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Javier Villa Stein<br />
Una <strong>negra</strong> <strong>historia</strong><br />
La investigación a jueces del entorno del ex presidente del poder judicial Javier Villa Stein nos<br />
conducen a nuevos e insospechados hallazgos en las entrañas del Poder Judicial.<br />
ESCRIBE VICTOR MANUEL RIVERA VIZCARRA<br />
El cuco<br />
Pocas personas han podido manipular la<br />
timidez nacional con el éxito que alcanzó el ex<br />
juez supremo Javier Villa Stein. El informe<br />
psicológico que se le practicó en 2004<br />
determinó que era un hombre hostil, que no<br />
soportaba cercamientos, por causa de <strong>una</strong><br />
extrema inseguridad. Sin embargo, él supo<br />
sacar provecho de sus carencias: descubrió<br />
que su mal genio le permitía ejercer un claro<br />
control sobre magistrados provincianos −que<br />
inundan el Poder Judicial− para quienes<br />
apellidarse Stein y conducirse con el viejo<br />
refinamiento limeño era más que suficiente<br />
para sentirse amedrentados.<br />
Villa Stein utilizaba <strong>una</strong> calculada prepotencia<br />
para confundir a su auditorio: cuando la<br />
“Comisión Ancash” lo citó al congreso para<br />
que declare en torno a los convenios que<br />
suscribió con Cesar Álvarez, amenazó que<br />
solo lo llevarían a la fuerza y con la firma de un<br />
juez. −A mí no me ataranta nadie −se desató<br />
Villa Stein a viva voz−. Si un juez me ordena,<br />
entonces veré lo que tengo que hacer. El<br />
convenio que firmé con el Gobierno Regional<br />
de Áncash fue ompletamente conveniente y<br />
lo firmaría mil veces. La acusación es un<br />
mamarracho y no pienso declarar, aun<br />
cuando me acusen constitucionalmente. Que<br />
interpongan la acusación constitucional si<br />
quieren, porque el presidente de la comisión<br />
del Congreso se tiene que distraer en algo. Él<br />
tiene su sonaja y quiere hacerla sonar porque<br />
eso lo distrae. Villa Stein le tiró con la puerta<br />
en la cara a la comisión del Congreso y<br />
dictaminó que ese era un momento histórico<br />
que reclamaba un firme rechazo a tamaña<br />
arbitrariedad.<br />
Así de belicoso era Villa Stein; pero además<br />
intimidó a la “Comisión Ancash” con un<br />
“palabreo” de minúsculo contenido jurídico.<br />
Los acusó de “tener ideas distorsionadas por<br />
un concepto naturalistico de las cosas”.<br />
Sostuvo que la comisión se basaba en la falsa<br />
creencia de que “la causa de la causa es<br />
causa de lo causado”. ¡Ni más ni menos! Y<br />
para que no quedaran dudas remarcó que el<br />
convenio con el Gobierno Regional de Ancash<br />
“era neutro desde el punto de vista jurídico” y<br />
que por ello no podía existir esponsabilidad<br />
penal.<br />
El viejo magistrado se salió con la suya y zanjó<br />
finalmente afirmando que “no sabía si existía<br />
<strong>una</strong> gran red en Áncash, pero que, si había<br />
algún magistrado comprometido, el Poder<br />
Judicial los investigaría con cuidado y<br />
responsabilidad.<br />
-Aquí no hay otorongos -se mofó-.<br />
La “bestia”<br />
A Cesar Álvarez se le acusa de diseñar <strong>una</strong><br />
organización criminal que funcionó como <strong>una</strong><br />
pieza de relojería. Le atribuyen la<br />
responsabilidad de un fenómeno que el “New<br />
York Times” considera nuevo en la <strong>historia</strong> del<br />
crimen latinoamericano.<br />
¿Pero será cierto que Álvarez fue el autor de<br />
aquella sofisticada maquinaria que asoló a la<br />
Región Ancash? Él no es hombre de intelecto.<br />
Cesar Álvarez era un bullicioso comerciante<br />
ambulante que, con tono quejumbroso, juraba<br />
compadecerse de la suerte de los pobres en la<br />
