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una negra historia (completa)

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UNA NEGRA<br />

HISTORIA<br />

Javier Villa Stein


Javier Villa Stein<br />

Una <strong>negra</strong> <strong>historia</strong><br />

La investigación a jueces del entorno del ex presidente del poder judicial Javier Villa Stein nos<br />

conducen a nuevos e insospechados hallazgos en las entrañas del Poder Judicial.<br />

ESCRIBE VICTOR MANUEL RIVERA VIZCARRA<br />

El cuco<br />

Pocas personas han podido manipular la<br />

timidez nacional con el éxito que alcanzó el ex<br />

juez supremo Javier Villa Stein. El informe<br />

psicológico que se le practicó en 2004<br />

determinó que era un hombre hostil, que no<br />

soportaba cercamientos, por causa de <strong>una</strong><br />

extrema inseguridad. Sin embargo, él supo<br />

sacar provecho de sus carencias: descubrió<br />

que su mal genio le permitía ejercer un claro<br />

control sobre magistrados provincianos −que<br />

inundan el Poder Judicial− para quienes<br />

apellidarse Stein y conducirse con el viejo<br />

refinamiento limeño era más que suficiente<br />

para sentirse amedrentados.<br />

Villa Stein utilizaba <strong>una</strong> calculada prepotencia<br />

para confundir a su auditorio: cuando la<br />

“Comisión Ancash” lo citó al congreso para<br />

que declare en torno a los convenios que<br />

suscribió con Cesar Álvarez, amenazó que<br />

solo lo llevarían a la fuerza y con la firma de un<br />

juez. −A mí no me ataranta nadie −se desató<br />

Villa Stein a viva voz−. Si un juez me ordena,<br />

entonces veré lo que tengo que hacer. El<br />

convenio que firmé con el Gobierno Regional<br />

de Áncash fue ompletamente conveniente y<br />

lo firmaría mil veces. La acusación es un<br />

mamarracho y no pienso declarar, aun<br />

cuando me acusen constitucionalmente. Que<br />

interpongan la acusación constitucional si<br />

quieren, porque el presidente de la comisión<br />

del Congreso se tiene que distraer en algo. Él<br />

tiene su sonaja y quiere hacerla sonar porque<br />

eso lo distrae. Villa Stein le tiró con la puerta<br />

en la cara a la comisión del Congreso y<br />

dictaminó que ese era un momento histórico<br />

que reclamaba un firme rechazo a tamaña<br />

arbitrariedad.<br />

Así de belicoso era Villa Stein; pero además<br />

intimidó a la “Comisión Ancash” con un<br />

“palabreo” de minúsculo contenido jurídico.<br />

Los acusó de “tener ideas distorsionadas por<br />

un concepto naturalistico de las cosas”.<br />

Sostuvo que la comisión se basaba en la falsa<br />

creencia de que “la causa de la causa es<br />

causa de lo causado”. ¡Ni más ni menos! Y<br />

para que no quedaran dudas remarcó que el<br />

convenio con el Gobierno Regional de Ancash<br />

“era neutro desde el punto de vista jurídico” y<br />

que por ello no podía existir esponsabilidad<br />

penal.<br />

El viejo magistrado se salió con la suya y zanjó<br />

finalmente afirmando que “no sabía si existía<br />

<strong>una</strong> gran red en Áncash, pero que, si había<br />

algún magistrado comprometido, el Poder<br />

Judicial los investigaría con cuidado y<br />

responsabilidad.<br />

-Aquí no hay otorongos -se mofó-.<br />

La “bestia”<br />

A Cesar Álvarez se le acusa de diseñar <strong>una</strong><br />

organización criminal que funcionó como <strong>una</strong><br />

pieza de relojería. Le atribuyen la<br />

responsabilidad de un fenómeno que el “New<br />

York Times” considera nuevo en la <strong>historia</strong> del<br />

crimen latinoamericano.<br />

¿Pero será cierto que Álvarez fue el autor de<br />

aquella sofisticada maquinaria que asoló a la<br />

Región Ancash? Él no es hombre de intelecto.<br />

Cesar Álvarez era un bullicioso comerciante<br />

ambulante que, con tono quejumbroso, juraba<br />

