<strong>Zona</strong>N Salud REPORTAJE Texto: JUANA CABRERA Fotos: FUENTE EXTERNA EL SISTEMA INMUNE 54 <strong>Zona</strong>N OCTUBRE <strong>2020</strong>
También necesita que duermas Con la llegada del COVID-19 y sus prolongadas implicaciones, las brechas para desarrollar trastornos del sueño son mucho mayores, por la razón de que las actividades diarias se han modificado con cambios que, en numerosos casos, juegan en el bando contrario al bienestar, como es el caso del descuido en la calidad del sueño en perjuicio del sistema inmunológico. Y es que, según sostienen diversos especialistas, existe una relación directa entre la calidad del sueño y el sistema inmune, donde este último puede verse afectado si no se cuida del primero. La neuróloga Sarah Vargas, con especialidad en enfermedades autoinmunes, lo explica de la siguiente manera: “De forma general, el sueño es considerado un modulador importante de la respuesta inmune. Los estudios han demostrado que el número de células T naïve indiferenciadas y la producción de citocinas inflamatorias, que ayudan a coordinar y regular la respuesta inmunitaria, respectivamente, tienen patrón de picos durante el sueño”. En consecuencia, según afirma, una mala calidad del sueño hace que este pierda esa propiedad moduladora y que las personas estén frente a una mayor susceptibilidad a las infecciones virales, bacterianas y parasitarias. DURANTE LA PANDEMIA A pesar de que, según Vargas, aún no se reportan casos que asocien a la COVID-19 con un desorden concreto, sí se observa incremento de los trastornos del sueño relacionados con el confinamiento, sobre todo insomnio, una alteración que reza en contra de que los sistemas de vigilancia estén en óptimas condiciones para que el patrullaje inmune se desarrolle de forma eficiente. LA HIGIENE DEL SUEÑO Para cuidar la calidad de este vital proceso, en cualquier etapa de la vida de las personas, es necesario seguir las medidas de higiene del sueño, como lo recomienda el psiquiatra Luis Geraldino. Define su higiene como un conjunto de hábitos para dormir bien, entre estos acostarse a una hora similar a la habitual, no utilizar el celular antes de tenderse a dormir, cenar cada vez más temprano, no consumir cafeína cerca del retiro a la cama, lugar que debe relacionarse con el sueño y levantarse a la misma hora, entre otros. El punto es que, de no respetarse estas medidas, se va alterando la dinámica saludable. “Esto va ocurriendo de una manera muy sutil, y la gente no se da cuenta, por eso ocurre que, una semana después, ya tienen el sueño prácticamente desorganizado”, sostiene. Geraldino aclara que estas sugerencias son para quienes han variado su rutina, puesto que, en el caso de personas con antecedentes conectados a los referidos trastornos, los pasos a seguir ya no serían de prevención, sino de atención profesional específica. EN INFANTES Y ADOLESCENTES Una situación común que exteriorizaron <strong>10</strong> familias de 15 entrevistadas para el Listín Diario, en provincias del Cibao, cuyas identidades prefirieron mantener en el anonimato, es la de haber afectado, en algún momento de la cuarentena, la rutina, tanto de siesta como de sueño nocturno de sus hijos, por el motivo de que, en algunos casos, no dividieron o no supieron manejar el tiempo de forma eficiente durante el confinamiento. Rossely Alcántara Piña, psicóloga en la Dirección de Orientación Profesional de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), expone que el proceso del sueño evoluciona y se adapta a las necesidades del ser humano. “Al hablar de problemas de sueño, no nos referimos a lo mismo cuando mencionamos a un recién nacido, que cuando se trata de un niño, un adolescente o una persona mayor. Precisamente ahora, en tiempos de COVID, destacamos la importancia de la actitud y seguimiento de los padres frente al aprendizaje o pérdida de este hábito tan necesario para la salud del niño”, manifiesta. En este punto, Laura Pou Ottenwalder, especialista en Psiquiatría Infanto-Juvenil y Adultos, apunta que infantes y adolescentes pueden padecer de trastornos del sueño, por lo que es importante que estos respeten y se les respeten sus horarios, que se siga haciendo la rutina de acostado de siempre, incluyendo las siestas. OTROS FACTORES La neuróloga Sarah Vargas, además, destaca el hecho de que los trastornos del sueño desayudan en la identificación de patógenos externos, como el SARS- COV2, que hace a las personas inmunocompetentes. No obstante, esta última depende no solo del sueño, sino también del estilo de vida, genética, epigenética y demás. OCTUBRE <strong>2020</strong> <strong>Zona</strong>N 55