costa ancashina. Dueño de un sorprendente<br />
poder de persuasión, dulcificaba sus palabras<br />
con tal perfección que ya en la cárcel −cuando<br />
reclamaba inocencia con todas las pruebas<br />
en su contra− conseguía arrancarle lagrimas<br />
Villa Stein y Edhin Campos Barranzuela<br />
Cesar Álvarez: ¿Un genio del mal?<br />
a sus seguidores. Eso era todo …no tenía<br />
más.<br />
A ello se sumaba <strong>una</strong> deteriorada imagen<br />
pública que lo mostraba en todo el país<br />
como un mentecato.<br />
¿Fueron otros los que planificaron aquella<br />
organización criminal? Álvarez era un<br />
sujeto predecible, cuyas decisiones no<br />
eran difíciles de adivinar.<br />
Prisionero de sus apetitos y sin juicio para<br />
olfatear el peligro, cayó muy pronto en la<br />
trampa.<br />
En el 2009 este cerco empezó a cerrarse.<br />
Todo empezó cuando algunos medios<br />
regionales denunciaron −con sospechosa<br />
intensidad− las fechorías de Álvarez. A raíz<br />
de estas denuncias −en agosto del 2009−<br />
la Contraloría General de la República<br />
amenazó con enviar <strong>una</strong> comisión<br />
investigadora que nunca se instaló.<br />
Jaqueado por la Contraloría, cuarenta días<br />
después, el 28 de setiembre de 2009, el<br />
Consejo Ejecutivo del Poder Judicial,<br />
presidido por Javier Villa Stein, procedía<br />
−para la sorpresa de todo el país− a<br />
c e l e b r a r e l " C o n v e n i o M a r c o d e<br />
Cooperación Interinstitucional” con Cesar<br />
Álvarez.<br />
La “Comisión Ancash consideró que el<br />
convenio era incalificable porque, al<br />
alcanzar acuerdos con Cesar Álvarez −que<br />
era objeto de investigaciones fiscales y<br />
procesos judiciales en trámite por delitos<br />
contra la administración pública− se<br />
fracturaba la independencia del Poder<br />
Judicial.<br />
Solo tres meses después de la firma del<br />
convenio, un modesto juez de Huaraz<br />
expidió <strong>una</strong> insólita resolución “prohibiendo<br />
a la Contraloría que fiscalice al presidente<br />
regional Cesar Álvarez”.<br />
¿Quién podría haberse atrevido a expedir<br />
<strong>una</strong> sentencia semejante, si no fuera<br />
porque todo estaba tejido desde la cabeza?<br />
Lo inaudito fue comprobar que el contralor<br />
Fuad Khoury acató silenciosamente el<br />
mandato.<br />
A partir de entonces el crimen se apoderó<br />
de la región.<br />
El exprocurador<br />
Después de la suscripción del convenio, a<br />
fines de setiembre del 2009, la mafia se<br />
apoderó la Región Ancash. La corrupción<br />
mostró al país su rostro cavernario. La<br />
Fiscalía de Crimen Organizado estableció<br />
que la red criminal de Cesar Álvarez dio<br />
inicio a sus operaciones después de la<br />
firma de aquel convenio.<br />
La ciudadanía se vio sumida en el pánico:<br />
once per sonas serian ases inadas .<br />
La voracidad se desbordó y empezaron a<br />
circular por toda la región ambulancias<br />
i n s e r v i b l e s a d q u i r i d a s a p r e c i o s<br />
astronómicos. Las repartijas públicas de<br />
los bienes del Estado originaban<br />
turbamultas con<br />
pérdidas de vida. Los “alvaristas”<br />
compraban votos, abiertamente, con<br />
trailadas de obsequios sustraídos a los<br />
programas sociales del Gobierno.<br />
Pero lo más grave fue que el “diezmo” se<br />
negoció a la luz del día: más de catorce mil<br />
millones de soles se harían humo frente a<br />
los ojos entristecidos de la ciudadanía.<br />
En ese ambiente, de criminalidad y de<br />
desgobierno, arribó a Ancash un individuo<br />
que se infiltró al Poder Judicial. Gozaba de<br />
<strong>una</strong> poderosa influencia y se mimetizó, con<br />
suma facilidad , entre los jueces .
