DADÁ MAGAZINE
Magazine made by Sofía Cabello @soficabelloo
Magazine made by Sofía Cabello @soficabelloo
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
D A D Á
MAGAZINE
NEW ROMANTICS
PUNK & BELLE ÉPOQUE
Í N D I C E
3. VIVIENNE WESTWOOD
La reina del punk
18. ZOOM DE COLECCIÓN
29. La belle époque
HISTORIA
34. LA BELLE ÉPOQUE EN LA ACTUALIDAD
35. New Romantics
PUNK & BELLE ÉPOQUE
VIVIENNE WESTWOOD
LA REINA DEL PUNK
Vivienne Isabel Swire,
1941, conocida artísticamente como Vivienne Westwood, es
considerada una de las diseñadoras de moda más importantes del
Reino Unido y la gran dama de la moda británica. También, llamada
“reina del punk” e “ícono de la moda punk”. Nacida en una familia
humilde en Derbyshire, Inglaterra, Vivienne estudió joyería en
Harrow School of Art. Años más tarde, se formó como profesora, lo
que le permitió trabajar dando clases en una escuela primaria al norte
de Londres, mientras fabricaba joyas que vendía en un puesto de
Portobello Road. Se casó con Derek Westwood (de ahí su apellido) y
tuvo un hijo, Ben Westwood. Sin embargo, en 1965, se divorciaron
cuando ella conoció a Malcolm McClaren, un estudiante de arte y
futuro manager de los Sex Pistols, con quien se casó dos años más
tarde y tuvo un hijo, Joseph Corré.
Primeros años
Cuando comienzan a introducirse en el mundo de la
moda, el movimiento hippie seguía siendo el estilo a
finales de la década de 1960 en Londres, pero esto no
inspiró a Westwood y McLaren, sino que estaban
más interesados en la rebelión y, especialmente, en la
música, la ropa y los recuerdos de la década de 1950.
Por lo tanto, en 1971, abren su boutique “Let It
Rock” (“Déjalo rockear”) en 430 King 's Road,
Londres.
Sin embargo, la tienda iba cambiando de nombre en
base a las colecciones que los diseñadores lanzaban, de
manera que, en 1972, se centraron en la ropa de
motorista, las cremalleras y el cuero. La boutique fue
renombrada con una calavera y tibias cruzadas y pasó
a llamarse “Too Fast To Live, Too Young To Die”
(“Demasiado rápido para vivir, demasiado joven para
morir”). Vivienne y Malcolm comenzaron a diseñar
camisetas con mensajes provocativos y rebeldes que
conducían a su enjuiciamiento bajo las leyes de
obscenidad; de modo que, su reacción fue cambiar el
nombre de la tienda una vez más y producir imágenes
aún más groseras. Por lo cual, en 1974, la boutique
pasó a llamarse “Sex” (“Sexo”), denominada como una
tienda "diferente a cualquier otra cosa que sucediera
en Inglaterra en ese momento" con el eslogan "ropa
de goma para la oficina".
Luego, en 1976, el sencillo “God Save the Queen” de
Sex Pistols, dirigido por McLaren, llegó al número uno
y la BBC le negó el tiempo de emisión. Por esta razón,
la boutique reabrió como “Seditionaries” (“Sediciosos”),
transformando las correas y cremalleras del oscuro
fetichismo sexual en moda e inspirando la estética punk.
Sus radicales creaciones anarquistas y mentes progresivas
para su época, era lo que los distinguía como los
fundadores del estilo punk londinense y la meca de la
antimoda. Por ende, a comienzos de los años 80, la
tienda fue remodelada y rebautizada como “World 's
End” (“Fin del mundo”), el nombre que todavía se usa
en la actualidad.
