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B&T<br />
¿Cómo podemos determinar si vamos<br />
por buen camino, si se ha logrado el objetivo<br />
de tener una empresa rentable o si nuestro<br />
negocio es atractivo? Es aquí donde<br />
entra un concepto de gran importancia: la<br />
“creación de valor”.<br />
Cuando tratamos de pensar en una<br />
empresa exitosa, generalmente pensamos en<br />
una empresa que ha logrado organizar todos<br />
sus recursos con algún grado de excelencia,<br />
de manera que es capaz de generar una<br />
rentabilidad lo suficientemente alta para<br />
justificar todo el costo que involucra ofrecer<br />
su buen producto o servicio.<br />
Una empresa que es capaz de alcanzar un<br />
nivel suficiente de ventas que permita cubrir<br />
todos sus costos de manera sostenida en<br />
el tiempo, será una empresa exitosa, o una<br />
empresa capaz de “crear valor”.<br />
Existe una métrica financiera que<br />
permite medir esto: el Retorno sobre el<br />
Capital Invertido o ROIC. En primer lugar,<br />
la empresa debe ser lo suficientemente<br />
rentable para cubrir todos sus gastos<br />
operativos. Esto equivaldría a alcanzar<br />
el punto de equilibrio, sin embargo, en el<br />
mediano plazo este nivel de rentabilidad no<br />
es suficiente.<br />
En segundo lugar, una vez que la<br />
empresa ha pagado sus gastos operativos,<br />
la utilidad que queda después de pagar<br />
impuestos debe ser suficiente para pagar<br />
a aquellos que han provisto el capital<br />
necesario (como bancos y accionistas)<br />
para que la empresa pueda utilizar los<br />
activos operativos que posee.<br />
Los activos operativos son<br />
principalmente los activos fijos,<br />
constituidos por la maquinaria,<br />
edificaciones y equipos de propiedad<br />
de la empresa y el capital de trabajo (<strong>las</strong><br />
cuentas por cobrar y el inventario).<br />
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