Edición digital Revista Natural...Mente animal -Octubre de 2022

África
El nuevo basurero electrónico
El volumen de residuos electrónicos crece cada año a un ritmo
preocupante: en 2021 se desecharon 57,4 millones de toneladas de
basura tecnológica, cuya magnitud supera a la Gran Muralla China, la
construcción humana más pesada del mundo.
En 2019 se generaron 53,6 millones de toneladas, un 21% más que en
2014. Si nada cambia, como es casi seguro, las cifras ascenderán a
74,4 millones de toneladas para 2030, lo que implica un aumento de
la basura electrónica entre un 3% y un 4% cada año. En regiones
como India y China la basura generada por computadoras en desuso
se incrementará un 500% en la próxima década.
Se calcula que 352.474 toneladas de residuos tóxicos salen cada año de la UE hacia Ghana, Hong Kong, Nigeria, Pakistán, Tanzania,
Tailandia y Ucrania. África es, con mucho, la región del mundo más afectada por las exportaciones de residuos electrónicos de la UE.
El ranking está liderado por Estados Unidos y Canadá con 20 kilos de basura por habitante al año. Le sigue de cerca China (con 19
kilos) y la Unión Europea (con algo más de 17 kilos y medio). Por el contrario, los africanos tan solo producen de media 2 kilos de
residuos al año. Según Naciones Unidas, casi un 80 por ciento de esta basura electrónica producida quedó en paradero desconocido o
no reportado.
Existe un acuerdo internacional: la
Convención de Basilea de Naciones
Unidas, que regula el tránsito de
desechos peligrosos entre países y
prohíbe que los países desarrollados
envíen estos residuos al tercer mundo,
p o r q u e n o c u e n t a n c o n l a s
infraestructuras necesarias para su
reciclaje. Pero esta Convención es una
mentira, no sirve para nada y los residuos
tecnológicos siguen inundando países
como Ghana, Nigeria o India.
Estados Unidos es uno de los mayores
exportadores de basura electrónica y el
único país desarrollado que no ha
ratificado la Convención.
la Unión Europea, firmante del acuerdo y donde las exportaciones son ilegales, junto con
otras potencias desarrolladas, fomentan vacíos legales que les permiten llenar de basura
electrónica a los países pobres. El Fondo Monetario Internacional, en su informe “Una
nueva visión circular de los dispositivos electrónicos”, estima que la UE exporta más de
un millón de toneladas de residuos electrónicos anuales de manera ilegal.
Es muy grave el daño medioambiental por la ausencia de reciclaje de los desechos
electrónicos. Debido a la falta de una gestión adecuada de estos residuos en los países
pobres receptores, en los que por ejemplo se queman a cielo abierto esos aparatos, tanto
la población como los cultivos se ven expuestos a una alta contaminación. Unos
contaminantes que “incluyen metales pesados altamente tóxicos como el plomo, el
cadmio y el mercurio” e hidrocarburos cancerígenos. Muchos de estos trabajos están
hechos por niños pequeños, sin ningún tipo de garantía de que preservan su propia salud.
Estos metales pesados están llegando al mar y contaminando al atún; El pescado
capturado en aguas africanas entra en el comercio mundial y se puede vender en
cualquier lugar. Los acuerdos de asociación de pesca sostenible de la Unión Europea
permiten a los barcos de la Unión capturar atún mientras migra a lo largo de las aguas
africanas.
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