Edición Digital Revista Natural...Mente Animal - Febrero de 2023

El insumergible Sam
El gato que sobrevivió a tres hundimientos
de barcos en la segunda guerra mundial
La increíble historia de este particular gato de color blanco y
negro lo llevó no solo a andar en terrenos en los que es difícil
ver a un felino, sino a recibir el poderoso apodo de “El
insumergible Sam”.
No es inusual que los animales sean mascotas de barcos y
soporten las dificultades del servicio naval junto a sus
tripulaciones.
Pero muy pocos pueden presumir de un récord de servicio y
la suerte de Sam el Insumergible. Este felino sobrevivió
exitosamente al hundimiento de tres barcos: el Acorazado
alemán Bismarck, el destructor británico Cossack y
el portaaviones Ark Royal.
El gran acorazado alemán “Bismarck” zarpó hacia su primera
misión en 1941: sería partícipe en la Operación Rheinübung
Fue entonces que Oskar (como originalmente se lo conoció
a Sam), dando brincos y con su cola en alto se embarcó junto
a 2.200 marineros y partió rumbo a su primera aventura en los
peligrosos mares
El Bismarck fue hundido por la flota aliada; de su tripulación
salvaron 114 marineros. Pero lo que dejó asombrados a los
marinos británicos del HMS Cossack, que no podían creer
la imagen que tenían frente a sus ojos, fue ver al pequeño
felino, aferrado a un pedazo de madera, flotando en altamar.
El felino náufrago, fue adoptado por la tripulación inglesa,
o como suelen decir los que saben de gatos, él los adoptó a
ellos.
La misión del HMS Cossack era custodiar las naves, Sam
sirvió durante varios meses, pero la tragedia volvió a
perseguirlo: al escoltar un convoy de Gibraltar al Reino
Unido fueron hundidos por un torpedo alemán. Los
sobrevivientes, entre ellos nuestro protagonista, fueron
rescatados por el destructor HMS Legion. En ese naufragio
murieron 159 marineros. El intrépido Sam junto a la
tripulación fueron transferidos al portaaviones HMS Ark
Royal. Cuando los tripulantes lo reconocieron, la noticia no
tardó en expandirse; los oficiales británicos cambiaron su
nombre a “Sam el insumergible”, un apodo apropiado para
un gato que había sobrevivido al hundimiento de dos buques
de guerra.
Pero el destino no tenía otro propósito mejor que hacer más
famosa su leyenda, pese a su reputación de ser un “gato de
la suerte” no lo sería tanto: al retornar de Malta, el 14 de
noviembre de 1941, el HMS Ark Royal fue torpedeado por
un submarino U-81. Sam fue nuevamente encontrado
aferrado a una tabla, flotando, con el resto de la tripulación y,
quizás, fastidiado por vivir nuevamente una situación similar.
Terminada la guerra fue licenciado y llevado al Reino Unido, donde pasó el resto de sus días disfrutando sin “responsabilidades”
de la marina y descansando en un hogar para marineros, seguramente divirtiéndose cazando ratones. Sam falleció en 1955;
quizás fue la clara e ilustre demostración de las famosas 7 vidas que se le atribuyen a los gatos, de las cuales sabemos gastó tres
en el esquivo destino de querer hundirlo. Hoy su retrato está inmortalizado en el Museo Marítimo Nacional de Greenwich.
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