Javier Villa Stein<br />
Una <strong>negra</strong> <strong>historia</strong><br />
Segundo capítulo<br />
El procurador<br />
ESCRIBE VICTOR MANUEL RIVERA VIZCARRA<br />
Se trataba del ex-procurador Segundo Vitery<br />
Rodríguez, probado brazo legal de Rodolfo<br />
Orellana y mano derecha de Javier Villa Stein.<br />
El Centro de Estudios para el Desarrollo de la<br />
Justicia (ProJusticia) informó que Vitery era la<br />
pieza de <strong>una</strong> red de apoyo tejido desde Lima<br />
por Villa Stein para prestar apoyo a la mafia de<br />
Álvarez y de Orellana.<br />
Un juez con jurisdicción nacional confirmó que<br />
Vitery −conforme a la confesión de un colaborador<br />
eficaz− estuvo alquilando oficinas en<br />
Chimbote para la mafia de Orellana.<br />
Con la presencia de este misteriosos sujeto se<br />
dio inicio a un escándalo que removió la cúpula<br />
del Poder Judicial. Nosotros hemos ordenado<br />
las piezas de aquella conspiración.<br />
Un indicio<br />
El primer indicio de que Villa Stein mantenía<br />
vínculos con la organización de Rodolfo<br />
Orellana Rengifo surgió de <strong>una</strong> conversación<br />
telefónica difundida por el programa Cuarto<br />
Poder en octubre del 2014.<br />
Benedicto Jiménez, el policía que había<br />
capturado a Abimael Guzman, estaba prófugo<br />
(acusado de complicidad con la mafia de<br />
Orellana) y había planteado un recurso<br />
descarado para alcanzar su libertad. En el<br />
audio se escuchaba la voz presunta de Lizeth<br />
Orihuela, abogada de Jiménez, quien sin poder<br />
contener su alegría le manifestaba a su<br />
patrocinado que Villa Stein se encargaría de su<br />
caso.<br />
- ¿Doctor preparado para <strong>una</strong> buena noticia?<br />
−se escucha jubilosa la voz de la abogada−.<br />
Han admitido el recurso de casación.<br />
¿Y sabe a qué sala va? ¡A la de Villa Stein!<br />
− Qué buena noticia, doctora, realmente.<br />
−respondió la voz de un hombre al otro<br />
lado del hilo telefónico−.<br />
−Mire −se regocijó la abogada− “… ya<br />
tenemos a Villa Stein y tenemos a Neyra”.<br />
La denuncia de Cuarto Poder fue<br />
desmentida al día siguiente.<br />
− Así es −respondió Villa Stein−. Me<br />
alegra que los procesados confíen en mi<br />
trib<strong>una</strong>l y en mí como juez insobornable e<br />
independiente. A mí no me ataranta nadie.<br />
No conozco al señor Benedicto Jiménez y<br />
no soy miembro de ning<strong>una</strong> cofradía.<br />
Con ese comentario Villa Stein neutralizó<br />
el escándalo.<br />
Infiltrados<br />
La fiscal Marita Barreto Rivera,encargada<br />
de la investigación a la mafia de Orellana,<br />
denunció que en 2009 −cuando Villa Stein<br />
era el presidente del Poder Judicial− el<br />
procurador Segundo Vitery Rodríguez<br />
tenía poder para remover a los jueces<br />
incómodos.<br />
Esta versión se fortaleció ese año, cuando<br />
Villa Stein firmó un convenio en favor de<br />
<strong>una</strong> cooperativa de propiedad de<br />
Orellana, para que oferte préstamos −con<br />
