena interpretación del personaje.
Durante toda la convención no lo vi romper su papel ni una sola vez.
Durante toda la convención al que más me encontré fue al del rastrillo. Al
principio, este me incomodaba un poco, pero a la larga me acostumbré demasiado,
y ya ni reaccionaba. Creo que esto hizo que se propusiera volver a darme ese
sentimiento de incomodez, ya que cada vez que me veía que yo estaba en un
puesto admirando algo, este se acercaba y no se alejaba hasta que lo volteara a ver
y se quedaba ahí por un momento antes de moverse a su próxima víctima. A la
larga, estos encuentros se me hicieron más graciosos que nada y honestamente
disfrutaba ver el disfraz que estaba muy bien hecho y la interpretación era genial.