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Página<br />
• Dosquebradas<br />
Dosquebradas: Dar un paso hacia<br />
el abismo o escoger un salvavidas<br />
Por: Humberto Tobón y Tobón<br />
Dosquebradas es<br />
un caos. Y dos de<br />
los culpables de esta<br />
situación, figuran entre<br />
los seis candidatos que<br />
aspiran a la Alcaldía.<br />
Ambos tienen su cuota<br />
de responsabilidad en<br />
el desastre que vive el<br />
municipio.<br />
Suministrada<br />
Tal vez nunca haya sido tan trascendental<br />
la elección de un alcalde en Dosquebradas.<br />
La razón es que este municipio,<br />
que tiene alrededor de doscientos<br />
mil habitantes, está al borde del abismo<br />
fiscal, económico y social, y para salvarlo<br />
se necesita un Alcalde que ejerza el liderazgo,<br />
tenga credibilidad, esté dispuesto<br />
a innovar en el ejercicio del gobierno, sea<br />
pragmático en la toma de decisiones y no<br />
esté al servicio de agrupaciones que han<br />
desangrado las finanzas públicas a través<br />
de maniobras corruptas, ampliamente difundidas<br />
por la prensa y que están siendo<br />
castigadas por las autoridades judiciales.<br />
Dosquebradas es un caos. Y dos de los<br />
culpables de esta situación, figuran entre<br />
los seis candidatos que aspiran a la Alcaldía.<br />
Ambos tienen su cuota de responsabilidad<br />
en el desastre que vive el municipio.<br />
Uno porque tomó decisiones muy<br />
equivocadas mientras fue alcalde, que<br />
deterioraron los indicadores sociales y de<br />
competitividad de Dosquebradas y el otro<br />
porque durante más de una década vio<br />
pasar frente a sus narices la corrupción y<br />
el desgreño administrativos, que destruyeron<br />
paulatinamente los derechos de las<br />
personas y el ejercicio del buen gobierno.<br />
A estos dos candidatos a la Alcaldía,<br />
que en realidad son tóxicos para el futuro<br />
de Dosquebradas, los emulan cuatro más,<br />
un diputado en ejercicio, un sacerdote, un<br />
empresario del transporte y un curtido<br />
político que acaba de renunciar a su curul<br />
en la Asamblea de Risaralda.<br />
Los estudios de opinión pública, los<br />
serios, los que contratan los empresarios<br />
para sus análisis privados, están mostrando<br />
una competencia muy cerrada entre los<br />
candidatos Diego Ramos del Partido Conservador,<br />
Mauricio Toro del movimiento<br />
MIRA y Partido de la U y Mario Marín del<br />
Partido Liberal. Los tres están en un empate<br />
técnico.<br />
Sin embargo, el candidato Ramos es<br />
quien lidera la intención de voto, gracias<br />
a que tiene un fuerte respaldo en los estratos<br />
bajos de la población, que han recibido<br />
de él permanentes ayudas económicas,<br />
así como bolsas de alimento, una práctica<br />
que ha mantenido vigente incluso cuando<br />
fue alcalde en el periodo 2011 – 2014. En<br />
los estratos medio y medio alto su nivel de<br />
aceptación es muy bajo, pues lo señalan<br />
de ser culpable del terrible subdesarrollo<br />
que tiene el municipio en te<strong>mas</strong> de movilidad,<br />
seguridad y prestación de servicios<br />
públicos.<br />
En segundo lugar, con muy poca diferencia<br />
frente a Ramos está el candidato<br />
Oscar Mauricio Toro, que tiene un fuerte<br />
respaldo entre los funcionarios de la<br />
Alcaldía, líderes comunitarios y algunos<br />
empresarios de la construcción, pero es<br />
mirado con recelo por sectores que representan<br />
la opinión pública, pues lo acusan<br />
de no haber ejercido su autoridad para<br />
frenar la orgia de corrupción que se vivió<br />
mientras él actuó durante once años como<br />
Personero de Dosquebradas, sin que defendiera<br />
los derechos ciudadanos como lo<br />
obligaba su función.<br />
En tercer lugar, prácticamente empatado<br />
con Toro, aparece el candidato liberal<br />
Mario Marín, quien sólo hasta el mes<br />
de mayo último tomó la determinación<br />
de aceptar la invitación de empresarios,<br />
líderes sociales, organizaciones comunitarias<br />
y veedurías cívicas, a proponer su<br />
nombre como candidato a la Alcaldía. Su<br />
eslogan de Con Las Manos Limpias, busca<br />
separarse de las prácticas corruptas tan<br />
comunes en este municipio. Su trayectoria<br />
política está sustentada en su condición<br />
de concejal de Pereira y seis periodos<br />
como diputado de Risaralda. Se le conoce<br />
como el diputado del deporte y del medio<br />
ambiente. Muchas de sus iniciativas<br />
convertidas en ordenanzas, fueron muy<br />
importantes para garantizar el desarrollo<br />
dosquebradense.<br />
Los ciudadanos que viven en Dosquebradas<br />
están fuertemente impactados con<br />
la noticia de que manejos presupuestales<br />
irresponsables podría llevar al municipio<br />
a convertirse en un corregimiento de Santa<br />
Rosa de Cabal, de acuerdo con las evaluaciones<br />
realizadas por la Gobernación.<br />
También hay decepción social por la manera<br />
cómo las inversiones de las familias<br />
no han logrado valorizarse, entre otras razones<br />
por la baja calidad en la prestación<br />
de los servicios públicos, el mal estado de<br />
la malla vial, la inseguridad reinante, la<br />
falta de un servicio constante de agua en<br />
muchas nuevas urbanizaciones, la oscuridad<br />
de las vías y los interminables trancones<br />
que limitan la movilidad.<br />
Aunque faltan escasos dos meses para<br />
las elecciones, la mayoría de los ciudadanos,<br />
de acuerdo con los estudios de opinión<br />
pública, aun no toman decisiones<br />
sobre cuál será su voto. Entienden que el<br />
próximo alcalde puede dar el paso definitivo<br />
hacia el abismo o lanzar un salvavidas<br />
para reencausar a Dosquebradas.<br />
Muy seguramente los electores tomarán<br />
en cuenta los antecedentes de los candidatos<br />
más opcionados y revisarán su<br />
pasado, que para uno de ellos ya tiene la<br />
amenaza cierta de un juicio penal que lo<br />
podría privar de la libertad; para otro, la<br />
incapacidad manifiesta de no cumplir con<br />
sus responsabilidad de defender los intereses<br />
públicos; y para un tercero, una vida<br />
transparente de servicio social.