bajos intereses− a los jueces. Con un<br />
aporte de cinco soles les prestaban hasta<br />
trescientos mil soles, para mantenerlos<br />
bajo su control.<br />
Segundo Vitery Rodríguez era el hombre<br />
que orquestaba, abiertamente, aquella<br />
escalada.<br />
Sin embargo, en agosto de 2012 Vitery<br />
cayó en desgracia.<br />
Se involucró, con Javier Villa Stein, en <strong>una</strong><br />
conspiración para favorecer al Grupo<br />
Colina y fue destituido −de su cargo de<br />
procurador del Poder Judicial− en medio<br />
de un escándalo nacional,. La destitución<br />
de Vitery fue un acto de justicia −con sabor<br />
a venganza− del vocal supremo Cesar San<br />
Martin, que se aseguró de desterrarlo<br />
definitivamente consignando en la<br />
resolución de destitución que Vitery era<br />
defenestrado por haber “perdido la<br />
confianza del Poder Judicial”. Fue un golpe<br />
para Villa Stein, cuya relación con Vitery no<br />
admite dudas.<br />
Mesías Guevara Amasifuén, presidente de<br />
la Comisión Ancash del Congreso,<br />
denunció que Vitery cumplía órdenes<br />
precisas del poderoso vocal supremo.<br />
El ex procurador Ronald Gamarra fue más<br />
allá, afirmando que Vitery era el muñeco y<br />
Villa Stein el ventrílocuo. El propio Villa<br />
Stein declaró públicamente −algunos días<br />
después de suscribir el convenio con<br />
Álvarez− que Vitery era insubstituible para<br />
él y que por eso le brindaba su apoyo<br />
moral.<br />
Sin embargo, cuatro meses después de su<br />
destitución y siendo un “apestado” en el<br />
Poder Judicial, Vitery fue designado<br />
“funcionario de confianza” del nuevo<br />
presidente de la Corte de Justicia en<br />
Chimbote. Fue un primer escalón porque<br />
posteriormente −con el enorme poder de su<br />
influencia− el destituido ex procurador sería<br />
designado vocal de la Corte de Justicia en<br />
Huaraz.<br />
¿Quién estaba detrás de todo esto?<br />
Alfiles<br />
A los fines de esta <strong>historia</strong> resulta vital<br />
identificar a los magistrados que, violando la<br />
ley, acogieron al mafioso exprocurador<br />
Segundo Vitery.<br />
Fueron dos jueces gravemente cuestionados<br />
en Ancash: Edhin Campos Barranzuela<br />
(expresidente de la Corte de Justicia de<br />
Huaraz) y Samuel Sánchez Melgarejo<br />
(expresidente de la Corte de justicia de<br />
Chimbote). Ambos eran severamente<br />
espulgados por la prensa ancashina y su<br />
situación, a fines del 2016, se tornaba<br />
insostenible. Por ello es que los trasladaron a<br />
Lima, donde asumieron cargos del más alto<br />
nivel.<br />
Edhin Campos Barranzuela fue designado<br />
miembro de la Sala Penal Nacional y Samuel<br />
Sánchez Melgarejo asumió el cargo de juez<br />
supremo de la Sala Civil Permanente de la<br />
Corte Suprema de Justicia.<br />
El traslado del juez Edhin Campos tuvo lugar<br />
tres meses antes de que Villa Stein presentara<br />
su renuncia en marzo de 2017.Melgarejo<br />
fue designado juez supremo dos meses<br />
antes.<br />
La población ancashina quedó sumida en el<br />
estupor.
