A LA MEXICANA COMPLETA

que me quedaba lejos entonces era viajar diario y pagar pasaje o quedarme a vivir por allá. Lo
cual implicaba dinero. Pero como no me podía quedar sin universidad, pues comencé a hacer
los trámites que se necesitaban y otras cosas más . Un día platicando con mi tía Martha me
dice “¿Por qué no vas al Tec y buscas una beca?” y yo ¡Ay!, claro que no. ¿El Tec? ¡Pff!,
¡imposible! Todos sabíamos que era muy cara y mis papas no tenían las posibilidades de
pagarlo sin tener una beca. Mi tía seguía insistiendo, y me dijo que una sobrina estaba
estudiando en el Tec y que estaba becada. Me pasó su teléfono para que yo le hablara y pues
ella me dijo que fuera pedir informes en el Tec, para ver fechas de exámenes, y cuanto
puntaje necesitaba para la beca, etc. Total, fui al Tec, me dijeron cuánto costaba presentar el
examen, y mi mama al principio no me quería dar el dinero. Yo creo que ella pensaba: “para
qué le doy dinero a esta niña si ni se va a quedar en el Tec”, pero bueno le insistí tanto que
me terminó dando el dinero. Conseguí algunas guías y me puse a estudiar como loca para
poder llegar al puntaje. Yo creo que cuando te metes algo a la cabeza, el universo conspira, o
eso dicen, para que las cosas se den. Presenté el examen y días después me dieron los
resultados y me salieron con la noticia que sí alcancé el puntaje para la beca. Entonces metí
todos los papeles y me dicen “pues te damos el 45%”. ¡Eso no me alcanzaba para nada!, fui y
hable para que me dieran más beca. Y me encontré a un primo que trabajaba en la cafetería y
le cuento mi problema de que me dieron el 45 pero pues yo necesito más, y él me dice: “deja
hablo con mi jefa que se lleva muy bien con el de las becas a ver si podemos hacer algo”. Y
ya va la señora a hablar y decir, “mire pues la prima de mi trabajador es muy buena y tiene
mucha necesidad, a ver si hay posibilidad de darle un poquito más de beca”. Y me hablan el
siguiente día y me dan el 67.5%. Voy a hablar con mis papas y aun así pagar el 32.5% pues
era bastante. Pero los convencí. Mi tío Luis me decía “sí mijita tu aviéntate, Dios provee, se
va a dar el dinero, vas a ver” y finalmente entré al Tec y becada.