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Internacional
su capacidad de propagarse y acabará desapareciendo.
Las variantes que sobreviven son aquellas
que se transmiten fácilmente, lo que favorece a
aquellas con menos probabilidades de causar inmovilidad
y muerte. Con el paso del tiempo, la
selección natural hace que un virus mortífero se
vuelva más benigno en un proceso denominado
“atenuación”.
El SARS-CoV-2 encaja en este molde, afirma
Paul Ewald, biólogo de la Universidad de Louisville.
La variante ómicron es tres veces más
transmisible que el virus original de 2020, de
acuerdo con la OMS, además de ser menos mortífero.
A principios de 2020, alrededor de 6 por
ciento de los pacientes de covid-19 fallecieron;
ahora esta cifra es mucho más baja.
Ciertamente, los tratamientos se han vuelto
más efectivos debido a que se han desarrollado
nuevos medicamentos. Y los hospitales han
aprendido mejor cómo manejar a los pacientes.
Sin embargo, el virus también ha cambiado.
Y los humanos también. Desde que el SARS-
CoV-2 invadió nuestra vida hace dos años, nos
hemos vuelto más resilientes. En varios países la
población está ya vacunada. Y las personas que se
han infectado probablemente han desarrollado
anticuerpos que ofrecen al menos una protección
temporal contra el virus.
“Una vez que se tiene una gran proporción
de la población con cierta inmunidad, y actualmente
nos acercamos a ello, cada variante sucesiva
provoca cada vez menos problemas”, señala
Ewald. “En primer lugar, debido a la inmunidad,
pero también debido a su tendencia evolutiva,
que hace que cada variante sucesiva tienda a ser
menos agresiva”.
A pesar de la gran confusión inicial, añade,
“parece que la variante delta, y especialmente
ómicron, son menos perjudiciales que los virus
que se transmitieron originalmente a los seres
humanos. Y eso es exactamente lo que habíamos
esperado, lo que pronosticamos que ocurriría
desde el inicio”.
No todos los científicos están de acuerdo.
Eisen señala que, en relación con el covid-19,
solo tenemos datos sobre unas cuantas variantes,
como la original, alfa, delta y ómicron. Esta
información es demasiado poca para respaldar
el argumento de Ewald. Además, señala Eisen,
la variante delta fue más perjudicial para sus
hospederos que alfa, a la que superó como variante
dominante.
“En general, el virus no evoluciona para volverse
menos mortífero”, escribió en un correo
electrónico. “Tenemos una enloquecida variante,
ómicron, que parece estar causando, en promedio,
una enfermedad menos grave entre las
personas vacunadas. Pero la variante dominante
anterior (delta) era mucho más severa que las do-
ACERCAMIENTO DE
ÓMICRON
En el panorama optimista,
esta variante produce
suficiente inmunidad
natural en la población para
dar fin a la pandemia.
Foto: Igor Kutnii/Getty
12 NEWSWEEKESPANOL.COM FEBRERO 2022