Javier Villa Stein<br />
Una <strong>negra</strong> <strong>historia</strong><br />
La investigación a jueces del entorno del ex presidente del poder judicial Javier Villa Stein nos<br />
conducen a nuevos e insospechados hallazgos en las entrañas del Poder Judicial.<br />
ESCRIBE VICTOR MANUEL RIVERA VIZCARRA<br />
Cuesta arriba<br />
A Edhin Campos Barranzuela la Corte de<br />
Justicia de Piura debió haberlo mantenido a<br />
distancia por causa de su inquietante<br />
presencia: a él le resulta difícil −hasta ahora−<br />
suavizar gestos que resultan impropios en los<br />
claustros del poder. A ello se suma el<br />
centelleo de un diente de oro que asoma entre<br />
sus labios.<br />
Campos se recibió muy joven de abogado y<br />
ejerció libremente la carrera durante largos<br />
quince años. Finalmente−siendo ya un<br />
cuarentón− se vio precisado a buscar trabajo<br />
en el Poder judicial. En el 2003 fue designado<br />
juez suplente de Talara y allí lo mantuvieron<br />
−entre zancudos y sarpullidos− durante 8<br />
años.<br />
No fueron sus habilidades como abogado<br />
sino <strong>una</strong> pluma que le permitía escribir con<br />
eficiente precisión la que le lanzo el salvavidas<br />
que lo libró del mar de mediocridad en<br />
que se ahogaba.<br />
En 2009 se encendió <strong>una</strong> luz que le cambió el<br />
destino.<br />
Advirtió que Javier Villa Stein, el nuevo<br />
presidente del Poder Judicial, estaba<br />
dominado por un afán de notoriedad y que<br />
planteaba crear un canal de televisión para<br />
esa institución.<br />
Campos entendió que se le abría <strong>una</strong> ventana<br />
de oportunidad.<br />
En los primeros días del 2009, Campos hacía<br />
antesala en la oficina de Villa Stein, con un<br />
sesudo artículo periodístico bajo el brazo<br />
titulado “Canal de Televisión del Poder<br />
Judicial”. El juez talareño debió trabajar con<br />
mucho empeño porque el artículo logró<br />
colmar las expectativas de Villa Stein, quien<br />
ordenó su inmediata publicación −a página<br />
completa− en el Diario “El Peruano”.<br />
Tres meses después de aquella reunión,<br />
Campos fue designado juez penal titular<br />
unipersonal de juzgamiento de la Provincia de<br />
Talara.<br />
A partir de entonces, se convirtió en el vocero<br />
de Villa Stein y las puertas del diario oficial El<br />
Peruano se le abrieron de par en par. Así fue<br />
como publicó <strong>una</strong> serie de artículos conectados<br />
con la política institucional de Villa Stein:<br />
La Encrucijada (26/4/09); La Declaración de<br />
Arequipa (23/08/09); El tercer congreso de<br />
magistrados (11/11/09); Conozca a su juez<br />
(29/12/09); La Declaración de Piura<br />
(14/01/10); La Nueva Labor (17/5/11).<br />
Muy pronto −igual que Segundo Vitery− Edhin<br />
Campos Barranzuela llegaría a ser otro<br />
insubstituible para Villa Stein y fue él -como se<br />
verá- quien se encargaría de blindar a Cesar<br />
Álvarez y Rodolfo Orellana en Huaraz.<br />
Llegó del desierto<br />
En diciembre del 2011, Edhin Campos<br />
Barranzuela llegó repentinamente a Huaraz y<br />
asumió la presidencia de la Sala Penal de la<br />
Corte de Justicia. Lo trasladaron desde Piura<br />
con el propósito de que dirima un pronunciamiento<br />
penal de la mayor importancia para los<br />
intereses de la mafia ancashina: se le<br />
encomendó inclinar la balanza en favor de la<br />
pervertida Organización de Estados<br />
iberoamericanos (OEI).<br />
La OEI era la coartada perfecta para eludir el<br />
control del Estado en las licitaciones públicas,<br />
porque alegaban que gozaba de inmunidad<br />
diplomática y que el Ministerio Público no<br />
podía fiscalizarla.<br />
La Comisión Ancash afirma que fue Rómulo<br />
