16El Imparcial • 27 de agosto 2021@elimparcialnews
ELEVANGELIOENMARCHA elimparcialnews.comEl Imparcial • 27 de agosto 2021 17Porque comoel cuerpo sinespíritu estámuerto, asítambién lafe sin obrasestá muerta.Santiago 2:26(RV60)Fe con obrasAl comienzo de mi vidacristiana, nuestra pequeñacongregacióncompró una propiedad parautilizarla como nuestro templo.Era una casa grandecon muchas habitaciones.El patio trasero de la casaera un baldío de piedras,espinas, malezas, troncos;en fin, un muladar. Perobajo la dirección, ejemplo yesfuerzo de nuestro amadopastor y misionero, el pastorCarlos Clark, todos losmiembros y congregantesnos dispusimos a hacerloun lugar digno de nuestroDios.¡Nada puede vencer aun pueblo inspirado! Lohicimos. Todavía recuerdoaquel primer culto allí.Nuestro pastor en su primerapredicación dijo algocomo esto: Por fe, Diosnos dio este lugar; pero enSu gracia nos dio fuerzay esfuerzo para poderlohacer útil… En otras palabras:Dios nos dio la tierraprometida; pero nosotrosteníamos que conquistarlapara Su gloria.Algunos se preguntansi el hacerse cristiano traeconsigo alguna responsabilidadde nuestra parte. Enrealidad, para ser salvo no.Desde el principio hasta elfin la salvación es obra deDios y nada más.Pero Dios no nos salvapara que nos quedemosociosos y seamos una especiede zánganos en Sudivina colmena. La Biblia esclara al afirmar que hemossido hecho personas nuevasen Cristo Jesús parabuenas obras. Tenemosque tener bien claro quesomos nuevas personas,capaces de entender quetenemos un destino eternoen el cielo; pero que tenemosuna misión históricaque cumplir en la tierra.No necesitamos hacerbuenas obras para conquistarcon nuestros esfuerzoshumanos el cielo; pero sinecesitamos hacer buenasobras para hacer sentir lainfluencia de nuestro SeñorJesucristo en la tierra, mientrasvivamos. Sin embargo,lo hermoso de la vida cristianaes que todo correspondea un plan divino.Dios dispuso de antemanolas buenas obras enlas cuales debemos andar.Todo cristiano tiene la responsabilidadde averiguar laobra que Dios quiere hacerpor su intermedio y lanzarsesin más dilación a realizarla.Ser socios de nuestro Dioses el privilegio normal detodo creyente. Alabe al Señorpor ello.PERLA DE HOY: Hemossido salvados para cumpliruna misión históricaa la luz de nuestro destinoen el Reino.No podemos florecer de manera genuina,a menos que permanezcamos en CristoPor: CHARLES F STANLEY¿ALGUNA VEZ SE HASENTIDO DESILUSIONADOCON LA VIDA CRISTIANA?Tal vez comenzó su camino defe con gran entusiasmo por Cristoy por su salvación, pero con el pasardel tiempo empezó a preguntarsepor qué seguía luchando conlos mismos pecados de siempre,por qué servir al Señor se habíaconvertido en una carga en lugarde un gozo, y por qué no estabaexperimentando la paz que Cristoprometió.Así me sentí yo en un momentode mi vida. A pesar de haber sidopastor durante algún tiempo y verque la gente respondía al evangeliocuando predicaba, estabainsatisfecho con mi propio andarespiritual.Me faltaba algo y no sabía quéera. Estudiaba más la Biblia, orabacon frecuencia, ayunaba durantetres días, trabajaba más y predicabadurante más tiempo, pero seguíasintiéndome derrotado, faltándomelos frutos del Espíritu en mivida: amor, gozo, paz, paciencia,benignidad, bondad, fe, mansedumbrey templanza (Ga 5.22, 23).Estaba agotado, y mi esfuerzono me había llevado a la victoriaespiritual.Cuando estaba en mi peor momento,tomé un libro sobre HudsonTaylor, el fundador de la Misión Interiorde China. A pesar de su amorpor Cristo y su deseo de servir confidelidad al Señor Jesucristo, sedescribía a sí mismo como un cristianoagobiado por sus responsabilidades,derrotado por el pecado yde alma agotada.Eso era justo lo que sentía yo.Uno de los amigos de Taylor le escribióy le recordó que era mejor noesforzarse en sus propias fuerzassino dejar que el Salvador obraraen él, permaneciendo en el Señor:debía confiar en