Listín Diario 18-01-2022
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10 cm<br />
5 cm<br />
SANTO DOMINGO, RD. MARTES, <strong>18</strong> DE ENERO DE <strong>2022</strong><br />
11<br />
La República<br />
4 cm<br />
3,5 cm<br />
Recuerdo<br />
3 cm<br />
Aquellos años de amor y de heroísmo<br />
Artículo publicado por<br />
Arlette Fernández, viuda<br />
del coronel Rafael Tomás<br />
Fernández Domínguez, en<br />
el año 2002<br />
(Al coronel constitucionalista<br />
Rafael Quiroz<br />
Pérez)<br />
Al caer la tarde<br />
del <strong>18</strong><br />
d e e n e r o<br />
de 1962 yo<br />
me encontraba<br />
en mi casa del Barrio<br />
para Oficiales de la Base<br />
Aérea de San Isidro acompañada<br />
de mis hijos esperando<br />
la llegada de Rafael.<br />
Quien llegó, sin embargo,<br />
fue mi cuñado, Arcadio<br />
Fernández, con instrucciones<br />
de sacarme inmediatamente<br />
de la casa. Cerré<br />
la puerta y salí de allí con<br />
mis cuatro hijos y sin nada<br />
más.<br />
Arcadio no decía nada,<br />
excepto un “todo está<br />
bien”, indicio de que algo<br />
andaba mal. Sabía que tenía<br />
que ver con Rafael. Los<br />
dos últimos días Rafael los<br />
había pasado en reuniones<br />
y haciendo llamadas telefónicas<br />
relacionadas con la<br />
crisis político-militar que<br />
estábamos viviendo.<br />
Salimos del área militar<br />
y Arcadio apretó el acelerador.<br />
En minutos, llegamos<br />
a casa de mis tíos<br />
Silvestre y Chea en el Ensanche<br />
Ozama. Nos esperaba<br />
otro vehículo que nos<br />
trasladó a un lugar donde<br />
estaríamos resguardados.<br />
Tras la salida de la familia<br />
Trujillo, las fuerzas políticas,<br />
Unión Cívica Nacional,<br />
Partido 1J4 y el PRD, exigían<br />
continuamente la renuncia<br />
del doctor Joaquín<br />
Balaguer, quien permanecía<br />
gobernando el país. De ahí<br />
la huelga declarada el 28<br />
de noviembre de 1961.<br />
El general Pedro Rafael<br />
Ramón Rodríguez Echavarría,<br />
un calificado piloto de<br />
37 años de edad, era el Secretario<br />
de Estado de las<br />
Fuerzas Armadas y había<br />
llegado a esa posición porque<br />
fue él quien planificó<br />
ametrallar la Base Aérea de<br />
San Isidro como fórmula<br />
de amedrentar a los Trujillo<br />
para que se fueran del país.<br />
El plan dio resultado. Pero a<br />
pesar de su bien ganada aureola<br />
de héroe, Rodríguez<br />
Echavarría suscitó antipatías<br />
en el estamento castrense<br />
por su activa participación<br />
en los asuntos políticos.<br />
Tras largas y difíciles negociaciones,<br />
la huelga terminó<br />
y el 1 de enero de 1962 se<br />
instauró un Consejo de Estado,<br />
presidido por el doctor<br />
Balaguer y compuesto además<br />
por el licenciado Rafael<br />
F. Bonnelly, monseñor Eliseo<br />
Pérez Sánchez, doctor Nicolás<br />
Pichardo y los generales<br />
Imbert Barreras y Amiama<br />
Tió.<br />
El día 16 de enero, cuando<br />
parecía que el país iba a<br />
entrar en un período de calma<br />
ocurrieron los hechos del<br />
Parque Independencia. Dirigentes<br />
de la Unión Cívica<br />
Nacional participaban en un<br />
acto público frente al parque.<br />
Súbitamente, se presentó al<br />
lugar una patrulla de la Fuerza<br />
Aérea con tanques de guerra<br />
y disparó. Hubo varios<br />
muertos y heridos.<br />
Se encendió de nuevo la<br />
capital y el resto del país pidiendo<br />
la renuncia de Balaguer<br />
y de Rodríguez Echavarría.<br />
Los acontecimientos<br />
fueron de tal envergadura<br />
que esa noche se decretó<br />
el estado de sitio. Todas<br />
las organizaciones, políticas,<br />
obreras, profesionales y estudiantiles,<br />
