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de la nada, son por lo general ideas de David.
Soy un tipo que escribe canciones, él es
un tipo que las empuja en una dirección, así
que no estoy atado a ninguna música.
¿Es algo que volverías a hacer?
- Estuve pensando en eso la otra noche.
Nunca lo hablamos. Tenemos mucho material
que sobró. Con algo más de trabajo
podrían salir grandes canciones. Pero
bueno, que sea tan bueno justifica el hecho
de ir y hacerlo de nuevo. Si lo logramos o
no, es irrelevante. Solo hay que darle una
oportunidad y ver qué pasa. Pienso que
el deseo está. Es un caso de timing ahora.
Creo que lo haré mejor la segunda vez,
porque ahora sé cómo trabaja él y el lenguaje
que usa; y él sabe lo que voy a ser capaz
de hacer y viceversa. En teoría, debería
salir mejor.
Dijiste que Power, de Kanye West, influyó
en el tema Fort Knox. ¿Qué otros
artistas inspiraron este trabajo?
- David tiene la colección de discos más
increíble que conozco. Una vez por mes,
durante una semana, él se va de expedición
por Europa para comprar discos. Tiene
dealers de discos. Vino y me trajo varios
CD con muchos temas. Es material oscuro
de los 60 y los 70, e incluso de los 50. Y
pienso ¿de dónde viene toda esta música?
¿Por qué nunca la había escuchado? Digo,
tengo un montón de música. Escuché un
montón de discos y coleccioné mucho, y él
sigue mostrándome cosas. “¿Qué mierda es
eso?”, me pregunto.
Las cosas más obvias son Can, que influyó
directamente en It’s a Beautiful World;
Blondie y New Order inspiraron a She
Taught Me How to Fly. Las cosas de Ennio
Morricone, del pop psicodélico francés…
no podría nombrarte alguno. Escucho eso
y digo: “Esto está buenísimo, ¿qué mierda
es?”. Ni idea. No podría decirte. Ni siquiera
podés encontrarlo en Shazam.
Por la forma en que está mezclado
este álbum hay muchas cosas que suceden,
pero tus voces están un poco
más bajas que en tus otros trabajos.
¿Por qué?
- Sí, bueno, eso es algo estético. En todos
los discos que me gustan pasa eso; en los
Stones, por ejemplo, no podés escuchar qué
carajo está diciendo Mick Jagger. Así que
tenés que prestar atención, y enseguida estás
enganchado. Siempre fue motivo de pelea
en Oasis. Liam constantemente pedía que
subieran las voces. Y yo decía: “No quiero
que se escuchen las putas letras. Quiero que
se escuche toda la cosa entera”. Suele ser una
batalla constante entre el cantante y el compositor.
Encuentro mucha música donde las
voces están demasiado altas. Demasiado.
Quizás es porque soy guitarrista.
No quiero hacérsela fácil a las personas.
No incluí las letras en el disco por primera
vez en mi carrera. Quiero que se sienten,
escuchen y piensen: “¿Qué mierda está diciendo?”.
Por otro lado, sé que me caliento
cuando la gente canta mal las letras en los
shows. La forma en que se hace la música
en estos días es muy fácil de escuchar. Ya no
hay desafíos. Incluso la música rock, incluso
los gritos de Dave Grohl.
¿Pensás en cómo las personas van
a escuchar tu música? Estamos en la
cultura del single, pero obviamente
vos armaste algo que tiene todas las
características de un álbum.
- Bueno, creo que hay que tener en cuenta
el panorama, pero principalmente uno
tiene que darse el gusto. Hay que decir:
“Esto es lo que hago”, y es por eso que me
gusta usar el crossfade en los tracks, porque
si algún salame va a ir a comprar solo un
tema, entonces voy a arruinar el final por
culpa de él, porque me costó un montón de
plata y de tiempo secuenciar este álbum,
¿y vas a elegir solo dos temas? Bueno, voy
a joder la intro y el final para vos. Y que se
vaya a la mierda.
En It’s a Beautiful World hay una mujer
hablando en francés al final. ¿Qué está
diciendo?
- La última frase que dice es: “Besa a tus
amigos, adiós, es solo el fin del mundo”.
Algo así. Si pudiera cambiar una cosa, le
diría que dijera “No es el fin del mundo”. O
le pondría algo de esperanza al final. No me
di cuenta hasta que era muy tarde. No soy
de esos que hablan del fin del mundo. No
creo en el apocalipsis. Pienso que el mundo
es muy grande como para que un norcoreano
idiota, un mero mortal, lo destruya,
o Donald Trump o alguno de esos. No
vendo esa de que el planeta se va a destruir.
Desafortunadamente, esta mujer francesa,
Charlotte, sí.
¿Te molesta que esté ahí?
- No.
Es interesante en tu música que vos
raramente –si es que nunca– escribís
canciones tristes. Mientras tanto, está
el cliché del cantante y compositor que
hace lo contrario, como algunos que
solo pueden componer cuando están
deprimidos. ¿Por qué sucede eso?
- Porque es fácil. Es sencillo escribir canciones
tristes. Es muy difícil pulir el truco
mágico de la alegría. Y, vos sabés, Oasis lo
tenía. Cuando ibas a un show de Oasis, te
sentías bien con vos mismo. U2 logró eso
de que si vas a uno de sus shows, no solo
te sentís bien con vos mismo, sino también
con la persona que tenés al lado. Es difícil
de conseguir, y por eso muchas personas
no intentan hacerlo, porque puede volverse
muy berreta. Me doy cuenta de que me va
mejor cuando surge accidentalmente que
si estoy tratando de hacerlo. Vos sabés… si
mañana me siento y digo: “Hay demasiado
sufrimiento en el planeta, voy a escribir una
canción sobre la belleza de la vida”. Sería
berreta como la mierda, pero accidentalmente,
de alguna forma, se filtró.
Me estuve preguntando acerca del
show We Are Manchester que hiciste
el verano pasado, reinaugurando el
estadio después del ataque terrorista
de mayo. Esa es tu ciudad natal, y tu
canción de Oasis Don’t Look Back in
Anger se volvió un himno para la ciudad
después del ataque. ¿Cómo fue la
experiencia para vos?
- Estaba esperando que fuera de esa manera,
así que me preparé para eso. Don’t
Look Back in Anger siempre fue una canción
colosal. Pero esa canción, para mí, siempre
fue y será sobre Sally, esta mujer de cierta
edad que vivió su vida a la deriva, pero
brinda por eso. No se arrepiente de nada. Y
ahora en Manchester estará siempre relacionada
a desafiar abiertamente y a mirar hacia
adelante, al futuro. Pero soy un tipo que
valora lo que sucede arriba del escenario;
como creador de canciones, vivo para esos
momentos donde toda la sala está subida a
las letras de una canción, y tienen tanto significado
que uno no puede creerlo. Por otro
lado, uno espera que no esté sucediendo eso.
Así que es una especie de guerra con uno
mismo. Pero bueno, a partir de ahora en
Manchester va a tener esa connotación, y es
increíble que las personas se embarquen en
esa canción y tomen algo de ella.
Uno vuelve a recordar la rivalidad entre
Blur y Oasis al ver la relación que mantienen
vos y Liam, que lanzaron discos
con un par de meses de diferencia en
2017 [Liam lanzó As You Were el 6 de
octubre]. Él estuvo hablando sobre
vos con la prensa y tuiteando sobre
vos más de lo normal. ¿Pensás en todo
lo que eso puede haber afectado a tu
carrera o a tu vida personal?
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