compadecerse de la suerte de los pobres en la<br />

costa ancashina. Dueño de un sorprendente<br />

poder de persuasión, dulcificaba sus palabras<br />

con tal perfección que ya en la cárcel −cuando<br />

reclamaba inocencia con todas las pruebas<br />

en su contra− conseguía arrancarle lagrimas<br />

Villa Stein y Edhin Campos Barranzuela<br />

Cesar Álvarez: ¿Un genio del mal?<br />

a sus seguidores. Eso era todo …no tenía<br />

más.<br />

A ello se sumaba <strong>una</strong> deteriorada imagen<br />

pública que lo mostraba en todo el país<br />

como un mentecato.<br />

¿Fueron otros los que planificaron aquella<br />

organización criminal? Álvarez era un<br />

sujeto predecible, cuyas decisiones no<br />

eran difíciles de adivinar.<br />

Prisionero de sus apetitos y sin juicio para<br />

olfatear el peligro, cayó muy pronto en la<br />

trampa.<br />

En el 2009 este cerco empezó a cerrarse.<br />

Todo empezó cuando algunos medios<br />

regionales denunciaron −con sospechosa<br />

intensidad− las fechorías de Álvarez. A raíz<br />

de estas denuncias −en agosto del 2009−<br />

la Contraloría General de la República<br />

amenazó con enviar <strong>una</strong> comisión<br />

investigadora que nunca se instaló.<br />

Jaqueado por la Contraloría, cuarenta días<br />

después, el 28 de setiembre de 2009, el<br />

Consejo Ejecutivo del Poder Judicial,<br />

presidido por Javier Villa Stein, procedía<br />

−para la sorpresa de todo el país− a<br />

c e l e b r a r e l " C o n v e n i o M a r c o d e<br />

Cooperación Interinstitucional” con Cesar<br />

Álvarez.<br />

La “Comisión Ancash consideró que el<br />

convenio era incalificable porque, al<br />

alcanzar acuerdos con Cesar Álvarez −que<br />

era objeto de investigaciones fiscales y<br />

procesos judiciales en trámite por delitos<br />

contra la administración pública− se<br />

fracturaba la independencia del Poder<br />

Judicial.<br />

Solo tres meses después de la firma del<br />

convenio, un modesto juez de Huaraz<br />

expidió <strong>una</strong> insólita resolución “prohibiendo<br />

a la Contraloría que fiscalice al presidente<br />

regional Cesar Álvarez”.<br />

¿Quién podría haberse atrevido a expedir<br />

<strong>una</strong> sentencia semejante, si no fuera<br />

porque todo estaba tejido desde la cabeza?<br />

Lo inaudito fue comprobar que el contralor<br />

Fuad Khoury acató silenciosamente el<br />

mandato.<br />

A partir de entonces el crimen se apoderó<br />

de la región.<br />

El exprocurador<br />

Después de la suscripción del convenio, a<br />

fines de setiembre del 2009, la mafia se<br />

apoderó la Región Ancash. La corrupción<br />

mostró al país su rostro cavernario. La<br />

Fiscalía de Crimen Organizado estableció<br />

que la red criminal de Cesar Álvarez dio<br />

inicio a sus operaciones después de la<br />

firma de aquel convenio.<br />

La ciudadanía se vio sumida en el pánico:<br />

once per sonas serian ases inadas .<br />

La voracidad se desbordó y empezaron a<br />

circular por toda la región ambulancias<br />

i n s e r v i b l e s a d q u i r i d a s a p r e c i o s<br />

astronómicos. Las repartijas públicas de<br />

los bienes del Estado originaban<br />

turbamultas con<br />

pérdidas de vida. Los “alvaristas”<br />

compraban votos, abiertamente, con<br />

trailadas de obsequios sustraídos a los<br />

programas sociales del Gobierno.<br />

Pero lo más grave fue que el “diezmo” se<br />

negoció a la luz del día: más de catorce mil<br />

millones de soles se harían humo frente a<br />

los ojos entristecidos de la ciudadanía.<br />

En ese ambiente, de criminalidad y de<br />

desgobierno, arribó a Ancash un individuo<br />

que se infiltró al Poder Judicial. Gozaba de<br />

<strong>una</strong> poderosa influencia y se mimetizó, con<br />

suma facilidad , entre los jueces .