“Vas a tener una vida mucho más
interesante si usas ropa impresionante”
Del punk al
romanticismo
Luego, cambian drásticamente de la estética
punk al romanticismo. En 1981, su colección
“Pirate” fue el primer desfile de Vivienne y
Malcolm, donde fue ovacionada por liberar la
silueta de los años 70 e irrumpir en la moda
londinense. A pesar de que la pareja se separó
en 1983, Westwood siguió diseñando en
solitario. Su primera colección sin McClaren,
“Mini Crini” de primavera-verano 1985,
alteró la conservadora vestimenta del siglo
XVII transformándola en prendas entalladas y
sensuales, mini faldas con crinolina,
resaltando las caderas, modelos curvilíneas y
la sastrería inglesa. En este período, incorpora
ecos de vestidos históricos, particularmente de
la época victoriana, por los cuales se hace
conocida.
Los años paganos
A finales de los años 80,
específicamente en 1988,
Westwood se mantiene
sutilmente en la estética
romántica, pero, comienza a
parodiar a la clase alta. Por lo
cual, la diseñadora denomina
esta época como sus “años
paganos”. Durante esta etapa,
surge una de sus colecciones más
importantes e influyentes,
“Harris Tweed” otoño-invierno
1987, en la cual incorpora tejidos
británicos, el terciopelo negro,
ropa interior de lino hasta piel
falsa y los famosos corsés del
siglo XVIII. Al parodiar a la clase
alta, hace hincapié en la bravura
de la textura y la exhibición de la
riqueza material, el hecho de
tener el lujo de toda la gama de
telas. Por otro lado, en 1990
recibe el premio de “Diseñadora
Británica del Año” y en 1992, la
Orden del Imperio Británico por
su contribución a la moda. Sin
olvidar en este último
mencionado, recibió la Orden
sin ropa interior puesta,
característica de su personalidad
provocativa.
Anglomanía
Durante los años 1993 y 1999, comienza la famosa época “Anglomanía” y el
auge de las supermodelos. Westwood comienza a pensar distinto sobre la
moda, cree que es una combinación e intercambio de ideas entre Inglaterra
y Francia; el encanto y la sastrería inglesa, y por el lado francés, la solidez de
diseño y proporción que viene de nunca estar satisfecho porque siempre se
puede hacer algo para hacerlo mejor, más refinado.
Incluso, Westwood no dejó sus
estéticas anteriores atrás, sino que el
corsé siguió vigente con el
estampado del arte victoriano y en
sus colecciones realizó varias
referencias históricas, especialmente
en sus vestidos de grandes
proporciones. Esta era de Vivienne es
sumamente significativa, ya que sus
colecciones generaban contraste con
el minimalismo de los años 90 e
igualmente sus diseños tenían éxito.
De manera que, esto hace notar lo
influyente que era (y hoy lo sigue
siendo), ya que no necesitaba
ajustarse a las tendencias para vender.
Por lo tanto, durante esta época se
introdujo exageradamente el
tejido de tartán escocés; una
silueta completamente nueva, la
forma de reloj de arena;
plataformas de veintidós
centímetros de alto, y vestidos
voluminosos drapeados y colas
alargadas, estos dos últimos
fueron posibles gracias a la
colaboración de Andreas
Kronthaler, quien hoy en día es el
director creativo de la marca y
esposo de la diseñadora británica.
Activismo y androginia
Por último, pasamos a la actualidad,
cuando a partir del año 2000, Vivienne
comienza a tener una visión más
andrógina y progresista hacia la moda.
