Bioetica y Cuidados de Enfermeria
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BIOÉTICA Y CUIDADOS DE ENFERMERÍA - VOL. 1<br />
abolído, (pérdida <strong>de</strong>l tiempo cuantificable), que Hans Castorp <strong>de</strong>ja allá abajo<br />
en la llanura y el tiempo instaurado por la enfermedad, arriba en Berghof, que<br />
configura un pathos mágico y encantador en el que se <strong>de</strong>sarrolla el aprendizaje<br />
iniciático <strong>de</strong>l joven Castorp. Tiempo mágico que refleja la <strong>de</strong>scomposición,<br />
<strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia y nihilismo <strong>de</strong> la cultura occi<strong>de</strong>ntal 11 .<br />
La enfermedad es una <strong>de</strong> las configuraciones temporales por las que todos<br />
los hombres pasamos necesariamente a lo largo <strong>de</strong> nuestras vidas, un pathos<br />
existencial que nos retorna a la realidad <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong>l propio cuerpo, <strong>de</strong><br />
nuestra propia corporalidad, <strong>de</strong>rogando, por verificación vivencial, lo que el<br />
constructo mo<strong>de</strong>rno ha imaginado como un yo <strong>de</strong>svinculado supra-temporal<br />
y supra-histórico, a saber, la ficción <strong>de</strong> un yo pensante con capacidad <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>sconectarse <strong>de</strong> su cuerpo, como una navecita que pudiese <strong>de</strong>sacoplarse y<br />
elevarse sobre él. Por ello, no es <strong>de</strong> extrañar que en la novela el iluminista<br />
Settembrini afirme:<br />
“Usted ha dicho que la enfermedad unida a la estupi<strong>de</strong>z es la cosa más<br />
lamentable que hay en el mundo. Puedo aceptarlo. Yo también prefiero<br />
un enfermo espiritual a un imbécil físico. Pero mi objeción se inicia en el<br />
momento en que consi<strong>de</strong>ra… la enfermedad como algo tan distinguido y<br />
respetable que no pue<strong>de</strong> armonizarse en modo alguno con la estupi<strong>de</strong>z…<br />
¡Pues bien, no! La enfermedad no es en modo alguno distinguida ni digna <strong>de</strong><br />
respeto… Se remonta a los tiempos dominados por la superstición, en que la<br />
i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> lo humano estaba <strong>de</strong>gradada y privada <strong>de</strong> toda dignidad; a los tiempos<br />
angustiosos en que la armonía y el bienestar eran consi<strong>de</strong>rados sospechosos<br />
y diabólicos, mientras que la enfermedad era una especie <strong>de</strong> pasaporte hacia<br />
el cielo. Pero la razón y el Siglo <strong>de</strong> las Luces han disipado las sombras que<br />
pesaban sobre el alma <strong>de</strong> la humanidad” 12 .<br />
No se pue<strong>de</strong> expresar mejor el humanismo <strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al racionalista e ilustrado<br />
<strong>de</strong> quitar los miedos a los hombres y particularmente los dos primeros miedos:<br />
el miedo al tiempo y la finitud que es la muerte y el miedo al cuerpo y sus<br />
limitaciones que es la enfermedad. Por esto mismo indicará Settembrini un<br />
poco <strong>de</strong>spués:<br />
11<br />
Ricoeur, P., Temps et Récit, Tomo II, La configuration dans le récit <strong>de</strong> fiction, Seuil, Paris, 1989.<br />
Cfr. Cragnolini, M. B., Tiempo <strong>de</strong> la salud, tiempo <strong>de</strong> la enfermedad, en Escritos <strong>de</strong> Filosofía,<br />
Aca<strong>de</strong>mia Nacional <strong>de</strong> las Ciencias, n. 33-34, Buenos Aires, 1999, pp. 109-119.<br />
12<br />
La Montaña Mágica, p. 140.<br />
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