Javier Villa Stein<br />

Una <strong>negra</strong> <strong>historia</strong><br />

Segundo capítulo<br />

El procurador<br />

ESCRIBE VICTOR MANUEL RIVERA VIZCARRA<br />

Se trataba del ex-procurador Segundo Vitery<br />

Rodríguez, probado brazo legal de Rodolfo<br />

Orellana y mano derecha de Javier Villa Stein.<br />

El Centro de Estudios para el Desarrollo de la<br />

Justicia (ProJusticia) informó que Vitery era la<br />

pieza de <strong>una</strong> red de apoyo tejido desde Lima<br />

por Villa Stein para prestar apoyo a la mafia de<br />

Álvarez y de Orellana.<br />

Un juez con jurisdicción nacional confirmó que<br />

Vitery −conforme a la confesión de un colaborador<br />

eficaz− estuvo alquilando oficinas en<br />

Chimbote para la mafia de Orellana.<br />

Con la presencia de este misteriosos sujeto se<br />

dio inicio a un escándalo que removió la cúpula<br />

del Poder Judicial. Nosotros hemos ordenado<br />

las piezas de aquella conspiración.<br />

Un indicio<br />

El primer indicio de que Villa Stein mantenía<br />

vínculos con la organización de Rodolfo<br />

Orellana Rengifo surgió de <strong>una</strong> conversación<br />

telefónica difundida por el programa Cuarto<br />

Poder en octubre del 2014.<br />

Benedicto Jiménez, el policía que había<br />

capturado a Abimael Guzman, estaba prófugo<br />

(acusado de complicidad con la mafia de<br />

Orellana) y había planteado un recurso<br />

descarado para alcanzar su libertad. En el<br />

audio se escuchaba la voz presunta de Lizeth<br />

Orihuela, abogada de Jiménez, quien sin poder<br />

contener su alegría le manifestaba a su<br />

patrocinado que Villa Stein se encargaría de su<br />

caso.<br />

- ¿Doctor preparado para <strong>una</strong> buena noticia?<br />

−se escucha jubilosa la voz de la abogada−.<br />

Han admitido el recurso de casación.<br />

¿Y sabe a qué sala va? ¡A la de Villa Stein!<br />

− Qué buena noticia, doctora, realmente.<br />

−respondió la voz de un hombre al otro<br />

lado del hilo telefónico−.<br />

−Mire −se regocijó la abogada− “… ya<br />

tenemos a Villa Stein y tenemos a Neyra”.<br />

La denuncia de Cuarto Poder fue<br />

desmentida al día siguiente.<br />

− Así es −respondió Villa Stein−. Me<br />

alegra que los procesados confíen en mi<br />

trib<strong>una</strong>l y en mí como juez insobornable e<br />

independiente. A mí no me ataranta nadie.<br />

No conozco al señor Benedicto Jiménez y<br />

no soy miembro de ning<strong>una</strong> cofradía.<br />

Con ese comentario Villa Stein neutralizó<br />

el escándalo.<br />

Infiltrados<br />

La fiscal Marita Barreto Rivera,encargada<br />

de la investigación a la mafia de Orellana,<br />

denunció que en 2009 −cuando Villa Stein<br />

era el presidente del Poder Judicial− el<br />

procurador Segundo Vitery Rodríguez<br />

tenía poder para remover a los jueces<br />

incómodos.<br />

Esta versión se fortaleció ese año, cuando<br />

Villa Stein firmó un convenio en favor de<br />

<strong>una</strong> cooperativa de propiedad de<br />

Orellana, para que oferte préstamos −con<br />

bajos intereses− a los jueces. Con un<br />

aporte de cinco soles les prestaban hasta<br />

trescientos mil soles, para mantenerlos<br />

bajo su control.<br />

Segundo Vitery Rodríguez era el hombre<br />

que orquestaba, abiertamente, aquella<br />

escalada.<br />

Sin embargo, en agosto de 2012 Vitery<br />

cayó en desgracia.<br />

Se involucró, con Javier Villa Stein, en <strong>una</strong><br />

conspiración para favorecer al Grupo<br />

Colina y fue destituido −de su cargo de<br />

procurador del Poder Judicial− en medio<br />

de un escándalo nacional,. La destitución<br />

de Vitery fue un acto de justicia −con sabor<br />

a venganza− del vocal supremo Cesar San<br />

Martin, que se aseguró de desterrarlo<br />

definitivamente consignando en la<br />

resolución de destitución que Vitery era<br />

defenestrado por haber “perdido la<br />

confianza del Poder Judicial”. Fue un golpe<br />

para Villa Stein, cuya relación con Vitery no<br />

admite dudas.<br />

Mesías Guevara Amasifuén, presidente de<br />

la Comisión Ancash del Congreso,<br />

denunció que Vitery cumplía órdenes<br />

precisas del poderoso vocal supremo.<br />

El ex procurador Ronald Gamarra fue más<br />

allá, afirmando que Vitery era el muñeco y<br />

Villa Stein el ventrílocuo. El propio Villa<br />

Stein declaró públicamente −algunos días<br />

después de suscribir el convenio con<br />

Álvarez− que Vitery era insubstituible para<br />

él y que por eso le brindaba su apoyo<br />

moral.<br />

Sin embargo, cuatro meses después de su<br />

destitución y siendo un “apestado” en el<br />

Poder Judicial, Vitery fue designado<br />

“funcionario de confianza” del nuevo<br />

presidente de la Corte de Justicia en<br />

Chimbote. Fue un primer escalón porque<br />

posteriormente −con el enorme poder de su<br />

influencia− el destituido ex procurador sería<br />

designado vocal de la Corte de Justicia en<br />

Huaraz.<br />

¿Quién estaba detrás de todo esto?<br />

Alfiles<br />

A los fines de esta <strong>historia</strong> resulta vital<br />

identificar a los magistrados que, violando la<br />

ley, acogieron al mafioso exprocurador<br />

Segundo Vitery.<br />

Fueron dos jueces gravemente cuestionados<br />

en Ancash: Edhin Campos Barranzuela<br />

(expresidente de la Corte de Justicia de<br />

Huaraz) y Samuel Sánchez Melgarejo<br />

(expresidente de la Corte de justicia de<br />

Chimbote). Ambos eran severamente<br />

espulgados por la prensa ancashina y su<br />

situación, a fines del 2016, se tornaba<br />

insostenible. Por ello es que los trasladaron a<br />

Lima, donde asumieron cargos del más alto<br />

nivel.<br />

Edhin Campos Barranzuela fue designado<br />

miembro de la Sala Penal Nacional y Samuel<br />

Sánchez Melgarejo asumió el cargo de juez<br />

supremo de la Sala Civil Permanente de la<br />

Corte Suprema de Justicia.<br />

El traslado del juez Edhin Campos tuvo lugar<br />

tres meses antes de que Villa Stein presentara<br />

su renuncia en marzo de 2017.Melgarejo<br />

fue designado juez supremo dos meses<br />

antes.<br />

La población ancashina quedó sumida en el<br />

estupor.


Javier Villa Stein<br />

Una <strong>negra</strong> <strong>historia</strong><br />

La investigación a jueces del entorno del ex presidente del poder judicial Javier Villa Stein nos<br />

conducen a nuevos e insospechados hallazgos en las entrañas del Poder Judicial.<br />