En este período, el cual sigue vigente
hasta hoy, la diseñadora comenzó a usar
sus colecciones y desfiles como altavoz
político, especialmente en su activismo
medioambiental. Reivindicaciones
sociopolíticas, económicas y culturales
desde prendas con mensajes con
reminiscencias de su época punk y
romántica, hasta protestas en las
pasarelas en torno al Brexit (salida del
Reino Unido de la Unión Europea), el
calentamiento global o la libertad de
expresión. Así pues, en una entrevista
con The Guardian en 2014, determinó
que “el cambio climático, no la moda,
es ahora mi prioridad”. Este argumento
es un atributo que se encuentra
presente en el concepto de la marca y
también en lo que Westwood quiere
comunicar al consumidor. Asimismo,
otros conceptos representativos son los
mensajes; “Buy less, choose well, make
it last” (“Comprá menos, elije bien,
hazlo durar”) y “Quality vs. Quantity”
(“Calidad antes que cantidad”), los
cuales los materializa en su propia ropa,
producciones y desfiles; “Reivindico el
pensamiento como resistencia activa a
la propaganda consumista, que nos hace
perder la capacidad de discernir y
juzgar”, proclamó.
Por ende, en estos últimos años,
disminuyó la cantidad de conjuntos que
realiza por colección e incorporó
programas de reciclaje en torno a la
producción de sus colecciones, por
ejemplo, el “Greenpeace Detox
Program”, donde incorpora algodón
orgánico en el proceso de confección,
no utiliza materiales ni tintes sintéticos y
disminuye el uso de agua. Otro claro
ejemplo de esta filosofía ecológica,
según el comunicado de la marca, en la
colección de otoño-invierno 2021/2022,
el 90% de esta fue fabricada “a partir de
materiales que tienen un impacto
reducido en nuestro medio ambiente”,
incluida una mezcla reciclada de denim.
Por otro lado, no sólo es progresista en
la faceta activista, sino que también en la
moda, es decir, sus colecciones
comienzan a ser más inclusivas y
asexuales, con prendas más genderless y
andróginas. Sin embargo, vale aclarar
que, las colecciones que realiza el
director creativo, “Andreas Kronthaler
para Vivienne Westwood” se difieren de
las que realiza la propia diseñadora,
“Vivienne Westwood”; y también
realiza pequeñas colecciones de vestidos
de novia.
“La mayoría de la gente en la calle tiene un aspecto
bastante espantoso, ya que preferirían no decir nada a
través de su ropa antes que cometer un error... Mi
ropa, por otro lado, permite que alguien sea
verdaderamente individual”
Para terminar, se puede decir que la reina del punk nunca tuvo miedo a arriesgarse ni
romper las reglas. Comenzó este camino en los años 70, con una mentalidad fuertemente
transgresora para su época, siendo provocadora y rupturista, pero causando algo en las
personas; sin olvidar, su parte sofisticada y juguetona. Siendo así, aquel diseñador que
genera algo en el espectador, ya sea un pensamiento, una emoción, un sentimiento o lo que
sea, pero algo, es aquel que logró su misión como diseñador y comunicador. Por lo tanto,
se puede decir eso de Vivienne Westwood. Entonces, se puede considerar que su era de la
actualidad, es la más influyente y representativa de ella y su marca. Hoy en día, se puede ver
como sigue recurriendo al pasado y mezcla sus colecciones actuales con reminiscencias a las
anteriores, pero las amolda al presente. Por lo cual, nunca pierde la contemporaneidad ni su
identidad como diseñadora. Igualmente, a lo largo de sus diferentes épocas, es evidente el
hilo conductor de su identidad que mantiene y cómo lo va transformando. Por ende, al
incorporar diseños atemporales, nunca pasa de moda, se diferencia de los demás diseñadores
y trasciende en el mundo.
V I V I E N N E
W E S T W O O D
O T O Ñ O - I N V I E R N O
2 0 2 1 / 2 0 2 2
En esta colección de otoño-invierno, Westwood optó por utilizar una textura visual como
punto de tensión, es decir, hasta que parte del conjunto va a ir el ojo del espectador. Por lo
tanto, utilizó como estampa una pintura de François Boucher, del siglo XVIII, "Daphnis &
Chloe", del año 1743. Esta estampa no solo está presente en la mayoría de las prendas, sino
que también en accesorios, como por ejemplo, en pañuelos, corbatas y carteras.
