Envio N - 21-05-2022

ZONAN
ESPIRITUAL
Allison Márquez
Pastora
zonan@listindiario.com
Madres
que trascienden
Dios es el autor de la familia. Desde
el principio, determinó que un hijo
sería traído a la familia para que
se le cuidara, nutriera, amara y entrenara
en sus caminos. Al darnos hijos, Nuestro
Padre nos brinda una imagen de nuestra
relación con Él. Es mediante su amor que
nos ha cuidado, sostenido, entrenado,
disciplinado y permitido que seamos parte
de su obra.
Hay un aspecto de la vida que solo se puede
entender con la crianza de los hijos. Habrá
grandes gozos y tristezas, triunfos y pruebas.
A través de todas estas experiencias, tenemos
el amor del Padre y la experiencia de cómo
camina con nosotros todos los días. Sus muestras
de afecto son nuestro ejemplo a seguir en
todo lo que hacemos, decimos, enseñamos y
demostramos a nuestros propios hijos.
Hay madres en la Biblia y, a través de la historia,
que nos enseñan valiosas lecciones con
respecto a nuestra relación con nuestra familia,
la sociedad y Dios. Susana Wesley es un
ejemplo de una madre que trascendió en su
generación. Su mundo estaba lleno de dificultades.
Ella era madre de 19 hijos. Trágicamente,
solo 9 hijos sobrevivieron su niñez.
Susana tenía una profunda devoción por El
Señor e invirtió su tiempo y amor en sus hijos.
Ella inició una escuela en su casa, donde enseñaba
seis horas al día, inculcando en cada retoño
una pasión profunda por el aprendizaje y la
justicia. Wesley escogió pasar tiempo individual
con un niño diferente cada noche, invirtiendo de
sí misma y su fe en sus hijos. Como su esposo
estaba ausente con frecuencia, Susana sirvió
como guía espiritual para su propia familia.
Como una manera de discipular a sus hijos,
comenzó sus propios servicios dominicales en
su casa. Esta madre no quiso negar a otros
la oportunidad de aprender, así que abrió su
humilde morada, invitando a gente de la comunidad
a asistir. Al final, la comunidad creció a
más de 200 personas.
Susana era estricta y amorosa con sus hijos.
Aunque la responsabilidad de encargarse de su
casa era enorme, ella pasaba dos horas cada
día en oración con el Señor. Tenía una profunda
pasión por la gente y su relación con Dios. Esta
experiencia sembró las semillas del movimiento
metodista, que posteriormente empezó con
sus hijos John y Charles. El Creador honró la
notable fe de Susana a través de sus hijos. Por
la influencia de una madre piadosa, toda una
nación fue impactada por el gran avivamiento
que Nuestro Padre trajo a Inglaterra por medio
de los hermanos Wesley.
Una manera esencial de manifestar el amor a
Dios es interesarse en el bienestar espiritual de
nuestros hijos y tratar de conducirlos a una relación
de fe con Él. La educación piadosa de los
hijos debe ser uno de los intereses más importantes
de una madre. La instrucción espiritual
debe centrarse en el hogar. La devoción hogareña
no es una opción: es un mandato directo
del Señor. El propósito de la instrucción bíblica
en el hogar es enseñar a nuestros hijos a temer
al Padre, andar en todos sus caminos, amarlo
y servirle con todo el corazón (Deuteronomio
10:12). Si queremos ser madres influyentes en
la vida de nuestros vástagos, la Palabra de Dios
es la fuente principal para trascender en sus
vidas. La Biblia dice: "Estas palabras que yo te
mando estarán en tu corazón. Las repetirás a
tus hijos y hablarás de ellas sentado en casa o
andando por el camino, cuando te acuestes y
cuando te levantes" (Deuteronomio 6:6,7).
64 ZonaN MAYO 2022