19.03.2021 Views

Zona E - 20-03-2021

Zona E - 20-03-2021

Zona E - 20-03-2021

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

concreta, con todos los sacrificios y<br />

gestión de tiempo y de esfuerzos que<br />

eso supone.<br />

Se da por supuesto que todas las<br />

personas que han estado mucho<br />

tiempo invirtiendo en una relación, o<br />

que creen que se pueden beneficiar<br />

mucho de seguir con la que han<br />

iniciado hace poco, serán menos<br />

propensas a tener relaciones fuera<br />

de ella, o al menos exigirán que<br />

otras potenciales parejas les aporten<br />

bastante más que la actual para que<br />

valga la pena la infidelidad.<br />

TEORÍA EVOLUCIONISTA<br />

La Psicología Evolucionista tiende a<br />

enfatizar el papel que la genética y<br />

en general la herencia que pasa de<br />

generación en generación influye en<br />

el comportamiento de los individuos,<br />

y en el caso del contexto psicosexual,<br />

normalmente estos patrones de<br />

conducta son descritos en términos de<br />

diferencias entre hombres y mujeres.<br />

El motivo es que, si se tiene en cuenta<br />

la influencia de la evolución sobre el<br />

comportamiento sexual, entonces el<br />

hecho de pertenecer a uno u otro sexo<br />

tiene que influir en el «punto de partida»<br />

desde el que cada persona juzga una<br />

posible opción de este tipo.<br />

Normalmente, los hombres son<br />

descritos como individuos que valoran<br />

más la cantidad que la calidad, mientras<br />

que en las mujeres se da lo contrario,<br />

y valorarían más la posibilidad de estar<br />

con una pareja que aporte estabilidad y<br />

compromiso emocional. El motivo por<br />

el que desde la Psicología Evolucionista<br />

se ha defendido esta idea no se basa<br />

en la existencia de estereotipos acerca<br />

de diferencias entre sexos, sino a partir<br />

de una herencia genética fruto de<br />

oportunidades y costes que, por cierto,<br />

se daría en muchas otras especies de<br />

seres vivos.<br />

Según esta perspectiva, las hembras,<br />

al disponer de un número limitado<br />

de óvulos y por el hecho de tener<br />

que estar embarazadas y por lo<br />

tanto “\«vulnerables» durante un largo<br />

tiempo, antes de concebir necesitan<br />

asegurarse de que van a contar<br />

con la colaboración de una pareja<br />

comprometida con la tarea de ayudar<br />

a proporcionar bienes materiales<br />

necesarios para la supervivencia de la<br />

familia, así como protección.<br />

Los machos, en cambio, tendrían<br />

menos valor reproductivo ya que<br />

biológicamente su compromiso en<br />

la creación de una familia es menor,<br />

así que sus preocupaciones irían más<br />

enfocadas a asegurarse que no están<br />

criando a la descendencia de otro<br />

individuo (las hembras, al formar los<br />

embriones, lo tienen mucho más fácil<br />

para saber quién es descendencia<br />

suya y quién no).<br />

Así pues, desde la perspectiva<br />

evolucionista los hombres deberían<br />

ser más propensos a ser infieles,<br />

a la vez que temerían más a<br />

la posibilidad de que su pareja<br />

establezca contacto sexual directo<br />

con otras personas, mientras que las<br />

mujeres estarían más preocupadas<br />

por la posibilidad de que su pareja<br />

conectase emocionalmente con<br />

otra persona. Por otro lado, la<br />

monogamia resultaría limitadora<br />

tanto para un sexo como para el otro,<br />

ya que en el caso de los hombres<br />

disminuye al mínimo la variedad<br />

de posibles parejas sexuales y,<br />

en el caso de las mujeres, evita<br />

que inviertan en otras potenciales<br />

relaciones que pueden valer más la<br />

pena. La posibilidad de formar una<br />

comunidad fija a su alrededor, ya<br />

sea familia o un sustitutivo, sería un<br />

aspecto que contribuiría a la unidad<br />

de estas relaciones una vez que se<br />

han formado.<br />

FACTORES QUE PREVIENEN LA<br />

APARICIÓN DE INFIDELIDAD<br />

Partiendo de las explicaciones<br />

anteriores, los investigadores crearon<br />

un cuestionario de 34 ítems y lo<br />

administraron a 110 personas de<br />

entre 24 y 60 años, casadas durante<br />

al menos 2 años, con al menos<br />

un hijo o hija fruto de esa relación.<br />

Las preguntas de ese cuestionario<br />

estaban referidas a elementos que,<br />

personalmente, cada individuo podía<br />

valorar como aspectos que evitarían<br />

una infidelidad por su parte.<br />

Los resultados muestran que los<br />

aspectos que más contribuyen<br />

a evitar que se dé la infidelidad<br />

son los estándares morales, las<br />

consecuencias que la infidelidad<br />

tendría sobre los hijos e hijas, el miedo<br />

a quedarse solo, y los efectos que el<br />

engaño tendría en el otro miembro de<br />

la pareja.<br />

Además, los datos obtenidos<br />

reflejan, hasta cierto punto, que las<br />

ideas evolucionistas se cumplen,<br />

pero solo de manera muy tímida.<br />

Los hombres se muestran algo más<br />

propensos a cometer infidelidad,<br />

dado que el bienestar de los hijos y<br />

los aspectos morales tienen mayor<br />

peso para las mujeres.<br />

Marzo <strong>20</strong>21 <strong>Zona</strong>E 35

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!