Cristo para podersuperar las situaciones injustas,descansar en su amor constantey ser siempre consciente del gozohallado en la absoluta salvación detodo pecado.Hudson Taylor tomó este consejoen serio y se transformó en uncristiano victorioso y feliz. Su cargade trabajo seguía siendo grande,pero el peso y la tensión habíandesaparecido.De repente, tenía esperanza.La respuesta era permanecer, noesforzarse en sus propias fuerzas.En Juan 15.1-11, el Señor Jesúsutilizó la ilustración de una vid y susramas o pámpanos para explicar larelación que los creyentes tienencon Él. Cristo es la vid y nosotroslos pámpanos. Su vida es la quefluye a través de nosotros y produceel fruto, no nuestros esfuerzos.PERO ¿QUÉ SIGNIFICAPERMANECER?Es una palabra que no usamosa menudo hoy en día. En las SagradasEscrituras, significa mantenerseen una condición o relación,morar, descansar o quedarse enun lugar particular.En Primera de Juan 3.24 se nosdice: “Y el que guarda sus mandamientos,permanece en Dios, yDios en él. Y en esto sabemos queél permanece en nosotros, por elEspíritu que nos ha dado”.Juan dice que una relación establecon Dios es aquella en la queexiste la unión con Cristo, la cualocurre en la salvación, y la pruebaes el Espíritu Santo que mora ennosotros.Como creyentes, nuestra posiciónes la de permanecer en Cristo,y eso nunca puede cambiar, peroalgunas veces no practicamos elpermanecer.Somos como ramas que seagitan hacia arriba y hacia abajo,esforzándonos por dar algún frutoespiritual. En líneas generales,tratamos de llevar la vida cristianacon nuestras propias fuerzas, yeso es imposible.No podemos florecer de maneragenuina, a menos que permanezcamosen Cristo. Él es quientransforma nuestro carácter, venceel pecado y da poder a nuestro servicio.Pero esto no significa que debamossentarnos y no hacer nada.¿CUÁL ES NUESTRARESPONSABILIDAD ALPERMANECER?“En esto conocemos que permanecemosen él [Cristo]: el queguarda su palabra, en éste verdaderamenteel amor de Dios se haperfeccionado; por esto sabemosque estamos en él. El que diceque permanece en él, debe andarcomo él anduvo” (1 Jn 4.13; 1 Jn2.5, 6).El Señor Jesús no era pasivo.Por el contrario, era muy activo,pero no trabajaba con energíashumanas. Era la demostración perfectade una vida llena del Espíritu(Lc 4.1).El Hijo de Dios, omnipotente ysoberano, dependía del Espíritu yse sometía al Padre. Dijo: “Las palabrasque yo os hablo, no las hablopor mi propia cuenta, sino queel Padre que mora en mí, él hacelas obras” (Jn 14.10).Así que, para permanecer activosen Cristo, debemos caminarcomo Él lo hizo; no en nuestrapropia fuerza y sabiduría, sino endependencia del Espíritu Santo yen sumisión y obediencia al Padrey a su Palabra.¿CUÁLES SON LOSBENEFICIOS DE PERMANECEREN CRISTO?Como humanos, nos gusta tenerel control, por lo que la vidaen Cristo puede parecer exigente,pero los beneficios superan concreces cualquier pérdida percibida.De hecho, todo lo que tenemosque perder es el esfuerzo, la derrota,el agotamiento y el desánimo.En cambio, encontramos descansopara el alma, servicio y carácterfructíferos, respuesta a la oración,confianza en el amor de Dios pornosotros y plenitud de gozo (Jn15.5-11).En esencia, esa es la descripciónde una vida cristiana florecientey victoriosa que glorifica a Dios ydemuestra que se es un discípulode Cristo (Jn 15.8).Si usted está pasando por unmomento difícil, inhóspito y estéril,aunque se haya equivocado mil veces,aún hay esperanza: no tieneporqué seguir así. Cada día es unaoportunidad para practicar la permanenciaen Cristo.Cada vez que me encuentrocansado, ansioso y derrotado, mepongo de rodillas y confieso queestoy confiando en mí mismo enlugar de confiar en Cristo.Cuando me suelto y le entregotodas mis preocupaciones al Señor,su paz llena mi alma. Entonces,mientras confío en el Señor,Él me da fuerzas para lidiar con loque sea que esté enfrentando.Y Él hará lo mismo por usted.