ESCRIBE VICTOR MANUEL RIVERA VIZCARRA<br />

Cuesta arriba<br />

A Edhin Campos Barranzuela la Corte de<br />

Justicia de Piura debió haberlo mantenido a<br />

distancia por causa de su inquietante<br />

presencia: a él le resulta difícil −hasta ahora−<br />

suavizar gestos que resultan impropios en los<br />

claustros del poder. A ello se suma el<br />

centelleo de un diente de oro que asoma entre<br />

sus labios.<br />

Campos se recibió muy joven de abogado y<br />

ejerció libremente la carrera durante largos<br />

quince años. Finalmente−siendo ya un<br />

cuarentón− se vio precisado a buscar trabajo<br />

en el Poder judicial. En el 2003 fue designado<br />

juez suplente de Talara y allí lo mantuvieron<br />

−entre zancudos y sarpullidos− durante 8<br />

años.<br />

No fueron sus habilidades como abogado<br />

sino <strong>una</strong> pluma que le permitía escribir con<br />

eficiente precisión la que le lanzo el salvavidas<br />

que lo libró del mar de mediocridad en<br />

que se ahogaba.<br />

En 2009 se encendió <strong>una</strong> luz que le cambió el<br />

destino.<br />

Advirtió que Javier Villa Stein, el nuevo<br />

presidente del Poder Judicial, estaba<br />

dominado por un afán de notoriedad y que<br />

planteaba crear un canal de televisión para<br />

esa institución.<br />

Campos entendió que se le abría <strong>una</strong> ventana<br />

de oportunidad.<br />

En los primeros días del 2009, Campos hacía<br />

antesala en la oficina de Villa Stein, con un<br />

sesudo artículo periodístico bajo el brazo<br />

titulado “Canal de Televisión del Poder<br />

Judicial”. El juez talareño debió trabajar con<br />

mucho empeño porque el artículo logró<br />

colmar las expectativas de Villa Stein, quien<br />

ordenó su inmediata publicación −a página<br />

<strong>completa</strong>− en el Diario “El Peruano”.<br />

Tres meses después de aquella reunión,<br />

Campos fue designado juez penal titular<br />

unipersonal de juzgamiento de la Provincia de<br />

Talara.<br />

A partir de entonces, se convirtió en el vocero<br />

de Villa Stein y las puertas del diario oficial El<br />

Peruano se le abrieron de par en par. Así fue<br />

como publicó <strong>una</strong> serie de artículos conectados<br />

con la política institucional de Villa Stein:<br />

La Encrucijada (26/4/09); La Declaración de<br />

Arequipa (23/08/09); El tercer congreso de<br />

magistrados (11/11/09); Conozca a su juez<br />

(29/12/09); La Declaración de Piura<br />

(14/01/10); La Nueva Labor (17/5/11).<br />

Muy pronto −igual que Segundo Vitery− Edhin<br />

Campos Barranzuela llegaría a ser otro<br />

insubstituible para Villa Stein y fue él -como se<br />

verá- quien se encargaría de blindar a Cesar<br />

Álvarez y Rodolfo Orellana en Huaraz.<br />

Llegó del desierto<br />

En diciembre del 2011, Edhin Campos<br />

Barranzuela llegó repentinamente a Huaraz y<br />

asumió la presidencia de la Sala Penal de la<br />

Corte de Justicia. Lo trasladaron desde Piura<br />

con el propósito de que dirima un pronunciamiento<br />

penal de la mayor importancia para los<br />

intereses de la mafia ancashina: se le<br />

encomendó inclinar la balanza en favor de la<br />

pervertida Organización de Estados<br />

iberoamericanos (OEI).<br />

La OEI era la coartada perfecta para eludir el<br />

control del Estado en las licitaciones públicas,<br />

porque alegaban que gozaba de inmunidad<br />

diplomática y que el Ministerio Público no<br />

podía fiscalizarla.<br />

La Comisión Ancash afirma que fue Rómulo<br />

León Alegría quien concibió ese fraude y que<br />

Fort<strong>una</strong>to Cannan quedó fascinado con la<br />

Tercer<br />

capítulo<br />

El alfil<br />

Samuel Sánchez, Villa Stein y Edhin Campos<br />

idea. En un correo electrónico de febrero del<br />