se manifestaron<br />
abiertamente en contra de<br />
esas dos figuras.<br />
Esa noche, el licenciado<br />
Bonnelly, el doctor Pichardo<br />
y monseñor Pérez Sánchez<br />
fueron apresados por Rodríguez<br />
Echavarría y llevados<br />
al Club de Oficiales de la Base<br />
Área de San Isidro. Horas<br />
después, Balaguer se asiló en<br />
la Nunciatura Apostólica y<br />
Rodríguez Echavarría instaló<br />
una junta cívico-militar encabezada<br />
por el doctor Huberto<br />
Bogaert.<br />
NOS ESPERABA<br />
OTRO VEHÍCULO<br />
QUE NOS TRASLADÓ<br />
A UN LUGAR DONDE<br />
ESTARÍAMOS<br />
RESGUARDADOS<br />
El entonces mayor de la<br />
Fuerza Aérea Dominicana,<br />
Rafael Tomás Fernández Domínguez,<br />
un brillante oficial<br />
de 27 anos de edad reconocido<br />
como líder de la joven<br />
oficialidad por su conducta<br />
y don de mando, estaba resuelto<br />
junto a esos oficiales a<br />
poner fin a una situación cada<br />
día más insostenible.<br />
La operación<br />
se puso en marcha<br />
Primero, Rafael pasó por<br />
el Centro de Enseñanza de<br />
las Fuerzas Armadas (CE-<br />
FA) y le pidió a su director y<br />
amigo, el teniente coronel<br />
Elías Wessin y Wessin, que lo<br />
acompañara. En el trayecto<br />
Wessin fue enterado del plan.<br />
Después se dirigió al Batallón<br />
Táctico de Antiguerrillas<br />
y le pidió al teniente Rafael<br />
Quiroz Pérez, comandante<br />
de la segunda compañía,<br />
un fusil para el coronel Wessin,<br />
y un grupo de soldados.<br />
El teniente Quiroz formó la<br />
tropa y solicitó 50 voluntarios,<br />
no sin antes decirles que<br />
irían en compañía del mayor<br />
Fernández Domínguez a una<br />
misión muy peligrosa. Todos<br />
dieron un paso al frente.<br />
La misión del teniente<br />
Quiroz Pérez era impedir<br />
la entrada al Club. El coronel<br />
Atila Luna llegó con un<br />
grupo de pilotos pero el oficial<br />
se lo impidió aduciendo<br />
órdenes superiores. El coronel<br />
amenazó con romper la<br />
puerta pero a una señal del<br />
teniente, los doscientos soldados<br />
que permanecían discretamente<br />
a la expectativa<br />
se dejaron sentir. El coronel<br />
Atila Luna se retiró.<br />
El mayor Gildardo Pichardo<br />
Gautreaux, subcomandante<br />
del Batallón Blindado<br />
y los tenientes Freddy Piantini<br />
Colón y Marino Almánzar<br />
García, entre otros oficiales,<br />
desempeñaron un papel vital<br />
para el éxito de la operación.<br />
De ahí, que cuando Rafael<br />
penetró a los jardines del<br />
Club, ya había allí un pelotón<br />
con 5 tanques AMX. Rafael<br />
se detuvo junto al primer<br />
tanque e impartió esta orden:<br />
“Si en 10 minutos no salimos<br />
del club, vuelen el edificio”.<br />
Rafael utilizó el factor sorpresa.<br />
Fue lo que se llama<br />
una operación de comando,<br />
que se desarrolla en pocos<br />
minutos. Lo que sucedió<br />
en aquellos momentos y horas<br />
después, es sorprendente.<br />
Algún día les contaremos.<br />
La orden de disparar quedo<br />
cancelada y el teniente<br />
Quiroz subió a la segunda<br />
planta donde se encontraban<br />
Rafael, Wessin y otros oficiales.<br />
El general Rodríguez<br />
Echavarría le pedía a Rafael<br />
que le dijera al coronel Wessin<br />
que bajara el fusil, porque<br />
lucía muy nervioso y el arma<br />
podía dispararse. El teniente<br />
Quiroz le quitó suavemente<br />
de las manos el fusil FAL que<br />
momentos antes le había entregado.<br />
Antes de seguir hacia la<br />
capital con Rodríguez Echavarría<br />
detenido, Rafael pasó<br />
por la jefatura de la Fuerza<br />
Aérea. La orden impartida a<br />
un grupo de oficiales había sido<br />
