Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Transformarte<br />
Ana Paula Signorelli Larumbe<br />
Algunos nos proponemos cambiar el mundo, arrojando ideas hacia un contexto egoc<strong>en</strong>trista que<br />
busca un bi<strong>en</strong>estar material individual y deja de lado los valores de un amor colectivo.<br />
Crecemos un poco y vamos aum<strong>en</strong>tando velocidad sin p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> riesgo alguno. Soltamos una<br />
parte del manubrio y confiamos <strong>en</strong> que seguiremos haci<strong>en</strong>do equilibrio, que somos irrepetibles y<br />
omnipot<strong>en</strong>tes ante un suelo que a lo alto se ve más pequeño. Esa grandeza también ti<strong>en</strong>e un límite que<br />
no vemos. Creemos conocer todo lo que nos vayamos a <strong>en</strong>contrar porque suponemos que es como nos<br />
decían. Seguimos pedaleando y la fuerza que hacemos va disminuy<strong>en</strong>do, cada día es un poco más fácil<br />
pero lo difícil, es hacerlo cada día. Nuestros utópicos p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos le dan un permiso inconsci<strong>en</strong>te a<br />
nuestros brazos diciéndoles que se levant<strong>en</strong>, que suelt<strong>en</strong> ese manubrio, y ahí es cuando nos hac<strong>en</strong> caer.<br />
Entonces, dudamos:<br />
-¿Será que esta bicicleta ti<strong>en</strong>e las ruedas pinchadas? O ¿será que el suelo está minado de<br />
obstáculos que no percibimos?<br />
Te levantás, estás lastimado vivi<strong>en</strong>do una situación frustrante <strong>en</strong> compañía de errantes culpas que<br />
buscan <strong>en</strong>cerrarte. Seguís creci<strong>en</strong>do con el olvido de tus dolorosas caídas y de a poquito se van tus días<br />
despejados de cielos azules, solo y sin más que con una bicicleta sucia, oxidada y algo destartalada que a<br />
pesar de toda imperfección, te hacía pasar los mejores mom<strong>en</strong>tos con tu verdadera vos, el vi<strong>en</strong>to<br />
cariñoso que te despeina y te acaricia las mejillas. Vuelv<strong>en</strong> los recuerdos y es imp<strong>en</strong>sable para los demás<br />
ver cómo te divertís con tan poco, cuando algunos viajan por el mundo, ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una heladera repleta, un<br />
guardarropa infinito de pr<strong>en</strong>das elegantes aún sin estr<strong>en</strong>ar, un servicio doméstico compet<strong>en</strong>te y aun así<br />
viv<strong>en</strong> amargados porque no les alcanza. Se quedan d<strong>en</strong>tro de un mundo <strong>en</strong> el que soñar y transformar no<br />
ti<strong>en</strong>e significado alguno. Yo me animé a romper con ese p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to impuesto y sobrevalorado de<br />
“pert<strong>en</strong>eces acá o allá”. Cada caída sirve para mi propio avance como persona <strong>en</strong> esta sociedad que cree<br />
muchas veces que com<strong>en</strong>zar de nuevo no es posible. Hoy me desperté p<strong>en</strong>sando <strong>en</strong> transformarnos<br />
mutuam<strong>en</strong>te. ¿Vos también te animás?