2008 Canaan escribe: «apreciado Rómulo…<br />

te reitero que con la OEI es nuestro<br />

éxito, por la razón o por la fuerza… no hay<br />

otra». Se le escucha, además, decirle a<br />

Rómulo León: «Si quieres ganar dinero<br />

tienes que lograr que el ministro Garrido<br />

Lecca apruebe a la OEI como licitador;<br />

nosotros controlaremos a la OEI para que<br />

nos dé la buena pro y para que encarezcan<br />

artificialmente el precio del metro cuadrado<br />

de construcción».<br />

Garrido Lecca actuó a pedir de boca y así se<br />

construyó el mito de la inmunidad diplomática<br />

de la OEI que a mediados del 2010<br />

incendió la pradera en Ancash.<br />

José Luis Sánchez Milla, vicepresidente<br />

regional, fue asesinado el 12 de julio de ese<br />

año porque se negó a firmar un paquete de<br />

obras de S/.452'479,702 que iban a ser<br />

licitados por la OEI. Luego de su muerte, la<br />

mafia sacó de la manga aquel documento,<br />

pero con la firma falsificada del occiso.<br />

A Ezequiel Nolasco le correspondía<br />

remplazarlo, pero se lo impidieron porque<br />

estaba enfrentado con la OEI. Según la<br />

fiscalía, la mafia planificó su muerte por esa<br />

causa.<br />

El tinglado<br />

Como se verá, la supuesta inmunidad<br />

diplomática de la OEI se decidió judicialmente<br />

con el voto dirimente de Edhin<br />

Campos Barranzuela.<br />

El canciller José Antonio García Belaunde<br />

se vio precisado, en 2008, a zanjar aquel<br />

infundio, declarando oficialmente que<br />

estaba descartada la reclamada inmunidad<br />

de la OEI «porque ella alcanza a la institución<br />

y a las personas, pero no a los convenios».<br />

Sin embargo, la mafia estaba decidida a<br />

torcer la ley.<br />

En primera instancia anularon <strong>una</strong> sentencia<br />

que favorecía a la fiscalía y, a renglón<br />

seguido, designaron un juez adicto a la<br />

mafia.<br />

La sentencia se elevó en apelación y dos<br />

jueces superiores le “aguaron la fiesta” a<br />

Álvarez: declararon que el convenio con OEI<br />

era ilegal y que su reclamada inmunidad<br />

constituía un fraude.<br />

La mafia no se arredró y colocó a dos juezas<br />

que sostuvieron que «el convenio era un<br />

instrumento internacional para la adecuada<br />

administración de los recursos del Gobierno<br />

Regional».<br />

El convenio con la OEI −afirmaron sin mayor<br />

explicación- «es legítimo y no se necesita<br />

mayor análisis para concluir que es un<br />

acuerdo legal». Y, apelando a <strong>una</strong> absurda<br />

lógica jurídica concluyeron delictualmente<br />

que «si el convenio era legal entonces era<br />

también obvio que Álvarez era inocente».<br />

Y así fue como, sin más argumentos se<br />

produjo el empate que reclamó el pronunciamiento<br />

de un dirimente.<br />

Como anillo al dedo llegó a Huaraz Edhin<br />

Campos Barranzuela y se integró en calidad<br />

de presidente de la sala penal para inclinar<br />

la balanza a favor de la mafia.<br />

Con ese embuste la OEI devino en el gran<br />

árbitro de las licitaciones públicas en<br />

Ancash y pudo adjudicar −a puerta cerrada−<br />

456 obras públicas por un monto de<br />

S/1.324'654.000 de soles. Obviaron<br />

vergonzosamente que lo que la fiscalía<br />

impugnaba eran las licitaciones “trafas” que<br />

la OEI llevaba a cabo, entre gallos y<br />

medianoche, para legitimar, astutamente,<br />

un corrupto sistema basado en el cobro de<br />

“diezmos”.<br />

Continuara


Javier Villa Stein<br />

Una <strong>negra</strong> <strong>historia</strong><br />

La investigación a jueces del entorno del ex presidente del poder judicial Javier Villa Stein nos<br />

conducen a nuevos e insospechados hallazgos en las entrañas del Poder Judicial.<br />