Una característica
prominente de la
diseñadora británica,
es recurrir al pasado y
mezclar sus
colecciones actuales
con reminiscencias a
sus estéticas
anteriores, pero las
ajusta a lo que está
pasando en el
momento. De esta
manera, nunca pierde
la contemporaneidad
ni su identidad como
diseñadora. Así pues,
lo característico de
ella, son las
referencias al arte
histórico, las pinturas
victorianas; los corsés
estampados con estas
mismas; vestidos
drapeados;
plataformas altas de
22 centímetros; la
sastrería inglesa; el
tartán;
la
superposición de
prendas; y los
sombreros de pirata
provenientes de su
colección “Pirate”,
1981. En efecto, esta
particularidad de
acudir al pasado no
sólo está presente en
sus diseños, sino que
también en la
producción de esta
colección.
Se puede observar,
que la escenografía
del lookbook es un
ambiente en el cual
las paredes están rotas
y despintadas con
colores saturados,
pero con marcos
tallados, dorados y
blancos. Asimismo,
en varias de las
fotografías, se puede
observar agujeros y
cañerías en el suelo.
Incluso, el maquillaje
y el peinado de
ciertos modelos, por
ejemplo las mejillas
coloradas y los rulos,
hacen referencia a la
época victoriana de
María Antonieta y a
la pintura “Daphnis &
Chloe”. Además, en
las fotografías se
integró un filtro
saturado, también,
haciendo alusión al
pasado y a lo antiguo.
De modo que, se
puede ver el concepto
romántico de la
colección y cómo lo
relaciona en su
totalidad.
A pesar de que sea una colección de invierno,
Westwood incluyó una amplia paleta de colores,
jugando con el contraste por tonos entre los
colores fríos y cálidos. Por lo tanto, se puede
observar la variedad de los colores primarios,
secundarios y terciarios, y las tonalidades de los
mismos. Además de los colores con tonalidades
frías del invierno, por ejemplo, el azul, el azul
marino, el petróleo, el celeste y variedades del
verde, verde, flúor, y manzana; incluyó el
bordeaux, el violeta rojizo, rojo, el naranja,
naranja rojizo, naranja flúor, el fucsia, magenta y
el rosado, saturados, indicando nuevamente, este
efecto antiguo. También, sin olvidar, los colores
neutros; el negro, el marrón, camel, beige, crema
y el blanco, causando cierto balance en la
colección. Por lo cual, se puede decir que hay
cierta ironía, ya que incluye colores cálidos en
una colección de invierno, distintivo de ella.
Por otra parte, una constante que nunca falta
en sus colecciones, es la sastrería,
especialmente con el tejido de tartán,
representativo de Westwood. Se puede decir
que en esta colección, junto con la estampa de
la pintura “Daphnis & Chloe”, la sastrería con
tartán predomina en la mayoría de los
conjuntos. Además, no sólo juega con este,
sino que también con otros tipos de texturas
visuales espontáneas, más bien, las cuales son
parte del proceso de creación visual de la
prenda; en este caso, los cuadrados, el tweed,
el pie de poule, príncipe de gales, los rombos,
el rayado, el cuadrille y la mezcla entre estos.
Por lo cual, optó por incorporar tapados con
tartán, pero con la mezcla de colores fríos y
cálidos. De esta manera, haciendo contraste y
mezclándolo con dichas texturas. Asimismo,
otra particularidad prominente de la
diseñadora, la cual nunca falta, es la
superposición y el toque de prendas. Por ende,
en la mayoría de los conjuntos, se puede
observar la mezcla entre dichas texturas y
superposiciones, generando ciertas asimetrías
en los diseños, ya que son texturas distintas.
