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6 SANTO DOMINGO, RD. SÁBADO, <strong>28</strong> DE ENERO DE <strong>2023</strong><br />
10 cm<br />
Opinión<br />
5 cm<br />
4 cm<br />
3,5 cm<br />
10 cm<br />
Editora Listín <strong>Diario</strong>, s.a. Consejo de Administración. Presidente Manuel Corripio Alonso Vicepresidente Héctor José Rizek Sued Tesorero Samir Rizek Sued, Secretaria Lucía Corripio Alonso,<br />
Vocal North Sea Valley, INC, Vocal Ana Corripio Alonso, Vocal Héctor José Rizek Guerrero, Vocal Editora Corripio, SAS<br />
Redacción: Director Miguel Franjul, Subdirector Fabio Cabral<br />
Ejecutivos de la Mesa Central Tomás Aquino Méndez, Juan E. Thomas Subjefe de Redacción Juan Salazar, Jefe de Editores y cierre Felipe Ciprián, Editor de Diseño Félix Lugo<br />
Administradora General Gema Hidalgo Gerente de Ventas Mireya Borrell, Gerente de Cobros Jamie Lora, Gerente de Distribución Alfredo Saneaux Gerente de Mercadeo Patricia Hernández<br />
5 cm<br />
3 cm<br />
EDITORIAL<br />
Hay que cambiar de estrategia<br />
4 cm<br />
La República Dominicana ha jugado un rol activo y<br />
sistemático en la búsqueda de una solución al estado<br />
de violencia e ingobernabilidad en Haití.<br />
Parece que ha clamado en el desierto porque<br />
sus propuestas básicas para restaurar el orden, que van desde<br />
un acuerdo electoral de los sectores políticos hasta el posible<br />
3,5 cm<br />
uso de una fuerza militar internacional, si falla la concertación,<br />
no tienen respuesta.<br />
Sin embargo, la gravitación de las bandas armadas en el control<br />
de distintos territorios y el vacío de poder existente, han dilatado,<br />
hasta ahora, la puesta en práctica de esa estrategia.<br />
3 cm<br />
Para diluir ese círculo vicioso que bloquea todo esfuerzo<br />
por la restauración democrática, la República Dominicana<br />
podría dar el primer paso concreto para romper la inacción<br />
de la comunidad internacional.<br />
Que sería el de ofrecerse como punto de encuentro neutral<br />
para una negociación de los sectores de poder en Haití, hasta<br />
que se logre un consenso para establecer un calendario de<br />
elecciones que conduzca a la instalación de un nuevo parlamento<br />
y un nuevo presidente.<br />
Aunque ya existe, en principio, un acuerdo de intenciones<br />
de las partes, este no ha podido viabilizarse porque el acoso y<br />
el terror de las bandas matonas lo están boicoteando.<br />
Si aquí se lograse el compromiso político de los grupos civiles<br />
haitianos en esa dirección, al que sin dudas se opondrán<br />
las bandas armadas que luchan por hacerse con el poder, entonces<br />
se legitimaría el apremiante proceso electoral que tanto<br />
necesita Haití para restablecer el orden democrático.<br />
Una vez legitimado ese acuerdo por consenso, no quedaría<br />
más remedio que dar un segundo paso, que es el de solicitar<br />
formalmente la intervención militar, a la que se rehúsan los<br />
Estados Unidos y otros países, para garantizar su puesta en<br />
ejecución.<br />
La República Dominicana se ha erigido en un portavoz de<br />
esa necesidad, pero la realidad es que la comunidad internacional<br />
no ha propiciado el diálogo ni tampoco luce interesada<br />
en enviar tropas allí.<br />
El más perjudicado con ese estancamiento es nuestro país,<br />
porque no debe intervenir militarmente ni tampoco absorber<br />
los enormes flujos de refugiados que huyen del caos.<br />
Si con esta nueva estrategia no se logra desbrozar el camino<br />
hacia la restauración democrática y del orden interno, entonces<br />
no quedará más remedio que asumir una política de<br />
defensa nacional que comienza por el blindaje militar de la<br />
frontera y su cierre total.<br />
Hasta que la comunidad internacional sienta, de verdad,<br />
que el lobo ya está frente a sus narices.<br />
Escucha el audio<br />
www.listindiario.com<br />
FIGURAS DE ESTE MUNDO<br />
Publica los sábado<br />
PABLO CLASE HIJO<br />
Frases de Martin<br />
Luther King<br />
CONTANDO LOS HECHOS<br />
ELLIS PÉREZ<br />
Mi vida y los días de trabajo<br />
“No permitas que ningún ser humano<br />
te haga caer tan bajo como para odiarle”.<br />