Las cartas fianza<br />

ESCRIBE VICTOR MANUEL RIVERA VIZCARRA<br />

Resurrectos<br />

En 2011, Javier Villa Stein fue remplazado<br />

en la presidencia del Poder Judicial<br />

por Cesar San martín. El nuevo presidente<br />

le tiró la puerta en la cara a Cesar<br />

Álvarez y destituyó a Segundo Vitery<br />

Rodríguez.<br />

La mafia ancashina volvió a actuar en las<br />

sombras.<br />

Sin embargo, en 2013 todo volvió a<br />

reactivarse con la elección de Enrique<br />

Mendoza Ramírez, el candidato de Villa<br />

Stein. El diario La República (7/12/12)<br />

constató que Javier Mendoza y Villa Stein<br />

caminaron juntos −hasta altas horas de la<br />

noche del día previo− negociando los<br />

resultados de la elección.<br />

«Habrá sorpresas» declaró Villa Stein a<br />

los periodistas, momentos antes de la<br />

decisión.<br />

Obviamente estaba feliz.<br />

De ese modo se restableció la política de<br />

Javier Villa Stein: Edhin Campos<br />

Barranzuela y Samuel Sánchez Melgarejo<br />

fueron elegidos presidentes de sus<br />

respectivas Cortes de Justicia y Segundo<br />

Vitery reingresó al Poder Judicial.<br />

Villa Stein arribó triunfante a Huaraz el 14<br />

de febrero 2013.<br />

La Corte de Justicia, presidida por<br />

Campos Barranzuela, organizó un<br />

banquete y le impuso <strong>una</strong> medalla «en<br />

reconocimiento de sus firmes convicciones<br />

jurídicas y democráticas». Obviamente<br />

que en el ágape participó el<br />

presidente de la Corte Superior de<br />

Justicia del Santa, Samuel Sánchez<br />

Melgarejo, que llegó acompañado de su<br />

comitiva oficial.<br />

No fue <strong>una</strong> sorpresa para nadie que, dos<br />

meses después, el Poder Judicial firmara<br />

un segundo "Convenio Marco de<br />

Cooperación Interinstitucional” con<br />

Cesar Álvarez, que fue suscrito por Edhin<br />

Campos Barranzuela y Samuel Sánchez<br />

en representación de Enrique Mendoza.<br />

Salta la liebre<br />

Instalado en la presidencia de la Corte<br />

Superior de Huaraz en 2013, la gestión<br />

de Edhin Campos Barranzuela puso de<br />

manifiesto las conexiones de la mafia de<br />

Rodolfo Orellana con los mandamases<br />

del Poder Judicial en el Perú.<br />

En Chimbote, Segundo Vitery cumplía<br />

instrucciones de Rodolfo Orellana y, en<br />

esa línea, Edhin Campos Barranzuela se<br />

encargaba de organizar “el fraude de las<br />

Cartas Fianza” en Huaraz.<br />

Con ese designio, Campos Barranzuela<br />

mandó traer desde Catacaos a <strong>una</strong><br />

oscura secretaria de juzgado, asegurando<br />

a la ciudadanía que tenía <strong>una</strong> muy alta<br />

Cuarto capítulo<br />

Samuel Sánchez, Villa Stein y Edhin Campos<br />

Rodolfo<br />

Orellana<br />

competencia profesional. Se trataba de su<br />

paisana y amiga, Piedad Talledo Guarderas<br />

que, desde 2008, trabajó en un cargo<br />

muy menor de la Corte de Justicia<br />

piurana. Siendo asistente de juzgado en<br />

el 2011 le confiaron a la Talledo <strong>una</strong> mayor<br />

responsabilidad en la Sala Penal<br />

Liquidadora de Piura. Ella no pudo durar<br />

un mes y se deshicieron de ella por causa<br />

de su deficiente desempeño. En esa<br />

condición la mantuvieron hasta 2013,<br />

fecha en que decidieron alejarla de la<br />

corte piurana desterrándola a Catacaos.<br />

Allí habría permanecido la Talledo de no<br />

haber sido por su “paisano”, el presidente<br />

de la Corte Superior de Ancash Edhin<br />

Campos Barranzuela, quien la convenció<br />

para que asuma <strong>una</strong> verdadera “papa<br />

caliente”: el Segundo Juzgado Mixto de<br />

Huaraz.<br />

Ese era el juzgado más controvertido de la<br />

sierra ancashina porque −según la<br />

Comisión Ancash − en sus anaqueles<br />

dormían los expedientes que cobijaban<br />

los chanchullos del Gobierno Regional.<br />

Le confiaron a la “doctorita Talledo” el<br />

juzgado donde se lavó la ropa sucia de la<br />

corrupción y algunos meses después<br />

“saltó la liebre”: la ingenua “doctorita” se<br />

vio envuelta en un escándalo que sacudió<br />

al Poder Judicial.<br />

La Comisión Ancash informó al país que<br />

ella sería investigada por sus vínculos con<br />

la mafia de Orellana. La acusaban de<br />

complicidad por haber validando −con sus<br />

resoluciones- certificaciones sin valor<br />

emitidas por las cooperativas de Rodolfo<br />

Orellana.<br />

Como sabemos, las constructoras no<br />

pueden ejecutar obras del Estado si no<br />

garantizan su culminación con el respaldo<br />

de <strong>una</strong> Carta Fianza avalada por <strong>una</strong><br />

entidad financiera. Orellana fracturó esta<br />

garantía creando cooperativas “bambas”<br />

−sin capital− cuyas Cartas Fianza fueron<br />

impuestas al guerrazo mediante sentencias<br />

judiciales ilegales. Ese fue el caso de<br />

la Cooperativa COOPEX que Rodolfo<br />

Orellana constituyó con un capital social<br />

de tres mil soles y que obviamente no<br />

contaba con la autorización de la<br />

Superintendencia de Banca y Seguros. La<br />

“doctorita” legitimó esas Cartas Fianza a<br />

punta de sentencias.<br />

La fiscal Marita Barreto, que acaba de<br />

pedir 35 años de cárcel contra Rodolfo<br />

Orellana (y que le ha dado la espalda a<br />

esta nuestra <strong>historia</strong>, porque su acusación<br />

parece no implicar a ninguno de<br />

estos personajes) ha informado que<br />

fueron mas de 145 millones de soles lo<br />

que acumuló Rodolfo Orellana con la<br />

estafa de las Cartas Fianza.