Por ejemplo, la camisa verde flúor con el saco
trench de cuadros negros y verdes, con el
pantalón cuadrille y por encima, una pollera
de tartán. De igual manera, una cualidad que
difiere a Vivienne de otros diseñadores, es
como juega con los contrastes de colores, así
como también, entre distintas texturas
visuales. Por ejemplo, mezclando la estampa
victoriana junto los pantalones cuadrille, los
calcetines de rombos, los zapatos de tartán y la
camisa floreada. En esta última se puede
observar la ironía de la diseñadora, flores de
distintas tonalidades de rosas y lilas, en una
colección de invierno. Con respecto a otros
tipos de texturas visuales, Vivienne no dejó las
rayas atrás. Utilizó colores oscuros y neutros
para la composición de las prendas, pero al
mismo tiempo, como punto de tensión,
incluyó por encima de ellas, colores cálidos
como el bordeaux, el rojo, el naranja y el rosa
anaranjado. Incluso, se puede observar los
distintos tipos de grosores de las líneas y sus
direcciones, causando un recorrido y guiando
el ojo del espectador.
En algunos de sus conjuntos sastreros,
Vivienne incluye una textura táctil que
remite al lujo, el terciopelo. Este hace
alusión a la época de sus años paganos,
1988-1992, cuando su estética principal
era parodiar a las clases altas con tejidos
y texturas lujosas y ricas, el terciopelo
incluido. Entonces, está clara la
recurrencia que hace del pasado al
presente, relacionándolo con sus
estéticas anteriores y reviviéndolas en la
modernidad. Incluso, lo relaciona con el
concepto victoriano de la colección; la
pintura de Boucher de 1743, la
apariencia de los modelos y la
escenografía del lookbook. También,
hablando técnicamente, el terciopelo es
un tejido invernal.
En cuanto a las siluetas, dicho en otras
palabras, la forma del cuerpo o la
identidad de las prendas, incorporó
siluetas anatómicas, es decir, prendas
adheridas al cuerpo. También siluetas
insinuantes, las cuales se difieren de las
anatómicas, ya que son más holgadas,
pero se puede insinuar la forma del
cuerpo que hay debajo de la prenda, por
eso se le llaman de esta manera. En
relación con las formas de las prendas, se
puede decir que algunas son más bien
rectas, y otras, con volúmenes tenues,
por ejemplo, los pantalones con texturas
asimétricas tienen una sutil forma
bombé; al igual que ciertas mangas en
forma de abanico. Por lo que se refiere a
los largos modulares, más bien, el largo
de una prenda, al ser una colección de
invierno, la mayoría de ellos son hasta el
tobillo, por ejemplo, en pantalones,
faldas y ciertos vestidos; otros, son hasta
el medio muslo y la rodilla.
Ahora bien, ya mencionado anteriormente, sus reminiscencias del pasado en sus colecciones modernas, es lo que
la hace tan distinta y especial. Además de las características de Westwood dichas previamente, también hay
ciertos detalles que no pasan por alto. Estas son, las camisetas y blusas con el mensaje “TRUE PUNK”
(“VERDADERO PUNK”), refiriéndose a sus comienzos como diseñadora en 1970, cuando tenía su boutique
con su esposo Malcolm McClaren en Kings Road, y su estética era la moda punk británica; al igual que las
boinas que llevan ciertos modelos con el mensaje “craft must have clothes, but truth loves to go naked - SEX”
(“el arte debe tener ropa, pero la verdad ama ir desnuda - SEXO”), remitiendo a su manera de comunicar,
siempre rupturista y provocativa, causando cuestionamiento en el espectador. Igualmente, incluyendo la textura
visual con formas orgánicas, proveniente de su colección “Pirate”, 1981; y los conjuntos tweed, haciendo
referencia a su influyente colección “Harris Tweed”, 1987.
En definitiva, en esta
colección de otoñoinvierno,
se puede
observar la unidad en su
totalidad. Las constantes y
repeticiones de la sastrería,
la variedad de texturas
visuales como el tartán y
cuadrille, el drapeado, el
contraste entre colores
fríos y cálidos, las
plataformas altas; y las
distintas tipologías de
partes superiores e
inferiores, como los
blazers, sacos y camperas,
los pantalones clásicos,
faldas y vestidos couture
cortas y las camisas,
camisetas y corsés. Sin
olvidar, algunas variables
como los mensajes punk,
la asimetría entre texturas
visuales y las texturas
táctiles como el terciopelo
y el denim.
