Ciudad Inmigrante #99

Salud
Correlato entre emociones
negativas e ingesta alimentaria
Por Claudia Durán*
Comer de forma emocional es una respuesta inmediata de canalización de ciertas
emociones negativas que acosan a la persona; es una manera de eliminar, suprimir o
reprimir emociones negativas
Cada vez entendemos mejor
porqué nuestra conducta
emocional va ligada a los
trastornos en la alimentación,
especialmente desde edades
muy tempranas. Comer de
forma emocional o Emotional
Eating (EI) es uno de los
trastornos alimenticios más
comunes en los adultos, niños
y adolescentes. De hecho,
los índices de hospitalización
de niños menores de seis
años por este trastorno
siguen aumentando de forma
alarmante.
Comer de forma emocional
es la tendencia a comer
excesivamente o la pérdida
del apetito en respuesta a las
emociones negativas. Se sabe
también, según las últimas
investigaciones, que este
trastorno se incrementa por
emociones positivas como por
ejemplo comer para celebrar
algo positivo.
Estudios empíricos recientes
demuestran que la ansiedad
conduce a la disminución del
consumo de alimentos en las
personas con peso normal y
al aumento de la ingesta de
alimentos en personas obesas.
Comer de forma emocional
es una respuesta inmediata
de canalización de ciertas
emociones negativas que
acosan a la persona; es una
manera de eliminar, suprimir o
reprimir emociones negativas.
Se come en exceso para
evitar y evadir emociones
incómodas como la ira, miedo,
tristeza, ansiedad, soledad,
resentimiento y vergüenza.
Otras veces es solo cuestión de
aburrimiento o sentimiento de
vacío. A este trastorno también
se le conoce como stress eating
o comer de forma estresada.
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