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Rasca Cielos 20190224

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CRÓNICA<br />

la fiscalía –suspira, me mira a los ojos–. Te desgasta, te desga<br />

s t a .<br />

El gasto emocional también es alto. Para Juan, lo más difícil<br />

es aceptar que una persona en la que confiabas ha vulnerado<br />

tu confianza.<br />

—Es difícil porque era una persona cercana a vos. Hay que<br />

aprender a separar. Cuando se quiso aprovechar de vos no era<br />

tu amigo.<br />

Ahora dos de los imputados, Gunter Montesinos y Henry<br />

Arispe, están con detención preventiva. Sin embargo, las irregularidades<br />

en el proceso no se dejaron esperar. Si bien en un<br />

momento Hebert Gutiérrez fue recluido con medidas cautelares,<br />

al poco tiempo se le otorgó detención domiciliaria.<br />

Tiempo después, el abogado de Gutiérrez pidió salidas laborales<br />

y para ello presentó un contrato de trabajo. Lo peculiar<br />

de ese contrato era que, según Juan, el propio abogado resultó<br />

el contratante de su víctima.<br />

La revictimización a la que los denunciantes se refieren se<br />

manifiesta, por ejemplo, en la lógica de las audiencias. Roger<br />

señala que, pese a que ahora puede mirar a la cara a su victimario,<br />

“aun así tiemblo”. En el caso de Sergio, el drama se intensificó<br />

dado que hasta hace un tiempo vivía a una cuadra de la<br />

casa su victimario.<br />

—Cuando estaba en la U, para mí ese trayecto era un asco.<br />

Debía ver a los lados por si Henry aparecía. A ver…Viví eso<br />

durante tres años –dice alterado–. Es una huevada.<br />

Las cosas no mejorarían para Sergio, pues hace tres meses,<br />

cuando regresaba a su casa en el coche de su amigo, encontró a<br />

Hebert Gutiérrez y su abogado en la puerta de su casa.. El piso<br />

mojado por la lluvia. ¿Qué hacían ahí? Las cámaras de vigilancia<br />

muestran a ambos a centímetros de la puerta esperando<br />

durante varios minutos. Son las 20: 30 y Hebert Gutiérrez<br />

transita en un horario no laboral.<br />

—Ellos se percataron y no se movieron –dice Sergio–. Han<br />

esperado. Se ve en la cámara. Yo por miedo no bajé. Seguían ahí.<br />

Si eso no cuenta como amedrentamiento, no tengo idea cómo<br />

la justicia lo permite…Y ahora le dan libertad plena.<br />

Soy testigo de todo ese gasto emocional la mañana del<br />

miércoles 6 de febrero. Juan y yo conversamos mientras esperamos<br />

el inicio de la audiencia en el piso del Juzgado Sexto de<br />

Instrucción. Aunque todo en la planta conserva ese aire estresante<br />

de todos los espacios relacionados con la justicia, una<br />

calma persiste debido a la amenidad con la que Juan me habla<br />

de libros.<br />

—¿Has leído a Burroughs?<br />

De pronto el piso se llena de gente y la armonía de la<br />

mañana, que al otro lado de la ventana muestra un cielo<br />

límpido, se rompe cuando aparece un hombre esposado.<br />

Chaqueta beis, jean claro, zapatos cafés. La cara risueña y<br />

hasta relajada. Una botella en una mano y una carpetita en la<br />

otra. Juan suspira: el esposado es Gunter Montesinos y conversa<br />

con alguien a menos de tres metros de su víctima.<br />

En eso llega el abogado de las víctimas y un funcionario<br />

grita en voz alta los nombres de los denunciados:<br />

—¡Henry Manfred Arispe Vidaurre! ¡Hebert Gutiérrez<br />

Vía! ¡Gunter Reynaldo Montesinos Velez!<br />

El funcionario nos conduce al pasillo que da a la sala del<br />

juzgado. Esperamos. Somos alrededor de veinte personas y la<br />

imagen me devuelve a mis días de estudiante de Derecho,<br />

cuando hacía fila en los pasillos mientras mis compañeros y yo<br />

esperábamos que abrieran el aula para el examen. Días antes,<br />

una de las víctimas me contó que, pese a que el tiempo ha<br />

pasado y hablar del tema ya no es un drama como lo fue hace<br />

cinco años, todavía le causaba un leve temblor mirar el rostro<br />

de su victimario.<br />

Ahora comprendo todo: Juan emite un suspiro largo, su<br />

expresión cambia, mira al suelo.<br />

24 www. p a g i n a s i e te. b o DOMINGO 24 DE FEBRERO 08|19<br />

5<br />

ENFRENTARSE A LA SOMBRA del abuso es un proceso<br />

largo. Pese a eso, Juan considera que la experiencia lo ha enriquecido.<br />

La sombra no lo ha oscurecido, y él y sus excompañeros<br />

han podido encontrar una señal de luz. “Todo lo malo y<br />

bueno están en la misma bolsa”. Ahora Juan se considera una<br />

persona más madura y con las metas más claras. “Mis relaciones<br />

son mucho más horizontales”.<br />

Entre sus planes está rodar un documental sobre la exper<br />

iencia.<br />

—Ya hablamos con los chicos. Está parado. Necesitamos<br />

recursos. Para mí está bien que esté parado, necesito reflexionar.<br />

No me interesa entrar en la dinámica del periodismo. Un<br />

documental es una relación con lo real. Si es una relación con lo

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