Esta colección se puede denominar como “Ready-to-wear”, con una serie de alta complejidad. Este término
proviene del francés “Prêt-à-porter”, el cual en español significa “Listo para llevar”. A diferencia de la alta
costura, la cual es sumamente exclusiva, este rubro implica una producción semi-masiva, con una serie de
talles y prendas para el uso diario con un público objetivo. Por lo tanto, abarca prendas en serie que se repiten
en función a la demanda. Así pues, los tejidos utilizados para la confección de las prendas son de producción y
venta masiva, de fácil cuidado y conservación, debido a su utilización diaria.
Incluso, las prendas que más representan este rubro son de sastrería y con forreria, y con la misma
materialidad en las partes superiores al igual que inferiores. Por otra parte, hay dos tipos de series que
integran una colección; series de alta y baja complejidad. En la serie de alta complejidad, se encuentran
más variables que constantes, más elementos, más información visual y mayor variedad tipológica; en
cuanto a la de baja complejidad, se encuentran más constantes que variables, por lo tanto, es más simple,
contiene menos elementos y menor variedad tipológica.
Por lo tanto, esta colección es
“Ready-to-wear” porque las
prendas de sastrería son las que
predominan a lo largo de esta. Se
pueden observar los conjuntos
sastres, como sacos, blazers,
pantalones y faldas combinados
entre sí. Compuestos por variedad
de estampados y tejidos; como los
cuadros, rayas, cuadrille y el tartán
escocés en varios colores. Además,
es una serie de alta complejidad, ya
que hay una gran variedad
tipológica: desde tapados, sacos,
blazers, chaquetas, buzos, suéteres,
poleras, camisolas, camisas,
remeras, corsés, bermudas,
pantalones clásicos, palazzo y
joggings, faldas mini, maxi y
chanel, hasta vestidos con
transformaciones. También, es una
colección con una inmensa carga
visual, debido a que está
compuesta por una amplia paleta
contrastada por colores fríos y
cálidos, variedad de tejidos y
estampados.
LA BELLE ÉPOQUE
Para comprender la moda de hoy en día y sus constantes
transformaciones, es necesario conocer su historia y cómo
ésta fue evolucionando a lo largo de los años. Se puede
decir, que cada una de sus distintas épocas tienen su
significado del momento, pero en este caso, vamos a
recurrir a la Belle Époque y cómo ésta influyó en la
historia de la moda. Incluso, se puede encontrar cierta
relación con Vivienne Westwood.
Durante el período en el que transcurrió la Belle Époque, la cual comenzó en el año 1870 y finalizó en 1914,
sucedieron varios acontecimientos históricos. Gran Bretaña, Francia, Alemania, el Imperio Ruso, Bélgica e Italia
eran las potencias mundiales que ingresaban al imperialismo; especialmente Francia, el cual era el epicentro del
arte, la moda y la cultura en occidente. A causa de la segunda revolución industrial, se encontraron varios
progresos en el ámbito económico, tecnológico, artístico y social. Estos generaron nuevos inventos que
contribuían al desarrollo y crecimiento de las ciudades burguesas, así como también la difusión de información
de manera global. Esto fue lo que generó el comienzo de la liberación de la mujer, quienes reclamaban derechos.
Surgen los primeros movimientos sufragistas de mujeres que reclaman el derecho al voto femenino y a partir de
este momento comienzar a ser notable y fuerte el movimiento feminista. A principios del siglo XX, surgen tres
movimientos que marcaron este período; el expresionismo, el fauvismo y el modernismo. Fue una época en la
cual se crearon variedad de museos donde se exhibían y explicaban los nuevos saberes y el arte del momento.