“La oscuridad no puede expulsar a la<br />
oscuridad, solo la luz puede hacer eso”.<br />
“El odio no puede expulsar el odio, solo el<br />
amor puede hacer eso”.<br />
“La injusticia en cualquier lugar es una amenaza<br />
para la justicia en todas partes”.<br />
“Si ayudo a una sola persona a tener esperanza,<br />
no habré vivido en vano”.<br />
“Hemos aprendido a volar como los pájaros, a<br />
nadar como los peces; pero no hemos aprendido<br />
el sencillo arte de vivir como hermanos”.<br />
“La violencia crea más problemas sociales que<br />
los que resuelve”.<br />
“Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando.<br />
Soñar con la libertad, sonar con la justicia,<br />
soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera<br />
necesidad de soñarlas”.<br />
“No soy negro, soy hombre”.<br />
“Siempre es el momento apropiado para hacer<br />
lo que es correcto”.<br />
“Nuestra generación no se habrá lamentado<br />
tanto de los crímenes de los perversos, como del<br />
estremecedor silencio de los bondadosos”.<br />
“Sueño que un día, en las rojas colinas de<br />
Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los<br />
hijos de los antiguos dueños de esclavos se puedan<br />
sentar juntos a la mesa de la hermandad”.<br />
:<br />
En la web<br />
listindiario.com<br />
@listindiario.com<br />
La sociedad industrial<br />
occidental<br />
estab<br />
l e c i ó c o m o<br />
norma, a través<br />
de la práctica, la semana de<br />
trabajo que comenzaba el<br />
lunes y terminaba el sábado,<br />
dejando el domingo como<br />
día de descanso.<br />
En 1926, Henry Ford, el<br />
presidente de la Ford Motor<br />
Company, decidió reducir la<br />
semana de sus trabajadores a<br />
cinco días, de lunes a viernes,<br />
bajo la premisa de que por<br />
una parte los trabajadores<br />
podían resultar más productivos<br />
en sus días de trabajo y,<br />
a la vez, tendrían más tiempo<br />
para el ocio, el entretenimiento<br />
y poder salir de compras,<br />
lo que podría implicar<br />
la compra de más automóviles.<br />
Ford redujo a un día la<br />
semana de trabajo, sin reducir<br />
la compensación salarial<br />
a sus empleados, lo que fue<br />
muy bien acogido a nivel general.<br />
Luego, al final de la recesión<br />
económica que se produjo<br />
en 1929, el presidente<br />
de Estados Unidos, Franklin<br />
D. Roosevelt, oficializó ese tipo<br />
de horario, en parte para<br />
complacer a la comunidad<br />
judía que reclamaba poder<br />
celebrar su Sabbath, como<br />
lo impone su religión. Desde<br />
entonces, hemos seguido<br />
la práctica de trabajar de lunes<br />
a viernes y tener los días<br />
de descanso los sábado y domingo.<br />
En mi caso, mi primer trabajo<br />
como productor y locutor<br />
del programa Your Hit Parade,<br />
en la emisora HIZ. en<br />
1953, fue en domingo. Tenía<br />
17 años. El programa se trasmitía<br />
a la una de la tarde. Se<br />
acabaron mis días de playa<br />
en Guibia, a los que ya me<br />
había acostumbrado. Un<br />
par de veces, también en<br />
domingo, había ido en bicicleta<br />
a la playa de Boca Chica.<br />
El domingo se convirtió<br />
para mí en el día de trabajo<br />
de la semana. Al convertirme<br />
en presentador de artistas<br />
en diferentes escenarios<br />
tuve que acostumbrarme<br />
no solo a trabajar en horas<br />
de la noche sino, también,<br />
sábado y domingo.<br />
Nunca olvidaré que un 31<br />
de diciembre, ya dirigiendo<br />
mi emisora de entonces, Radio<br />
Universal, el locutor de<br />
turno me llamó como a las<br />
11 de la noche para decirme.<br />
‘Mi relevo debió haber llegado<br />
hace un par de horas y yo<br />
necesito irme a descansar.<br />
¿Qué hago?’. En esa circunstancia,<br />
hice lo único que podía<br />
hacer: dejar mi celebración<br />
de fin de año y relevarlo,<br />
cubriendo todo el espacio de<br />
la madrugada.<br />
Cuando fui director de<br />
cruceros saliendo del puerto<br />
de Miami, mi trabajo implicaba<br />
mañana, tarde y noche<br />
durante los siete días de<br />
la semana. Nos tocaba un<br />
día libre cada cinco o seis<br />
semanas. Sin quejas.