León Alegría quien concibió ese fraude y que<br />
Fort<strong>una</strong>to Cannan quedó fascinado con la<br />
Tercer<br />
capítulo<br />
El alfil<br />
Samuel Sánchez, Villa Stein y Edhin Campos<br />
idea. En un correo electrónico de febrero del<br />
2008 Canaan escribe: «apreciado Rómulo…<br />
te reitero que con la OEI es nuestro<br />
éxito, por la razón o por la fuerza… no hay<br />
otra». Se le escucha, además, decirle a<br />
Rómulo León: «Si quieres ganar dinero<br />
tienes que lograr que el ministro Garrido<br />
Lecca apruebe a la OEI como licitador;<br />
nosotros controlaremos a la OEI para que<br />
nos dé la buena pro y para que encarezcan<br />
artificialmente el precio del metro cuadrado<br />
de construcción».<br />
Garrido Lecca actuó a pedir de boca y así se<br />
construyó el mito de la inmunidad diplomática<br />
de la OEI que a mediados del 2010<br />
incendió la pradera en Ancash.<br />
José Luis Sánchez Milla, vicepresidente<br />
regional, fue asesinado el 12 de julio de ese<br />
año porque se negó a firmar un paquete de<br />
obras de S/.452'479,702 que iban a ser<br />
licitados por la OEI. Luego de su muerte, la<br />
mafia sacó de la manga aquel documento,<br />
pero con la firma falsificada del occiso.<br />
A Ezequiel Nolasco le correspondía<br />
remplazarlo, pero se lo impidieron porque<br />
estaba enfrentado con la OEI. Según la<br />
fiscalía, la mafia planificó su muerte por esa<br />
causa.<br />
El tinglado<br />
Como se verá, la supuesta inmunidad<br />
diplomática de la OEI se decidió judicialmente<br />
con el voto dirimente de Edhin<br />
Campos Barranzuela.<br />
El canciller José Antonio García Belaunde<br />
se vio precisado, en 2008, a zanjar aquel<br />
infundio, declarando oficialmente que<br />
estaba descartada la reclamada inmunidad<br />
de la OEI «porque ella alcanza a la institución<br />
y a las personas, pero no a los convenios».<br />
Sin embargo, la mafia estaba decidida a<br />
torcer la ley.<br />
En primera instancia anularon <strong>una</strong> sentencia<br />
que favorecía a la fiscalía y, a renglón<br />
seguido, designaron un juez adicto a la<br />
mafia.<br />
La sentencia se elevó en apelación y dos<br />
jueces superiores le “aguaron la fiesta” a<br />
Álvarez: declararon que el convenio con OEI<br />
era ilegal y que su reclamada inmunidad<br />
constituía un fraude.<br />
La mafia no se arredró y colocó a dos juezas<br />
que sostuvieron que «el convenio era un<br />
instrumento internacional para la adecuada<br />
administración de los recursos del Gobierno<br />
Regional».<br />
El convenio con la OEI −afirmaron sin mayor<br />
explicación- «es legítimo y no se necesita<br />
mayor análisis para concluir que es un<br />
acuerdo legal». Y, apelando a <strong>una</strong> absurda<br />
lógica jurídica concluyeron delictualmente<br />
que «si el convenio era legal entonces era<br />
también obvio que Álvarez era inocente».<br />
Y así fue como, sin más argumentos se<br />
produjo el empate que reclamó el pronunciamiento<br />
de un dirimente.<br />
Como anillo al dedo llegó a Huaraz Edhin<br />
Campos Barranzuela y se integró en calidad<br />
de presidente de la sala penal para inclinar<br />
la balanza a favor de la mafia.<br />
Con ese embuste la OEI devino en el gran<br />
árbitro de las licitaciones públicas en<br />
Ancash y pudo adjudicar −a puerta cerrada−<br />
456 obras públicas por un monto de<br />
S/1.324'654.000 de soles. Obviaron<br />
vergonzosamente que lo que la fiscalía<br />
impugnaba eran las licitaciones “trafas” que<br />
la OEI llevaba a cabo, entre gallos y<br />
medianoche, para legitimar, astutamente,<br />
un corrupto sistema basado en el cobro de<br />
“diezmos”.<br />
Continuara