Javier Villa Stein<br />

Una <strong>negra</strong> <strong>historia</strong><br />

Enrique Mendoza Ramírez<br />

Quinto capítulo<br />

El supremo<br />

ESCRIBE VICTOR MANUEL RIVERA VIZCARRA<br />

Prueba plena<br />

¿Cuál fue el papel de Enrique Mendoza<br />

Ramírez, presidente de la Corte Suprema,<br />

frente a este escándalo?<br />

Tal vez podríamos admitir que Edhin Campos<br />

Barranzuela y Samuel Sánchez Melgarejo<br />

actuaron a espaldas de Enrique Mendoza y<br />

que por eso ignoraba que Segundo Vitery se<br />

había infiltrado en el Poder Judicial.<br />

Que tampoco se enteró que un juzgado<br />

huaracino le prohibió a la Contraloría que<br />

fiscalice a Cesar Álvarez. O, que la Corte de<br />

Justicia de Ancash convalidó la inmunidad<br />

diplomática de la OEI, no obstante el reclamo<br />

oficial de la Cancillería en 2008.<br />

Puede alegarse que Mendoza desconocía que<br />

once personas fueron asesinadas por los<br />

“comandos” de Cesar Álvarez.<br />

Podría, asimismo, aceptarse que no supiera<br />

que Javier Villa Stein, después de su gestión<br />

presidencial, adquirió un exclusivo departamento<br />

en Miami (EE.UU.), un departamento en<br />

San Isidro, cinco vehículos, 4 motocicletas<br />

BMW y un reloj Rolex. O que la pervertida<br />

Organización de Estados Iberoamericanos<br />

(OEI) licitaba obras a puerta cerrada.<br />

Con esfuerzo podríamos aceptar que efectivamente<br />

no entendió las implicancias que surgían<br />

del Convenio Marco de Cooperación Interinstitucional<br />

que Villa Stein celebró con Cesar<br />

Álvarez. O, que no estaba enterado que, con la<br />

autorización de Villa Stein, Rodolfo Orellana<br />

ofreció créditos de obsequio a los jueces y<br />

secretarios de juzgado en Lima; o, que su mano<br />

derecha, Segundo Vitery Rodriguez , tuvo el<br />

poder para remover de sus cargos a los jueces<br />

que se enfrentaron a la mafia de Orellana.<br />

Que, en fin, él no tenía idea de que <strong>una</strong><br />

organización criminal estaba asolando Ancash<br />

y que, con el “diezmo”, se venía evaporando<br />

mas de catorce mil millones de soles de<br />

las arcas de la región más rica del país.<br />

¨Podríamos por último admitir que,<br />

traicionado por <strong>una</strong> suprema ingenuidad,<br />

decidiera celebrar el segundo Convenio<br />

Interinstitucional con Cesar Álvarez.<br />

Pero lo que no es posible justificar es su<br />

papel en el escándalo de las Cartas<br />

Fianza de Rodolfo Orellana, porque la<br />

actuación de Enrique Mendoza Ramírez<br />

despierta las mas electrizantes sospechas:<br />

¿Cómo fue que reaccionó en su condición<br />

de presidente de la Corte Suprema,<br />

cuando la Comisión Ancash informó que la<br />

jueza Pilar Talledo Guarderas pasaba de<br />

testigo a investigada?<br />

Su reacción fue intempestiva y cerró filas<br />

en favor de la “doctorita” y de siete otros<br />

jueces involucrados en esta estafa.<br />

Declaró públicamente que la jueza Talledo<br />

era libre de decidir si iba o no al Congreso.<br />

Sostuvo alterado que los señores jueces<br />

solamente pueden ser invitados, y los<br />

invitados si quieren van y si no quieren no<br />

van.<br />

Sugirió que las sentencias que legitimaron<br />

las Carta Fianza de la mafia de Orellana<br />

eran simples errores.<br />

Sostuvo que los jueces tenían autonomía<br />

judicial y afirmó que no podían ser<br />

interpelados ni obligados a dar explicaciones<br />

por sus fallos.<br />

Mendoza sostuvo que la investigación la<br />

llevarían a cabo los propios jueces y no los<br />

congresistas; y, para que el mensaje no<br />

dejara dudas, aseguró que la intervención<br />

