Listín Diario 21-06-2022
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2 SANTO DOMINGO, RD. MARTES, <strong>21</strong> DE JUNIO DE <strong>2022</strong><br />
La Arrancada<br />
ESTADOS UNIDOS<br />
50 AÑOS DEL ESCÁNDALO<br />
De c í a e l<br />
gran soc<br />
i ó l o g o<br />
H e r b e r t<br />
G a n s e n<br />
1960 que las noticias no<br />
son más que el ejercicio<br />
del poder sobre la interpretación<br />
de la realidad.<br />
Cuando se contemplaba<br />
en aquellos tiempos el<br />
trabajo de los periodistas<br />
se tenía certeza de que el<br />
servilismo al poder era la<br />
nota dominante de la tarea<br />
de los trabajadores en<br />
los periódicos, las emisoras<br />
de radio y las cadenas<br />
de televisión y que, como<br />
otra socióloga –Gaye Tuchman–<br />
decía con acierto,<br />
las noticias eran todas<br />
“novedades sin cambio”.<br />
Durante siglos ya, el<br />
periodismo ha podido<br />
ser, y sigue siendo, una<br />
simple costra de conocimiento<br />
común dominado<br />
por los intereses de las<br />
fuentes que proporcionan<br />
la mayoría de los datos:<br />
las fuentes del poder.<br />
Sabemos muy bien,<br />
porque lo vemos hoy en<br />
día, que el oficio periodístico,<br />
como el propio ser<br />
humano, puede degradarse<br />
hasta los más bajos<br />
instintos. La prueba del<br />
mal periodismo la tenemos,<br />
desgraciadamente,<br />
ante nuestros ojos todos<br />
los días porque esta profesión<br />
es una de las pocas<br />
que está sometida a vigilancia<br />
pública constante<br />
–lo cual es bueno y es malo<br />
a la vez–.<br />
Los periodistas hacen<br />
su trabajo ante los ojos<br />
y oídos de sus lectores,<br />
oyentes o espectadores<br />
y eso les hace particularmente<br />
vulnerables y débiles.<br />
Sin embargo, el periodismo<br />
también puede<br />
elevarse hasta constituir<br />
un ejemplo para la sociedad.<br />
El comportamiento<br />
ejemplar de algunos periodistas<br />
en medios como<br />
la prensa, la televisión o<br />
la radio los convierte en<br />
modelos de honestidad y<br />
de ejercicio de democracia.<br />
Y esto es lo que ocurrió<br />
en Watergate. Aquel<br />
caso cambió para siempre<br />
a la sociedad moderna,<br />
a los periodistas y al<br />
ideal que esta profesión<br />
debe tener.<br />
Fontaneros<br />
y micrófonos<br />
El 17 de junio de 1972 –<br />
se cumplen ahora los 50<br />
años– unos ladrones que<br />
habían entrado en la se-<br />
Watergate: cuando<br />
el periodismo salvó<br />
la democracia<br />
Richard Nixon abandona la Casa Blanca tras su dimisión el 9 de agosto de 1974.<br />
WIKIMEDIA COMMONS | OLIVER F. ATKINS.<br />
Después de haber negado<br />
durante treinta años<br />
ser el confidente de los<br />
reporteros Bob Woodward<br />
y Carl Bernstein, en 2005<br />
confesó que había sido él<br />
el denunciante sin rostro<br />
del Escándalo Watergate,<br />
Deep Throat (Garganta<br />
Profunda).<br />
WIKIMEDIA COMMONS / UNITED<br />
STATES CONGRESS<br />
de del Partido Demócrata<br />
en el edificio Watergate de<br />
Washington fueron detenidos.<br />
Se trataba de “fontaneros”,<br />
espías y delincuentes<br />
al servicio del gobierno<br />
de Richard Nixon, entonces<br />
presidente de los Estados<br />
Unidos. La misión de<br />
estos gángsters a sueldo de<br />
Nixon era comprobar que<br />
los micrófonos que espiaban<br />
al partido rival seguían<br />
funcionando correctamente.<br />
Nixon dedicaba muchísimo<br />
dinero público a contratar<br />
espías y sabotear a<br />
los opositores demócratas.<br />
Usaba y controlaba miles<br />
de dólares de donantes al<br />
partido y dedicaba los servicios<br />
de inteligencia gubernamentales<br />
a espiar,<br />
malversar y manipular toda<br />
la maquinaria del estado<br />
norteamericano.<br />
Todo esto, como vemos,<br />
es más que actual y nos parece<br />
de lo más corriente en<br />
<strong>2022</strong>: tramas similares como<br />
Cambridge Analytica y<br />
Gürtel o Pegasus son casos<br />
muy similares de nuestros<br />
días en los que políticos y gobiernos<br />
juegan sucio igual<br />
que Nixon lo hizo en Watergate.<br />
¿Qué fue distinto, entonces,<br />
en Watergate? ¿Por<br />
qué fue tan importante?<br />
Cuando el asunto del<br />
robo en la sede demócrata<br />
llegó a The Washington<br />
Post, el equipo directivo<br />
de este periódico tomó<br />
una decisión fundamental:<br />