cumplida: el general Santiago<br />
Rodríguez Echavarría,<br />
-Chaguito- hermano del destituido<br />
general, había sido removido<br />
como Jefe de Estado<br />
Mayor. Este le pidió que no<br />
lo llevara al Palacio porque<br />
era peligroso, pero Rafael se<br />
comprometió a preservar su<br />
vida a costa de la suya. El general<br />
“Chaguito” quedó tranquilo<br />
porque sabía que Rafael<br />
cumpliría su palabra.<br />
Con un tanque delante<br />
y otro detrás, la caravana se<br />
dirigió al Palacio Nacional.<br />
Cerca de las diez de la noche<br />
el Consejo de Estado, esta<br />
vez presidido por el licenciado<br />
Bonnelly, quedó instalado<br />
en medio del júbilo popular.<br />
Los periodistas preguntaban<br />
quién había hecho preso<br />
al general Rodríguez Echevarría.<br />
El presidente Bonnelly<br />
señaló a Rafael diciendo:<br />
YO LO MIRABA<br />
EMBOBADA,<br />
ORGULLOSA,<br />
PERO SABÍA QUE<br />
MIS MIEDOS NO<br />
TERMINABAN AHÍ.<br />
“Ese joven que esta ahí es el<br />
héroe”. Pero él contestó: “No<br />
hay héroes. Esto lo han hecho<br />
las Fuerzas Armadas por el<br />
bien de la Patria y del Pueblo.”<br />
Mientras todo esto sucedía,<br />
mis hijos y yo, acompañados<br />
por mis tíos y mis padres, esperábamos<br />
atentos y temerosos.<br />
Alrededor de las 8 de la noche,<br />
vimos por televisión al coronel<br />
Emilio Ludovino Fernández,<br />
hermano de Rafael, cumpliendo<br />
lo que éste le había encomendado:<br />
informar al pueblo<br />
dominicano que la crisis político-militar<br />
había terminado.<br />
Pasadas las 10, llegó mi<br />
marido acompañado de unos<br />
pocos militares. Vestía traje de<br />
campaña y tenía una ametralladora<br />
belga en las manos;<br />
calzaba botas negras de reglamento<br />
y me pareció un gigante,<br />
pero sobre todo muy<br />
atractivo. Lo abracé y lo besé,<br />
orgullosa de mi hombre<br />
y me apreté contra él cuando<br />
me dijo que iba a pasar la noche<br />
en la Base Aérea. Sentí la<br />
necesidad de protegerlo, pero<br />
me tranquilizó saber que<br />
mi padre lo acompañaría.<br />
Mis hijos y yo dormimos<br />
en casa de mis tíos regresando<br />
a San Isidro al día siguiente,<br />
cuando ya, aparentemente,<br />
no había nada que<br />
temer. Nos llevó un vehículo<br />
conducido por un oficial<br />
y escoltas.<br />
Rafael llegó a nuestra casa<br />
a la hora acostumbrada.<br />
Se encontraba relajado, fresco,<br />
como si aquella noche<br />
no hubiera tenido la tensión<br />
que las circunstancias dictaban.<br />
Mi padre nos dijo que<br />
Rafael durmió plácidamente<br />
mientras el velaba su sueño<br />
con una ametralladora en<br />
las manos. Jugaba con los<br />
niños y con Rey, su pastor<br />
alemán. Yo lo miraba embobada,<br />
orgullosa, pero sabía<br />
que mis miedos no terminaban<br />
ahí. Había vivido otras<br />
experiencias, no tan peligrosas,<br />
pero igual de mortificantes,<br />
suficientes para conocerlo.<br />
Intransigente con su<br />
dignidad personal y el respeto<br />
a sí mismo. Rabiosamente<br />
honesto. Decididamente responsable.<br />
Tierno y enérgico a<br />
la vez. En aquel momento no<br />
comprendí que tener a mi lado<br />
a un hombre como él, tenía<br />
un precio.<br />
Al día siguiente, se hizo<br />
una reunión en la Base Aérea<br />
para elegir por votación<br />
a los jefes militares. Rafael<br />
expresó su deseo de dirigir<br />
el CEFA, pero el coronel<br />
Wessin y Wessin obtuvo mayoría<br />
de votos y se quedó<br />
en el puesto. Rafael fue ascendido<br />
a teniente coronel<br />
y nombrado sub jefe de la<br />
Fuerza Aérea.<br />
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