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12 SANTO DOMINGO, RD. DOMINGO <strong>16</strong> DE ENERO DE <strong>2022</strong> 10 cm<br />
La República<br />
Lecturas de domingo<br />
Lecturas de domingo<br />
5 cm<br />
4 cm<br />
Enfoque: Sociedad en conflicto<br />
3,5 cm<br />
3 cm<br />
“Gano más vendiendo arroz en<br />
1) Mercados<br />
en Venezuela.<br />
2) Los<br />
venezolanos<br />
han<br />
encontrado<br />
en los<br />
videojuegos<br />
una fuente de<br />
ingresos. 3)<br />
Venezolano<br />
se la rebusca.<br />
4) Yulimar<br />
Aldana<br />
prefiere<br />
trabajar en<br />
esto que en su<br />
especialidad.<br />
5) El<br />
“cambiador”<br />
de dólares.<br />
Economía: Tras años de crisis, con hiperinflación y ahora con la dolarización de facto, muchos venezolanos ganan<br />
más en los “tigritos” que en el trabajo formal<br />
REDACCIÓN EN ESPAÑOL<br />
BBC MUNDO, TOMADO DE<br />
EL COMERCIO, PERÚ.<br />
“o m p r o t u d ó l a r<br />
feo, roto, manchado<br />
y deteriorado”,<br />
p r e g o n a Miguel<br />
Urrutia, un estudiante<br />
de contaduría que<br />
recurre a la compra y venta<br />
de divisas para sobrevivir.<br />
“La cosa está bandera [difícil],<br />
oíste”, añade, al lado<br />
de varios jóvenes caraqueños<br />
en una plaza ruidosa,<br />
vibrante, multitudinaria.<br />
“Ya nadie quiere estudiar<br />
ni trabajar porque lo único<br />
que da reales es esto”, dice.<br />
Muchos comercios y personas<br />
no aceptan los billetes<br />
de dólares deteriorados, pero<br />
Miguel hace negocio con<br />
ellos. En una esquina de la<br />
Plaza Bonalde, en el barrio popular<br />
de Catia en Caracas, Venezuela,<br />
Urrutia comparte la<br />
zona con vendedores de tornillos,<br />
cables para celular y comida<br />
china, entre otras cosas.<br />
Esta siempre fue una zona de<br />
vendedores ambulantes, conocidos<br />
en Venezuela como “buhoneros”.<br />
Se paraban en dos<br />
o tres calles peatonales. Pero<br />
durante los últimos años<br />
el mercado popular se ha desbordado<br />
por más calles, la plaza<br />
misma y en otros barrios<br />
aledaños.<br />
“La gente cambió con la llegada<br />
del dólar”, me dice Ana<br />
Cermeño, una vendedora de<br />
bolsas de costal de 61 años,<br />
también en Catia. “Antes esto<br />
te lo regalaban en la panadería,<br />
pero ahora la gente está<br />
vendiendo todo, lo que se en-<br />
“La gente cambió<br />
con la llegada<br />
del dólar. Antes<br />
de esto te lo<br />
regalaban en la<br />
panadería, pero<br />
ahora la gente<br />
está vendiendo<br />
todo, lo que se<br />
encuentra, y si<br />
no lo encuentra,<br />
lo inventa”, dice<br />
Ana Cermeño,<br />
una vendedora de<br />
bolsas de costal<br />
de 61 años.<br />
cuentra y si no lo encuentra,<br />
se lo inventa”.<br />
Tras una crisis económica que<br />
redujo la economía un 80%<br />
entre 2<strong>01</strong>3 y 2021, la llegada<br />
del dólar de manera informal<br />
a las calles venezolanas ha sido<br />
un sacudón para las lógicas<br />
del empleo.<br />
Según la Encuesta Nacional<br />
de Condiciones de Vida, de<br />
la Universidad Católica, entre<br />
2<strong>01</strong>4 y 2021 el empleo formal<br />
se redujo en 4,4 millones<br />
de puestos, casi un tercio de<br />
la población económicamente<br />
activa.<br />
Y solo en 2021 se cerraron 1,3<br />
millones de empleos formales.<br />
Hoy, apenas un 40% del empleo<br />
es formal, según Encovi,<br />
pero si se tienen en cuenta<br />
otros estudios, como aquellos<br />
que miden la informalidad por<br />
la cantidad de gente inscrita<br />
en el seguro social, la formalidad<br />
se reduce a 20%, de lejos<br />
la cifra más baja en América<br />
Latina.<br />
Difícil no buscar un “tigrito”<br />
La crisis de la formalidad no<br />
solo ha tenido un impacto en<br />
la calle.<br />
BBC Mundo entrevistó a un<br />
escolta que repara microondas,<br />
a un ingeniero que hace<br />
plomería y a una profesora<br />
que fabrica mermeladas y salsas<br />
para pasta y otro educador<br />
que labora en una pizzería.<br />
Muchos tienen hasta una tercera<br />
actividad; algunos trabajan<br />
siete días a la semana; la<br />
mayoría están dedicados a<br />
conseguir un dólar adicional<br />
12 horas al día.<br />
Oscar, quien pidió no revelar<br />
su nombre porque su actividad<br />
puede ser interpretada