de la Comisión Áncash de Congreso<br />

constituía <strong>una</strong> interferencia y que «por<br />

ahora, nadie sería sancionado en este<br />

caso».<br />

Epílogo<br />

La complicidad de los mandamases del<br />

Poder Judicial (en el caso de la mafia de<br />

Cesar Álvarez y de las “Cartas Fianza” de<br />

Orellana) se pone de manifiesto cuando se<br />

constata que aquella estructura mafiosa, al<br />

interior del Poder Judicial, fue astuta y<br />

silenciosamente desmantelada con el<br />

obvio propósito de garantizar la impunidad<br />

de sus poderosos titiriteros.<br />

A los jueces adictos que demostraron<br />

lealtad a toda prueba los premiaron a<br />

rajatabla:<br />

A la “doctorita” Piedad Talledo Guarderas<br />

que capitaneó la validación de las Cartas<br />

Fianza, la trasladaron a un juzgado en<br />

Piura y después fue nombrada titular del<br />

Juzgado Mixto de Madre de Dios.<br />

A Ricardo Alza Vásquez, el Juez que<br />

prohibió que la Contraloría fiscalice a<br />

Cesar Álvarez, lo premiaron con un<br />

juzgado en la costa ancashina.<br />

Al juez Edwin Manrique Ramírez, que<br />

sentenció a favor de la OEI, lo compensaron<br />

con un nombramiento en un juzgado en<br />

Barranca.<br />

A Julio Daniel Esquén Robles, del<br />

Segundo Juzgado Civil de Chiclayo<br />

(implicado con Orellana) lo acomodaron en<br />

la relatoría de la Corte Superior de<br />

Lambayeque.<br />

A Hugo Rodolfo Velázquez Zavaleta, del<br />

Quinto Juzgado Constitucional de Lima<br />

nunca lo sancionaron.<br />

A los otros, sea porque no eran suficientemente<br />

confiables -o porque estaban<br />

demasiado expuestos- los sometieron a un<br />

paciente seguimiento para sorprenderlos<br />

con las manos en la masa y desaforarlos<br />

con ese pretexto<br />

A la jueza chimbotana Liliana Otero Salinas,<br />

involucrada con Cesar Álvarez y con Rodolfo<br />

Orellana, la separaron de su cargo por un<br />

incidente relacionado con la pesca ilegal en<br />

Chimbote.<br />

A los otros jueces, comprometidos con las<br />

Cartas fianza de Orellana, les tamabien hicieron les la<br />

hicieron camita: la camita:<br />

A Antonio Escobedo Medina, del Cuarto<br />

Juzgado Civil de Trujillo lo destituyeron por un<br />

desbalance patrimonial de 35,000 dólares.<br />

A Óscar Tenorio Torres, del Tercer Juzgado<br />

Civil de Chiclayo, lo destituyeron por<br />

favorecer al alcalde de su ciudad.<br />

A Wenceslao Portugal Cerruche, del<br />

Segundo Juzgado Mixto de Campo Verde en<br />

Ucayali lo destituyeron por interferir con la<br />

S<strong>una</strong>t.<br />

Nunca se investigó la participación de los<br />

jueces en el caso de las Cartas fianza.<br />

Por su parte, a María Isabel Velezmoro<br />

Arbaiza −la vocal de la Sala Penal que<br />

amparó a la mafia sosteniendo que no se<br />

necesitaba mayor análisis para concluir que<br />

el acuerdo con la OEI era legal− es actualmente<br />

presidente de la Sala Penal de<br />

Huaraz.<br />

Finalmente, a Edhin Campos Barranzuela lo<br />

designaron miembro de la Sala Penal<br />

Nacional y a Samuel Sanchez Melgarejo<br />

vocal supremo de la Sala Civil Permanente<br />

de la Corte Suprema de Justicia.<br />

Y, por supuesto, Javier Villa Stein, el hombre<br />

que mirándole los ojos al país declaró que no<br />

es ilegal defender a satanás, se ha retirado a<br />

sus cuarteles de invierno sin responder a la<br />

justicia, con el cuento de que a él nadie lo<br />

ataranta.<br />

La fiscal Marita Barreto Rivera, que ha<br />

cercenado de su denuncia toda esta <strong>historia</strong>,<br />

tiene mucho que explicar.

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