COOLTURAREVISTA INFANTIL: Colombia

Peter se come
LA ALEGRÍA
La historia de Peter es tan deliciosa como alegre. Nació en Raleigh, Carolina del Norte,
rodeado de su bonita familia, sus padres y sus dos hermanos. Todos rubios de ojos
grandes y azules, pero enamorados de las culturas de otros países.
Cada día Peter aprende nuevas palabras en español. Sus padres decidieron que
desde preescolar aprendiera a leer y escribir en otro idioma. A su maestra, la
señora Rodríguez, le encanta contar historias, escribir cuentos y compartir
acerca de Colombia, el país donde nació.
Peter ama escuchar historias de Colombia, le encantan los chigüiros, la
diversidad de mariposas y aves; le fascina hacer imágenes mentales de cómo
hacen artesanías con la palma de iraca en Usiacurí, del delicioso ajiaco de
Bogotá, de los silleteros y las bellas flores de Medellín, de la Feria de Cali, el
Carnaval de Barranquilla y su historia favorita: el origen de la marimonda y su
colorido disfraz.
Un viernes en la clase de español, la maestra preguntó a todos los estudiantes:
—¿Sabían que hay una ciudad en Colombia donde puedes comerte la alegría?
Los niños se miraron confundidos y se preguntaban cómo era eso posible.
La maestra no dio detalles y les preguntó: —¿Cómo creen que puede
comerse la alegría? Los niños comenzaron a responder:
—Puedes comerte la alegría si comes la nariz de un payaso. —Dijo Ava.
—Yo creo que puedes recolectar las risas de las personas en bolsas, la llevas
al refrigerador y cuando estén congeladas le das un mordisco. —agregó Jacob.
—¡Yo tengo la respuesta!, dijo Peter. —Cuando estés a punto de reír, aguantas
todo lo que puedas y tragas suavemente.
La maestra sonriendo les dijo: la alegría es tan deliciosa, es
crujiente y melosa, tiene un rico sabor a panela y es
redonda como el sol. Ella sobaba su barriga
y sacaba la lengua saboreando la
nostalgia de no poder comerse
una por estar lejos de
su tierra.
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ILUSTRADO POR
ARMANDO DURÁN