seguir el caso. Continuar<br />
la pista de aquel asunto y<br />
de su trama de intereses<br />
y dinero era una apuesta<br />
complicada, porque iba a<br />
ser muy difícil demostrar<br />
el espionaje del presidente<br />
del Gobierno, a pesar de<br />
que era claro. Como hoy<br />
en tantos casos, la certeza<br />
era total, pero demostrarlo<br />
era difícil. Sin embargo,<br />
dos periodistas de investigación,<br />
uno más veterano<br />
y otro más joven, llamados<br />
Carl Bernstein y Bob Woodward,<br />
recibieron el encargo<br />
de profundizar en el asunto,<br />
de modo que su trabajo<br />
hizo crecer el interés por el<br />
tema en los lectores.<br />
Bernstein y Woodward:<br />
periodismo ejemplar<br />
La calidad del seguimiento<br />
de Bernstein y Woodward<br />
se acompañó del interés<br />
de otros medios, formando<br />
tal espiral de atención pública<br />
en prensa, radio y televisión,<br />
que finalmente en<br />
1974 el presidente Richard<br />
Nixon dimitió por el caso<br />
Watergate.<br />
Los dos periodistas de<br />
investigación consiguieron<br />
probar que Nixon tenía<br />
una red de corrupción<br />
y malversación de fondos<br />
que afectaba al departamento<br />
de Justicia, al FBI y<br />
a los jueces de la Corte Suprema,<br />
con los que el presidente<br />
intentó además<br />
encubrir los hechos y esconder<br />
lo ocurrido.<br />
El asunto cobró un inmenso<br />
interés en los medios<br />
de comunicación norteamericanos,<br />
que en las<br />
vistas orales del proceso<br />
ante la Corte Suprema seguían<br />
masivamente en televisión<br />
la revelación de<br />
las pruebas contra Nixon y<br />
las artimañas del presidente<br />
para grabar a sus rivales<br />
y hacer dimitir a sus funcionarios<br />
honestos. A pesar<br />
de haber sido reelegido en<br />
medio del proceso, finalmente<br />
el presidente dimitió<br />
porque perdió toda autoridad<br />
moral y respaldo en sus<br />
propias filas. Watergate fue<br />
el primer gran caso moderno<br />
en el que los medios de<br />
comunicación tuvieron la<br />
capacidad de generar atención<br />
hacia la corrupción<br />
política del más poderoso<br />
gobierno del mundo. Los<br />
periodistas de investigación<br />
siguieron durante meses y<br />
meses las filtraciones y las<br />
pruebas de sus fuentes –la<br />
famosa “garganta Profunda”<br />
que desde círculos cercanos<br />
al poder proporcionó<br />
las pistas a los dos periodistas,<br />
en un oscuro parking de<br />
la ciudad–.<br />
Fue el primer ejemplo de<br />
la capacidad del periodismo<br />
de investigación para derrotar<br />
al fraude y a la mentira.<br />
A partir de este ejemplo, los<br />
periodistas y los medios de<br />
medio mundo tuvieron un<br />
modelo de cómo trabajar.<br />
The truth, no matter<br />
how bad, is never as dangerous<br />
as a lie in the long run<br />
(La verdad, por mala que<br />
sea, nunca es tan peligrosa<br />
como una mentira a largo<br />
plazo) es la frase de Ben<br />
Bradlee, director de The<br />
Washington Post durante el<br />
caso Watergate, que preside<br />
la redacción del periódico.<br />
Shutterstock / Nicole Glass<br />
Photography<br />
La validación<br />
de las fuentes<br />
La triple validación de la<br />
información de las fuentes<br />
se convirtió en un protocolo<br />
periodístico: desde entonces,<br />
los periodistas saben<br />
que los datos de una<br />
fuente hay que contrastarlos<br />
con otras dos. La resistencia<br />
a las presiones sobre<br />
el propio periódico fue<br />
un modelo de integridad<br />
en el trabajo. Y aunque hubo<br />
momentos muy difíciles,<br />
la constancia y la diligencia<br />
de The Washington Post se<br />
convirtieron en la mejor defensa<br />
de la democracia y el<br />
respeto a sus valores para<br />
todo el mundo.<br />
Watergate no ha sido ni el<br />
primero ni el único de los casos<br />
célebres en que el periodismo<br />
se convierte en el ojo<br />
público que vigila por nuestros<br />
derechos y libertades.<br />
Esta profesión, a la vista de<br />
todos, existe para defender<br />
nuestros sistemas de libertad<br />
y de respeto a la verdad<br />
y protegernos del desastre.<br />
Hoy, más que ayer, recordar<br />
Watergate es volver a defender<br />
nuestro futuro.<br />
Publicado originalmente<br />
en https://theconversation.<br />
com/watergate-cuando-elperiodismo-salvo-la-democracia-184803