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SANTO DOMINGO, RD. DOMINGO <strong>23</strong> DE OCTUBRE DE <strong>2022</strong><br />
Lecturas de domingo<br />
<strong>23</strong><br />
Hija de la tormenta, de<br />
Marivell Contreras<br />
LITERATURA<br />
POR VASTY DELER<br />
Santo Domingo<br />
Entrevista exclusiva con Cees Nooteboom (La Haya, 1933), una de<br />
las plumas más importantes de la literatura universal, es autor de<br />
más de veinte libros traducidos al español,<br />
lo que ha aprendido a vivir con<br />
ellos:<br />
Yo soy esta mujer que aprendió<br />
cuando era niña, que los fantasmas<br />
son todos como Gasparín<br />
y que los humanos -aun los que<br />
amamos- pueden ser en cualquier<br />
momento, unos malvados. (pág.<br />
14)<br />
Más, al mismo tiempo justifica<br />
las equivocaciones de las madres,<br />
planteando de manera implícita,<br />
que su manera de actuar es basada<br />
en su madurez y que desde<br />
nuestra perspectiva no podemos<br />
comprenderlas, hasta que nos encontramos<br />
en su posición, siendo<br />
padres:<br />
Qué nombre, qué corazón<br />
Qué desmesurada soledad<br />
Se escapó de mí dentro de mí.<br />
Marivell Contreras<br />
No hay mejor manera<br />
de iniciar este<br />
artículo que citando<br />
a la propia poeta,<br />
escritora, investigadora,<br />
productora y locutora;<br />
Marivell Contreras, autora del<br />
poemario del que hablaré, titulado<br />
‘‘Hija de la tormenta’’.<br />
Sin lugar a duda, la intención<br />
principal que nos permite evidenciar<br />
Contreras, es la manera en la<br />
que una madre se desvive por sus<br />
hijos con el propósito de que sean<br />
felices, dando cualquier cosa por<br />
ellos, siendo capaz incluso, de entregar<br />
su propia vida con tal de<br />
salvar las suyas.<br />
No puedo cortarme las venas<br />
mientras mi niño sonría.<br />
No regaré la tierra con mi sangre<br />
a menos que muriendo, le salve<br />
la vida. (pág.60)<br />
Sin embargo, el sujeto lírico<br />
nos abre los ojos mostrándonos<br />
un mundo que quizás algunos ignoremos,<br />
uno en el que nos permite<br />
notar los sinsabores de la vida<br />
y la desdicha de muchos niños,<br />
los cuales nos dejan entrever que<br />
no tienen madres o que, si las tienen,<br />
estas no han sido capaces de<br />
fungir de manera adecuada, lo<br />
que provoca que esos niños crezcan<br />
con complejos, poca autoestima<br />
y en algunos casos sean antisociales,<br />
dando así, (a pesar de<br />
haberlos escrito hace unos años)<br />
una muestra de lo que vive nuestra<br />
sociedad hoy día.<br />
Hay niños, hay niñas con los<br />
ojos tristes, la barriga inflada, las<br />
manos resecas por<br />
no ser besadas por una mamá.<br />
Hay niños que matan, y lo hacen<br />
sonrientes, hay niñas que no<br />
aman sus cuerpos,<br />
sus labios pintados no saben besar.<br />
Hay niños que odian, hay niñas<br />
que no aman, hay madrastras<br />
y madrazas. (pág.38)<br />
La escritora habla también,<br />
desde un miedo que compartimos<br />
todos; el miedo de perder<br />
nuestra madre. Porque si bien es<br />
cierto, todos desearíamos que fueran<br />
eternas, pero la triste y dura realidad<br />
nos golpea y nos hace temer la<br />
llegada de aquel momento en el que<br />
la segura muerte, se acerque al encuentro<br />
de nuestras amadas progenitoras.<br />
‘‘Un día va a amanecer y no<br />
me encontrarán,’’ dijiste.<br />
¿Cómo voy a dormir, mamá?<br />
no quiero dejarte ir, a la sombra<br />
del sueño y de la noche, pensaba<br />
la niña.<br />
La mujer que ahora soy no ha<br />
aprendido a cerrar en paz sus<br />
ojos<br />
- a la hora de reposar- cree que<br />
puede evitar que lo que ama se<br />
marche, sin llegar a enterarse.<br />
(pág.17)<br />
Podemos colegir que Contreras,<br />
en estos poemas, tomó muy<br />
en cuenta las instrucciones de<br />
uno de sus guías, el escritor, Yaqui<br />
Núñez. Puesto que, como<br />
ella misma comentó en una ocasión,<br />
citando al propio Yaqui:<br />
‘‘La gente solo atiende a quien<br />
le habla de cosas que a la gente<br />
le interesa, con palabras que la<br />
gente entiende’’ y partiendo de<br />
esta premisa, encontramos en<br />
La escritora de<br />
este artículo<br />
es estudiante<br />
de la carrera<br />
de Educación,<br />
orientada a la<br />
Literatura en<br />
la Pontificia<br />
Universidad<br />
Católica Madre y<br />
Maestra.<br />
“Hija de la tormenta”, poemas<br />
de interés social con carácter<br />
crítico (que a la vez son un llamado<br />
de atención), plasmadas<br />
de una manera comprensible y<br />
como evidencia de esto vemos:<br />
Mi madre discutió con mi padre,<br />
ahora le molestará mi leve<br />
presencia, mis gestos y<br />
mis palabras. No quiero que la<br />
ira de su corazón herido alcance<br />
mi cuerpo. Voy a volver a la protectora<br />
oscuridad de mi habitación.<br />
(pág.19)<br />
En múltiples escritos a lo<br />
largo de la lectura se puede<br />
notar como la poeta exponía<br />
parte de sus miedos y se justificaba<br />
de tenerlos, argumentando<br />
que los aprendió en su<br />
niñez. Es como si quisiera explicar<br />
que de algún modo una<br />
porción de sus seres queridos<br />
son los responsables y que se<br />
le hace difícil superarlos, por<br />
Todos los errores que le cuestionamos<br />
a nuestras madres pierden<br />
sentido cuando<br />
las hacemos abuelas (pág.44)<br />
Para llegar al culmen debemos<br />
destacar la versatilidad y variedad<br />
lírica que contiene este poemario,<br />
enfatizando en su matiz<br />
tanto sentimental, como correctivo<br />
en torno al ámbito social.<br />
Recomiendo este libro en su<br />
totalidad, ya que posee profundidad<br />
en cada línea. En su conjunto,<br />
nos habla de la función<br />
de las madres, nuestras posiciones<br />
como hijos, maltrato familiar,<br />
frustraciones, valores,<br />
miedos, incluso de asuntos patrióticos<br />
y de motivaciones personales;<br />
si tiene la oportunidad<br />
de hallarse y ser confrontado<br />
con lo plasmado aquí, no dude<br />
en adentrarse en este grito de<br />
Marivell Contreras, y extraer de<br />
las experiencias de esta poeta<br />
(a partir de lo que usted pueda<br />
inferir) para aplicarlo en su vida.<br />
Le aseguro que será de gran<br />
provecho.<br />
La autora de este artículo es estudiante<br />
de la carrera de Educación,<br />
orientada a la Literatura en<br />
la Pontificia Universidad Católica<br />
Madre y Maestra.