TABÚ 5
En Tabú celebramos el poder estar con ustedes por 5 meses y celebramos con un pequeño numero de agradecimiento con los temas de sexo y noticias de los nuevos productos y la reapertura de un icono de la comunidad. Gracias por ser parte de TABÚ
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Vemos, entonces, fuerzas que se<br />
oponen y revitalizan para hacer<br />
arder una historia, misma que se ha<br />
fortalecido en nuestra comunidad<br />
y su literatura: la imposibilidad del<br />
amor ante los embates del placer.<br />
Uno, el más joven, desea, fornica,<br />
disfruta y olvida, el otro, el más viejo,<br />
también desea, fornica y disfruta,<br />
pero no olvida, quiere más que esas<br />
seis horas frente a su amor que<br />
sabe imposible, y ve, gracias a sus<br />
años, las virtudes sexuales del efebo<br />
(que conoce todas las posturas del<br />
placer), pero también la soledad a la<br />
que dichas virtudes lo arrastran.<br />
Como los griegos, Ojeda revela<br />
un aspecto homoerótico de las<br />
relaciones entre varones y lo plasma<br />
en su obra: la belleza y el placer.<br />
Octavio bien podría ser cualquier<br />
muchacho imberbe pintado en<br />
alguna antigua vasija griega,<br />
puesto que es un joven hermoso,<br />
sexualmente vital, atractivo y de finas<br />
líneas. Pero también nos muestra la<br />
otra parte, esa que se contrapone<br />
al placer, la imposibilidad del amor<br />
más allá de lo carnal, y no porque<br />
resulte trágico o conveniente para<br />
la trama, sino porque nuestra<br />
sociedad así lo percibe. Volteemos<br />
a ver como la mayoría, porque<br />
no podemos generalizar, de los<br />
homosexuales varones se ha<br />
rendido a la frivolidad del placer, a la<br />
excitación de un encuentro callejero,<br />
a la monetización del sexo y no a<br />
al disfrute de ambas posibilidades<br />
e, incluso, el arte mismo ha sacado<br />
provecho de esta vitalidad sexual.<br />
Sí, el homoerotismo es un camino peligroso que puede llevarnos,<br />
como a Octavio, a dejar pasar el amor en aras de satisfacer otras<br />
necesidades sin culpa alguna, o a disfrutar y a sufrirlo, como su<br />
enamorado, a sabiendas de que todo es pasajero, aunque perdure<br />
en las paredes de la memoria. Sea cual sea el camino al que nos<br />
lleve, ninguno puede juzgarse por bueno o malo, sino como una<br />
herencia de nuestra historia que se rige por el placer y que adora<br />
toda forma de satisfacción, incluso si esta se nos presenta en las<br />
páginas de una novela como la antes mencionada.<br />
17 <strong>TABÚ</strong> MAGAZINE