Por otra parte, un aspecto representativo de la Belle Époque es la moda. Fue un momento caracterizado por la
elegancia y el refinamiento, los patrones que regían la moda eran estéticos, siendo secundaria la comodidad y el
bienestar físico de la mujer. Se utilizaba la silueta en forma de "S" con corsés extremadamente apretados,
causando un busto proyectado hacia afuera y la cola hacia atrás, generando una posición arqueada. Sin embargo,
las mujeres que no utilizaban el corsé eran consideradas “librepensadoras”. La creación de esta silueta se le
atribuye al dibujante estadounidense Charles Dana Gibson, quien había creado un personaje que era mujer con
esta silueta y peinado al estilo “Bouffant”. Así se creó el término “Gibson girl” (“chica Gibson”). Los corsés eran
acompañados de mangas pernil de gran volumen, y largas faldas drapeadas, las cuales les dificultaban el caminar.
Acerca de los accesorios, los sombreros tomaban protagonismo, cuanto más grandes y exóticos, más poder
adquisitivo demostraban. Incluso, se decoraban con ornamentos extravagantes, como plumas y animales
disecados. Se puede decir que apareció una estricta etiqueta social con relación al atuendo, y las mujeres debían
cambiarse unas siete veces al día si querían seguir los dictados de la sociedad.
De modo que, se puede decir que ciertas características de esta época, como el comienzo del movimiento
feminista, la liberación y la indumentaria femenina, se relacionan con Westwood y la actualidad. Si bien la
diseñadora británica generalmente se inspira en el arte del siglo XVIII, también acude a la época victoriana, la
cual es parte de la Belle Époque. Westwood no sólo es reconocida por ser la reina del punk y la rebeldía, sino que
también por su estética romántica y sofisticada. En sus épocas pasadas, especialmente en sus “Años Paganos” y
“Anglomanía”, en sus colecciones hace referencia a la falda con crinolina, la silueta en S, los corsés y vestidos
drapeados de gran volumen, los cuales estos dos últimos mencionados, son parte de su impronta como diseñadora.
Incluso, hoy en día, siguen vigentes como prendas constantes en todas sus colecciones. Además, se puede ver la
analogía entre el mensaje liberal y rebelde que incentiva Westwood en sus colecciones actuales junto con las
pasadas, pero siempre incluyendo su lado romántico y sofisticado. Esto se asemeja con lo que pasaba en la Belle
Époque, ya que eran los principios de la liberación y movimiento feminista que hoy en día están más presentes y
fuertes que nunca.
Vive la Cocotte
Otoño - invierno 1995
Vivienne Westwood
Si bien esta colección no está explícitamente inspirada en la Belle Époque,
una de las características de la manera de crear y diseñar de la diseñadora
británica, es inspirarse y tomar recursos de la época victoriana y la estética
romántica. En ciertos conjunto, se pueden observar varios recursos de la
indumentaria femenina que se utilizaba durante la Belle Époque.
Entonces, se pueden observar faldas y vestidos, sumamente voluminosos,
con drapeados, combinados con corsés ajustados, formando un busto
proyectado hacia afuera y la cola hacia atrás, generando la famosa silueta
en S y las caderas amplias que reflejan la Belle Époque. A lo largo de todos
los conjuntos, se puede ver la semejanza con la época anteriormente
mencionada, no sólo en las tipologías y la silueta, sino que también en las
texturas, estas son; el drapeado, los volados, los frunces y la superposición
de textiles. También, la variedad de colores de los conjuntos, desde colores
oscuros y fríos como el negro, violeta, lila, celeste y plateado, hasta cálidos
como el rojo, naranja, rosado, dorado, nude y blanco. Además, se puede
ver la inspiración de la época en la producción del desfile, el peinado de las
modelos al estilo Bouffant, el maquillaje, los guantes y los ornamentos.
NEW ROMANTICS
PUNK & BELLE ÉPOQUE
Opuestos complementarios